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Entrevista conmigo mismo

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Entrevista conmigo mismo

En la página de inicio de Todorelatos se relacionan treinta y seis categorías de narraciones. La primera es "Amor filial" y la última "Entrevistas/info". De siempre se ha considerado empresa complicada que un mismo autor publique al menos un relato en cada una de las treinta y seis categorías. Que yo sepa nadie lo ha hecho y somos 7.178 autores al día de hoy, 21 de diciembre de 2004. Hace un par de meses, unos cuantos escritores nos propusimos intentarlo: x360, Soletina, Erótika, Horny y aquí el que viste y calza. Hoy, con esta entrevista, cumplo con la categoría treinta y seis y soy el primero en completar la empresa. Ser el primero no tiene la menor importancia, ya que esto no es una carrera, pero he de reconocer que halaga mi vanidad. Y vanidoso como soy –la mayoría de quienes escribimos lo somos- he decidido entrevistarme a mí mismo. Bueno, a mí mismo no: A Trazada30, mi alter ego que escribe relatos eróticos en esta página.

Me han entrevistado unas cuantas veces, pero yo nunca me entrevisté. Veremos como sale. Comenzaré con unas preguntas trilladitas y, según sea la respuesta, seguiré por un camino u otro.

Primeras preguntas: ¿Desde cuando y por qué escribes relatos eróticos, Trazada30? ¿Has escrito sobre algún otro tema?

Respuesta: Intento, con mejor o peor fortuna, escribir relatos eróticos desde hace un año y pico. Nunca lo había hecho antes, con una sola excepción a la que luego aludiré. Soy mayor, tal vez el decano de los que aquí escriben. Tengo sesenta y siete años. Aunque me dedico profesionalmente a otras cosas, he escrito desde muy joven: tanto poesía, como cuento y novela. He colaborado en prensa durante años y también durante un par de temporadas he hecho radio. Cuando tenía treinta años, estaba convencido de que iba a revolucionar la literatura. Cuando cumplí cincuenta me di cuenta que no había revolucionado absolutamente nada. Tengo cierto ingenio, pero no soy un genio. Ni mucho menos. Mi momento más dulce fue cuando quedé tercer clasificado en el Premio Planeta de Novela y me publicó Lara, unos meses después que al ganador y al finalista. La Editorial Planeta sabe vender: Firmé libros en grandes almacenes y en Ferias del Libro, me hicieron entrevistas en prensa, radio y televisión, y alcancé, allá por 1980, una cierta notoriedad, si no de público, al menos entre los profesionales de la pluma. Luego lo dejé estar. Hace un año decidí escribir "mi novela", en la que quería y quiero contar todo lo que llevo dentro. Me di cuenta entonces de que me había oxidado. Llevaba demasiado tiempo sin escribir y había perdido oficio. Aquello coincidió con mi descubrimiento de Todorelatos. ¿Por qué no escribir relatos eróticos? me pregunté. Decidí hacerlo para recuperar el ritmo de escritura. Y dicho y hecho.

Con anterioridad había escrito una sola narración erótica que fue publicada como relato del mes en la hoy desaparecida edición española de la revista "Lui" –una especie de Playboy a la francesa-. Ah! Que conste que la edición española no desapareció por publicar mi relato.

Pregunta: Se dice de ti que escribes bien, pero que te falta morbo.

Respuesta: Es muy posible y tiene una explicación: Mi concepto del erotismo no es el mismo que tienen la mayoría de los escritores y lectores de esta página, quizá por como fue mi educación. Entiendo que el erotismo consiste en sugerir, no en describir. El erotismo –pienso yo-se dirige al cerebro, no a la entrepierna. No busca una reacción física. El erotismo, en tanto es juego mental, puede resultar sorprendente. La pornografía siempre es obvia: Todos los polvos han de resultar sensacionales y todas las mujeres han de ser unas calentonas. No hay posibilidad de apartarse del camino trillado. Yo, la cosa está clara, no escribo para que se masturbe quien me lea. Escribo para compartir lo que digo. Para comunicar. No para excitar. Si alguien se quiere masturbar, tampoco me molesta que lo haga, pero no es mi objetivo. Tal vez se deba a lo dicho el que mis relatos no sean especialmente morbosos. Lo qué sí tiene cada uno de ellos es un hilo argumental, porque, a no ser que me interesa que lo que ocurra sea posible y creíble, con la lógica excepción de los relatos humorísticos.

