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Ane entregada a su novio

en Orgías

ANE  ENTREGADA A SU NOVIO

 

Antes de empezar el relato quiero aclarar que es un relato imaginario aclarándolo para que luego no me lo digáis como echándomelo en cara.

Ane llevaba saliendo con su chico un año y unos meses. Estaban bien, la relación avanzaba e iba ganando en madurez. Su sexo era muy bueno. Ella disfrutaba mucho porque su chico aparte de tremendamente pasional lo mezclaba a veces con una gran ternura pero un sábado que habían quedado en casa de él para estar solos los dos se activó una nueva dimensión en su relación.

Para calentarse primero mientras se besaban y acariciaban pusieron el portátil conectado a la gran televisión. Para sorprenderla Roberto escogió un video de BDSM pero no muy duro para que Ane no se asustase y se jodiera la noche. En el sofá Ane lo fue desnudando, primero soltando los botones de la camisa y sacándosela. Luego cogió el cinturón. Abrió la hebilla y de un solo empujón la fue sacando hasta dejarle sin cinto.

Con él empujó su cabeza hasta sus turgentes y poderosos pechos que todavía se escondían tímidos bajo su vestido de lanilla. Ahora se volvió a agachar y él se puso de pies. Lo bajó los pantalones y se los sacó. El la cogió suavemente de la larga melena morena y la estiró un poco. Ella con la boca dibujaba su polla por el bóxer haciendo que se pusiera más dura y tensa.

Cuando ella creyó que el ya estaba a tope metió la mano debajo de los gayumbos y apretó los huevos y con la otra mano lo empujó al sofá.

Ella se levantó y comenzó un baile sugerente y sensual. Su melena negra se movía a espasmos mientras su cuerpo giraba e iba de un lado a otro. Fue levantándose la falda hasta quitarse el vestido del todo. Debajo no llevaba nada salvo un minúsculo tanga que hizo morder a su chico para desprenderse de él. Su cuerpo le encantaba. Unos pechos medianos que quizás debido a su edad pero a pesar del tamaño se mantenían enhiestos y con los pezones casi apuntando al techo. Un culo redondo, no pequeño pero absolutamente perfecto con dos nalgas que se besaban ocultando su trasero tesoro. El pubis depilado salvo un pequeño mechón.

Roberto no aguantó y la hizo ponerse a gatas con la cara mirando hacia el televisor donde dos sumisas vestidas con una túnica romana ataban a otra desnuda a dos postes. Una Ama se acercaba con una fusta y comenzaba a azotar el culo de la sumisa.

En el salón Roberto follaba a su chica y viendo la película se ponía más caliente cada vez y la dio un azote en la nalga. Nunca lo había hecho. Ella en lugar de enfadarse también se había excitado con la película y pidió más. El la dio más pero teniendo cuidado para no pasarse y fueron así hasta que ella tuvo un gran orgasmo acompañado de gemidos y pequeños gritos y él correrse sobre su espalda tras habérsela sacado.

Se ducharon juntos y luego se fueron a la cama a dormir. Iban a pasar la noche juntos. Los padres de Roberto no estaban. Cuando estaban en la cama abrazados y con la mano del chico acariciando cuerpo de ella Ane rompió el hielo y preguntó:

Rober, hace poco leí un libro del Marqués de Sade y ahora al ver la peli me puse como una moto. Esas pelis nunca me habían puesto cari y ahora tengo no se miedo de que me guste pero curiosidad de todas esas cosas.

Pues yo te tengo que confesar algo. Yo antes de conocerte fui sumiso de una mujer que conocí por la red y me descubrió el BDSM. Desde que estoy contigo no repetí por respeto a ti pero mantengo la amistad con ella y con el grupo----  confesó Roberto.

No jodas tío, la verdad gracias por la confesión, no puedo echarte nada en cara porque fue todo antes y encima has hecho que me moje de nuevo jijijiji.

