QUE SUSTO SE LLEVÓ LA SECRETARIA
Yolanda era la secretaria en una pequeña empresa, llevaba la agenda de su jefa, en éste caso mujer, redactaba cartas y todas las labores propias de su puesto, era una chica de 28 años morena, de ojos azules, labios carnosos, los pechos eran de tamaño medio como dos huevos fritos con las aureolas del pezón de color café y pequeñas, el culo respingón y duro por todo el ejercicio que hacía y el pubis arregladito.
De repente sonó el teléfono y al otro lado sonó una voz autoritaria que hizo que le temblase todo su cuerpo pero que al mismo tiempo notase como se mojaba toda ella. Eran las dos de la tarde y a esa hora no había nadie ya en la oficina solo ella y su jefa que estaba revisando unos papeles.
La voz la dijo que a partir de ese momento iba a ser su Ama y que Yolanda iba a ser su perra, su sumisa, su esclava, su puta en definitiva y que iba a obedecer en todo ya que ella sabía todo lo que a nuestra protagonista la hacía empapar su coño.
De primeras, te vas a quitar la ropa interior que llevas y la vas a meter en el cajón de tu mesa--- la ordenó.
Yolanda con miedo observando si venía alguien o si su jefa pudiera verla se lo fue deslizando poco a poco por sus muslos, rozando su piel, superaba las rodillas, llegó a sus tobillos y de repente su jefa salió del despacho, no pudo coger el tanga con la mano y lo escondió como pudo con los pies en un lado de la mesa.
Su jefa se acercó a preguntarla si iba a quedarse a comer en su mesa o si iba a salir a comer fuera para asi poder dejar los papeles en la mesa si ella iba a estar allí. Yoli prefirió quedarse a comer en su puesto, al fin y al cabo había traído la comida. Su coño no paraba de mojarse, cada vez estaba más excitada.
La jefa se marchó y la chica aprovechó para guardar el tanga en el cajón, sonó su móvil, era la misma persona de antes:
Perra, ahora mismo vas a ir al servicio, te vas a levantar la falda y la vas a sujetar en tu cintura y así con el coño bien abierto te vas a dar bien de jabón en el y lo vas a lavar bien y luego te vas a masturbar así de pies pero no vas a correrte, vas a quedar al borde del orgasmo y vas a volver a tu asiento con la falda en esa postura--- la ordenó.
Yolanda quiso excusarse que era muy arriesgado pero su Ama impuso su criterio. Nuestra protagonista se levantó y fue con mucho cuidado hasta el baño de las mujeres, entró se situó en los lavabos mirando al espejo como la habían ordenado y vió como había un cd al lado de los lavabos y una nota que ponía que era una perra en celo y que la iba a dar una lección.
Ella cada vez estaba más caliente, lejos de estar enfadada por la situación, cada vez se excitaba más, mientras ella estaba así, su jefa había entrado y había ido a su mesa y había abierto el cajón descubriendo su tanga, lo cogió, lo olió y se imaginó a su perra como dentro de poco iba a estar a sus pies de forma literal.
Nuestra perra estaba en el baño tocándose el clítoris con la mano mientras con la otra se ayudaba estrujándose sus pechos y apretándolos cada vez más haciendo que su excitación subiese de forma absolutamente increíble, cada vez estaba más caliente, ya se había lavado el coño como la habían dicho y ahora ya se follaba el chocho con dos dedos, con fuerza, con decisión, estaba a punto de correrse y de repente paró.
Salió del baño tal como estaba y se fue hacia su mesa con mucho sigilo para no ser observada y se llevó el CD con ella, su jefa se había escondido en otro despacho desde donde podía observar a nuestra protagonista y no ser observada, además contaba con la ventaja de que los despachos se habían insonorizado para que las conversaciones no se pudieran oir desde los otros.
Observó como la muchacha había cumplido y venía con la falda donde la dijo con el coño completamente al aire y mirando a todos lados para no ser vista, se sentó en la silla mientras la jefa la veía todos sus movimientos y la volvió a llamar.
A las cinco de la tarde en punto perra te levantarás e irás a la oficina de Pablo por la pasarela de la derecha, la que cruza por encima del taller así podrán verte ese coño de cerda que tienes y lo guarra que eres viniendo al trabajo con una falda debajo de la cual se puede ver todo y más ahora que no llevas tanga o no debieras llevarlo si has obedecido, que no lo tengo muy claro y ahora mira el CD que cogiste en el baño.
Ella metió el CD en la unidad correspondiente y empezó a verlo y cada momento que pasaba se excitaba más pero a la vez le entraba una sensación de estar arriesgándose demasiado que le hacía tener miedo pero quería seguir adelante. Estaba llegando la hora para la prueba más difícil.
Se levantó y cogió una carpeta por lo menos para tener una excusa de tener que ir a la oficina de su otro jefe y no tener que parecer tonta, fue pasando por la pasarela muy lentamente para no hacer ruido pero tampoco podía ir tan lento porque entonces seguro que alguno se extrañaba y miraba, por si acaso no había llevado el móvil para que ninguna llamada inoportuna la traicionase.
Cuando llegó fue al archivo, estuvo un rato y volvió a su puesto por el mismo sitio como la habían ordenado, había pasado mucho miedo pero nadie la había visto o por lo menos nadie había dicho nada.
Se sentó y recibió la llamada, ya iba a contestar con el si, Ama, cumplí sus ordenes cuando oyó la voz de la jefa que la llamaba a su despacho para dictarla una carta, cuando volvió a su sitio entonces si recibió la llamada de la jefa que la preguntaba si había obedecido todas las instrucciones y la comentaba si todavía no se había preguntado porque ella sabía su secreto, que le gustaba ser una perra sumisa y lo puta que era y ella le contestó que no pero que cuando había visto el CD lo sospechaba y la preguntó había entrado en sui ordenador a través de internet o simplemente se había sentado en su sitio.
La Ama la dijo que había consultado su historial y había descubierto todo pero no la iba a decir nada, Yolanda entonces empezó a pensar quien podía ser pero le salieron como 50 personas que podía ser. Al día siguiente lo sabría ya que la Ama la había citado en una dirección.
Este relato es imaginario pero solicitado por una lectora, si queréis podéis escribirme a: