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Otro hetero que cambió de bando!!!?

en Gays

OTRO HETERO QUE CAMBIÓ DE BANDO!!?

En otra oportunidad hablé de la Chocha, una señora que alquilaba apartamentos enfrente de mi casa, hoy me voy a referir a uno de los inquilinos que tuvo esa señora hace unos veinte años atrás.

 

A uno de esos apartamentos vino un muchacho de apellido González, todos le llamaban así por eso ni recuerdo su nombre, él andaría por los 24 y yo por los 28 años de edad.

Era un muchacho normal, muy blanco con ojos verde esmeralda, su altura era como la mía pero la gran diferencia que tenía su cuerpo con el mío era que el suyo estaba lleno de músculos por doquier y su verga parecía que tenía la misma musculatura que sus bazos abdomen y piernas.

Con todos esos atributos tenía que tener algún defecto y efectivamente lo tenía pero era externo a su cuerpo, pues se trataba de que tenía esposa era recién casado y con un bebé en camino.

Bueno, en realidad ese "defecto" se podía superar, pero a él no le entusiasmaban las relaciones homo por eso me costó mucho seducirlo, aunque él sabía de mis aficiones estas no le importaron porque se hizo amigo mío y venía mucho a mí casa a conversar, a tomar algo o a darme las quejas de que su mujer no quería sexo aduciendo que por estar embarazada no le apetecía.

 

Entre copa y copa, confesiones y quejas le dije que me gustaría tener un encame con él.

-Déjate de joder Omar. Somos amigos, sabés que tengo ganas de sexo y te aprovechás de mi situación, si sabés que no me gustan los hombres...

A los pocos días volvió con la misma historia, no le propuse hacer alguna cosa para que no me rechazase nuevamente pero al avanzar el tiempo y las cervezas que estábamos tomando llevó su mano hacia su bulto el cual estaba muy crecidito y por eso me animé a decirle:

-Pero con tu mujer no hacen nada de nada?

-No Omar, le faltan como quince días para parir y no quiere hacer nada... ni siquiera quiere chupármela... Yo tengo muchas ganas... todo el tiempo estoy y caliente... pensé ir con una puta pero no quiero besar a esas mujeres después de haberla besado a ella...

 

-Sí... ya veo que estás caliente porque tu bragueta está muy abultada, por qué no la sacás un poco y te pajeás para ver si se te va la calentura, ya que no querés que yo te haga algún mimo, sácate la leche vos mismo así te vas para tu casa más tranquilo......

 

No sé si fue por el efecto de las cervezas o realmente tenía muchas ganas de vaciar sus vesículas seminales porque ni terminé de decir eso que ya estaba con la verga para afuera apretándola y tironeándola con su mano izquierda mientras que con la derecha seguía sosteniendo el vaso de cerveza que por momentos llevaba hacia su boca.

 

Ante mi vista tuve por primera vez su verga endurecida y chorreante de precum, me impactó la musculatura de esa verga por eso le comenté:

 

-¿Tu pija también hace pesas? O barras en el gimnasio... por lo que veo está muy gruesa!!

-Déjate de joder Omar. Cómo voy a hacer pesas con la verga!! Es así de gruesa. ¿Nunca viste vergas como la mía?

-Sí. Las he visto y disfrutado. Muchas me han roto el culo y a otros portadores de vergas grandes se los he roto yo.

Por un momento quedamos en silencio oyendo el sonido que hacía la fricción de su mano sobre su verga cuando ésta se iba deslizando dentro de ella, para luego dejar el glande totalmente cubierto por el prepucio pero no por mucho tiempo porque luego movía su mano y aparecía una cabeza brillante palpitando mucho y escupiendo grandes dosis de precum.

-Mejor vení a mi pieza porque pueden entrar mi mamá o mi papá y te van a ver con la verga en la mano...

Por lo menos había logrado vérsela y llevarlo a mí pieza, ni se molestó en guardar su verga me siguió a mi dormitorio con a verga en una mano y con el vaso de cerveza en la otra.

Se tiró en mi cama y siguió pajeándose como la cosa más natural del mundo, a mi se me hacía agua la boca estaba que me relamía por chupar es pija tan gordita y completamente empapada de precum.

Él ni se dio cuenta de que mis labios eran humedecidos por mi legua que desesperada los relamía a la vez que mi mano abría mi bragueta para extraer mi verga dura y empapada por la gran cantidad de precum que al verlo así había excitado tanto mi organismo que mi verga ni esperó que la tocaran para expulsar el precum, una vez que estuvo fuera comencé a pajearme el mismo ritmo que él.

-Omar que verga tenés!! Y decías que la mía era gruesa!!

-¿Querés medirlas? la tuya es más gruesa... pero la mía es más larga...

-Déjate de joder!! No somos adolescentes para hacer esos juegos...

