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Mi primer viaje a salta

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MI PRIMER VIAJE A SALTA

Querido amigo:

Recién llegué de una excursión al Norte Argentino y no puedo esperar más en contarte lo que me sucedió.

Llegamos a la agencia de donde salía el bus a la hora fijada, o sea las 10.30 de la mañana.Vimos un montón de pasajeros bastante mayores y con pinta de ser personas comunes, ninguno parecía adinerado.

Las sorpresas que se lleva unos!!!!

A pesar de aparentar personas comunes, todos eran viajeros habituales, todos o casi todos conocían Europa, USA, Asia y Africa.

Eso no es lo que interesa contar acá.

Las situaciones me persiguen, no es que yo las vaya a buscar.

Te contaré lo que sucedió.

Salímos de Montevideo rumbo a Fray Bentos para cruzar el puente que nos llevaría a Argentina cruzando el Río Uruguay.

Hicimos una parada en Mercedes a recoger más psajeros y de paso aprovechamos para ir al baño en una gasolinera que hay por allí.

A mi no me gusta ir a los mingitorios esos que están en la pared porque no me gusta que me miren y pasar un mal rato.

Entré a uno de los baños y cerròé la puerta, al salir me encontré con una pija orinando, miré y vi una verga bastante oscura larga y fina.

Era la de J. J. (unos de los choferes del coche), él se dio cuenta de que lo miré, levanté la vista y nuestras miradas se cruzaron.

Quedé muy avergonzado y durante gran parte del trayecto evité encontrarme con él.

Pasamos el tunel subfluvial de Paraná a Santa Fe sin novedades.

Como a las tres de la mañana sentímos un ruido tremendo, y el omnibus se detuvo.

Ignoro en que lugar sucedió eso, sólo sé que fue tres horas después que pasamos por Santa Fe.

Un potrillo se atravesó frente al ómnibus y nos rompió el parabrisas y un foco. Perdimos tiempo en ir a la comisaría de ese pueblo y después en salir de allí.

Llegamos a Tucumán y nos alojamos en un hotel. J. J. me miraba, pero no se acercaba y yo como iba acompañado por David no quise dar a sospechas que me atraía ese chofer.

Recorrímos la plaza de Tucumán, cenamos y al despedirnos para dormir J. J. se las ingenió para acercarse a mi cuando estaba solo y me dijo que quería hablar conmigo a solas.

Me citó para las 11 de la noche en el hall del hotel.

Por suerte David estaba muy cansado y se durmiò enseguida.

A la hora convenida bajé para enterme de que me quería hablar J. J.

El ya estaba esperándome, pidió una llave en la recepción, me indicó que lo siguiera al ascensor y subimos sin decir nada.

Abrió la habitación y me dijo que tenía algo para mostrarme.

-Aunque ya la conocés, quiero mostrártela para que la chupes y juegues con ella.!!!

Dijo todo esto mientras bajaba el cierre de su pantalón, metía la mano y sacaba la verga que yo había visto el día anterior en ese baño de Mercedes.

Cuando la tuvo toda afuera por la abertura de su bragueta, la descabezó y pude ver una hermosa cabeza morada y gordita.

Yo no dije nada, solamente alargué la mano y la agarré para comprobar su consistencia, aunque no estaba dura estaba pesada y empezaba a ponerse consistente.

El se desprendió el cinturón y sus pantalones cayeron dejando ver un slip rojo con rayas negras.

Su pija en mi mano fue poniéndose dura, hasta que despertaron mis deseos y la besé, la olí, tenía aroma recién lavada con jabón, puse la cabeza dentro de mi boca y empecé a tragarla.

Sentí como se deslizaba dentro de mi ser hasta que olí sus pendejos que me hacía cosquillas en la nariz.

Me dijo que parara que desnudos sería mejor.

Me retiré para mirarlo, tenía el cuerpo regordete de casi todos los choferes con la panza colgando y un culo ancho y chato que te excitaba.

Se acostó en la cama y yo me puse arriba de él en posición de 69 para chupársela bien, el abrió las piernas para que pudiera lamerle las bolas y yo montado arriba de su cuerpo también abrí las piernas para que tuviera un gran panorama de mi culo y las bolas colgando.

El empezó a tocarme las nalgas hasta que llegó al lugar donde se unen la pija, las bolas y el culo, allí me apretó y empezó a pasar su lengua me mordí la raíz de la pija hasta que su lengua se fue acercando a mi agujero.

Yo bajaba y subía por su pija, de vez en cuando la sacaba para respirar y darle unas lamidas a sus bolas.

Empezó a meterme dedos y lengua, escupía sus dedos y los daba vuelta dentro de mi culo.

Gocé mucho con sus dedos allí, sentí muchas cosquillas en mi pija, la próstata estaba siendo muy estimulada desde adentro.

Creí que iba a acabar, mi pija estaba dura pero nadie la tocaba, solamente se frotaba con su pecho cuando mi cuerpo bajaba y yo me tragaba toda su pija.

En determinado momento me dijo que estaba muy caliente que me pusiera boca abajo que me la quería meter, que no aguantaba más y quería largar toda su lechita...

Me negué, a lo cual me dio un empujón y me dejó boca abajo, se montó sobre mi y apoyo su pija a la entrada d emi ano.

Como pude le pegué con las plantas de mis pies en sus nalgas, y codazos en los lugares de su anatomía donde llegaran.

Luchamos un poco hasta que caímos de la cama, no logró metérmela, pero la tenía igual de dura.

-Chúpamela, me ordenó. Sí chúpamela, sacame toda la leche ya que no la querés en el culo , te la voy a dar en la garganta.!! No dije nada, y allí en el piso empecé a chupar nuevamente esa verga que tanto placer me había dado momentos antes de que su dueño me quisiera violar.