Pues si quieres te presento al grupo e intentas que te acepten, tu rol sería el de sumisa y aunque el mío sea para ell@s sumiso para ti seria tu Amo pero antes de que decidas nada te doy un mes donde deberás decidir si aceptas o no. Para informarte te suministraré las webs o películas o lo que desees o si quieres buscarla tu. Para el 15 de julio deberás haber decidido, la persona que te preguntará tu decisión puedo ser yo o no, cuando llegue lo sabrás. Como habrás adivinado te pueden tocar tanto mujeres como hombres con lo que si no quieres mantener relaciones lésbicas debes decírmelo y entonces no seguiremos.

Acepto informarme, lo de tener sexo con una chica la verdad es una especie de fantasía que tengo hace tiempo. Nunca probé nada ni siquiera un beso pero hasta que no pruebe no sabré pero quiero que me prometas una cosa amor, que aunque yo entre nuestra relación de pareja no cambiará.

Roberto la atrajo hacia él y la prometió que no cambiaría nada.

Durante ese mes su relación fue como siempre y no hablaron de nada de BDSM. También ese era el trato.  Llegó el día 15. Roberto no la había dicho nada ni siquiera un mensaje pero como solían hablar siempre por la noche ella pensó que al llegar la noche él le preguntaría. Estaba deseando decirle que sí, que quería formar parte del grupo.

El quince de julio ella había ido a la ciudad a comprar unos bañadores y a dar un paseo. Ahora estaba en la cola del autobús, unos metros detrás sin ella saberlo estaba otra de las sumisas del grupo que admiraba su cuerpo.

Lucía que así se llamaba la otra sumisa se estaba excitando solo con imaginar que unos días después podría acariciar ese culo y hundir su cara en esos pechos. Roberto no había mentido y esa chica era un auténtico bombón. Ahora debía pensar como darle la nota que la Ama y Roberto la habían dado para Ane.

Ya tenía la idea como hacerlo, tal y como estaban situadas en la cola, salvo que Ane conociera a alguien se sentaría pegada a la ventana y ella tendría la opción de sentarse a su lado sin que la chica sospechase nada. Fueron montando todos los viajeros y como pensaba Ane se sentó sola, lo hizo en el lado derecho en los asientos que estaban sobre la salida del bus. Ella se sentó a su lado en el lado del pasillo.

Sacó su libro y se puso a leer. A su lado Ane escuchaba música por el móvil. Cuando llegaron a destino Lucía sabía en qué parada se bajaba la chica y ella decidió bajarse una parada antes. A la hora de bajarse se levantó a última hora y sin que la chica lo notase había metido la nota en una de las bolsas

Ane bajó del autobús en su parada y llegó a casa. Fue a su habitación. Estaba sola. Sus padres estaban fuera. Comenzó a sacar lo que había comprado de las bolsas cuando al sacar uno de los bikinis una pequeña cartulina se cayó al suelo. La recogió y leyó:

HOLA ANE, SOY EVA LA QUE TE GUIARÁ. SI TU RESPUESTA A LO QUE YA SABES ES SI

ESCRIBE A: XXXXXX@XXXXX.XX

Ane sintió un gran escalofrío seguido de una oleada de calor en su coñito. Se había excitado solo con leer la tarjeta. Su respuesta es si. No sabía que escribir ni que debía hacer así que envió el mail poniendo: Soy Ane, la respuesta es sí.

Diez minutos después recibió la llamada de Roberto. Estaba muy feliz y ella sintió lo mismo. Le amaba y aunque sabía que si la respuesta hubiera sido no nada hubiera cambiado quería hacerle ese regalo y que coño, ella deseaba entrar en ello.

Antes de éste mes de reflexión alguna vez había visto algún video pero ahora era distinto. Ahora iba a ser real.

Ring, ring.. había recibido un e-mail. Era de la Ama.