Siguió pajeándose muy rápidamente como queriendo terminar de una vez para irse a su casa, porque se estaba poniendo incómodo con mi mirada y con lo que estaba haciendo por necesidad.

Era cierto!!! Que no había tenido relaciones sexuales en varios días porque su verga se contrajo y comenzó a latir aceleradamente dentro de su mano para finalmente dejar un charco blanquecino en el piso al costado de mi cama porque él se había puesto de lado y el chorro de semen cayó justo en ese lugar.

Quedamos en silencio, solamente se oía el ruido de mi mano moviendo mi pija pero mi eyaculación no se decidía a producirse, ese silencio fue interrumpido por sus palabras que muy compungidas me dijeron:

-Perdóname, Omar, no sé si fueron las cervezas o la calentura que me obligaron a hacer esto, mejor me voy... pero dame un trapo que limpio esto antes de irme.

-No te preocupés, hubieras gozado más si me hubieses dejado chupártela o algo más... Dejá que yo limpio, podés irte tranquilo...

Se puso de pie, me pidió disculpas nuevamente diciendo que si le gustasen los hombres no hubiese dudado en aceptar mi oferta.

 

Con mucha dificultad guardé mi verga que seguía dura y gomosa por el precum y lo acompañé hasta la puerta, donde se fue dándome la mano que aun estaba mojada por su leche.

Inmediatamente cerré la puerta y me metí en mi cuarto donde me desnudé completamente, luego me embadurné las bolas y la pija con la leche que había depositada en el suelo al borde de mi cama y con unos cuantos chac chac de mi mano sobre mi verga esa leche hizo que mi excitación aumentase hasta hacerme verter mi semen sobre el mismo lugar del piso donde unos minuto antes había caído el suyo y donde ahora quedaba solamente una mancha oscura.

Desde ese día González me rehuía auque no estaba enojado conmigo, más bien creo que estaba avergonzado por lo que había hecho o quien sabe que miles de pensamientos encontrados pasarían por su mente en esos días sin tratarnos..

Mi mamá se había hecho muy amiga de su mujer y como a los diez días me mandó a su apartamento para saber como estaba porque la había visto salir en una ambulancia y quería saber si ya había tenido al bebé.

Ni que decir que fui inmediatamente, quería hablar con González porque era una amistad que no quería perder a pesar de que también tenía una verga que quería disfrutar pero para disfrutarla me iba a tener que aguantar y dejarlo para más adelante o quizás nunca me dejaría gozar con ella y hacerlo gozar con mi tratamiento especial para vergas de padres primerizos.

Me recibió muy efusivamente, estaba tan feliz por el nacimiento de su beba que en cuanto me vio me abrazó dándome besos en las mejillas y apretándome tanto el cuerpo que pude sentir su verga mustia sobre la mía.

-Omar estoy tan feliz por el nacimiento de Juliana y que ya que viniste tengo que festejarlo contigo!!!

Nos sentamos en el comedor donde destapó una botella de grappa y me sirvió un vaso por la mitad y luego hizo lo mismo con el suyo.

 

 

-Es mucho!! No estoy acostumbrado a tomar esta bebida...

 

No seas maricón! Cállate y brindemos por mi hija.

 

Chocamos los vasos de una manera estrepitosa, derramando algo del líquido sobre la mesa por el fuerte impacto que produjo en esa coalición de cristales que por suerte no llegaron a quebrarse por el ruido que se produjo allí.

González de un trago se bebió todo el contenido de su vaso, luego se apuró en ponerse más bebida a la vez que quería llenarme el mío nuevamente, se lo impedí porque el mío estaba bastante lleno solamente algún sorbo de esa grappa tan fuerte había entrado a mi organismo.

Con el segundo vaso que ingirió se puso meloso como todos los borrachos, me abrazó a la vez que me decía lo contento que estaba con su hija y todos los planes de futuro que habían pasado por su mente.

-Vení vamos al living en los sillones estaremos más cómodos.

Se sirvió mas grappa y esta vez no pude impedir que llenase mi vaso, luego me abrazó y apretándome la cintura me condujo hacia el sillón del living donde nos sentamos muy cómodamente.

 

Al rato de estar conversando empezó a transpirar como consecuencia de la gran cantidad de alcohol que había entrado a su organismo.

-Que calor que hace!! ¿No tenés calor?

Antes de que le contestase algo se quitó su camisa dejándome ver por primera vez su pecho castaño tremendamente peludo, cosa que jamás me hubiese imaginado que una persona tan blanquita tuviese esos matorrales de vellos escondidos entre sus ropas.

Muy lentamente comencé a introducir mis dedos entre esos matorrales donde se enredaron muy diestramente, pero por muy poco tiempo me duró ese placer ya que el prontamente se levantó dirigiéndose al comedor en busca de más grappa.

Volvió con el vaso repleto de ese líquido transparente, se ubicó a mi lado nuevamente y me dijo:

-No sé que le encontrás a los hombres para hacerlo con ellos... mejor no sigas por que tenemos una linda amistad y no quiero perderla por un desliz de tu parte.

