04 LA RESISTENCIA
Entre las dos paredes de un cañón, el tramo es cada vez mas estrecho...
Me siento como los persas en las Termopilas...
Miro a una pared y a otra... Entonces lo veo escribirse en la de mi derecha... Reza así:
Hubo un sueño,
y después llego
un soñador.
Hubo un soñador,
y después llego
un sueño.
-¿Qué significa esto? ¿De donde ha salido? Antes no estaba
Lo leo, una y otra vez, con detenimiento...
No comprendo nada... Pero algo me dice que lo mejor es que abandone este Dominio, y me marche a mi palacio cuanto antes...
La reina Arlequín sale de su trance... Me detecta, lo se por el ligero vibrar de sus músculos... A otros ojos les pasaría desapercibido, mi vista es especial...
-¿Quién esta ahí? Muéstrate, intruso
Levita a un metro del suelo... Puedo ver cada movimiento, preverlo antes de que ocurra... Por ahora solo esta alerta... Se que me pondrá las cosas difíciles...
-Quien sino tu igual, hermana
Veo mi desnudez en sus pupilas, mi piel roja... Mi cabello rojo y largo, tapando mis pechos... He abierto las puertas sin tocarlas, no quiero manchar este santuario...
Presiento los primeros chispazos de magia antes de que aparezcan...
-Ríndete a mi, y, abrázame, hermana
Veo como su cuerpo se contrae y expande al contemplar mi transformación... Al encresparse mis cabellos, y conformar una perfecta aureola, que describe su arco desde cada una de mis muñecas...
Oigo a las puertas cerrarse de golpe a mis espaldas.
Tallos de rosas, con sus espinas, se dibujan sobre mis pechos, enmarcando los ojos que tengo donde deberían estar mis pezones...
-Ni lo sueñes, "hermana"
En su mano se crea una llamarada de fuego negro, que deja restos de su estela por el aire, mientras la arlequín se mueve en diagonal... Buscando, presumiblemente, un buen ángulo para lanzármela...
No sabe que ya predije eso.
-Eso, ven a mí
Los dibujos de mis muslos, con el mismo diseño que en los pechos, empiezan a rozar mi entrepierna...
Cada vez esta mas cerca... Me concentro, solo tengo una oportunidad...
(Un enorme ojo se expande por la sala, la intrusa ya no esta... Ajedrez cae sin forma de evitarlo dentro del vacío que se asoma desde el iris...)
Que se apaguen las luces
(Y el ojo se cierra, dejando solo una línea curva, flotando sobre la habitación, antes de desaparecer por completo)
Quizá llevo demasiado tiempo inactiva... Quizá me precipite al hacerla eso... Actue como la niña que entonces fui, demasiado impulsiva... Confiando mas en el acero que en la magia que me enseñaron, y corría por cada célula de mi cuerpo...
... ¿Y a que me condujo aquello?
Al exilio... A la prisión...
Debí haber sido, entonces, mas paciente y sabia... Pero eso me lo han dado los años de reclusión.
Mi gente llevaba desde su nacimiento, hijos de la Sabiduría y el Heraldo de lo Onírico, siendo los guardianes, mensajeros, y amantes, del mundo de los espíritus fallecidos y de sus moradores. Uno de los primeros Dominios de la magia.
Trate de advertirles que lo que proponían aquellos seres solo nos llevaría a la extinción, pero nadie osaba contradecirles a aquellos... Entonces me pudo la juventud, y mi ardiente sangre, reuní a unos pocos y destruimos el paso, para evitar que aquellos pervirtieran el mundo que habíamos jurado proteger.
Aquello me costo la muerte de todos mis fieles amigos y aliados, y mi posterior castigo, impuesto, con el beneplácito de los ancianos, por aquellos a los que había perjudicado.
No se cuantos milenios llevo encerrada... Cuando la zona calló, también calló mi prisión, y me vi libre... Apenas he envejecido, pues permanecí, aunque consciente (Y esa fue mi mayor tortura, y mi mayor fuente de aprendizaje), fuera del tiempo y el espacio.
Y ahora, aquellos seres, vuelven a intentar hacerse con los Dominios... He de detenerles... Cueste lo que cueste...
-¿Quién eres tu, y, qué haces aquí?
Una muchacha rubia, vestida con apenas una túnica de seda, que mis ojos traspasan con mayor facilidad que cualquier otros, me mira severa, cortándome el paso...
-¿No me has oído?
Y es cuando la traspasan mis ojos, cuando me llevo la sorpresa...
-No eres real
-Veras que real soy cuando te patee el culo... Al menos que me des una explicación de que haces en el palacio, no me suena tu cara... Conozco a todos los habitantes del palacio, y a los amigos de mis padres... Y tu cara no me suena
Tiene bravura... Aunque veo que tan solo oculta su miedo con ella...
-No voy a dañarte
-¿Dónde esta mi madre?
Me aproximo, levitando hasta ella... Intenta mantener las formas... No es una guerrera, al menos no de las que se enfrenten a seres mágicos habitualmente... Tan solo es una niña asustada, que necesita a su madre aun...
Aunque, ni siquiera es ya una niña...
-¿Qué me haces?
Mi mano atraviesa, seda, carne, músculo, y huesos... O al menos lo que simulan ser carne, músculo, y huesos... Hasta llegar a su interior, a su alma...
-Una ilusión... Un recuerdo... Algo que fue carne, y que, cuando murió, reconstruyo una nueva vida, y una nueva carne, a través de las lagrimas y añoranzas de sus seres queridos... Eres una curiosa difunta...
-No soy ninguna muerta
-¿Entonces que eres?
-Soy Fábula
-Por lo que leo dentro de ti, has escogido bien el termino con el que definir tu estado
La niña aun sigue a la defensiva conmigo, no la culpo... Hay mucho dolor dentro de ella... Sabe lo que es, y eso la tormenta... Demasiado peso para una niña, para un alma joven...
-Mi nombre es Oma... Y necesito a tu madre para que me ayude en un asunto
-¿Y donde esta ahora?
-Esperándome, vamos a hablar, y, la haré comprender el peligro que se cierne sobre todos nosotros
-¿Pero donde...?
Antes de que acabe la frase, ya me he marchado.