miprimita.com

Que pene! (el del chico del cyber)

en Gays

QUE PENE!!! (EL DEL CHICO DEL CYBER)

Rodolfo el cuidador de los baños de la terminal de ómnibus me había hablado tanto del pene del chico del Cyber, aunque no fue mucho lo que me habló pero al verle y sentirle el ano tan dilatado me hizo desear conocer al pródigo poseedor de una pija tan grande que le había dejado el culo en ese estado

No sé exactamente si su relación terminó en pelea o fue una excusa lo de la novia para sacarse de encima a Rodolfo, por eso no animé a decirle que me lo presentara ya que hacía más de dos meses que no se trataban, aunque se veían porque el Cybercafé queda casi enfrente de la pensión donde vive el cuidador de los baños.

Una tarde en que andaba ocioso y caliente me decidí a ir hasta ese Cyber para explorar el terreno y sacar mis propias conclusiones.

Entré al Cyber como un cliente más, allí estaba un joven de piel oscura y de cabellos cobrizos el cual aparentaba unos 25 años, se notaba que era el que atendía ese local, por suerte en ese momento con él estaban solamente dos muchachitos jugando con las computadoras.

Por las indicaciones de Rodolfo inmediatamente me di cuenta de que era el mismo joven que le había agrandado y roto el orto al cuidador de baños.

Le pregunté cuanto cobraba la hora, me lo respondió y como acepté me indicó una computadora cercana a la puerta, le dije que quería privacidad porque estaba buscando algo"especial" para un trabajo que tenía que hacer.

Sin prestarme mucha atención y medio desganado me acompañó a una máquina cercana a una pared del fondo, le puso la contraseña, la dejó funcionado y se fue a su lugar sin darle importancia a mi solicitud.

Busqué en todas las páginas que pude las vergas más grandes que los buscadores pudieron encontrar, algunas la mandé por E-mail a mis amigos, pero todas eran grandes y largas cuando encontré una como me imaginé que sería la de él lo llamé y señalándole la pantalla le dije:

-¿Podés imprimirme esto?

Él estaría acostumbrado a esos pedidos porque no puso objeción ninguna, solamente me dijo en que tamaño de papel lo quería.

Como excusa le dije:

-La necesito para un trabajo, como no encontré penes más gruesos y más cortos, este me va servir a medias, pero algo es algo...

-¿En que tamaño de papel la quiere?

-En carta está bien... pero como yo no sé mucho de computación no podrías cambiarle el tamaño para que parezca un pene más corto y más grueso?

-Yo no sé hacer esas cosas, para eso vas a tener que buscar a uno que haya hecho el curso de fotoshop o retocado de imágenes...

-Esos programadores cobrarán muy caro y yo necesito la foto para un trabajo que estoy haciendo sobre la longitud de los penes en el Uruguay.

-Y si... ese trabajo lleva mucho tiempo y ellos lo cobran, igual quiere que se la imprima en este tamaño?

-Sí, sí no queda otra solución dale la orden a la impresora para que la imprima a menos que conozcas a alguien con un pene como el que busco y que me deje fotografiarlo para poner la foto en el informe.

El muchacho quedó pensando y en vez de darle la orden a la impresora me miró y me dijo:

-Si pagás bien a lo mejor te puedo conseguir algo...

-Depende de si el pene que me podés conseguir se parece al que me falta en el informe. ¿Cuándo lo podría ver?

En toda la conversación traté decir pene en vez de pija o verga para que el chico pensase que yo era algún doctor o alguna persona importante y que realmente estaba haciendo un trabajo de tamaños de vergas.

-Si querés ahora mismo

Haciéndome el inocente le dije:

-Esa persona esta por acá cerca?

-Esperá que les digo a esos muchachos que si entra alguien que les digan que me esperen, después seguime al baño y la vas a ver.