Bebió un inmenso trago de la grappa que casi desbordaba su vaso y me dijo:

-Me vas a decir que besar a un hombre es lo mismo que besar a una mujer...

No terminó la frase porque sus labios fuertemente se posaron sobre los míos dándome un beso terriblemente fuerte en los cuales su lengua trataba de enroscarse en la mía y a la vez dejándome la boca llena de su saliva alcohólica.

Lo abracé para que no huyese despavorido por lo que había hecho, cosa que respondió apretándome las nalgas para luego separarse tan violentamente como se había acercado a mí boca.

-Tenías razón!!! Ese beso no me dio la impresión de que estaba besando a un hombre... tu boca es tan suave y deliciosa como la de mi mujer. !!!

Aceleró el contendido de su vaso, que a esas alturas ni sé cuanta grappa había metido dentro de su estómago, cosa que lo desinhibió totalmente para mi satisfacción.

El bulto de su pantalón había crecido enormemente por lo que me di cuenta de que ese beso había hecho el trabajo de excitarlo para tenerlo más a mí merced.

Ahora tomé yo las riendas y lo besé retribuyéndole el beso que me había dado anteriormente, lo recibió con calma pero con desesperación como si tuviese la necesidad de recibir en su boca el intercambio de fluidos que muy sabiamente lo hicieron gozar y gemir de placer.

Buscó mi mano para llevarla a su pija la cual muy descaradamente trataba de salir sin éxito por la cintura de su pantalón, por lo que tuvo que desabrocharlo para darle la libertad que ésta estaba buscando.

Mi mano tomó esa verga que ya conocía pero que nunca había tocado y comenzó a pajearlo muy lentamente pero por muy poco tiempo porque él me dijo:

-El beso no me pareció mal... ¿Te animás a chupármela?

Como se atrevía a preguntarme eso si él sabia muy bien que yo deseaba hacer eso desde que le había confesado mis gustos...

-No hace falta que me lo preguntés, si sabés que te la quiero chupar desde que te conocí...

Allí en el living se desnudó completamente, se acerco a mí dándome un nuevo beso para luego decirme:

-Vamos a la cama donde estaremos más cómodos, quiero gozar mucho con la primera chupada que un hombre me va a hacer...

Por el camino me fue desnudando, mientras lo hacia iba acariciándome las nalgas con sus manos, mientras yo gozaba de esos momentos que tal vez nunca se repetirían.

Me aproveché de su ebriedad y de su calentura ya que su mujer no podía satisfacerlo por lo menos yo lo iba hacer gozar como un caballo y esperaba que él me diese tanto placer como yo pensaba dárselo a él.

Cuando entramos al dormitorio completamente desnudos porque mi ropa había quedado tirada por doquier, mientras la suya yacía en el piso del living, el no comentó nada simplemente se dirigió a la cama matrimonial donde se tiró boca arriba diciéndome:

-Date le gusto!! Vení a chupar, hacélo bien porque quiero acabar como un toro!!

Lamentablemente no tengo fotos de su verga, porque en esa época no se me había ocurrido tomar ese tipo de fotos y nunca me hubiese atrevido a llevar a revelar fotos de esa clase, pero me animé a tomarle una foto de su culo tremendamente peludo como todo su ser.

Pero de las reuniones familiares tengo algunas y otras de cuando fuimos a algún picnic o a la playa donde pude contemplar y fotografiar ese pecho tremendamente velludo.

 

Me subí rápidamente a la cama y me puse a lamer esa estaca musculosa, ampliamente mojada de precum pero por alguna misteriosa razón etílica no adquiría la rigidez necesaria como para hacernos gozar de una buena sección de mamadas.

González trataba con sus dos manos de tener la verga firme hacia arriba, me puse a bazuquear el cuerpo de su pija para luego seguir con lamidas suaves y lentas arrastrando con mi lengua todo el precum que desbordaba por su glande mojándole todo el prepucio de una forma tremendamente erótica.

Gemía mucho y pedía más más más, se notaba que estaba gozando ampliamente a pesar de que a su verga le faltaba rigidez.

En determinado momento me dijo:

-Cuando no se me para del todo me pongo a chuparle la concha a mi mujer y eso me excita tanto que se me pone dura como un fierro... Lástima que no sos una mujer porque te lamería la concha a toda velocidad e ibas a ver lo que es un macho!!

Al oír sus palabras suspendí el trabajo lingüístico que le estaba haciendo a esa verga, pensé un poco y casi enseguida le pregunté

-¿A tu mujer no le chupabas el culo?

Quedó impactado por esa pregunta tan directa, pero igualmente me contestó.

-Omar!!! Qué pregunta íntima!! Sí, se lo chupaba cuando mi lengua recorría su concha a veces se escapaba para alojarse en ese sitio dándonos muchísimo placer a ambos.