Hola zorrita, tu te crees que esa es una respuesta. Bueno, supongo que será por tu inexperiencia . Así que ahora quiero un mail en que me cuentes lo que te gusta , lo que aun no gustándote harías y a lo que te negarías y bajo ningún concepto harías. Cuando lo envíes recibirás un e-mail con la dirección donde deberás acudir y como deberás ir vestida para la cita.

Cumplió con el e-mail y al de unos cinco minutos recibió un e-mail con las instrucciones. Estas indicaban:

Deberás llevar tu melena al viento como siempre la llevas. Vestirás un vestido azul como en la foto. En el mail había un archivo adjunto que era ella vestida con el vestido azul que llevaba el día que recibió la nota. Tal y como estaba tomada la foto la persona que hizo la foto y la persona que le metió la nota en la bolsa debería ser la misma. Debajo llevarás unas inocentes braguitas blancas. La cita será mañana. Es en XXXXX, en la calle XXXXXX nº X, es una casa antigua de campo que esta reformada por dentro para no despertar sospechas. En la parte que da a la carretera está cerrada por un muro y una verja que está cerrada por un par de cadenas y un candado. Rodea el muro y en la parte trasera hay una pequeña puerta con una cerradura cuya llave está a la izquierda en un hueco en el muro. Cuando entres a la izquierda verás un buzón y allí encontrarás un collar y un antifaz. No hace falta decir que deberás ponerte las dos cosas. La cita será mañana a las cinco de la tarde.

Ane esa noche no durmió. Al día siguiente compró en una mercería las braguitas. Tenía la sensación que la dependienta de la tienda se iba a dar cuenta para que las quería porque casi las escogió por ella. Aparte compró un tanga de estilo deportivo y otro más sexy. Subió a su casa y comió con sus padres. Puso luego la excusa que pasaría el fin de semana con su novio y preparó una pequeña maleta y fue al autobús. Llegó a su destino. Allí estaba la casa y rodeó el muro. Buscó la llave. La encontró y abrió.

Joder!!!! La casa estaba rodeada por un jardín bellísimo pero con algún poste que no parecía estar en consonancia con el jardín si no lo asociabas con el BDSM. Cogió el antifaz del buzón y el collar. Acarició el collar, olió su cuero y vió su diseño. Delante llevaba una argolla, lo mismo que a los lados. Se lo colocó y luego se puso el antifaz. Se quedó quieta y oyó un ruido como alguien pisando la hierba y en unos segundos sintió a alguien a su lado.

Tranquila y no te muevas. Le dijo una voz femenina.

Notó como le colocaban algo en el cuello y tiraban de ella. Acompasó sus pasos a los de la mujer que conducía el collar. La hicieron parar.

Ya estás ante mí, arrodíllate perrita----ordenó la voz que se identificó como Ama Eva.

Ane se postró ante ella a tientas. Se quedó quieta a la espera. Alguien desde su espalda la cogió de la cabeza obligando a ponerse a cuatro patas y cuando así estuvo todavía debió bajar más. Ahora notó un pie en sus labios y por instinto lamió el pie hasta que la persona que la hubo empujado la levantó agarrándola de la melena y luego haciendo que se pusiera de pies.

Ahora zorrita desnúdate y quédate en braguitas.---- ordenó la Ama.

Ella, más nerviosa que otra cosa fue levantándose el vestido hasta quitársele, en el salón se oyó algún suspiro. Se quedó en braguitas. Ama Eva se colocó detrás de ella y la quitó el antifaz y el collar.

