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Una mariposa en un concierto

en Gays

UNA MARIPOSA EN UN CONCIERTO

Muchos de los lectores que asiduamente me escriben saben que pasé las Fiestas de Fin de Año en Piriápolis, porque mi hermano Leo tenía la casa de Punta Ballena repleta de gente, ya que vivieron su hija de Australia, su marido y otros parientes y amigos entre ellos mi hermana de Buenos Aires.

Mi tío quería pasar las Fiestas con nosotros y unos amigos suyos también octogenarios o nonagenarios por eso alquilamos dos habitacional en un Hotel de Piriápolis desde donde nos trasladaríamos en auto hasta la casa de mi hermano para los festejos y luego retornaríamos a la paz de nuestro alojamiento.

Los primeros días pasaron sin novedads o sea sin verga o culo a la vista para que lo voy a negar, estaba de vacaciones y ansiaba disfrutar de un cuerpo como suelo hacerlo en mis viajes pero no aparecía ninguno dado que en Piriapolis había muy poca gente veraneando.

Uno de los principales Hoteles del balneario organizó en sus jardines un concierto para despedir el año, nosotros tuvimos que esperar porque tenían prioridad de asientos los huéspedes de ese hotel, los de "afuera" tendríamos las sillas sobrantes

Cuando los acomodadores lo permitieron nos ubicamos mi tío, sus amigos y yo en unas sillas casi por la mitad del jardín desde donde teníamos muy buena panorámica del hotel, de los jardines y sobre todo del escenario donde estaba el piano.

Antes de empezar la función vi a un tipo vestido de traje de un color muy hermoso entre canela y beige que revoloteaba (esa es la palabra exacta para describir lo que hacía) por los alrededores del piano y luego se puso a repartir el programa con los augurios de Fin de Año que la Gerencia del Hotel nos deseaba a los visitantes.

Cuando se acercó a mí lo encontré conocido, el tipo me dio el programa y sostuvo el papel más de lo debido mirándome como diciéndome que me conocía pero no hizo ningún otro ademán para darse conocer.

Siguió revoloteando por los jardines y por el escenario hasta que apareció el pianista y le dejó el escenario libre ubicándose a un costado lejos del público.

Ignoro si fue por falta de ensayo, de amplificadores o de que rayos que el concierto no me gustó para nada, algunas piezas las conocía pero de la forma en que ese tipo las interpretó las desconocí totalmente.

Cuando el concierto finalizó mi tío y sus amigos se quisieron ir porque la brisa estaba muy fuerte y tenían frío porque no habían llevado ningún abrigo, en cambio yo me di vuelta porque el pianista luego de terminado el concierto y de los aplausos correspondientes volvió al escenario para interpretar una pieza más.

Estaba de pie oyendo los últimos acordes de la pieza elegida para finalizar el acto cuando al lado mío apareció el mariposón de beige-canela y me dijo:

-Hola Omar! ¿Cómo estás?

Muy sorprendido le contesté:

-Bien y tú...

Todavía sin haberme dado cuenta de quien era el mariposón, porque aunque lo había buscado en mi mente, no había podido ubicarlo mientras oía el concierto.

Muy amablemente me dio la mano y me invitó al ágape que hacía el hotel para despedir el año, aunque no era huésped de allí él me invitó al brindis que se ofrecía en el salón de Fiestas.

Allí me di cuenta de que el mariposón era un guía turístico con el que había tenido una aventura en Bariloche, escapando de mi amante de turno y que el muy pícaro nos daba habitaciones con cama matrimonial en todos los hoteles en los cuales nos alojamos desde Bariloche a Santiago de Chile.

Esa es otra historia que dejaré para cuando pueda escribirla, hoy vayamos a los hechos de ese 29 de Diciembre último.

Luego de las palabras de salutación que hizo otro tipo que supongo que sería el gerente del hotel, el coordinador de eventos ex-guía turístico llamado Wenceslao, hijo de polacos apareció en el salón.

Me pidió disculpas por su desaparición porque había tenido que supervisar que desmotaran el escenario y luego de dar las órdenes correspondientes vino a brindar con los huéspedes.

En esos minutos recordé lo sensual que estaba diez años atrás con su tanga verde inglés y lo gran comedor de vergas que era, como me la había exprimido en esa única vez en un hotel de Bariloche, aunque él quiso repetirlo no tuvimos una segunda oportunidad porque yo iba acompañado y mi acompañante no se descompuso nuevamente.