Pregunta: ¿Qué opinas de las calificaciones y de los comentarios que hacen los lectores?

Creo que tienen un valor muy relativo. Tomemos mi caso. Esta mañana, a eso de las ocho, contabilizaba 347.134 lecturas de mis relatos, con 1.082 calificaciones y 320 comentarios. Números cantan. Solo uno de cada trescientos veinte lectores –el 0,31%- ha calificado alguna de mis narraciones, y solo uno de cada mil ochenta y cuatro –el 0,09%- les ha dedicado algún comentario. Como tengo publicados cincuenta y tantos relatos, cada uno toca a una veintena de calificaciones y a poco más de cinco comentarios. Conclusión: Solo los amigos y algunos que por lo que sea no lo son tanto se dedican a encumbrar o despeñar las narraciones. En muchas ocasiones se está valorando la mayor o menor simpatía personal, no la calidad de lo que se escribe. Y no olvidemos que la inmensa mayoría –más del 99% de los lectores- simplemente calla, con lo que no podemos saber si gustamos o no gustamos en realidad.

De todos modos, como dije antes, los escritores somos vanidosos y nos encanta que nos califiquen bien y que comenten los guapos y listos que somos. Así que ánimo y a ponernos a todos muchos "excelentes" y llenarnos de estrellas como si fuéramos hermosas y despejadas noches de invierno.

Pregunta: ¿Conoces a otros autores de TR?

Respuesta: Conozco a algunos autores a través de sus relatos –una narración dice poco del carácter de un autor, pero varias permiten conocerlo bastante- y a otros porque hemos coincidido en algún foro de DrAmor.

Me llama la atención que la mayoría son personas muy convencionales en materia de sexo. No viven sus sueños. Solo los sueñan y los escriben. Cierto que quien vive con intensidad no tienen demasiado tiempo para vivir y viceversa. Yo, por mi edad, estoy un poco de vuelta, pero en su momento disfruté intensamente de los felices sesenta –haz el amor y no la guerra- y del estallido social que se tradujo en sexo del principio de la democracia española. Tengo bastantes historias, vamos. No era difícil tenerlas publicando novelas. Ahora, cuando voy tranquilizándome, tengo tiempo para escribir relatos eróticos. E incluso puede que esa experiencia me impida detallar más en los momentos calientes de los relatos. Los doy por sabidos. Resulta un poco absurdo repetir una y otra vez lo obvio.

Algunos de los autores tienen una gran calidad literaria. Otros no tanto. Eso es algo que tengo clarísimo. Si alguien tiene algo que contar ha de saber hacerlo con corrección. Si no es así, es mejor que se dedique a comentar sus cosas en la barra de cualquier bar. Si se escribe, se ha de respetar la sintaxis y poner los puntos y las comas en su sitio. Esto es el aeiou del oficio. Escucho alguna vez –mejor leo alguna vez- que no importa demasiado escribir bien, porque lo importante es lo que se dice y no cómo se dice. Muy español eso de despreciar cuánto se ignora. Escribir requiere una cadencia narrativa que depende de la naturaleza de cada relato. Hay quien domina a la perfección este curioso oficio de hilvanar palabras. Otros, que no alcanzan la perfección en ese campo, lo remedian con garra, con ese don especial que hace que se lean las narraciones de un tirón. Entre los que conozco –y habrá más, muchos más, aunque lamentablemente he leído a una minoría de los autores y no puedo opinar sobre los que desconozco- que destacan por una u otra virtud destaco a Hierobula, Alesandra, Kenwood, Soletina, Aliena del Valle, Estado Virgen, Carletto, Superjaime, Herencio, x360 y Erótika. Creo que son todos los que están aunque no están todos los que son.