Esperé mientras él iba hasta el frente donde habló con los muchachos que no eran tan chicos andarían por los 16 o 17 años, volvió a donde yo lo esperaba de pie luego nos encaminamos al fondo, a la derecha había una escalera y a la izquierda una puerta la abrió y entramos.

Efectivamente detrás de esa puerta había un baño, muy pequeño pero baño al fin, cerró la puerta le puso el cerrojo y ante mi atenta mirada se bajó la cremallera y con su mano extrajo de allí una minúscula verga la cual no mediría más de 8 centímetros pero era bastante gruesa.

-Está bien pero tendría que verla en erección porque así no puedo comparar... es corta y gruesa como la que necesito para el trabajo, pero... me gustaría ver que tamaño adquiere cuando se despierta y si es lo que busco tendría que ir hasta mi casa para luego volver con la cámara, porque ni me imaginé que podía hallar una verga en vivo y en directo y por esa razón no vine preparado.

-Bueno, hacé algo para que se despierte porque sola no se me va a parar.....

Ya que me dijo eso ni le pregunté nada más la tomé con mi mano y lentamente comencé a pajearlo hasta que su pija se empezó a levantar y a estirar un poco, me agaché y me puse lamer pero cuando realmente se le paró en su totalidad pude ver que no medía más de 13 o 14 centímetros pero tremendamente gruesos eran esos centímetros que le faltaban en longitud.

Se la besé, se la chupé y lamí un buen rato pero como esa verga casi no entraba en mi boca, me fue muy difícil hacerlo acabar, el tipo no se excitaba muy fácilmente, aunque su verga había conseguido una grandiosa rigidez no pude hacerlo eyacular hasta que finalmente le metí un dedo en el culo y al masajearle la próstata expulsó unos buenos chorros de leche muy blanca los que fueron a caer sobre mi camisa.

Mi verga estaba muy dura dentro de mi pantalón, la quise sacar para pajerme o para que él me hiciese algo pero él me lo impidió diciéndome.

-Veo que te gustó porque la saboreaste muy bien, esto fue gratis porque mi novia se fue para afuera y andaba con mucha calentura, antes me cogía a un tipo de acá enfrente pero era muy pesado quería verga a cada rato y no me dejaba descansar y yo tengo que atender a mi novia, me gustan los culos pero también las conchas.

-Si, me gustó mucho pero... yo vine porque Rodolfo me habló tanto de lo gruesa que era tu verga que por eso quise comprobarlo personalmente.

-Ahhhhh,. Ya veo... Ya que lo comprobaste andate antes de que te rompa el orto con mi verga, era eso lo que andabas buscando?

Me voy, pero cuando vuelvo a tomarte la foto que necesito para el informe, porque tu pija es lo que necesito par incluir en él.

-Por darte el gusto de chupármela no te cobré pero si querés la foto, pagame.

¿Cuánto me vas a dar?

Le ofrecí $100 pero no quiso aceptarlos diciendo que su verga valía mucho más que eso, menos de $300 no aceptaba, sino que me fuese y no volviese más.

La verga me había gustado, tenía linda textura, suave al tacto de mi lengua y el sabor era delicioso, me puse a pensar que si algún día escribía un relato iba a necesitar una foto para que mis lectores viesen lo que me había hecho gozar una verga cortita y gruesa.

Finalmente le dije que sí, pero lamentablemente con tanta discusión y regateo a mi verga se le fue la excitación que le había producido todo ese regalo que me hizo su pija regándome la camisa con su néctar.

Me lavé las manos, la boca y por supuesto la camisa en el sitio donde había caído su semen, luego él abrió el cerrojo y me dijo:

-Vení mañana a las diez, que está el otro muchacho que me ayuda en el Cyber, así no lo dejo solo como lo hice ahora, después que me la hagas parar sacale la foto, te la meto en el orto y cuando me saqués la ganas y la leche te vas contento con el culo lleno, el bolsillo vacío y la foto en tu cámara.

Iba a protestar diciéndole que en le orto no quería que me metiese eso porque no quería que me lastimase pero iba a ser inútil protestar así que me despedí y me fui.