Luego de beber una copa de champagne acompañada con bocaditos de caviar y alguno de dátiles con roquefort, Wenceslao me condujo a una habitación vacía en el primer piso y me dijo que le esperase allí que luego de despedir a los invitados vendría a hacerme compañía.

Al salir me dio un beso en la boca y desapareció por el pasillo escaleras abajo, dejándome con el ferviente deseo de verle el culo nuevamente, tal vez enfundado en una tanga verde y por supuesto se hizo latente mi deseo de profundizar mi conocimiento dentro de él.

Al cabo de una hora apareció muy agitado con una botella de champagne y dos copas, diciéndome que pagaba el hotel.

-Uf... tuve que despedir a mucha gente incluido el pianista y ahora vamos a disfrutar...

Luego de brindar por el reencuentro y por el nuevo año que en pocos días cubriría nuestras vidas, nos besamos muy apasionadamente como si no hubiesen pasado tantos años de nuestro único encuentro.

Entre copa y copa me contó que su "Papi" era el gerente de la empresa de turismo en la cual trabajaba cuando nos conocimos pero que hicieron un desfalco muy grande y la empresa se fundió, por esa causa fue vendida a los nuevos propietarios los cuales le cambiaron de nombre.

Su "Papi" no fue a la cárcel pero tuvo que pagar mucho dinero al igual que los propietarios de la empresa y él no había quedado incluido en la "venta" del personal a los nuevos propietarios.

Ahora su "Papi" era uno de los más importantes del hotel donde trabajaba y en esos momentos estaba agasajando al pianista y a los invitados, por supuesto ignoraba de su "travesura" conmigo, pero según me dijo Wenceslao no creía que le importase mucho, porque el "viejo" se la clava, le da dinero y nada más, mientras su culo esté disponible para él no le importaba si otros también lo disfrutaban en las horas que él no lo disponía para su placer.

Wenceslao estaba más envejecido que como yo lo recordaba y pos supuesto a él le habré parecido más viejo que cuando tuvimos nuestro encame en ese hotel de Bariloche pero no dijo nada de mi aspecto ni yo del que aparentaba él, pero estoy seguro que pasará los 55 años aunque los disimula muy bien con esas ropas juveniles, su cabello largo teñido que peina hacia los lados para ocultar la coronilla de calva incipiente y por supuesto su cara presentaba las características de una piel acostumbrada a las cremas suavizantes.

Su cara y sus manos estaban tostadas por el sol aunque cuando se sacó la camisa pude verle el pecho lampiño totalmente blanco solamente su cuello presentaba signos de exposición al sol, pero ésta no habrá sido muy prolongada porque los rayos solares no penetraron en su piel muy profundamente ya que solamente dejaron vestigios en su epidermis.

Me tiré en la cama solamente con el slip porque quería disfrutar del arte de Wenceslao para excitar a sus víctimas y anhelaba ver nuevamente como me seducía con su tanga verde.

Me hizo un baile previo antes de quitarse el pantalón de su traje beige-canela, luego de bajar la cremallera y comenzar a bajárselo contoneando las caderas me llevé una gran decepción.

Yo recordaba como me había seducido con su tanga verde la cual contrastaba divinamente con su piel clara pero esta vez al bajar el pantalón me encontré que no llevaba una prenda del color que ansiaba ver sobre su cuerpo, sino que llevaba una tanga de color bordeaux la que igualmente le quedaba divinamente contrastando su piel asedada con el brillo satinado de esa minúscula prenda que ocultaba el agujero que ansiaba penetrar desde que me había invitado a esta velada.

Se acercó a la cama ronroneando como un gato o una gata en celo y con sus dientes comenzó a quitarme el slip para luego apoderarse con su boca de mi verga que a esas alturas estaba bastante crecidita de tamaño y de espesor.

Me la mamó un buen rato mientras mis manos apretaban su cabeza contra mi verga obligándolo a tragársela en su totalidad lo cual lo hacía gozar muchísimo porque al tragar con sus lamidas y chupadas emitirá unos gemidos muy fuertes y acompasados apretando su cuerpo contra la cama a la vez que iba elevando su culo apenas cubierto por la tela bordeaux.