Ane abrió los ojos y vió a un lado completamente inmovilizado a Roberto su novio. Las muñecas atadas a los postes y los tobillos con unas tobilleras también. Llevaba una mordaza para no poder hablar. Estaba completamente depilado o rasurado. Su cuerpo no tenía ni un solo pelo. Al otro lado había dos chicas que por la postura que adoptaban y lo que ella se había informado eran sumisas. A una la conocía. O por lo menos le sonaba su cara. A la otra no la conocía pero parecía de su edad o similar. Más allá a los lados de una pared dos chicas algo mayores, una con unos ojos almendrados, labios finos, dos buenos pechos más bien pequeños y cuerpo lleno de curvas. La otra con una melena leonada cobriza. A un chasquido de dedos de Ama Eva entraron en la habitación dos hombres parecían recién salidos del gimnasio sin nada de vello y bien dotados. Ane para esas alturas ya estaba sumamente caliente. Los dos hombres se acercaron y la cogieron y la llevaron a una zona del sótano que estaba a oscuras. Una de las mujeres del fondo dió la luz y lo pudo ver.

Era como un gran trono de madera, el respaldo alto pero en el asiento había algo distinto. El asiento era como dos anchos listones de madera con unas correas de cuero. En las patas unas tobilleras. La hicieron sentarse en el trono, Su espalda la pegaron al respaldo y la sujetaron con una gran correa de cuero. Luego en los pezones colocaron otra pero ella notó que la correa llevaba algo metálico que la pinchó cada pezón.

Su cuello lo inmovilizaron con otra correa. Las manos en los apoyabrazos. Los tobillos a las patas con las tobilleras y los muslos al asiento con dos correas pero esas correas llevaban algo metálico también. Ama Eva hizo una indicación y los dos hombres movieron primero la silla hasta situarla en mitad de la estancia.

Luego ellos dos se retiraron a ambos lados y soltaron a Roberto de donde estaba atado y lo llevaron frente al trono. Ataron sus manos a dos argollas que colgaban del techo. Luego sujetaron los pies al suelo.

Mira Ane. Roberto fue mi sumiso durante un año. Cuando te conoció y empezasteis a salir seguimos siendo amigos pero la relación Ama sumiso se rompió. No te quería hacer daño. Si no hubieras aceptado él no se lo hubiera tomado a mal. A mí me has sorprendido no solo porque hayas aceptado sino porque a la vez quieras probar con mujeres y el BDSM. También por los limites que has puesto que casi no han sido ninguno. Ahora empezaremos que sepas que en cualquier momento puedes parar la sesión para ello deberás decir STOP. Por ello no se te ha amordazado. Si has entendido todo y decides ponerte en mis manos y que solo existan los límites que tú misma has marcado dime la frase: Me entrego ante Usted Ama Eva y deseo ser su alumna. Por cierto y antes que se me pase hasta que un sumiso o sumisa entre en el grupo tu deberás obedecer a cualquiera del grupo. Para que los reconozcas llevarán un collar o un llavero o algún distintivo que te mostrarán si no los reconoces cuando te propongan algo. Aunque sabes que el BDSM no es solo sexo o es más que sexo tu deberás tener sexo con quien lo solicite del grupo.

Ane en ese caso dudó pero miró a su chico la erección que tenía y sabía que ella misma también lo deseaba y dijo con voz clara:

Me entrego ante usted Ama Eva y deseo ser su alumna.

Eva hizo un gesto y las dos mujeres acercaron una batería que colocaron en el respaldo de la silla. Luego una de ellas fue comprobando las correas del pecho y las otras y metiendo el dedo bajo las mismas para ver que las partes metálicas estaban en contacto con la piel y vertió un poco de una crema transparente.

Una de las sumisas trajo un llavero y un collar que le fueron mostrados indicándola que serían suyos si superaba la prueba. Esa misma sumisa se agachó entre sus piernas y con unas pinzas arrancó un poco de vello púbico que introdujo en el colgante y otro poco en el llavero.

Gracias a Dios zorrita que te has dejado algo de vello porque si no solo hubieras superado la prueba cuando te hubiera crecido.

La otra sumisa que era la que ella creía que conocía.

