PATRICIA, MARIA Y...........FERNANDO
Patricia y Maria eran dos chicas jóvenes que solían chatear a veces en chats de lesbianas porque aunque habían tenido novio las dos ahora estaban libres y aunque les seguían gustando los chicos querían probar aunque solo fuera una vez con una mujer, iban hablando y cada vez cogiendo más confianza pero querían hacerlo bien y quedaron un fin de semana en la ciudad de Maria para tomar un café y si la cosa funcionaba pues acostarse juntas y hacerlo por primera vez.
Quedaron en el bar del hotel donde se alojaba Patricia y primero llegó Patricia y esperó a su amiga y la vió llegar con el pelo rubio largo al viento, vestida con unos pantalones de lino atados a la cintura con unos cordoncitos y una camiseta que parecía una talla más pequeña y que mostraba su ombligo. Se dieron dos besos como dos buenas amigas e iniciaron una charla intranscendente pero se veía que había atracción y que todo iba a acabar en la cama. Patricia no sabía si por el hecho de estar en otra ciudad y que no la conociera nadie se sentía muy cómoda y empezó a jugar con el pie pasándolo por la pierna de Maria de manera sensual mientras cada vez que sorbía su café luego se pasaba la lengua por los labios mientras se comía con la mirada a su amiga.
Pagaron el café y cogieron el coche de Maria y fueron a su casa. En el ascensor se fundieron en un volcánico morreo, sus labios se apretaban los unos contra los otros mientras se acariciaban por todo el cuerpo, estaban desatadas. Llegaron a la planta donde vivía Maria y ésta abrió la puerta mientras su amiga la besaba en la nuca y metía las manos por debajo de su camiseta y llegando a sus pechos los cogía con las manos acariciándolos.
Entraron en la casa y Maria la condujo de la mano al dormitorio donde se desvistieron la una a la otra como si tuvieran prisa y se tumbaron en la cama. Primero Maria la hizo ponerse boca arriba a su amante y la fue besando en la frente, luego en los párpados mientras con la mano la acariciaba todo el cuerpo, cada cm de piel extrayendo de la chica gemidos alternados con pequeños jadeos. Siguió por la nariz con la punta de la lengua hasta llegar a los labios los cuales rodeó para hacerla rabiar y después de acariciar con la palma de la mano el coño de su invitada y coger sus fluidos se los hizo probar en su mano.
Patricia lamía la mano de su partenaire como si fuera el dulce más sabroso para después hacer ella lo mismo con el sexo de Maria. La anfitriona ya había llegado a los pechos de su amiga y los lamía con mucha suavidad para luego succionarlos con autentica lujuria, era verano y hacía calor y los dos cuerpos abrazados estaban brillantes por el sudor y la saliva de los lenguetazos que cada una daba a su compañera. La temperatura sexual subía por momentos.
Ya había llegado Maria al sexo de su amiga y se habían puesto en la postura de 69, se besaban con fruición y autentica ansia por amarse para después penetrarse con la mano, dos dedos en el coño y uno acariciando el ano, estaban muy calientes, después subieron y se colocaron una frente a la otra besándose mientras se miraban a los ojos y se masturbaban mutuamente hasta que las dos explotaron en un orgasmo.
Riiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnng------ sonó el portero automático.
Esperas a alguien?--------- preguntó Patricia.
Déjame que piense...........¡Mierda! se me había olvidado, le dije a Fernando que viniera a mirarme una cosa en el ordenador pero le despido ahora mismo.----respondió Maria.
No hace falta, tenemos todo el fin de semana además esta noche pensaba dormir aquí y mañana cancelar la reserva del hotel y venirme a pasar el fin de semana aquí si no te importa--- respondió Patricia.
Claro que no, amor----- dijo entusiasmada Maria.
Entretanto Maria había abierto el portal a Fernando y éste llamó a la puerta. Abrió María vestida únicamente con una bata en la que se veía bastante el escote. Patricia se estaba vistiendo en la habitación y oyó como Fernando la decía a Maria si se había pensado lo de ser su sumisa y ella respondió que si pero que si podían empezar desde el lunes porque tenía invitada a Patricia a la chica que le había presentado en el chat, él se acordó de ella y la dijo que igual a Patricia también le gustaba ser una perra sumisa y la verdad es que a Maria se le humedeció el coño solo de pensarlo pero no sabía si a su nueva "amiga" le iba a gustar la idea pero antes de que pudiera reaccionar vió como Patricia completamente desnuda se arrodillaba ante Fernando y agachaba la cabeza en una postura completamente sumisa. Maria en lugar de protestar o decir algo optó por imitar a su amiga. Fernando cerró la puerta y las hizo ir a cuatro patas hasta el baño.
Allí le ordenó a Maria que rasurase a su amiga hasta dejar su coño, perineo y ano completamente limpio de vello. Maria lo hizo con sumo cuidado. Luego las condujo hasta el salón y las hizo estar de rodillas y fue al armario donde sabía que Maria guardaba algunos juguetes y algunas cosas que sabía le gustaba usar y cogió una percha de pantalones con cuatro pinzas y la trajo. Pinzó cada pinza en cada pezón de las dos chicas, las dos enfrentadas y cogió un gancho que colgó de la percha e hizo que Patricia le desnudase mientras Maria la masturbaba, tenían que moverse las dos al mismo ritmo para que las pinzas no las torturasen excesivamente.
Terminaron y al quitarles las pinzas supieron lo que era el dolor, fue como una llamarada en su cuerpo pero algo que hizo que sus coños se mojasen mucho. Entonces las hizo que una de ellas le hiciera una mamada y la otra mientras tanto le hiciera un beso negro. Maria fue la que se tuvo que centrar en el beso negro, se puso a la tarea con dedicación, le abría las nalgas y con la lengua dibujaba un circulo en el ano mientras con los dedos luego se lo masajeaba. Patricia mientras le daba besos en la punta del glande para después darle un mordisco tan sútil que tensaba la verga aún más. Cuando con los lametones y juegos en el frenillo consiguió ponerla extremadamente dura se la introdujo en la boca dedicándole una gran mamada en el mismo momento que su amiga le penetraba con un dedo en el ano buscando estimular la próstata porque sabía que ese era el punto G masculino.
Entonces Fernando que sabía que Patricia nunca había probado el sexo anal y viendo ese bellísimo y duro culo se puso a cuatro patas atrayéndola hacia él, ella se asustó por el miedo a ser herida pero él solamente amagó e hizo que Maria cogiera un pequeño tubo de vaselina y se lo fuera dilatando con los dedos hasta que lo vió preparado, entonces él la penetró de una sola vez pero con mucha lentitud para que se fuera acostumbrando para luego follarla con mucha fuerza mientras ella se comía el coño de Maria haciendo que esta llegara al orgasmo muy rapidamente y luego fuera alternando uno tras otro mientras follaba con los dedos y lamía el clítoris de Patricia, la joven tuvo un grandísimo orgasmo que hizo que casi se desmayase y que se contrajera muscularmente a tope y atrapara la verga de Fernando eyaculando éste llenándola de semen entera. Salió de ella y el semen caía por los muslos de la chica limpiándolo Maria con autentico ardor para después fundirse en un lujurioso beso con su nueva "amiga" para quedar las dos dormidas a los lados de Fernando.
Cuando se despertaron los tres se ducharon y salieron a cenar para volver pronto y convertirse las dos en las mejores sumisas que él nunca soñó tener.
Este es un relato imaginario pero va dedicado a dos amigas mías, Patricia(nombre ficticio) madrileña y Maria(nombre ficticio) almeriense.
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