Tenía toda la noche y parte del otro día para pensar si una foto merecía el sacrifico de dejarme meter semejante calibre así que me dormí sin problemas y con las bolas llenas porque ni oportunidad de sacar la verga en ese baño me dio el muchacho del Cyber.

Al otro día muy puntual a las diez de la noche estba allí, él estaba en su puesto, algunos asiduos clientes en sus máquinas buscaban sus cosas en Internet pero el otro ayudante no estaba dentro del local.

Cuando me vio me dijo:

-Rubén esta meando, esperá que venga y ya vamos para arriba.

El tan Rubén a lo mejor sabía de nuestra cita o estaría acostumbrado a que el muchacho de Cyber llevase gente para arriba porque no hizo ningún gesto de asombro ni comentó nada del asunto, sin decir una palabra se ubicó en el puesto que dejó libre su compañero mientras nosotros nos dirigíamos hacia el fondo donde estaba la escalera.

Arriba había un camastro y un montón de cosas desparramadas por doquier, el muchacho que nunca supe su nombre se quedó en bolas instantáneamente quitándose hasta la última prenda que cubría su cuerpo.

Como dije antes no era muy alto, no creo que llegase al metro sesenta de altura, delgado sin abdominales ni nada que le marcase el pecho, lo que único resaltaba en ese cuerpo desnudo era lo renegrido de sus pendejos y el grosor de su pija.

Tuve que hacerle el mismo tratamiento que le había hecho en el baño el día anterior para lograr que esa verga se excitase y pudiese ponerse rígida, pero esta vez fue distinto porque él me dijo que me desnudase porque en cuanto le tomase la foto me la iba a clavar de tal forma que hasta el último milímetro se iba alojar dentro de mi orto.

Dejé la camara sobre una silla, me quité toda la ropa no muy convencido de que quería recibir semejante órgano en el interior de mi organismo aunque en ese momento lo que más queria era fotografiarlo.

Al verme desnudo exclamó:

-Que verga larga tenés!! Y andas buscando más chicas que la tuya...

Sin contestarle nada acerqué mi boca a esa diminuta verga en total estado de reposo y comencé a hacerle los suficientes mimos como para producirle una erección, una vez que lo hube logrado la abandoné para ir a tomar mi cámara y cuando fui a ubicarme para tomar la foto me dijo:

 

-Un trato es un trato. Dame los $300 y después sacas la foto, solamente de la verga y una sola

Dejé la cámara otra vez sobre la silla, busqué el dinero en mi bolsillo, se lo puse en su mano extendida mientras que con la otra él recogía su pantalón que andaba por el suelo después guardó el dinero en uno de sus bolsillos, luego se sentó en la cama separando las piernas y me dijo:

-Dale, ahora, pero solo la pija no saqués el cuerpo ni la cara, apuntá bien.

En ese altillo no había mucha iluminación pero creo que la foto quedó bastante nítida a pesar de las carencias del lugar y de la rapidez con que disparé el objetivo de mi cámara.

Ahora venía lo peor dejarla entrar en mi orto, cosa que me hizo recordar al Sargento aquel que conocí en la Plaza Fabini, pero con la enorme diferencia de que aquel tenía una pija larga y gruesa y esta era corta y gruesa, por eso la otra me había lastimado más adentro de mi recto cosa que me hace esquivar al Sargento cuando veo su auto por esa plaza.

Me hizo hincar en el piso con el cuerpo sobre el camastro, luego se ubicó detrás de mis piernas separadas y comenzó a lamerme el agujero tratando de dilatarlo con su lengua y con su saliva que fue introducida en mi intestino por sus regordetes dedos empapados en ella, al rato comenzó a frotar su verga por mis nalgas ubicándola entre las dos para darme golpecitos con su glande en mi hoyito totalmente chorreante de saliva.

Se detuvo antes de que su glande intentase pasar mi poco dilatado hoyo, miré para ver que hacía y vi que se estaba poniendo un condón que por suerte era liso.