Si, no lo pienses de esa forma que me he dado cuenta que la miras así porque crees que la conoces y si la conoces, se sentó a tu lado en el autobús, te dejó la nota y sin que tú te dieras cuenta te hizo la foto para que yo viera que Roberto decía la verdad, que tu culo era insuperable. Sé que Roberto no ha desflorado tu culo y eso me gusta. Por cierto el de ésta chica está bien desflorado. Roberto lo hizo alguna vez antes de conocerte. Ahora ella te acercará el culete y tú se lo morderás.

Ane obedeció y la dio un mordisco. Tenía un culo también duro y respingón solo que más pequeño que el suyo. La otra sumisa se acercó, se frotó contra la mano de Ane y cogiendo un dedo de nuestra protagonista lo pasó por su coño. Luego la misma sumisa introdujo un dedo en el coño de Ane y lo sacó mojado. Se lo dio a probar.

Ane estaba sumamente excitada. La segunda mujer del fondo se acercó y se arrodilló entre sus piernas. Arrancó sus braguitas blancas, las pasó por su coñito y luego se las entregó a la Ama. La Ama todavía no se había mostrado ante la sumisa. Ahora la vió. Era una mujer no muy alta, pechos pequeños bien duros rematados por unos pezones marrón oscuro. Un culo duro y respingón y un vello púbico casi rasurado salvo por una pequeña línea vertical. La mujer entre las piernas de Ane colocó dos pinzas ajustables en la tensión para que no la dolieran porque estaban puestas para otro fin. En esas pinzas colocó otras muy pequeñas como dos bocas de cocodrilo que iban unidas por unos cables a los otros electrodos del resto del cuerpo y en el ano introdujo un pequeño plug metálico que terminaba en una pequeña superficie plana y que había untado con la misma crema que habían untado el resto de electrodos.

Las dos sumisas más mayores que eran las del fondo condujeron a las otras dos a tres postes y allí las situaron inmovilizadas y acercaron una mesa con varias fustas, cañas etc.

Ahora Ama Eva la susurra al oído que el espectáculo está frente a ella. Allí uno de los hombres está arrodillado y con la lengua le lame el culo a Roberto, eso hace que Ane se ponga sumamente cachonda. Eva lo ve y la besa en la boca y activa la batería y la corriente. Ane se da cuenta que las partes metálicas de los muslos y los pezones son para eso. Ella se moja más y más y eso hace que al mojarse más la corriente sea más intensa. El hombre que estaba comiéndole el culo a su chico se levanta y pone su polla a la entrada del culo de Roberto y empieza a empujar hasta que la tiene toda dentro. Comienza a follarle. Su cabeza la pone sobre el hombro de Roberto haciendo que el chico mire a su novia y él también.

Ella está cada vez más caliente. La electricidad hace que ella sienta como si la follasen. Una de las sumisas que están custodiando a las otras dos sumisas se acercó a Ane y cogió un gran consolador que terminaba en la punta en una esfera y tenía una gran vibración y lo colocó en el clítoris de Ane.

AAHHHH, siiiiii, joder no puedo más me puedo correr?----- decía Ane.

Eva se acercó y de un sopapo la cruzó la cara.

Zorra, eres una puta perra, solo puedes gemir pero no articular ninguna palabra. Si lo has entendido mueve la cabeza de arriba abajo y sigamos.

Ane obedeció y se convulsionó por el orgasmo. La sumisa que tenía el vibrador que estimulaba el clítoris de la chica introdujo un fino vibrador para que estimulase la pared anterior de la vagina y con el de la esfera estimulaba el clítoris.