Antes hablaba de las calificaciones y los comentarios. Vuelvo a lo mismo para afirmar que todos los autores son –somos- muy sensibles en esta materia. Incluso alguno llega a pensar, cuando las calificaciones de sus relatos son bajas, que hay una especie de confabulación contra él. Me divierte un poco que haya quien se resista a admitir lo obvio: Nadie escribe a gusto de todos y el hecho de que uno emborrone unos folios no significa que los demás tengan la obligación de aplaudirle. Aparte de eso, pienso –lo repito- que las calificaciones son muy poco representativas.

La verdad es que este mundo cerrado de autores, lectores y relatos, es un curioso mundo.

Pregunta: Has completado todas las categorías de Todorelatos escribiendo al menos una narración de cada una. ¿Resultó difícil?

Si se tiene oficio se puede escribir sobre cualquier cosa. Hay algunas categorías que no considero eróticas en absoluto: "No consentido", "Transexuales", "Zoofilia" y alguna más. En esos casos he abordado el tema tomando al toro por los cuernos: En "Por mis cojones" he escrito sobre una violación desde el punto de vista del violador –que es el único que disfruta en esos casos- y retratándolo tal cual es, absolutamente repulsivo. En "Alonso Díaz Ramírez de Guzmán" he intentado entrar en la compleja personalidad del transexual. En "Moscas, caracoles, vacas, perros y caballos" he recurrido al humor, lo mismo que en algunas otras categorías. De todos modos, en líneas generales estoy satisfecho de los relatos. Considero que algunos son, al menos para mi, francamente buenos –mi abuela descansa en paz hace tiempo-. Destacaría "Ese dulce descanso" en "Sexo con maduros", "Herta" en "Sexo con maduras", "Historia de un poema" en "Erotismo y amor", "Isabel" en "Hetero: primera vez", "La venganza" en "Amor filial" y "Vecinos" en "Voyerismo". Por cierto, "La venganza" da idea de lo que entiendo yo por erotismo y de lo que entienden por erotismo otros. A lo largo del relato no hay ningún tipo de contacto físico. Me limito a narrar una situación límite desde el punto de vista de una chica que en un principio pretendía vengarse y que termina pidiendo sexo. Ese es el final de la narración. Me hicieron un comentario que me dio que pensar: "¿Por qué concluyes el relato en el momento en que debías empezarlo?". Obviamente a mí me interesaban los "porqués" y a mi comentarista los "cómo". Dos formas de entender el erotismo.

Pregunta: Y ahora ¿qué vas a hacer en ese empeño de marcarte retos? ¿Escribir a la pata coja?

Respuesta: El propósito que tuve al comenzar a escribir está cumplido. He recuperado el oficio. Ahora escribo suelto. Me siento con fuerzas para abordar la novela que tengo empezada y dejada de lado. Eso no significa que abandone Todorelatos. Escribiré de vez en cuando, pero no con la frecuencia que ahora lo hago. He de escribir aquí porque, en lo sucesivo y desde este mismo instante, luciré una nueva firma: "Trazada30. Autor TR de TR" de la que me siento muy orgulloso, porque ¿a ver quien me niega que ya soy un autor todorelatos? Autodenominarme así es mejor que escribir a la pata coja.

Pregunta: ¿Algo más? Ahora tienes oportunidad de decir lo que te apetezca.

Respuesta: Cuando hablamos de escribir sobre las treinta y seis categorías, comparábamos la empresa con la ascensión al Everest. Pues bien,- Soletina, Horny, Karenc, x360 –, queridos compañeros de cordada: Desde aquí arriba el paisaje es maravilloso. Animo, que ya os falta muy poco y ya sabéis que cuando lleguéis organizaremos una fiesta.

Como es lógico, aprovecho para saludar: A mi familia, a mis amigos, a todos los convecinos de mi pueblo y, por supuesto, al público en general.

Al terminar esta entrevista en plan Juan Palomo –yo me lo guiso, yo me lo como-, cumplo con la categoría número treinta y seis, doy por finalizada esta loca empresa y firmo, por primera vez y con legítimo orgullo, como

Trazada30

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