Capítulo X
Pero señora, me parece muy improbable que la hayan visto
De verdad Maestro, Wendy sabía que alguien más estaba en la habitación ¡Gerardo hasta agarró una pistola que ni sabía que tenían!
Mmmm aun así me parece difícil que Wendy hubiese sentido su presencia.
Pero Maestro, intervino Jorge el hecho que su esposo hubiese sacado una pistola alarmado como si un intruso estuviese con ellos es muy sospechoso, quiere decir que Wendy si sintió algo extraño.
Probablemente tiene razón, lo cual no nos conviene pues quiere decir que Wendy está muy familiarizada con la magia o que tiene algún tipo de especial percepción. Debemos tener cuidado hasta aclarar se asunto, de ahora en adelante no hablaremos más que de forma telepática y usted me dijo dirigiéndose a mi se abstendrá de bajar al sótano muy a menudo. Por mi parte investigaré a su inquilina
Hay otra cosa Maestro lo interrumpió Jorge viéndome a los ojos, yo comprendí.
Maestro, me metí dentro de la mente del muchachito y supe que se llama Mario René, pero que su nombre de batalla era Mané.
Lo primero que le dije no se debe ver dentro de la mente de una persona que no está en sus cabales, es peligroso.
Pero él no estaba tan mal, ¿verdad amor? Jorge asintió Y tampoco exploré mucho, solo que se puso mal y aproveché eso.
Bueno, supongo que es un éxito a nuestro favor. dijo el Amo.
Hay otra cosita le dije.
¿Qué "cosita"?
La muchacha me violó y le conté con lujo de detalles lo que me ocurrió con ella mientras el Amo me escuchaba con mucha atención.
¿Y dice que se le pudieron los ojos amarillos? me preguntó al acabar mi relato, ahora ya telepáticamente.
Si Maestro, y la fuerza que tenía no era normal.
Eso no es bueno, no me agrada. dijo en un tono pensativo e intrigado.
¿Qué debemos hacer con ella Maestro? preguntó Jorge.
Verán, ella está actuando como un animalito como una perra
¡Amo! lo regañé.
No la estoy insultando, solo le digo la verdad. Ella se comporta como una perra, y me refiero al animal. Así es como ella está acostumbrada a ser tratada, trátela usted así
¡Pero eso es inhumano!
Mi señora, no es necesario que la apalee, usted sabe trátela como a su perrita faldera, consentida y mimada, yo sé que usted puede hacer eso.
¡Igual no me parece su sugerencia!
Aunque de todas maneras ya lo hicimos y funcionó. agregó Jorge.
Mientras tanto la voy a seguir estudiando mentalmente, no me gusta lo que usted me ha contado sobre todo lo de los ojos amarillos y su fuerza sobrehumana.
¿Por qué? le pregunté.
Porque ningún humano debería tener ojos amarillos y fuerza sobrehumana al mismo tiempo. Por el momento, me siento débil, necesito alimento. Jorge y yo nos volteamos a ver las cosas con una media sonrisa.
Bueno le hago cafecito con huevos con tocino y frijoles parados ¿está bien?
Qué bien utiliza el sarcasmo señora mía. me respondió el Maestro con todo jocoso Aprovecharé para mostrarles algo que, sin duda, les encantará.
No entregó una llave a cada uno, sin dientes, totalmente lisa, a no ser por visibles macas de signos que no entendimos en ellas. No sabíamos para qué eran, pero resultarían sernos muy útiles desde ese día en adelante.
Por favor Beatriz, abra la puerta de su sótano con su llave.
Bueno, pero no tiene dientes, no creo que sirva de algo. le decía mientras subía por las gradas.
Metí la llave dentro de la cerradura, increíblemente esta entró y casó perfectamente. Ya me había dado cuenta que la llave era mágica. Luego la giré, la chapa se abrió sin problema alguno y con ella la puerta cuando yo empujé. Pero, ¡oh, sorpresa!, a pesar de estar en mi sótano, el pasillo de afuera era de la casa de Jorge. ¿Cómo era eso posible?, ¡abrí la puerta de mi sótano desde adentro y salí al interior de la casa de mi Flaco!
Ja, ja, ja, ja, ja espero que mi regalito les vaya a ser útil
¿Qué hizo, cómo aparecimos en la casa de Jorge? pregunté impresionadísima.
Las llaves son mágicas, fueron diseñadas por mi para funcionar específicamente dentro de su casa. Verán, hechicé las cerraduras también, de tal forma que reaccionan mágicamente cuando las llaves se utilicen con ellas. Si abren la puerta de cualquiera de los 2 sótanos usando sus llaves mágicas, entrarán por arte de magia dentro del sótano de su consorte. Y si abrieran cualquiera de ambos sótanos desde adentro usando sus llaves, aparecerían de inmediato dentro de la casa del otro.
¡Qué ingenioso! exclamó Jorge.