Por otra parte la otra sumisa que estaba suelta y Eva fueron azotando a las dos sumisas atadas y el hombre que estaba follandose a Roberto no pudo aguantar más al sentir que el chico por el placer que le provocaba la felación que el hombre que estaba libre le estaba haciendo. Cogió su polla antes de eyacular y fue donde Ane eyaculando sobre los pechos de la chica. Ahora el hombre que hacía la felación fue y penetró a Roberto. En el otro lado Eva y la otra mujer sodomizaron con dos arneses a las sumisas jóvenes. Antes habían metido unos plugs vibradores en sus conejitos sujetándolos con la mano mientras las sodomizaban. Sus pelvis golpeaban las nalgas doloridas de las chicas. Ane con semejante espectáculo no podía aguantar e iba enlazando orgasmo tras orgasmo y eso que el dolor había crecido porque lo que había bajo las correas de los muslos eran unos cilicios y la chica había aumentado la electricidad hasta que era doloroso y se mezclaba con el gran placer que sentía. El hombre que follaba a Roberto también se salió del sumiso y eyaculó en la cara de Ane. Ahora las dos chicas que estaban sodomizando a las sumisas jóvenes tanto Eva como la otra sumisa soltaron a las otras chicas llevaban ensartadas a las chicas por el culo hasta sentarse con ellas en el suelo. Las abrieron bien las piernas y los hombres las penetraron tras ponerse los pies en sus hombros.

Por otro lado quedaban libres Roberto atado con Ane en la silla y Ainhoa en el suelo. Ainhoa se levantó y soltó a Roberto. Lo besó apasionadamente mientras con la mano masturbaba su polla. Ane en lugar de sentir celos sintió más excitación.

Ane ahora Ainhoa te va a soltar las manos y quiero que te masturbes con todo lo que ves.-----ordenó Eva.

Ainhoa como había dicho Eva soltó las manos de Ane para que se pudiera masturbar. Se comenzó a tocar casi con furia pero no por enfado si no por placer. Ainhoa cogió a Roberto y lo puso a 4 patas para que éste le comiera el sexo a su chica. El obedecía mientras Ane con sus manos guiaba su cabeza entonces él no pudo ver como Ainhoa se ponía un arnés y lo ensartaba de una sola vez.

Roberto recibía las embestidas y con la mano Ainhoa lo masturbaba. Cuando el chico estaba cerca de correrse Ainhoa soltó a Ane y la hizo chupársela a su novio pero éste no pudo aguantar mucho y eyaculó en la boca de su novia a la cual se le caía por las comisuras de los labios. Ainhoa entonces se levantó y condujo a Ane al baño especial que tenían en un lateral de la habitación principal que estaba alicatado en toda su extensión. Y con un canal en el medio donde caer el agua. La dejó sola y aparecieron todos y todas.

Primero los tres hombres la orinan. Luego las mujeres una a una y por último la Ama. Ahora la Ama la conduce a la ducha y allí se duchan las dos, besándose y acariciándose. Eva la premia con esta muestra de cariño y dulzura por su buen comportamiento. Salen y Maider la otra sumisa más veterana que tenía unos 30 años la seca y la pone el colgante y la da el llavero que debe llevar siempre encima jajaja cuando no estén evidentemente dentro de esa casa que es la sede del grupo.

Esa noche Ane la pasó con Eva en la habitación de la Ama. Roberto con Ainhoa. Maider con uno de los otros hombres, el segundo hombre con Alicia y la última chica durmió en una de las celdas.

Este relato como dije al comienzo es imaginario pero si queréis podéis escribirme sobre todo mujeres a:

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Renata

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Sopresa matutina

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Patricia

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Sonia en su cuarto

Fin de semana en un hotelito

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La llave y el candado (1)

La llave y el candado

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Diana de marcha nocturna

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Dobles parejas

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El pastor

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Novata en el reino de sade

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Tequila

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La iniciación (1)

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La iniciación

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Fantasía hecha realidad

Las vacaciones

Sumisión en la granja (3)

Juerga fructifera

Eva y Mario caen en el volcan

El señor y la criada

A través de la sumisión llegó al cenit sexual (5)

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Sumisión en la granja (1)

Relato conjunto

Sumisión en la granja