Casi me corrí en su boca porque Wenceslao puso tanto entusiasmo al efectuarme esa mamada que casi me hizo llenársela con la leche que estuvo a punto de salir pero por suerte cuando sentí que mi pija latía demasiando y que era inminente la explosión lo empujé dejando mi verga latiente fuera de su boca.

-¿Qué te pasa por que me empujás?

Muy asombrado y entrecotadao me dijo mi chupador.

-Nada!! Estaba delicioso lo que me hacías por eso casi me hiciste acabar... quiero llenarte el culo con mi leche por eso no quiero desperdiciarla en tu garganta...

Muy complacientemente se quitó la tanga dejándome ver su verga muy erecta y totalmente empapada de precum la cual me tentó y comencé a mamarla a la vez que introducía mis dedos en su ano para dilatarlo antes de la penetración que pensaba hacerle por todo el tiempo que aguantase mi verga sin eyacular.

Wenceslao gemía muchísimo no solamente por el contacto de mi lengua en su glande sino por mis tres dedos metidos dentro de su agujero anal, los cuales pugnaban por dilatarle el esfínter el cual se encontraba muy elástico como consecuencia de los años en que lo habían penetrado incansablemente.

No aguantó más tanta excitación por eso me suplicó que se la metiese inmediatamente porque sentía que su verga iba explotar y quería gozar con mi verga dentro de su recto antes de que la suya se desplomase por el fin de su calentura.

Se levanto dejándome con la verga tiesa entre mis manos que la apretaban para que no perdiese la erección, es un decir porque con la calentura que tenía no se me bajaba ni con dos eyaculaciones al hilo, Wenceslao al instante volvió con un condón que muy delicadamente puso sobre mi glande después de chupármela un poquito más y lo fue deslizando con sus dedos hasta que mi pija quedó totalmente cubierta con el capuchón de látex con aroma a naranja que me había puesto mi amigo.

Se acostó boca arriba mientras yo muy cómodamente me ubiqué sobre él e hicimos un frenético intercambio de besos, lamidas y succiones de lengua para culminar introduciendo nuevamente mis tres dedos en su ano terriblemente dilatado que debido a la ansiosa espera de la penetración que Wenceslao ansiaba tanto como yo, se encontraba en esa forma para recibir al órgano que le daría placer a través de las terminales nerviosas de su recto.

Mi verga se frotaba con la suya hasta que en un momento resbaló yendo a golpear el agujero que tan desesperadamente la esperaba para darle paso hacia el interior de sus entrañas, pero tuvo que ser ayudada por la mano de Wenceslao que la ubicó en la puerta del agujero, luego levantó las piernas pasando los pies atrás de mi cuello y así se la mandé toda adentró de un solo empujón.

Fue asombrosamente fácil esa penetración porque como dije antes el agujero estaba muy abierto y el gel de naranja que cubría el condón también hizo lo suyo, luego me puse a mirar el ir y venir de mi verga mientras Wenceslao se retorcía de placer hasta que su bien entrenando esfínter comenzó a morderme la pija por las contracciones tan aceleradas que realizaba.

Gocé inmensamente con ese banquete que mi verga se estaba haciendo y con el deleite que recibían mis ojos viendo como se retorcía debajo de mí y se pajeaba cada vez más aceleradamente hasta que mis oídos percibieron un terrible gemido.

-AaaaaaaaaaaaaHHHHHHHHHHHHhhhhhhhhhhhhhhhhhh...!!!!

La verga de Wenceslao expulsó interminables chorros de leche los cuales por la cercanía en que se encontraba su órgano a mi cuerpo golpearon mi pecho y mi cuello, y para no ser menos mi pija hizo lo suyo llenando el condón con un derrame bastante abundante el cual recién pude ver cuando saqué mi pija del interior de su recto pudiendo comprobar como había quedado el látex transparente mostrando lo blanquecino de mi descarga.

Supongo que fueron unos diez minutos de intensa agitación los cuales nos llevaron al máximo placer que se pueden dar dos conocidos que hacía mucho tiempo que no se veían.

Descansamos un rato en los cuales no faltaron los cigarrillos mezclados con el champagne y las confidencias de Wenceslao.

-Omarrr!! Como me hiciste gozar!! Mi "Papi" tiene mucha tensión producida por tanto trabajo, me coje rápido y después se duerme pero vos si que me diste un buen rato por el culo!!!

-Vos también me diste mucho placer, exprimiendo mi verga con tu esfínter!!!