Forzó la entrada poniendo mucha fuerza y clavándome las mano en las caderas para que no me moviese, grité un poco pero no pude seguir haciéndolo porque su mano me tapó la boca y me dijo:

-Pará loco, los clientes van a oír tus gritos.

Sentí que me clavaban un puñal y que mi esfínter se partía en mil pedazos, mientras su verga fue entrando mi culo ardía y con algunos bombazos eyaculó tanto que mi dolorido interior igualmente pudo sentir como pegaban en el condón esos chorros de leche de una forma excitante aunque no menos dolorosa.

Cuando se hubo saciado su verga comenzó a perder rigidez saliéndose de mi interior dejando ml culo ardiendo, chorreando sangre y saliva hacia el exterior.

Con tanto dolor se me habían ido las ganas de eyacular y de hacer algo más, solamente quería irme para mi casa a lavarme el orto con bastante agua fría y luego ponerme alguna pomada cicatrizante.

-Que placer me dio tu orto!!! Hacía tiempo que no probaba uno tan apretado como el tuyo, por eso te voy a hacer algo que nunca hice y que quiero probar.

Ni ganas tuve de darme la vuelta. Quedé hincado con el pecho caído sobre el camastro. Cuando me dijo eso iba a protestar de que no quería que me metiese más nada porque me dolía y ardía mucho pero no tuve tiempo de hacerlo porque me dio la vuelta, me ayudo acostarme sobre el camastro y luego se puso chuparme la pija de una manera tímida y torpe a la vez.

-Perdóname si lo hago mal, nunca lo hice y al ver tu pija tan rosada y larga me vinieron por primera vez ganas de probar y al mismo tiempo de saber por qué a mi novia y a todos los putos que cojo quieren chupármela primero.

Con tantas molestias rectales yo no estaba para nada, ni para gozar simplemente lo dejé hacer, se ahogó, hizo arcadas hasta que finalmente terminó pajeándome mientras me lamía el agujerito.

Mi organismo a pesar del dolor intenso que recibía por mi parte trasera fue estimulado por esas maniobras geniales que su mano supo hacerme en la verga logrando que ésta comenzase con sus latidos y demás demostraciones de que iba directo hacia la eyaculación, ignoro si es que él no lo advirtió o estaba tan entusiasmado tirando y manoseando mi verga a la vez que lamiendo el glande que la primera explosiones de mi semen fueron a caer directamente dentro de su boca deslizándose por sus labios hasta la barbilla.

Cuando lo notó ya era tarde, separó su boca de mi verga, y me escupió el contenido de esta sobre mi pija.

En el momento en que se puso de pie abandonando mi verga pude ver que su pija estaba toda mojada por su semen que se había derretido dentro del condón, este no se le había salido de ella a pesar de la flaccidez total que tenía en ese momento.

Se lo quitó y todo ese jugo se deslizó por sus bolas y piernas llegándole casi hasta las rodillas.

-Estoy hecho un asco y vos también tenés leche por todos lados.

Agarró uno de los trapos que había tirado por allí y se secó toda la leche derramada sobre su cuerpo, luego yo me puse de pie haciendo lo mismo con el mismo trapo que le quité de sus manos.

Mientras nos vestíamos me comentó:

-Volvé cuando quieras, pero no me hagas lo mismo que ese Rodolfo que quería la exclusiva y yo tengo que cumplir con mi novia porque a mí además de romper culos me gusta chupar conchas y clavarles mi pija bien adentro.

Que le iba a decir, que bien adentro les iba a clavar esa pijita de menos de 14 cm, pero lo dejé con la ilusión de que les partía las conchas, pero lo que realmente partía eran los culos y como!!!!

Primero los supe por Rodolfo que tenía el culo hecho una miseria por lo dilatado que se lo había dejado la verga de este tipo y luego lo supe por experiencia propia cuando me lo destrozó a mí.

