EN LAS CUEVAS DE PUNTA BALLENA
Querido amigo:
Hoy te voy a contar lo que me pasó con un chico de la oficina.
Cuando empecé a trabajar allí, hace mucho tiempo, como todo nuevo no tenía
amistad con nadie.
Hasta que un día emepzó la amistad con Armando. Era cerca de Navidad y él me
invitó a ir a un shopping para hacer las compras de los regalos. Allí fuímos,
tomamos cerveza y recorrimos el shopping.
Ya sabes la cerveza lo que tiene es que te da muchas ganas de orinar. Le dije
que no podía más que iba a orinar. El me dijo que también tenía ganas. Entramos
a orinar, él se quedó con los paquetes de las compras, mientras yo descargaba
primero, fue un placer y un alivio descarar todo!!! Terminé, me di vuelta y lo
vi a él mirándome como en el limbo, casi se le cayeron los paquetes. Tomé los
paquetes y le cedí el lugar. El desenfundó una buena verga y orinó.
fuímos al lavamanos se lavó la verga y vi que estaba muy gorda no parada pero se
acercaba. Se secó, le di los paquetes y me lavé las manos.
Cuando salímos me dijo: "No te ofendas, pero se me quiso parar al verte
orinar...
Me puse nervioso, pero no comenté nada, seguímos por el shopping. fuímos al
estacionamiento, subímos a su auto y él me dijo: "Te dejo en tu casa y después
sigo a la mía".
-Te lo agradesco mucho. Le contesté, pensando en lo gorda que se veía la cabeza
de su pija.
Nos fuímos y en el camino empezó una gran llovizna. él me dijo: -No puedo
conducr con tanta agua cayendo en los vidrios.
Mejor estaciono por aquí y tomamos algo mientras esperamos que calme.
Por ahí había un restaurante y nos pusimos a tomar cervezas.
No te conté que él tenía en esa época unos 28 años, cabello castaño, ojos
verdes, delgado pero atlético.
Como sbes las cervezas aflojan la lengua, empezamos a hablar como nunca lo
habíamos hecho en la oficina. Y nos dimos cuenta que teníamos más cosas en común
de lo que creíamos.
Música, Cine, Libros...
Las cervezas aceleraron la deshinibiciòn y empezamos a hablar de sexo, él empezó
a hablar de transexuales, que le gustaría probar y cosas así, pero no se largaba
mucho.
A los dos nos fascinaban esas damas rubias de grandes pechos que imagínabamos
que tendrían unas vergas muy placenteras.
Al calor de las copas, nuevamente fuímos al urinario, cuando agarré mi campera
de la silla, sin darme cuenta le rocé el paquete, que a esa altura le había
crecido de nuevo. Me excitó y sólo dije: "Disculpa".
EL sonrió y me hizo una guiñada como aprobación.
Nuevamente nuestras vejigas quedaron vacías, y nuestros ojos se recrearon
bastante, él tomó su pija en la mano y me mostró la cabeza muy hinchada, pero no
ddijo nada.
Salímos y subímos al auto, arrancó y en el camino volvió a contarme sus
fantasías con transexuales. Me preguntó: -Te gustó lo que te mostré en el baño?
-Sí, le dije- tienes tenés una buena pija, muy cabezona y Ahí se zafó él y me
dijo que si alguna vezz había hecho algo con otro hombre, mintiendo le dije que
sí, una vez con un primo como a los 13 o 14 años, nos masturbamos y él me dijo
que con un amigo a esa edad se habían chupado las vergas.
Sentí un cosquilleo en la cabeza de mi pija y esta empezó a latir muy fuerte.
El me preguntó si quería volver a hacerlo en ese momento? Yo estaba desesperado,
en la oficina no se me había pasado por la mente la idea tener algo con él, pero
las cervezas, la conversación o vaya uno a saber qué, me hicieron decirle que
sí.
Inmediatamente dobló por una calle lateral y cuando encontró una zona oscura
estacionó el auto, la llubia seguía peri no tan intensa.
Me dijo que nunca lo habían penetrado por atrás y que quería seguir así.
Yo estaba tan caleinte que aceptaba cualquier cosa!!! Me dijo que era fanático
del sexo oral, que le encantaba sentir un buen pedazo de carne en su boca y que
yo tenía un buen pedazo porque lo había visto en el baño, y que tenía muchas
ganas de sentir una verga en su boca porque hacía mucho tiempo que no lo hacía.
Bajó el asiento y quedamos en un espacio muy cómodo. Nos desnudamos y comenzamos
a besarnos, su lengua era suave, estaba muy caliente y tenía el gusto a la
cerveza. Jugaba con la mía, sus labios eran tiernos y carnosos, nuestras manos
se tocaron y nuestras vergas también. El estaba arriba mío frotando su pija
sobre la mía.
Llegó lo mejor!!! Giró y puso su pija cerca de mi boca, me acomodé y metí ese
trozo de carne dentro de mi boca, era delicioso o así me lo pareció debido a la
calentura.
