EL ENCUENTRO
Llegó a la ciudad donde vivía su Amo dispuesta a obedecer, durante sus sesiones de dominación virtuales había conseguido lograr hacer muchas cosas que nunca creería que lograría.
Fue a la dirección indicada, iba vestida como el Amo la había ordenado, con un pantalón negro y una blusa del mismo color, debajo llevaba un sujetador negro pero no llevaba tanga se lo había quitado en el baño de un bar donde había entrado a tomar un café y se había puesto las pinzas de la ropa en los pezones, una en cada uno y las otras dos en el coño, tal y como su Amo deseaba, ya que los deseos de su Dueño eran ordenes para ella, aunque al comienzo de la relación era un poco rebelde, cada vez lo era menos y lograba ser más audaz cada vez.
Llegó y tocó el timbre, una voz desde dentro la dijo está abierta y ella entró y cerró la puerta. Nada más entrar dejó la bolsa donde traía la ropa, la poca ropa que su Amo la había permitido traer y se colocó un antifaz en los ojos como le habían mandado, luego esperó de pies las ordenes.
Así estuvo unos minutos que se le hicieron eternos hasta que volvió a sonar el timbre de la puerta y su Amo la gritó:
Puta, abre la puerta pero sin quitarte el antifaz.
Obedeció con la cabeza gacha como era su obligación, era una amiga de ambos a la que el Amo había invitado a presenciar la sesión. La nueva invitada entró y pasó a la habitación que la habían asignado, colocó toda su ropa en el armario y pasó a la sala que iba a hacer de mazmorra y cuando se hubo sentado se lo comunicó al Amo que colocó un collar de perra a la sumisa y obligándola a ponerse a cuatro patas la llevó así hasta la mazmorra, cuando llegaron allí estirándola del collar la hizo que lamiese los pies descalzos de la otra mujer y subieses hasta sus rodillas lamiendo.
Luego la volvió a poner de pies en mitad de la habitación, todo el rato con los ojos tapados, la otra mujer mientras se desnudó y desnudó al Amo besándose apasionadamente con él mientras acariciaban por encima de la ropa a la perrita. Cuando acabaron de magrearse la mujer se sentó y el Amo se colocó detrás de la perrita y empezó a besarla en el cuello alternándolo con azotes en su culo con la mano y la comenzó a desabrochar la blusa botón a botón mostrándoselo a la mujer.
Siguió con los pantalones y el sujetador dejándola desnuda con solo las pinzas puestas, las cuales con un golpe de una vara de bambú tiró al suelo. Con los pies abrió sus piernas, todo el rato la fue susurrando lo zorra que era y como se la iba a follar toda la noche y como la iba a hacer estar como una autentica esclava sexual y como sabía que eso la encantaba, para empezar la iba a estrenar ese culo que ella tanto deseaba ver follado.
Nerea que así se llamaba nuestra protagonista era de estatura media, piel color café, cabello moreno, labios carnosos y ojos negros, pechos grandes ligeramente caídos con dos pezones marrones de aureolas grandes, el culo un poco grandecito pero al igual que las piernas muy duras por el ejercicio, el pubis lo llevaba rasurado como regalo a su Amo.
La condujo hacia una mesa baja y la tumbó sobre ella más bien hizo que su cuerpo se dispusiese sobre la mesa ya que resultó de las medidas perfectas, los brazos atados a cada una de las patas de la mesa al igual que las rodillas. La otra mujer hacía de su asistente y le iba pasando todos los instrumentos, le dio una crema con la que untó a conciencia el culito de la perra y sus dedos también después de haberse puesto unos guantes de látex para que deslizasen mejor con la crema, introdujo un dedo y lo fue girando, luego otro los hacía girar dilatando cada vez más el agujerito, luego tres y al final cuatro, observaba como la perra emitía bufidos porque su culo ya estaba al limite.
Entonces cogió su polla y la puso en la entrada del culo y empujó suavemente, entró el glande y un cm de polla aproximadamente, entonces se quedó quieto e hizo varios movimientos de entrada y salida de lo que tenía dentro hasta que notó como la perrita había convertido sus quejidos en jadeos, de un golpe se la clavó toda.
Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy. Chilló como si la hubieran puesto un hierro incandescente en la piel.
Empezó entonces un movimiento de mete y saca de la polla en el culo, muy suave al principio pero penetrándola profundamente mientras la otra mujer se había sentado en un sillón delante de la cara de la esclava y se había comenzado a masturbar acariciándose el clítoris y frotándose con la otra mano los pechos estrujándolos y apretándolos y jadeando fuertemente.
Mientras el Dueño se follaba a la perra el culo y la daba pequeños azotes en las nalgas a ritmo rítmico y con un pepino se lo fue introduciendo en el coño hasta que lo tuvo bien ensartado, el Amo ya estaba a punto de correrse cuando ella tuvo un gran orgasmo que aceleró la eyaculación del Dueño que se la sacó para lanzar todo su semen en forma de chorros en la espalda de Nerea haciendo pasar la polla entre las nalgas masturbándose con ellas para los últimos movimientos.
Se levantó y se dirigió donde la otra mujer cogiéndole ella la polla con la mano se la metió en la boca empezando a hacerle una mamada limpiándole todos los restos de la corrida y poniéndosela dura de nuevo.
Cuando así estuvo se tumbó boca arriba en el suelo y la otra mujer de nombre Dania se levantó para soltar a la perra y clavarla sobre la polla del Amo para que se lo follase a lo que ella muy gustosamente accedió, la colocó unas pinzas en los pezones y con unas pequeñas cuerdecitas colocó unos pesos sobre las pinzas y Dania se puso un arnés con una gran polla negra que le clavó a la zorra de Nerea en todo el culo, iniciando un movimiento acompasado, el juguetito tenía una doble polla que entraba al mismo tiempo en su coño consiguiendo que con cada acometida sobre el culo de la esclava ella se follase a si misma, cada cierto tiempo la colocaba pequeños pesos en las pinzas, las dos mujeres jadeaban al mismo ritmo y esos gemidos hacían que él se pusiera cada vez mas caliente y notase como su momento de correrse estaba próximo y avisándolo se la sacó a la zorrita y poniéndose de pies hizo que las dos mujeres se arrodillasen y se la comiesen las dos juntas, paró un poco y las tumbó en el sofá boca arriba y las fue follando el coño alternativamente, pero en un momento dado dejó a Dania en la habitación jugando con los juguetes y fue a la ducha con su perra, allí hizo que lo lavase a la perfección y le comiese el culo mientras le acariciaba la polla y cuando hubo terminado él también la bañó a conciencia pero follándola el coño hasta que se corrió llenándola la cara de semen.
Este relato es imaginario pero va dedicado a una autora cuyos relatos que escribe en esta misma pagina me encantan. Si quieren escribirme sobre todo mujeres pueden hacerlo, pero les pediría que si me van a agregar al msn me escribieran aunque solo fueran dos líneas.