Al bajar las escaleras nos metimos en el baño, nos lavamos las manos y nos despedimos.

Cuando pasé al lado del tal Rubén éste me miró como diciendo te vas con el culo roto, jodete por buscar vergas gruesas.

No creo haberlo imaginado porque el tipo me miró de una forma muy burlona.

Logré la foto a un precio muy alto, pero no creo que vuelva por allí, mi culo no me lo permite.

OMAR

Cualquier comentario o confidencia las espero siempre en:

omarkiwi@yahoo.com

Mas de omarkiwi

El brujo de los puros

Jugando con la botella

En un hotel cercano a Shangrilá

Se concretó en Villa Mercedes

Olegario lo conocía

Glazo me llevó a la plata

Sorprendi a Glazo con un travesti

Víspera de nochebuena

En el festival de rock de Durazno

En el cumpleaños de Olegario

Hugo C. & Julián O.

Primero de mayo en concordia

El oficinista de concordia

El viejo de las tetas grandes

Me los presentó Marcelo

Polvo rápido con el policía bisexual

Juan de Colonia del sacramento (día 3)

Juan de Colonia del sacramento (día 2)

Juan de Colonia del sacramento (día 1)

Me lo contó Marcelo

El ex-imberbe me reconoció

Pierre, Cristina y yo

Pajeando a mi primo Alarico

El tío Marabú

Xeripé, sargento del pelourinho

Benicio, el mozo de Recife

Rodrigo me hizo perder el arraial d´ajuda

Mario Cezar, recepcionista de Río de Janeiro

Mala noche pasó Carlos Francisco

Un lujanero llamado TIMOTEO

El tipo que vive a la vuelta del cine porno

Trío con jerónimo en un cine porno

El debut de Eduardo

Valentin me invitó a su casa

Al borde del arroyo con el bodeguero

Lo conocí por internet

El policía de Luján

Un empresario en la calle malabia

Un empresario en el Hilaria Elisabeth

Valentín casi me lo entregó

Valentín limpia de todo

El policia bisexual me visita

Bajo el puente del parque rodó

Al fin localicé al policía de la tormenta!

El malabarista del parque Roosevelt

El sobrino de mi cuñada

Trio en la casa en construcción

El policía de la tormenta me reconoció

Una mariposa en un concierto

Con tres imberbes en Kibon

Follada con un nudista en chihuahua

El novio de la hija de la portera

La hija de la portera, su novio y yo

Los fracasos de Marcelo

Me lo contó Ricardo

Cumpleaños feliz con la ayuda de Salustio

Con mi vecino Salustio

El flaco del 333

Aventura solitaria en el rio Santalucia

Radamés después de la lluvia dorada

Radamés y la lluvia dorada

Hugo desapareció!

El peluquero del pene corto y cabezudo

Jalada con un espectador

Sara volvió de Canadá

El jardinero cambia de punta

Un guardia de seguridad me paga un favor

Moreno, delgado y con una verga normal

Otro hetero que cambió de bando!!!?

Fiesta para tres vergas

Trio con pierre y su chica

Oftalmólogo limpito

El jardinero de punta gorda

El policía del cementerio me llevó a la comisaría

Un anuncio en el baño de la terminal de omnibus

Me quedé otro rato en el cine porno

Un soldado con un cartel que decia melo

Otra aventura en un cine porno

Quien era el marido de Rosalia!

En la carpa de Yi y Canelones

El padre del vidriero

Día del patrimonio en el cementerio

Me fuí tras el culo de un policía

El mecánico del club

El albañil de Artigas

El policia bisexual y mi portero

Mensaje de agradecimiento

El medico de la mutualista

Oselmo, el taxista que la probó y la adoptó

Nahuel antes se llamaba Bibellco!

Un enfermero apodado coco

El debut de coco el enfermero

Jugador de basket, amigo y algo mas...???

Con nimedes entre los arbustos

Mi primo reynaldo, el camionero y yo

El guarda del 125 cabalga

Virgen a los 58!

