La Morena que quería ser sumisa
Ana había descubierto desde que conectaba a Internet el mundo de la sumisión y del sadomasoquismo y a través de una página había contactado con un Amo y ahora iba a conocerle.
Su Amo le había puesto varias tareas para comprobar que la chica iba en serio y de verdad era una buena sumisa. Su primera tarea era coger el tren que pasaba a las 9 de la mañana del sábado por la estación que había cercana a su casa y sentarse al final del tren, allí recogería una bolsa roja dentro de la cual iban unas braguitas blancas en las que estaba puesto su nombre de sumisa el cual iba a coincidir con el suyo ya que a su Amo su nombre le había gustado mucho.
Ana estaba a la hora indicada vestida como se le había indicado en el anden de la estación vestida con una camiseta de algodón blanca y un pantalón ajustado de chándal pegado a su piel de color gris llevaba una riñonera dentro de la cual llevaba sus cosas y el móvil, entró en el vagón indicado y recogió la bolsa, en el vagón no había nadie.
Ana recogió la bolsa la abrió y vio las bragas, en la siguiente estación entró más gente al vagón por lo que puso la bolsa sobre sus piernas, de repente sonó el sonido de un sms en su móvil, lo cogió y lo leyó.
"Puta cuando llegues a la estación termino vete a la tienda de ropa intima que hay frente a la estación pero no entres, quédate mirando el escaparate".
El tren llegò a la estación y Ana se bajó e hizo lo ordenado, cuando estaba allí, de la tienda salió una dependienta y la indicó que pasara dentro a la trastienda y la subió al piso de arriba quedándose las otras dos dependientas atendiendo la tienda, en cuanto pasó por la puerta la empleada de la tienda le sujetó del pelo y la empujó dentro indicándola que se pusiera en mitad de la sala de pies con las manos sobre la cabeza.
La mujer se fue desnudando poco a poco, era una mujer de pelo rizado de apenas un metro sesenta y cinco aproximadamente de estatura, ojos negros y labios carnosos, pechos medios con pezones pequeños y simétricos, vientre plano que dejaba ver su afición al ejercicio, el pubis rasurado y un culo prieto y respingón muy bonito que incluso que Ana que no era bisexual le gustó.
Cuando la mujer hubo estado desnuda hizo que Ana se pusiera en la posición de firmes colocándole la mujer un antifaz por el que no podía ver nada, entonces aprovechó el Amo para entrar en la estancia completamente desnudo y acercándose a Ana la sujetó del pelo y acariciándola la fue desnudando muy lentamente, primero la fue levantando la camiseta dejando al descubierto sus pechos, unos pechos medianos muy bien cuidados con unos pezones oscuros pequeños como dos fresas, el vientre plano y el pubis con el vello negro ensortijado y abundante, el culo respingón duro y redondo. La verdad era que la chica era una belleza no solo de cara donde parecía una gata sino de cuerpo donde estaba muy bien con el peso ideal y con curvas.
Zorra te tendremos que afeitar ese pubis, no crees Eva( era la encargada de la tienda)?trae todo lo necesario---ordenó el Amo.
La encargada asintiendo con la cabeza trajo un pequeño cuenco con espuma de afeitar, una brocha y una cuchilla y tijeras.
Primero con las tijeras fue quitando los pelos más largos que metió en dos bolsitas pequeñas y luego untando la brocha en espuma fue extendiéndola por todo el pubis de la sumisa arrancándola algún gemido cuando rozaba con las cerdas el clítoris, cuando hubo terminado la afeitó con suavidad y delicadeza dejándola completamente rasurada. Le pasó una crema con delicadeza para la piel y se hizo a un lado.
El Amo con la ayuda de su ayudanta Eva llevó a la sumisa a una mesa que había en un extremo de la habitación y la tumbó boca arriba con los ojos tapados las manos a los lados de la mesa extendidas y atadas con unas correas las piernas muy abiertas que hicieron emitir un pequeño quejido a la chica y también atadas, cuando estuvo inmovilizada y con el culo ligeramente levantado por una almohada gruesa que colocaron debajo de sus nalgas para que sus dos agujeros estuvieran al descubierto.
El Amo se colocó unos guantes de látex y echándose una crema lubricante en ellos fue acariciando el coño de la chica y diciéndole lo puta que era y revisándola para ver si estaba completamente limpia como la había ordenado, luego repitió lo mismo con el culo, el cual vio extremadamente limpio lo que hizo que se sintiese orgulloso de ella.
Sin avisarla siquiera y mediante un gesto hizo que su capataz Eva se colocase entre las piernas de ella y pasando la lengua primero desde el ombligo a la cintura con mucha lentitud luego bajando por las ingles hasta llegar al perine y subiendo por los labios dibujándolos y abriéndolos ligeramente con la mano fue comprobando como Ana se iba excitando enormemente mojándose entera y jadeando como una perra que hizo que su Amo la riñese y la diese un par de azotes con la fusta, fue siguiendo comiéndola el coño mientras le metía un dedo en el culo, en la posición que estaba dejaba al descubierto sus propios agujeros lo que hizo que el Amo que estaba sumamente caliente le metiese la polla con fuerza en su coño y cogiendola de los pechos y estirándoselos se la fue follando cadenciosamente e introduciéndola un consolador en el culo que hizo que las embestidas de él y las sacudidas del juguete revirtieran en los lenguetazos a la perra.
Después de estar un largo rato de ésta forma el Amo le sacó la polla y dirigiéndola a la boca de Ana la ordenó que le hiciera una mamada, a ver si era capaz de hacerla sin tocarle con las manos, la cogió con las manos del pelo y se la metió en la boca y fue haciendo que se la comiese hasta que Ana se fue en un largo y placentero orgasmo que hizo que con los dientes le apretase la polla e hizo que eyaculase en su boca sacándosela y observando como de ella caía multitud de semen destapándola los ojos para que viese que la que le había llevado hasta correrse era una mujer, cosa que la sorprendió al principio pero no dijo nada.
La soltaron e indicándola el baño la ordenaron lavarse, ducharse y perfumarse y ponerse las bragas que le habían sido regaladas en el tren.
Después de vestirse la ordenaron que esa noche estuviera a las 22 h a las afueras de la estación que iba a ir de juerga con Eva pero en vez de a los pubs que iba siempre a locales de ambiente donde se debía dejar ligar por mujeres sobre todo mayores que ella.
Este relato es imaginario pero si alguien quiere escribirme estare encantado de responder sobre todo a alguna chica.