El devoró la mía como un profesional, apretándome la base donde se une con los
huevos. Me lamía allí esa zona entre la pija y el culo.
El seguía gozando de ese manjar, mientras yo disfrutaba.
de una mamada de campeonato, la devoraba de la desesperación que tenía por
chupar una pija. Me lamió las bolas una por una y más empujaba su pija contra mi
garganta. Era una ricura rosada muy dura, que me calentó mcuhísimo.
Rompimos el 69 y él se puso entre mis piernas, tomó mi pijas y se la tragó toda,
bajaba y subía con rapidez, mi excitación creció, si podía haber más calentura y
empecé a respirar muy fuerte y a gemir, él se dio cuenta que pronto saldría mi
lwche, sacó la pija de la boca y me dijo: -Me caíste bien desde que llegaste a
la oficina, pero no me animaba a decirte nada por miedo a que te enojaras y que
en la oficina se dieran cuenta sobre mis gustos sexuales.
Así que dame toda tu leche.
Lo que dijo me calentó más, mientras él se volvió a tragar mi verga hasta la
garganta, siguió con ese sube y baja, apretándome la base y lamiendo todo como
si fuese una golosina, no aguanté más y largué chorros de leche recién hecha en
el fondo de su garganta.
He de reconocer que mis novias y amigos nunca me la chuparon así apretando tanto
la base, lo cual me obligó a gemir de dolor y placer.
Llegó mi turno, él se sentó frente a mi separó las piernas, me apuntó a la cara
con esa verga regordeta y cabezona y yo me la tragué hasta el fondo de mi
garganta, le hice lo mismo sube y baja apretando los huevos, lamiendo todo lo
que mi lengua encontraba en su paso, llegué casi hasta el agujero de su culo,
sentí que respiraba agitado y me dije está por largar la leche, tragué hasta el
fondo y la saqué de inmediato de mi boca, dió un alarido y la leche empezó a
salir a borbotones de esa cabeza gruesa y rosada y me cayó en la cara.
Sus piernas temblabn, me dio un beso, me lamió los labios y la cara sucia por su
semen.
Me limpié lo poco que quedaba en mi cara, no dijímos nada, nos vestímos,
encendió el auto y me llevó hasta mi casa.
AL despedirnos me dijo: -"Guacho, me encantó!!! Podemos hacerlo más seguido?
-Claro, cuando quieras... fue mi respuesta.
Desde esa época lo hicimos muchas veces.
El se casó y me hizoponer de novio con la hermans de su esposa.
Una vez me invitó a ir a la casa de la playa de su suegro.
En el verano fuímos los cuatro a Punta Ballena, allí tiene la casa su suegro
Todo el mes de Enero lo pasamos allí.
Pasamos quince días disfrutando de las playas, haciendo el amor, él a su esposa
y yo a mi novia.
Pero no aguantábamos más, sólo nos dimos algunos besos y algunas lamidas en las
tetillas o nos tocamos las pijas.
por arriba de los shorts.
Ellas eran muy unidad y los cuatro íbamos para todos lados juntos.
La esposa de Armamando preparaba unos manjares bárbaros y su hermana no se
quedaba atrá.
Armando me decía que no aguantaba más, que estaba deseperado por chupármela y
que yo se la chupase a él. Yo le respondía que a mi me pasaba lo mismo, que
deseaba sentir su lengua entre la mía y sentir su verga en mi boca.
Una tarde fuímos los cuatro a la playa de las Grutas. Los invité para dar una
vuelta y conocer las grutas. Su esposa y su hermana no quisieron ir porque
dijeron que las piedras eran muy afiladas y resbaladizas y no querían darse un
golpe o un raspón.
Yo pensé: "Esta es la mía" Con Armando nos fuímos, llevamos una cámara por si
había algun paisaje hermoso para fotografiar.
Subímos y bajamos piedras y más piedras, vimos triángulos de agua turquesa muy
bonitos y los fotografíamos.
Finalmente vimos una gruta, yo bajé primero y Armando me tendió la mano para que
lo ayudara a bajar.
Allí tropezó y cayó empujándome contra una de las paredes de la gruta.
Con sus manos apoyadas en la pared me tenía aprisionado.
Pasé mis brazos por su espalda, nos abrázamos y unímos nuestros labios con
desesperación incontrolable después de una quincena de abstinencia.
Bajé mis manos y las metí dentro de su short tocándole las nalgas y apretando mi
pija sobre la suya, que ya estaba dura.
El empezó a sacarme l amalla y yo se la quité a él.
Ya desnudos en esa gruta en la cual entraban rayos de sol, nos emepzamos a
acariciar las pijas duras, mientras nos besábamos, luego Armando se sentó en una
piedra y yo en cuatro patas me puse entre ellas y me tragué su pene hasta el
fondo de mi garganta. El gemía y me acariciaba la pija y los huevos.