Reencuentro con el policia bisexual

El muchacho del minimercado

El cuidacoches de Atlatida

Santiago su mujer y su cuñada

Guillermo un dentista conocido como -La Guillota-

Bibelico me hizo gozar sobre una mesa

Ya no quedan masajistas como los de antes

Un joven de 18 años

Acosado por mi primo

Al taxista Mario lo conoci en un cumpleaños...

Un profesor hetero!

Una chupada en el parque batlle

Recordando al negrito Luis

Audacia o descaro

Fantasia hecha realidad

A Serafin se lo rompieron en un cine porno

Bajita y tetona

Xavier me invitó...

Un lector que firmaba Geejay

Don Roque, el suegro de mi primo Reynaldo

Inesperado amante en un crucero

Marcos el muchacho del gimnasio

Juan Manuel, el hijo de un amigo de mi cuñado

Nestor me sedujo con su croissant

Rubio, velludo y transpirado

Casi fui testigo de una violación

El cuidacoches y el marinero

Pajas con Ulises

Osvaldo el lamepies

Eniwe, director teatral

Experiencias en los bares

Ireneo, quería muchisima mas -nafta-

El portero de Roberto

Los instaladores de telefonos

Vendiendo enciclopedias

El chico del bar

El truco del slip

Walmir, el guia curitibano

Tormenta rumbo a Santa Teresa

El amor de -los ratones-

En el baño con Dario

Casa con piscina

Mi primera y última vez en un sauna

Ireneo queria mucha -nafta-

Ireneo queria mi -nafta-

El -casi- suegro de Epifanio

Placenteras asaltantes escandinavas!

Federico, el hermano de Andrés

Panchos con mostaza

El fisicoculturista de la tanga turquesa satinada

Yazifar, el sastre

Anonimo

Homenaje a Daniel (muerto a los 35)

El paraguayito de Piriapolis

Accidente por felación

El panzón que no se le paró

El sargento de la plaza Fabini

Un día de suerte al fin y al cabo (2)

Un día de suerte al fin y al cabo (1)

El profesor Leyva

Tito, de Sarandi del Yi

Fernando, artista plastico

El guarda del 125

Las confesiones de Alex Trinidad

En el pulpito

El cuidacoches del buceo

Lionel, alumno de inglés

Provisorio

El marinero del referendum

El tatuador

El profesor-profesora

Gustavo, la profesora de ingles, yo... y los otros

Otro sereno y van...

Mi segundo viaje a salta

Chebo y su descubrimiento

Carlos Felipe

La casa de la gloria

Un albañil llamado Moncho

La lapicera de olga

Aventura con el hijo de un embajador

El lecherito de Gaby

El día que Miguel trajo al -querubin-

Doña Toribia, la curandera

El macho de la casa de citas

El gendarme chileno

Qué padre de familia?!

Mi hermano leo en Australia

En la vuelta ciclista del Uruguay

Pierre, la gorda y yo

Las cartas de Flydesdfale

Mi hermano Leo

El encuentro con Diaz

El enfermero y los dos hermanitos

Fin de semana con mi primer travesti

Mi primo Reynaldo

Mi -amigo- Pierre (01)

El farmaceutico desconcertante

Carta de Fito

El gerente y la miel

Los vidrieros de la Claraboya

El compañero de trabajo

El Gerente me retribuye

El director del liceo

El perro de Fito

El slip de Hugo

El mirón

Siempre hubieron bisexuales

Mi primer viaje a Bahía

Mi primer policia

Como conocí al gerente

La viuda Margarita

El pelado de la playa

El chico de la moto

Los soldaditos y yo

Una excursión a sexo total!

El indio Jose

El policia bisexual

En las grutas de punta ballena

El empleado de la telefónica

El cobrador de gastos comunes

Mi primer viaje a salta

El gerente y el Rafa

El Rafa

El tipo del omnibus

Bogyus

Mi primera vez

El matrimonio de Flores