-Ya que no tengo concha, chupáme el culo como le hacías a ella, vas a ver como se te va a poner dura.

Hizo una mueca de asco o de disgusto como que no le gustó la idea, pero dijo:

-Cuando te besé no encontré ningún a diferencia voy a probar tu culo a lo mejor se parece al de mi mujer...

 

Me puse sobre él tragándome su verga al mismo tiempo que separaba mis nalgas para ofrecerle mi hoyo en todo su esplendor, ubicándolo justo sobre su boca para que él con mucho temor procediese a mover su lengua buscando el agujero en el cual iba a trabajar.

A los pocos minutos su temerosa lengua agarró coraje y se puso a hacerme un trabajo de dilatación digno del mejor relajante muscular que hay en plaza, como lo había anticipado antes de ponerse a chupar mi orto su pija recobró su dureza poniéndose terriblemente tensa y cada vez más jugosa.

Su traviesa lengua jugaba con mi hoyo metiéndose cada vez más adentro y obligándome a gemir cada vez más fuerte por el placer que sentía mi organismo al tener su verga enterrada en mi garganta, al mismo tiempo sentía el contacto de mis dedos jugando con sus bolas y por qué no con su agujero que muy disimuladamente ellos trataban de separar los pliegues que lo cerraban.

González no pudo aguantar más tanta excitación ya que a los pocos minutos su verga se puso tremendamente tensa y gruesa para terminar expulsando una incontrolable e incalculable cantidad de leche en lo más profundo de mi garganta.

Tuve que hacer malabares con mis amígdalas para no atorarme ni asfixiarme porque esa cantidad incontrolable de líquido salía sin cesar para luego ir bajando por mi esófago para finalizar su largo recorrido descendiendo sin ninguna parada hasta mi estómago.

Con cada expulsión de semen él metía más su lengua dentro de mi ano y a la vez me pajeaba más fuerte ya que había agarrado mi verga por la raíz y desde allí me la estrangulaba fuertemente hasta que me hizo acabar sobre su pecho no cesó de apretármela.

Caí exhausto sobre él con su verga aun dentro de mi boca, al pegarse nuestros cuerpos quedaron unidos y mojados con mi semen que había comenzado a derretirse entre nuestros pechos.

Cuando él se recuperó de la agitación que había sufrido su cuerpo me volteó para un lado y me dijo:

-La puta que te parió!! Me hiciste gozar como un caballo!! ¿Me habré vuelto puto yo también?

Le di un beso en la boca y me fui al baño a lavarme todo el pegote de leche que había en mi pecho, porque en mi boca no había rastros de su lechada ya que toda había descendido por mi garganta sin desperdicia ni una sola gota.

Antes de ponerme de pie lo mire allí tendido en la cama con todos los pelos de su pecho mojados por mi leche y algunos ya se estaban poniendo tirantes porque esta se había secado en algunos lugares de su pelambre.

Me siguió al baño donde se duchó conmigo y al pasar el tiempo recuperó su cordura para decirme:

-Lo siento Omar... Me dejé llevar por los efectos del alcohol y de mi propia calentura, aunque no te puedo negar que gocé mucho espero no volver a repetirlo.

Lo dejé solo en su casa para volver a la mía, me acosté pero no pude dormir pensando en lo que había sucedió y recordando el goce inesperado que me había dado Gonzáles.

Al otro día después de la hora de la cena me vino buscar a mí casa porque quería "conversar" conmigo.

Fuimos a su casa donde me planteó un millón de interrogantes sobre lo que había sucedido, no quiso beber nada porque quería estar sobrio para hacerlo nuevamente sin ayuda del alcohol porque quería verificar si realmente "eso" que habíamos hecho lo había hecho gozar tanto como recordaba.

Sin ningún reparo como los había tenido en la noche anterior, a pesar de la gran cantidad de alcohol que había entrado a su organismo, González se desnudó en la sala ofreciéndome con sus manos su verga mustia para que se la chupase antes de llevarme al dormitorio donde en su cama matrimonial pudiésemos hacer lo mismo que la noche anterior.

Al entrar su verga en mi boca fue adquiriendo tamaño, grosor y dureza, él la empujaba cada vez mas haciéndome ahogar por los golpes que su verga daba en mi garganta.

Rápidamente comenzó a gemir demostrándome con esos casi inaudibles sonidos que estaba disfrutando de la mamada sin hacerle ascos ahora que estaba sobrio.

Gonzáles se estaba entregando al placer sin importarle de que sexo era el que se lo estaba proporcionando por eso muy rápidamente me puse en posición de 69 para ofrecerle como la noche anterior mi orto para que me lo lamiese mientras su verga permanecía dentro de mi boca siendo estimulada por mi lengua ávida de esa poronga deliciosa.

La excitación que mi lengua le produjo en el glande fue lo suficientemente fuerte como para que él depositase su lengua en mi agujero y lo comenzase lamer devorando desesperadamente toda la carne que había en sus alrededores.