Luego de retozar un buen rato estuvimos listos para una segunda sección la cual no varió mucho de la primera, salvo que Wenceslao se puso en cuatro patas y se la clavé de esa forma agarrando su verga con mis manos a la vez que mi pija iba y venía mis manos lo pajearon extrayéndole la poca leche que aun le quedaba en las bolas rasuradas.

Mi segunda eyaculación demoró los suficiente como para que mi amigo me pidiese que se la sacase porque le ardía mucho en interior de su culo mientras su verga yacía mustia colgando entre sus bolas en su mínimo tamaño debido al fin de su excitación.

Yo estaba muy excitado pero ese culo rechazaba mi verga con contracciones que la empujaban hacia afuera por eso no me quedó otra opción que sacarla en el momento de mayor placer.

Wenceslao al ver como estaba de dura, morada y latiente mi pija me sacó el condón y me la chupó metiéndome dos dedos en el culo, no se detuvo hasta que me hizo acabar dentro de su boca para luego beberse hasta la última gota de mi lechada la cual también fue muy abundante.

Después de eso Wenceslao se fue a duchar y cuando se estaba secando aproveché y le tomé una fotografía porque había llevado mi cámara para tomar fotos del concierto, pero como no me entusiasmó no tomé ninguna fotografía del concertista.

Se dio cuenta cuando vio el fogonazo del flash, rápidamente giró mostrándome su verga tapada pos sus manos la cual no me dejó fotografiar, pero muy amablemente posó para una segunda fotografía para que tuviese el recuero de las últimas nalgas que me habían dado placer en el año 2006.

La farra finalizó como a las cuatro de la mañana porque Wenceslao quiso lavarme la pija en la ducha donde me la volvió a chupar extrayendo con sus labios otro poquito del semen que aun quedaba en mis reservas.

Volví a mi hotel de madrugada, al entrar en mi habitación solamente se oían los ronquidos de mi tío que por suerte no se despertó cuando yo entré.

Como ya estaba bañado me acosté sin hacer ruido e inmediatamente me dormí porque había quedado agotado por causa de la tremenda sección sexual que había tenido con Wenceslao y recién me desperté cerca del mediodía.

Después del revelado de las fotos me quedé absorto mirándolas, increíblemente conservado estaba el cuerpo de mi amigo parecía de un treintón y no de un cincuentón como es Wenceslao, pero son cosas que se consiguen en el gimnasio o con cremas o quizás con alguna liposucción.

En esos días hice mucha playa sin volver a ver a Wenceslao, pero lo que más me llamó la atención fue un muchacho también cuarentón que vino a la playa de Piriápolis, alquiló una carpa, se quitó la ropa y se fue a nadar con una minúscula malla de esas que acá no se ve muchas.

Ustedes dirán que tiene que ver con el relato o que tiene de raro que se vaya a nadar en malla?

Lo que hizo después fue lo que me llamó la atención.

Nadó un rato, cuando volvió cotorreó con unas ancianas de la carpa contigua y luego se secó con una toalla, cuando me di cuenta tenía la toalla enroscada en su cuerpo y se estaba poniendo el pantalón.

Muy hábilmente se calzó el pantalón, luego se quitó la toalla y se lo abrochó, el muy púdico se había sacado la malla pero allí no terminó la cosa, se puso la remera y para finalizar se lavó los pies con el agua de una botella de Sprite los secó con la toalla, se puso los championes y se fue muy orondo por la rambla hacia rumbo desconocido porque no pude averiguar hacia donde se dirigió.

Al otro día volvió muy tarde cerca de 19.30, no alquiló carpa, andaría con poco dinero porque solamente rentó una sombrilla, luego nadó un rato, pero esta vez no hizo tanta ceremonia se fue con la malla puesta y sin lavarse los pies aunque andaba con la botella de Sprite.

Lamenté mucho que no se sentase cerca mío porque si me hubiese buscado conversación tal vez le hubiese permitido hacerme una mamada porque el tipo no era tan agradable como para hacerle una penetración.

El día de Reyes el "Papi" se fue a Montevideo para llevarle los obsequios a sus hijos y nietos por eso Wenceslao me hizo el regalo de darme su culo otra vez, en esta oportunidad lo penetré hincado en el suelo y luego él me hizo una cabalgata infernal.

 

OMAR

Como siempre espero comentarios y fotos en: omarkiwi@yahoo.com

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