¡Me parece mentira! exclamé yo.
Bueno, luego se podrán familiarizar mejor con las llaves ahora, por favor, denme de comer.
Nos fuimos directo a la habitación de Jorge, Gisel salió al pasillo, desconcertada de vernos allí, no nos vio entrar. Nos encerramos y de inmediato me arrodillé frente a él. Mi Flaco ya estaba listo para irse a dormir, por lo que vestía un pants rojo con una playera blanca. Los pants cayeron al suelo junto con sus calzoncillos luego de un fuerte jalón mío, dejando su pene medio despierto frente a mi cara y ávidos labios. No perdí el tiempo y me lo metí entero entre la boca succionando con fuerza y comenzado una mamada deliciosa al mismo tiempo que lo frotaba vigorosamente con una mano. En cuestión de segundos su imponente mástil de 25 cm. quedó parado y rígido frente a mi.
Continué mamándoselo, metiéndome su garrote hasta donde me entraba, succionándolo con fuerza y ensalivándolo abundantemente. Me detenía tan solo para bajar un poco más y lamerle los huevos, duros y redondos, repletos de semen listo para mi.
Me detuve y me puse de pié, colgándome de su cuello nos dimos un apasionado beso. El me rodeaba de la espalda y me apretaba contra su cuerpo, haciéndome sentir su musculado tórax y su enhiesto pene sobre la piel de mi vientre mientras nuestras lenguas se enredaban.
Sus manos bajaron despacio hasta mi trasero, que a pesar de los años aún seguía siendo duro y turgente. Despacio él bajó también, besando mi cuello sin dejar de acariciarme las nalgas, de apretarlas y sentir su dureza. Me empezó a sobar las tetas al mismo tiempo que sus dedos fueron zafando los botones de mi camisón y mis senos comenzaban a emerger, 2 hermosas y enormes bolas de carne rosada aparecieron frente a sus ojos cubiertos apenas por la muy delgada tela de mi prenda.
Me acariciaba las chichotas y me las apretaba al mismo tiempo. Me tomó una y se lanzó a chupármela, mordisqueándome y jaloneándome el pezón mientras mis manos recorrían su espalda, sus nalgas desnudas, su garrote. Empecé despacio a quitarle el sudadero que llevaba, así como su camisa dejándolo completamente denudo. Él, para no ser menos, acabó por quitarme el camisón y las bragas, dejándome por fin desnuda.
Súbitamente me separé de él bruscamente, dejándome extrañado. Inmediatamente empecé contonearme, regalándole un baile muy sensual. Me restregaba las tetas y el sexo con exceso de sensualidad e inmoralidad, dándome placer a mi misma, colando mis dedos por en medio de una tupida, pero bien recortada, mata de pelos negros.
Me encantaba calentarlo así, exhibirme frente a él, darme a desear. Eso me ponía en llamas y a él también, que se me acercó de nuevo y me besó suave, despacio, con los ojos cerrados, haciéndome sentir su aliento excitado. Apretó mis enormes tetas contra su pecho peludo y restregó su pene contra su vientre, ya no podíamos estar más calientes.
Me volví a separar de él dirigiéndome hacia la mesa, en donde me senté con las piernas abiertas invitándolo con un dedo a acercarse y hacerme lo que quisiera. Jorge decidí devolverme el placer que le di con la boca, así que se puso de rodillas y se zambulló en medio de mis piernas. Mi denso matorral de vellos negros que protegía un visible y bonito clítoris, con el resto de mi vulva estaba depilada, fue alcanzado por su diestra lengua, que inició su paseo por todo lo largo de mi vulva, despacio pero con firmeza para que la sintiera. Lo repitió unas 2 veces más antes de empezar a hurgar entre los pliegues de mis labios vaginales, bebiéndose todos mis jugos, aspirando mi aroma a hembra madura y caliente, rebosante de feromonas. Yo reaccionaba con gemidos y largos suspiros, rodeándole la cabeza con mis piernas y apretándola contra mi sexo caliente.
Cuando sintió que ya me tenía a punto, redirigió sus ataques hacia mi botoncito erecto, chupándolo veloz y vorazmente, succionándolo y jaloneándolo con delicadeza, mientras que con sus dedos frotaba y estimulaba mis inflamados y húmedos labios vaginales, metiéndomelos hasta donde llegaban. Pronto me tenía empapada y gimiendo como loca entre sus brazos, retorciéndome del gozo y estremeciéndome de placer.
¡¡¡AAHH, AAHH, AAHH, AAHH!!! ¡¡¡¡¡AAAAAAUUUUUUGGGGGHHHHH!!!!! empecé a aullar como toda una loba en celo, presa de un fuertísimo orgasmo, al mismo tiempo que una caudalosa catarata de jugos femeninos brotaban de mi gruta para depositarse dentro de su boca, que se los tragaba como el más delicioso néctar ¡¡¡¡AARGHH, ARGHH, ARGHH!!!! ¡¡¡¡¡OOOOOOUUUUUUGGGGHHHHHH!!!!!