Realmente me hizo gozar mucho de esa dilatación que su lengua y dedos le estaban haciendo a mi esfínter y cuando éste dejó pasar tres dedos entre gemidos González me dijo:

-Muhhhhhhhh!!! Ahora que estoy sobrio lo estoy disfrutando mucho... no sé si es porque estoy caliente o realmente me estoy volviendo puto...

Su pija dentro mi boca latía muchísimo por lo que la abandoné para respirar un poco y para reponer saliva.

-Yo también estoy gozando mucho tenés una pija fenomenal!!!

-En vos no me extraña porque estás acostumbrado... pero no me explico que me sucede..., porque nunca antes había tenido estas experiencias... estoy tan caliente que quiero cogerte inmediatamente para largarte toda mi leche dentro del orto para saber como se disfruta al tener una pija apretada por tu esfínter.

Ni bien terminó de decirme eso me puse boca arriba pasándole las piernas por las caderas ofreciéndole mi orto para que lo penetrase de esa manera así abrazaría su cuerpo con mis piernas y mis brazos.

Tomó su verga con sus manos y la acercó a mi agujero el cual había quedado bajo sus bolas, con unas pocas empujadas su verga me fue entrando a la vez que mis piernas apretaban fuertemente sus caderas atrayendo más su anatomía contra la mía.

Con unos pocos empujones más su pija desapareció dentro de mi recto dejándome sentir solamente sus pendejos ásperos contra los bordes de mi agujero, después su cuerpo cayó desplomado sobre el mío cosa que él aprovechó para depositar su boca sobre mis labios dándome unos tremendos chupones y succiones de lengua cuando estos se abrieron par dejarla entrar.

Fue todo muy rápido pero la rapidez no le quitó excitación y placer, él metía y sacaba, apretaba su cuerpo sobre el mío, su lengua seguía recorriendo la mía mi verga apretada entre su estómago y el mío, su descarga con todo eso se hizo inminente dejándome el culo latiendo y mojado por su eyaculación que se produjo en lo más profundo donde pudo enterrarme la verga. 

Mientras gozaba con esa eyaculación me mordió el labio haciéndome sangrar y dejándome una pequeña herida la cual fue lamida por su lengua agitada por el placer que invadía todo su cuerpo.

González se desplomó dejándome la verga incrustada en mi interior, me corrí un poco para ponerme de costado para tener libertad de acción para poder manipular mi verga que aunque estaba latiendo mucho y expulsando precum aun no había llegado al máximo de placer como par una eyaculación.

Él al ver en que estado se encontraba mi pija se movió de tal manera que su verga semi–mustia abandonó mi inerior dejándome esa sensación de vació que muchos conocemos y luego me dijo:

-La puta!!!! Como me hiciste gozar!!!

-Yo también gocé mucho... ayúdame a acabar...

-Querés que te masturbe parra que logres expulsar tu leche?

-Háceme lo que quieras... pero ya!!NO aguanto mááaáááááaaaaassss..

Esperaba que posase su mano sobre mi verga para que me pajease rápidamente para terminar mi gozo, pero quedé muy sorprendido después que tuvo mi glande entre sus dedos vi que se agachaba y se puso lamerme muy torpemente el tronco de mi verga sin animarse a meterse por lo menos la cabeza dentro de su boca.

González se excitó nuevamente con esas lamidas porque cuado su lengua se metió en la raíz de mí verga justo donde esta se une con las bolas pude oír sus gemidos y sus bufidos que iban acelerando su intensidad, cosa que me bastó para largar una tremenda eyaculación justo sobre sus pómulos y nariz.

Creí que le desagradaría tener ese líquido viscoso sobre su cara pero tal vez debido a su excitación no sucedió eso sino que lo recogió con su mano y lo llevó sobre su verga la cual estaba dura nuevamente y totalmente mojada por su lechada que se estaba derritiendo.

La embadurnó toda con mi leche la cual se mezcló con la suya y luego me dijo:

-Háceme acabar de nuevo sigo caliente!!! La puta que te parió, nuca creí que un hombre me calentase tanto!!!

Lo hice poner boca abajo y comencé a refregarle mi marchita arma por el canal entre sus nalgas, luego me puse a lamerle el orto en esa pose a lo perrito, con una mano empecé a trabajar ese culo apretadito mientras que la otra la pasé por debajo de sus piernas haciéndole una paja fenomenal con la cual le arranqué ayes, y otros gemidos de profundo placer.

Su culo respondió a los estímulos de mi lengua y dedos, latiendo muchísimo con cada expulsión de leche que salía de su pija.

González quedó muy agotado, a pesar de su juventud estaba muy cansado por las visitas a la clínica, su trabajo y todavía las secciones de intenso sexo que había tenido conmigo pero en agradecimiento o vaya a saber quién sabe por qué quiso continuar haciendo cosas nuevas para él.

