He ligado con Sharon Stone
Tengo que contarlo. Si no lo cuento, reviento. He ligado con la mismísima Sharon Stone. No pongáis esa cara. Es cierto. Veréis como ha ocurrido.
Entro en un chat de sexo; no diré en cual para evitar aglomeraciones. Me llama la atención un nik: "Gatita juguetona". Le mando un privado con un "¡Hola!" de lo más simpático y la gatita me contesta con otro "¡Hola!" que es toda una promesa de goces y desmadres. Sigo con las fórmulas de cortesía de costumbre: "¿Estás caliente? ¿Puedes mandarme una foto tuya desnuda?". Y la "gatita juguetona" yo todavía no sabía quien era en realidad- me dice que tiene las bragas empapadas y que me envía una foto si le doy mi dirección de correo electrónico. Se lo facilito y la foto me llega en un minuto. ¡Imaginaos mi emoción cuando me doy cuenta de que es una foto de Sharon Stone gloriosamente desnuda! Eso es tener suerte. Ganar el primer premio de la lotería. Resulta que la "gatita juguetona" es nada más y nada menos que Sharon Stone. ¿A que os he puesto los dientes largos?
Sharon está más joven en la foto que en las últimas películas que he visto suyas. Se lo comento y me confiesa que los cámaras de cine le tienen manía y procuran que no salga favorecida. Yo no doy pie con bola por los nervios. Hasta me he olvidado de lo caliente que estaba. "Oye, una cosa dudo por un momento-, si eres americana ¿cómo sabes tan bien el español?". "Pero tonto, -me contesta enseguida- ¿no has oído como lo hablo de bien en las películas dobladas?". Es verdad. Me sabe mal haber desconfiado de mi actriz favorita. "¿Puedes enviarme la foto del cruce de piernas que hiciste en Instinto básico?". "Claro que puedo". Y al minuto la tengo en la pantalla.
Sharon es simpatiquísima, os lo juro. Un verdadero sol. "Me encantaría comerte los pezones" le digo, bueno, le escribo. Y ella: "¿De veras? ¡Cómo me gustaría que lo hicieras! ¿Tienes webcam?". Me entra un no sé qué por el cuerpo."¡Claro que tengo webcam, Sharon! ¿Y tú?". "Yo también, pero ahora mismo está estropeada". ¡Vaya por Dios! Estropeada También es mala suerte. O sea que puede verme a mí y yo no puedo verla a ella. "Pero tienes mis fotos, tontito. Y si eres bueno, te mandaré más".
¿Os dais cuenta? A Sharon le gusta enviarme sus fotos. Lo hace porque sí, porque le caigo bien. Y todavía hay más: "Si vienes por Hollywood, acércate por casa y tomamos unas copas". "¿Y me harás el cruce de piernas?" me ilusiono yo. "El cruce y el descruce, cariño". Glup.
Me tenéis envidia ¿verdad?
"Que lástima que tenga averiada la webcam.- se lamenta mi chica- Si me funcionara, te repetiría el striptease que hice en Nueve semanas y media". Quedo fuera de juego por unos segundos. "¿La de Nueve semanas y media no era Kim Basinger?" acierto a teclear. "Ay, disculpa, me había confundido. Me pones tan nerviosa " La pongo nerviosa. Yo. El nene que viste y calza. La he dejado tan embobada que hasta se confunde de película. Si es que cuando uno nace con esta carita
Miro las fotos. Las vuelvo a mirar. Me ponen, la verdad. "Imagínate que estoy contigo- me teclea- y que abro las piernas para que me mires a gusto". Lo imagino, claro que lo imagino, y mi verga, de tanto imaginar, se pone guapa de veras. "¿Vas a masturbarte?", se interesa. ¡Pues claro que sí, cariño! Esas cosas ni se preguntan. Ya tardo. Bajo la cremallera de la bragueta. "Oye, enfoca bien la webcam, que quiero ver como lo haces". Una frase escrita no tiene los matices que le puede dar la voz, pero a pesar de todo esta chica me pone a mil. Coloco bien la webcam. "¿Me ves bien ahora?" "Sí. Que cosa tan linda te gastas, vida mía". ¡Me ha dicho vida mía! Empiezo a acariciarme mientras Sharon me endulza la pantalla: "Así. Hazlo despacio. Quiero verte bien y no perder detalle. ¿Te gustaría que fuera mi mano la que te tocara? Te haría cosquillitas en el glande, cielo. Luego te abrazaría ese pollón que tienes con la mano entera y la movería hacia delante y hacia atrás para que disfrutaras". Jamás me he sentido tan en la gloria. Lástima que no funcione la webcam de Sharon, pero ¿qué le vamos a hacer? Me remedio con sus fotos. "¿Sabes qué, mi hombre? Me estoy relamiendo de ganas de comerme ese caramelo que tienes en la entrepierna. Ahora mismo me paso la lengua por los labios y los humedezco. La boca se me abre sola. Me apetecería tanto chupártela, amor " Me acerco todavía más a la webcam para que Sharon me vea mejor. "Sí Daría cualquier cosa por chuparte la verga Le pasaría la lengua a lo largo del tronco, luego la ceñiría con los labios y la dejaría resbalar hasta que chocara con el fondo de mi garganta". Acelero el ritmo de la masturbación. Esta mujer me está volviendo loco. "Sí insiste ella- me está poniendo muy caliente verte. Te la comería, la besaría por todos lados. No me cansaría nunca de chupártela. Pero dime, amor ¿tú también me la chuparías a mí?".
Algo ha desafinado en algún sitio. Sharon Stone acaba de preguntarme si me apetecería chupar su polla. No acabo de creérmelo. "Pero Sharon "empiezo. No me deja seguir. Me tranquiliza de inmediato. "Disculpa, cielo. Esa última frase no la he escrito yo. Es que ha venido a verme Michael Douglas y ha querido gastarte una broma". ¡Acabáramos! Eso ya es otra cosa. Por un momento me había sentido desconcertado. "Sharon, me da corte que Michael Douglas me esté mirando y me diga cosas". "No, si ya se ha ido. Ya estamos solitos los dos otra vez. Anda, sigue dándole marcha a esa maravilla que Dios te dio. O mejor te mando otra foto para motivarte".
. ¡Es tan maravillosa esta mujer, tan detallista, tan sencilla!
¡Menuda foto me manda! Para empinársela a un muerto. Yo ya estoy que me salgo. Le doy cosa mala al manubrio, cada vez más deprisa. "Así, así- sigue ella- Oye, cielo, dime que me la meterías en el culo". "¿En el culo, Sharon? Yo prefiero en el coño". "No, amor. En el culo, en el culo. Yo también me estoy masturbando ¿sabes? Estoy tan a punto como tú. Hazme un favor, vida. Llámame Federico mío". "¿Qué te llame Federico mío, Sharon? Es que no entiendo nada". "Ni falta que te hace. Llámame Federico mío".
Está visto que las mujeres están locas y si trabajan en el cine más todavía. ¿Quiere que la llame Federico mío? Pues la llamo Federico mío. Si eso va a hacerla feliz Y la llamo Federico mío a la vez que me corro y Sharon parece que se corre a la vez que yo, porque ahora solo teclea AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH muchas veces, y esto he de contarlo a todo el mundo, porque lo que me ha pasado a mí, ocurre solo una vez en la vida.
¿Os imagináis? He ligado con la mismísima Sharon Stone. ¿A que me tenéis envidia?