-AHHHHHHhhhhhh, seguí putoooooo, ya me di cuenta en el baño, que a vos te gustaba la vergaaaaa!!! Alargó la última palabra porque en ese momento su pija empezó a expulsar chorros interminables de semen que pegaron en mi garganta y descendieron por un tráquea hasta mi estómago.

Yo seguía de pija dura, porque ni él ni yo la jalábamos.

Le dije que volviera a meterme los dedos como antes y que los hiciese girar dentro de mi culo, que eso me había dado mucho placer.

Así lo hizo hasta que sentí un placer enorme y mi pija comenzó a latir aceleradamente y expulsó el contenido de mis bolas sobre la alfombra.

Me preguntó por qué no lo dejé cojerme, que hubiéesemos gozado mucho más.

No se me ocurrió darle ninguna excusa, solamente le dije" -Otra vez será.

Siguió la excursión, fuímos a lugares muy bellos, como El camino a Cafayate, San Antonio de los Cobres, siempre haciendo bromas, hasta se puso una peluca para hacer reir a los pasajeros diciendo que era la Porota buscando "chongos", me agarró del brazo y dijo que ya lo había encontrado.

Todo el grupo rió, por las bromas, pero ni se imaginaban lo que había pasado entre nosotros.

Ignoro si le habrá contado algo al otro chofer, porque en el restaurant de San Antonio de los Cobres, no entró al baño hasta que yo salí???? Al otro día salímos para Jujuy, al llegar al hotel me dijo que tenía algo para mostrarme si lo quería ver.

Acepté y con la excusa de leer los E-mails bajé cerca de las 11 de la noche.

El me estaba esperando, pidió en la conserjería la llave de alguna habitación vacía y subimos en el ascensor.

Allí adentro le dije que quería ver lo que me iba a mostrar.

Sus pantalones cayeron y se quitó el reto de su ropa.

Nos pusimos en posición de 69 como la otra vez.

Chupé todo lo que encontréen mi camino, descendí hasta llegar a su ano, pero no me dejó meter mis dedos, solamente me dejó lamerlo, mientras él se ocupaba de mi ano.

Lo besó con besos prolongados, lo escupió y con la lengua fue metiendo la saliva para adentro, hasta que finalmente empezó un trabajo de dedos. Uno, dos, tres los hacía girar allí con tanta maestría que ya sentía las cosquillas clásicas de una pronta eyaculación.

Repentinamente se detuvo y me dijo que ya tenía el culo listo para su verga.

Me puse boca abajo con una almohada bajo el estómago y él me rodeó con sus piernas mientras con una mano me separaba las nalgas, pija en mano la apoyó y púresionó.

Sentí el contacto de esa cabeza húmeda muy ensalivada en mis pliegues anales que se contrajeron por ese contacto.

Presionó un poco y ese glande se fue abriendo camino hacia mi interior, mi esfínter se contraía y se aflojaba mientras iba recibiendo ese huésped con gozo.

Metió la mitad y de un solo empujón metió la otra mitad, Sentí sus bolas pegar en las mías y levanté más al culo.

Empezó el mete y saca, me dolía la pija y los huevos por los golpes que recibían desde atrás, pero él no disminuyó el ritmo a pesar de mis protestas.

Sentí un gran alivio cuando la sacó!!! Pero no fue porque quería eyacular, o por que ya lo había hecho.

Sino para ponerme boca arriba con las piernas en sus hombros, así de frente me penetró hasta que su pija desapareció de nuestras vistas.

Mi pija quedó entre su cuerpo y el mío ya que me abrazó de tal manera que ni una hoja de papel podría pasar entre los dos cuerpos.

La dejó adentro sin moverse como cinco minutos, mientras me besaba.

Sentó que se salía y era que nuevamente volvió con sus movimientos d emete y saca, agarró mi pija con una mano, mientras que con la otra empujaba su verga más adentro mío y un dedo entraba también.

Acabé una gran cantidad que cayó en su ombligo, él se desplomó sobre mí, apreté su esplada con mis piernas y pude sentir como se contraía y cabeceaba su pija al expulsar el semen dentro mío.

-Hoy te portaste bien!! Tu culito me dió mucho placer.

Me dijo eso mientras, pasaba su mano pos su barriga toda pegajosa por mis jugos.

Sacó su verga que ya estaba ablandádose y tenía todos los pliegues del prepucio de color marrón.

-Tan profundo te la metí!!! Ja!!! Ja!!! Nos lavamos, se la quise chupar otro poco, pero no se le paró.

Estaba cansado había conducido desde Salta hasta allí y al otro día nos tenía que llevar a la Quebrada de Humahuaca.

Desde Jujuy hasta Paraní no pasó nada fuera de lo comuúm.

Al despedirse de los pasajeros, me dijo en los 45 años que tenía nunca había sentido de que coger con la pija untada de miel y con granos de arroz se podía gozar tanto.

Me dijo eso porque en las bromas y anécdota que se hacen en las excursiones le conté eso.

Me dió su teléfono, el cual lo tengo anotado, pero al llegar a destino le dije que me llamase él porque yo no sé los días que estará en Montevideo.

El llega de un viaje y a veces el mismo día parte para otro.

Dijo ser casado o por lo menos vive con una mujer. De otros matrimonios tiene dos hijos.

Al despedirme le di la mano y delante de todos los pasajeros me dió un abrazo y un beso.

Esta historia es verídica, la viví en la última Semana Santa.

Un abrazo.

OMAR Espero comentarios de los lectores, a lo mejor muchos vieron a nuestro omnibus pasar cerca de sus casas o personal de los hoteles en los cuales estuvimos ni se imaginan lo que pasó en esa habitaciones.

omarkiwi@yahoo.com

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