Al ver que mi verga estaba nuevamente dura esta vez sin ningún reparo se la metió en la boca después me clavó un dedo en el orto moviéndolo allí dentro a toda velocidad y con unas rudimentarias e inexpertas mamadas logró extraer otra generosa dosis del semen que aun se encontraba escondido en mis vesículas seminales.

Cuando todo hubo pasado y nuestros organismos recuperaron la calma quiso analizar lo sucedido pero como no llegó a ninguna conclusión coherente de por que había hecho todo eso simplemente me dijo:

-Mirá Omar, no sé por que hice todo esto, me gustó, lo disfruté y eso es lo que importa el placer que me diste y el que supongo que te di a ti, por eso te pido que vengas mañana porque pasado vuelve mi mujer y quiero disfrutar contigo de la última noche de "soltería" porque después de que regrese mi mujer no creo que vuelva a hacer algo de esto nuevamente.

Ni que decir que cuando llegué a mi casa ni pude dormir en toda la noche pensando en lo bueno que hubiese sido haberle enseñado a González a chupar una pija pero el tiempo y las circunstancias no me permitieron seguir intentando nuevas cosas para ver hasta donde se atrevía llegar este hetero que por primera vez probaba los placeres homo quedando muy satisfecho con lo que habíamos hecho.

Después de cenar le dije a mi mamá que me iba a jugar la s cartas un rato con González porque estaría aburrido o solitario sin su mujer y me fui a su encuentro.

Me recibió con una terrible cara de cansancio, pero igualmente me hizo pasar diciéndome que a pesar de estar cansado por todo el trajín del día igual quería gozar algo para no olvidarse más de estos tres días sin su mujer.

Estaba más zafado que los primeros días, tal vez porque se estaba acostumbrando o porque se había dado cuenta de que lo que íbamos a hacer quizás sería perecido a lo hecho anteriormente por eso no le daba asco ni ningún otro tipo de temores sino lo que lo impulsaba a hacerlo otra vez el intenso deseo de gozar sabiendo que conmigo lo lograría por eso después de darme un vaso de grappa con la que brindamos por su hija recién nacida y por el descubrimiento de nuevos placeres que yo le había hecho descubrir pasamos directmeante a su dormitorio.

Se abalanzó sobre mí besándome como un loco, quitándome la ropa con sus manos a toda velocidad, al quedarnos los dos desnudos se puso a chuparme la verga con la misma desesperación que me había dado esos besoz interminables a los que le retribuí con un placentero 69 en el cual me tragué su verga par hacerla endurecer dentro de mi boca.

Todo lo que encontró su lengua en el camino lo lamió y luego fue chupado por su boca hambrienta de la cual no se salvaron ni mis bolas ni mi culo dilatándolo con sus dedos y metiendo su lengua en mi agujero cosa que yo también le retribuí haciéndole lo mismo en su apretado orto.

Se excitó mucho al sentir que mi lengua ingresaba en su "virilidad", en vez de rechazarme me pidió que lo cogiese porque quería terminar la última noche de farra descubriendo por qué yo me retorcía y me apretaba tanto contra su cuerpo cuando él me metía la pija cada vez más adentro de mis entrañas.

Me costó muchísimo trabajo, su ano no se dilataba por más lamidas, chupadas e introducciones de dedos tratando de distender a ese esfínter virginal, hasta que finalmente le pedí alguna crema suavizante con la cual mi pija pudiese resbalar e introducirse por su estrecho canal.

-Mi mujer tiene una crema para manos en su mesita de noche sácala de allí.

González estaba altamente excitado, boca bajo en cuatro patas con el culo levantado esperando el sacrificio de su virginidad por eso ni se dio la vuelta para sacar la crema solamente me dijo donde se encontraba para que yo hiciese con ella lo necesario porque no quería dilatar más el momento de descubrir que se sentía en el interior del cuerpo al tener una verga metida allí.

Me unté la pija con esa crema para manos e inmediatamente metí los dedos en el pote sacando una generosa cantidad de esa pasta rosada y se la metí por su agujero haciéndolo gemir por el contacto frió de esa oleosidad que le estaba entrando por el culo, que a esas alturas estaba muy caliente debido a las estimulaciones que mi lengua y dedos le habían producido con tanto jugueteo previo.

El canal rectal le quedó lo suficientemente resbaloso como para que procediese a la penetración, pero González lo seguía apretando y las contracciones de su esfínter hacían muy difícil la penetración pero una vez que mi glande pudo vencer esa resistencia su músculo se aflojó dejándome pasar media pija sin tropiezos, pero una vez que lo mejor había entrado con pocos empujones logré meterle el resto antes sus protestas de dolor y de incomodidad.

Por las molestias que tenia aflojó las piernas quedando horizontal sobre la cama, yo me desplomé con él para que mi verga no se saliese después del arduo trabajo que me había costado introducirla en su estrecho y virginal canal no era cuestión de perder el terreno ganado.