Mi orgasmo fue largo, caliente y delicioso, casi violento, quedé exhausta. Me dejó tendida sobre la mesa para que descansara y me recuperara, tan solo me acariciaba con las yemas de los dedos, pasándolos desde mi cuello, sobre mis senos y acabando en mi sexo mojado y caliente.
Jorge, mi vida le dije en un susurro cuando acabé de recuperar algo de energía.
¿Si mi vida?
Quiero que me cojás y que me hagás ver estrellas mientras me destrozás como nunca.
Me besó apasionadamente y me jaló poniéndome de pié, luego se sentó en la cama y yo me le monté encima. Tomó mis jugosas tetas y se las llevó a la boca para volver a besarlas y mamarlas, mientras tanto, yo manipulaba su ciclópeo fierro dirigiéndolo hasta la mojada entrada de mi intimidad. Lentamente fui bajando en suaves movimientos circulares de cadera para que los 6 cm. de diámetro me penetraran sin lastimarme.
¡¡¡DIOS MÍO JORGE!!! ¡¡AAHH, AAHH, AAHH!!! ¡¡¡SIENTO QUE ME VAS A ROMPER!!! ¡¡UUGGHH, AAHH!! le decía mientras acomodaba su miembro en mi interior.
Llegó hasta el final de mi conducto, su pene topó con el fondo de mi sexo mientras me doblaba y me mordía los labios, gimiendo roncamente embriagada de placer. Luego empecé a moverme, despacio, circular y rítmicamente, sentía el calor de su miembro casi quemándome. Me agarró del culo amasándolo, mientras su boca devoraba la mía, poco a poco inicié el rico sube y baja sobre su falo enardecido, haciendo las incursiones de este cada vez más rápidas y profundas y, por ende, más placenteras, hasta que literalmente me dejaba caer sobre este, ensartándomelo hasta el alma. Así, con el ritmo, la profundidad y la violencia de las envestidas aumentando, los 2 enloquecimos de placer.
¡¡¡¡AAAAUUUUGGGGHHHH, JOOOOOORRRRGGGGEEEEEGGGGGHHHHH!!!!
¡¡¡QUÉ MUJER SOS BEA, QUÉ MUJER!!!
¡¡MAS, MAS, MAS!! ¡¡¡¡ROMPEMEEEEEEEGGGGGGHHHHHHHH!!!!
¡¡¡PUTA, PERRA, QUÉ PUTA SOS!!!
¡¡¡¡UNA PERRAAAAA, SOY UNA PERRAAAAAAAGGGGGGHHHH!!!! ¡¡DAME DURO AMOR, DAME BIEN DURO QUE ME GUSTAAAAAAAAGGGGGGGGHHHHHHH!! ¡¡¡¡UUUUUURRRRRGGHHHHH!!!!
La cogida fue larga y placentera, cogimos por todo el cuarto, impregnándolo de olor de nuestros sexos unidos en comunión lujuriosa. Tuve otros 2 orgasmos tan violentos que me dejaron medio muerta, por lo que al final, cuando me tenía boca abajo, con mis hermosas y enormes tetotas aplastadas bajo el peso de mi cuerpo contra el colchón y mi culito redondo y respingón frente a sus ojos, yo no era ya más que una muñeca de trapo excitada y totalmente entregada a él..
¡¡¡¡BEATRIZ, BEATRIZ, YA ACABO, YA ACABO BEEEEAAAAAAGGGGHHHH!!!! ¡¡¡¡AAAGGGHHHH, PERRAAAAAAAAAAGGGGGGHHH RICAAAAAAAGGGGGHHH!!!! ¡¡¡¡¡¡AAAAAARRRRRGGGGGGGHHHHHHH!!!!!! gritó mientras los borbotones de su semen inundaron y se rebalsaron de la cavidad vaginal de su mujer.
Eyaculó como 3 o 4 chorros fuertes y largos antes de salirse de mi y derrumbarse a mi lado, agotado, medio mareado e infinitamente satisfecho. Estaba cubierto de sudor, el corazón le latía a mil por hora y la verga le palpitaba, viendo embelesado como se me salía su esperma mezclado con mis abundantes jugos lubricantes del interior de mi sexo dilatado y rebosante.
También estaba empapada de sudor, respirando agitadísima y medio despierta, medio inconsciente. Y antes de caer profundamente dormida al lado de mi amado amante y amigo de toda la vida, escuché en el aire decir "muchas gracias" al Maestro, y mi voz deseándole buen provecho.
CONTINUARÁ
Garganta de Cuero
Pueden enviarme los comentarios que tengas sobre esta historia a mi correo electrónico, con gusto los leeré. Besos y abrazos.