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Poemas de fuego:Sonetos de la noche

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Poemas de fuego: Sonetos de la noche

I

Soneto de la noche en tus ojos

Los pájaros se alzaron desde el suelo

en oscura y potente revolada.

La noche es pura pluma embetunada

de pájaros negrísimos en vuelo.

No dejan ver el sol. Cubren el cielo

que hierve de negrura aleteada

volviendo así la noche más cerrada.

Pero esas aves vieron tu señuelo

Y dejando la noche sin plumaje,

siguieron los caminos más seguros

para llegarte a cientos, a manojos.

Y una vez concluido su viaje,

construyeron sus nidos más oscuros

y anidaron, oscuros, en tus ojos.

 

II

Soneto de escuchar jazz contigo mientras amanece

 

 

El amor se quedó de trasnochada.

Se quedó por detrás, agazapado,

cosido a la trompeta que ha quebrado

sonidos inventados de la nada.

El jazz es invención desconcertada.

Se estremece discorde y destemplado.

Un trompetazo oscuro se ha clavado

en el amanecer, como una espada.

Lo escuchas y lo escucho, y el lamento

se mezcla con el mío, tenso y grave,

mi deseo, también mi sentimiento.

Y sé que en algún sitio está la llave

que ha de abrirte a mi amor el pensamiento.

Lo sé. Lo sabes tú. Y el jazz lo sabe.

 

III

Poema de nuestra primera noche

 

 

No me queda una rima tan siquiera,

-se escaparon de mí mientras te amaba-

ni tan solo una rima. Cada beso

se llevó consonantes a racimos.

Pero quiero escribirte como sea,

aun el labio quemado por tu labio.

Quiero abrirme en canal ante tus ojos

y ofrecerme a tu sol ancho y caliente.

No me importan las rimas esta noche.

Solo me importas tú. Solo me importa

la esencia de tu piel y de tu idea.

Hay alondras en mí y en ti mañanas,

y cruzo y entrecruzo tus espacios

olvidando la rima y el soneto.

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