Como la experiencia nos enseña trucos se la dejé allí dentro si moverme para que su recto se acostumbrase al tamaño del pedazo de carne que había profanado ese santo lugar y esperé a que él se calmase para luego proseguir con metidas y sacada muy lentas con las cuales lo hice gozar al extremo de que me dijese:

-Métemela mááááásssssss...!! Estáááhhh buenisimo ¡!! Nunca pensé que una verga en el culo me diese tanto placer......... Estoy por acabaaaaaaaaaaarrr sin siquiera tocarme la verga!!!!!

Y era cierto que no se la tocaba porque tenía las manos a los lados de su cuerpo mientras su verga permanecía apretada contra las sábanas, terriblemente apretada por el peso de nuestros cuerpos.

Cundo sentí que su ano se contraía a toda velocidad me di cuenta de que González esta acabando con una eyaculación muy abundante, acompañada por gemidos rebuznos y llantos que no cesaban porque sus espasmos en vez de disminuir aumentaron haciéndolo mojar todos los lugares donde su pija se encontraba apoyada.

¡¡Todo eso le había producido su primera penetración anal!!

En pocos segundos le llené literalmente el recto de leche, cosa que también me hizo gozar mucho porque ese canal que había dejando de ser virgen asimiló mi esperma no dejando salir ni una gota hasta mucho rato después cuando ésta se hubo licuado y al estar el sentado se fue saliendo mojando todo a su paso.

Cuando se la saqué se dio vuelta y pudimos ver la enorme mancha blanquecina que había quedado sobre la cama.

-La mierda!!! Nunca me salió tanta leche!!! ¿Omar como lograste calentarme tanto?

-Y... No sé...

González quedó sentado sobre la cama mirando la mancha mientras yo miraba su la verga que aun seguía dura y muy apetecible por eso me acerqué a él, me la calcé en mi ano para luego sentarme sobre ella con mucha dificultad porque solamente tenía algo de su semen como lubricante.

Lo cabalgué un poco con su pecho pegado a mi espalda mientras él me agarraba la verga sacándome otro poco de leche pude sentir que su verga crecía dentro mío hasta que una nueva eyaculación se produjo dejándonos exhaustos por tanto esfuerzo.

Con esos interminable y placenteros minutos el caliente interior de su organismo licuó mi leche que aun permanecía en lo más profundo de sus entrañas y al ir bajando por su recto mojó otro lugar de las sábanas.

Descasamos un rato, después mientras me vestía me la chupó nuevamente, antes de irme puso las sábanas en el lavarropas porque habían quedado tremendamente manchadas y con un fuerte olor a semen.

Hecho eso me acompañó hasta la puerta donde me dio un beso en la boca como despedida y me dijo:

-Omar me hiciste gozar como nunca!! Jamás pensé que una cristiano pudiese expulsar tanta leche!! Lástima que mañana vuelve mi mujer y no vamos a poder hacerlo de nuevo...

Por suerte para mí esas fueron solamente palabras porque cuando su mujer volvió debido a la cuarentena producida por el parto González cada vez estaba más caliente e hicimos unas cuantas secciones de 69 pero nada más.

Fueron unos 69 muy a la disparada, por eso no tienen nada de especial como para contarlos.

Todo casi se terminó cuando su mujer aceptó coger nuevamente con él, aunque lo hicimos un par de veces más después de que volviese a tener sexo con ella pero al año cuando terminaron el contrato de arrendamiento y como el depto. con la beba les resultaba pequeño se mudaron muy lejos de mi barrio y por eso no los vi más.

Si Gonzáles lee esto y se identifica aunque sea por las fotos ya que ese no es su verdadero apellido, que sepa que me gustaría penetrarlo como esa primera vez.

OMAR

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El policía de Luján

Un empresario en la calle malabia

Un empresario en el Hilaria Elisabeth

Valentín casi me lo entregó

Valentín limpia de todo

El policia bisexual me visita

Bajo el puente del parque rodó

Al fin localicé al policía de la tormenta!

El sobrino de mi cuñada

El malabarista del parque Roosevelt

Trio en la casa en construcción

El policía de la tormenta me reconoció

Una mariposa en un concierto

Con tres imberbes en Kibon

Follada con un nudista en chihuahua

El novio de la hija de la portera

La hija de la portera, su novio y yo

Los fracasos de Marcelo

Me lo contó Ricardo

Cumpleaños feliz con la ayuda de Salustio

Con mi vecino Salustio

El flaco del 333

Aventura solitaria en el rio Santalucia

Radamés después de la lluvia dorada

Radamés y la lluvia dorada

Hugo desapareció!