Después él ocupó mi lugar y me retribuyó de igual forma.
En el momento más placentero nos interrumpió una voz que dijo: -Puedo jugar con
ustedes? Quedamos petrificados!! Armando sacó su boca de mi verga, mirámos hacia
la entrada de la gruta. Allí había un muchacho como d eunos 20 años, desnudo y
con la pija dura y larga como una estaca.
Tratamos de vestirnos, pero con los nervios no pudímos.
-Pasaba por acá, los vi tan entretendios que me dije: Que podría pasar un buen
rato con ustedes. Me llamo Segio.
Se acercó y nos estiró la mano para saludarnos.
Se acercó y nos extendió la mano para saludarnos.
Armando quue era más audaz que yo, alargó la mano pero no se la agarro. Le
agarró la pija!!! -Que pedazo de pija tenés!!! Le dijo al agarrarla.
-Sí, mi amor, contestó el joven. Te gusta? Es toda tuya mide como 22 cm.!!
Quedáamos asombrados porque la de Armando es más chica que la mía y l amía mide
como 20cm. Esa parecía más grande!! Además de larga era gruesa y nos excitó
mucho, el muchacho, su vera, su propuesta...
Armando se la empezò a apretar y a correrle el prepucio, quería verle la cabeza.
Una cabeza enorme y violaácea, la lamió y despué se la metió en la boca.
Sergio me dijo: Vos chupame el culo! agrandámelo bien antes de que tu amigo
ponga su pija allí.
Yo no sabía que hacer porque con Armando nunca habíamos ablado d epenetraciones,
nos gustaba el sexo oral.
Le pregunté a Armando su él quería cogerlo? Sacó la pija de Sergio d esu boca y
me contestó que sí.
Todo lo que tenía de grande la pija de Sergio, lo tenía de chico su culo, era
muy apretado!!! El estaba parado, Armando sentado en una piedra con la enorme
pija que no le cabía en su boca y yo de rodillas trataba de separarle las
nalgas.
Finalmente se agachó hacia adelante, dejando el culo más a mi voluntad y separó
las piernas. Armando seguía con la pija clavada en su boca y con una mano
agarraba la mía.
Pasé mi lengua suavemente por ese agujero casi cerrado. El chico decía que le
gustaba, que metier amás, también gemía que sentía mucho cosquillero en la
cabeza de la pija.
Con un dedo traté de abrirlo, para que entrase más mi lengua.
Empecé un verdadero trabajo de dedos y lengua hasta que ese hoyo cedió y se fue
abriendo poco a poco, cuando ya entraron tres dedos me dijo: Basta! Cambiamos de
posiciones. Yo me senté en la piedra, él quedó en la misma posición y me la
empezó a chupar, Armando parado se la empezó a meter mientras yo miraba
extasiado. Nunca me había imaginado que Armando la metiera tan bien!!! Ver eso y
sentir que el chico le pedía que se la metiese toda y con fuertes golpes, me
recalentó!!! Armando lo hizo así y quedaba arriba del chico que estaba agachado
con mi verga en la boca. Yo aprovechaba la posición para besar a Aramndo, el
cual estaba encantado de tener su pija dentro de un culo y al mismo tiempo
sentir mis labios sobre los suyos.
Cuando los gemidos se aceleraron, me di cuenta de que todo iba a terminar. Tomé
la pija de Sergio entre mis manos y lo empecé a pajear. Armando se la sacó y de
un solo golpe se la clavó de nuevo y dio un grito. Ahí supe que Armando estaba
acabando.
-Bésame que yo también estoy por acabar. le dije. Me metió su lengua en la boca
lo más profundo que pudo y casi lo mordí cuando sentí que Sergio se tragaba mi
leche.
Sergio seguía con una verga clavada en su culo y otra en su boca. Su pija se
sentía muy gruesa entre mis manos, se la apreté más y lo masturbé más rápido
hasta que tres enormes chorros de leche salieron y cayeron en el piso de la
cueva.
Descansamos un rato tirados en el piso de la gruta. Cuando nos despertamos
Sergio no estaba. El único rastro que quedaba de él era la humedad que su leche
había dejado en el lugar donde había caído.
Armando y yo nos besamos nuevamente y nos preguntamos si nos había gustado la
nueva experiencia.
Lo analizamos y llegamos a la conclusión de que no nos gustan los intrusos en
nuestra amistad.
Es cierto que gozamos mucho con ese chico, pero más gozamos los dos solos, en un
lugar tranquilo y sin apuros. Así que hasta ahora lo seguímos haciendo los dos.
Sexo oral y algun masaje anal con los dedos y la lengua pero nada más.
A Sergio lo encontramos en un shopping, iba con una chica muy acaramelados, no
nos reconoció o no quiso darse a conocer? Estimados amigos anónimos espero que
esta aventura los haga gozar, es otra más de las tantas que me han ocurrido.
Un abrazo para todos.
OMAR
Espero comentarios: omarkiwi@yahoo.com