El peluquero del pene corto y cabezudo

Jalada con un espectador

Sara volvió de Canadá

El jardinero cambia de punta

Un guardia de seguridad me paga un favor

Moreno, delgado y con una verga normal

Fiesta para tres vergas

Trio con pierre y su chica

Oftalmólogo limpito

El jardinero de punta gorda

El policía del cementerio me llevó a la comisaría

Que pene! (el del chico del cyber)

Un anuncio en el baño de la terminal de omnibus

Me quedé otro rato en el cine porno

Un soldado con un cartel que decia melo

Otra aventura en un cine porno

Quien era el marido de Rosalia!

En la carpa de Yi y Canelones

El padre del vidriero

Día del patrimonio en el cementerio

Me fuí tras el culo de un policía

El mecánico del club

El albañil de Artigas

El policia bisexual y mi portero

Mensaje de agradecimiento

El medico de la mutualista

Oselmo, el taxista que la probó y la adoptó

Nahuel antes se llamaba Bibellco!

Un enfermero apodado coco

El debut de coco el enfermero

Jugador de basket, amigo y algo mas...???

Con nimedes entre los arbustos

Mi primo reynaldo, el camionero y yo

El guarda del 125 cabalga

Virgen a los 58!

Reencuentro con el policia bisexual

El muchacho del minimercado

El cuidacoches de Atlatida

Santiago su mujer y su cuñada

Guillermo un dentista conocido como -La Guillota-

Bibelico me hizo gozar sobre una mesa

Ya no quedan masajistas como los de antes

Un joven de 18 años

Acosado por mi primo

Al taxista Mario lo conoci en un cumpleaños...

Un profesor hetero!

Una chupada en el parque batlle

Recordando al negrito Luis

Audacia o descaro

Fantasia hecha realidad

A Serafin se lo rompieron en un cine porno

Bajita y tetona

Xavier me invitó...

Un lector que firmaba Geejay

Don Roque, el suegro de mi primo Reynaldo

Inesperado amante en un crucero

Marcos el muchacho del gimnasio

Juan Manuel, el hijo de un amigo de mi cuñado

Nestor me sedujo con su croissant

Rubio, velludo y transpirado

Casi fui testigo de una violación

El cuidacoches y el marinero

Pajas con Ulises

Osvaldo el lamepies

Eniwe, director teatral

Experiencias en los bares

Ireneo, quería muchisima mas -nafta-

El portero de Roberto

Los instaladores de telefonos

Vendiendo enciclopedias

El chico del bar

El truco del slip

Walmir, el guia curitibano

Tormenta rumbo a Santa Teresa

El amor de -los ratones-

En el baño con Dario

Casa con piscina

Mi primera y última vez en un sauna

Ireneo queria mucha -nafta-

Ireneo queria mi -nafta-

El -casi- suegro de Epifanio

Placenteras asaltantes escandinavas!

Federico, el hermano de Andrés

Panchos con mostaza

El fisicoculturista de la tanga turquesa satinada

Yazifar, el sastre

Anonimo

Homenaje a Daniel (muerto a los 35)

El paraguayito de Piriapolis

Accidente por felación

El panzón que no se le paró

El sargento de la plaza Fabini

Un día de suerte al fin y al cabo (2)

Un día de suerte al fin y al cabo (1)

El profesor Leyva

Tito, de Sarandi del Yi

Fernando, artista plastico

El guarda del 125

Las confesiones de Alex Trinidad

En el pulpito

El cuidacoches del buceo

Lionel, alumno de inglés

Provisorio

El marinero del referendum

El tatuador

El profesor-profesora

Gustavo, la profesora de ingles, yo... y los otros

Otro sereno y van...

Mi segundo viaje a salta

Chebo y su descubrimiento

Carlos Felipe

La casa de la gloria

Un albañil llamado Moncho

La lapicera de olga

Aventura con el hijo de un embajador

El lecherito de Gaby

El día que Miguel trajo al -querubin-

Doña Toribia, la curandera

El macho de la casa de citas

El gendarme chileno

Qué padre de familia?!

Mi hermano leo en Australia

En la vuelta ciclista del Uruguay

Pierre, la gorda y yo

Las cartas de Flydesdfale

Mi hermano Leo

El encuentro con Diaz

El enfermero y los dos hermanitos

Fin de semana con mi primer travesti

Mi primo Reynaldo

Mi -amigo- Pierre (01)

El farmaceutico desconcertante

Carta de Fito

El gerente y la miel

Los vidrieros de la Claraboya

El compañero de trabajo

El Gerente me retribuye

El director del liceo

El perro de Fito

El slip de Hugo

El mirón

Siempre hubieron bisexuales

Mi primer viaje a Bahía

Mi primer policia

Como conocí al gerente

La viuda Margarita

El pelado de la playa

El chico de la moto

Los soldaditos y yo

Una excursión a sexo total!

El indio Jose

El policia bisexual

En las grutas de punta ballena

El empleado de la telefónica

El cobrador de gastos comunes

Mi primer viaje a salta

El gerente y el Rafa

El Rafa

El tipo del omnibus

Bogyus

Mi primera vez

El matrimonio de Flores