Me levanta violentamente por las axilas, mientras me dice:
-Vamos, putita, va a venir visita, y necesitamos que estés guapa.
Me arrastra hacía el maniquí, que antes me mostró, y, con gran rudeza, comienza a desvestirlo a él para vestirme a mí. La ropa del maniquí es de niña de la Era Victoriana, y viene con enorme piruleta y todo. Sobre mi cabeza me coloca una mugrienta peluca llena de tirabuzones. Luego me arrastra hacía otra habitación, y, me tira sobre una silla que se encuentra enfrente de algo muy parecido a un tocador de película antigua (Con el marca del espejo invadido de bombillas). Me maquilla de forma grotesca, sin que yo pueda hacer nada... ¡Dios, me siento tan impotente y humillado!
-Ya veras como le gustas a nuestra invitada, te estoy dejando muy guapa, mi putita.
Me gustaría decirla /e lo que pienso de él, de su maquillaje y su vestido, y de su invitada; pero por alguna razón no puedo.
-Vamos, levántate, ya llega.
Tira de mi, de nuevo, y regresamos a la sala principal. Para mi sorpresa, la presenta invitada es la misteriosa chica que estuvo manipulándome durante este mes pasado.
-¡Ups! Estas muy linda R.I.P.
Me dice sin disimular lo que disfruta viéndome en este estado.
-¡Y tiene un culo bien tierno!
Y a las palabras de Sublime le acompaña una dolorosa nalgada que me tira de boca al suelo. Detengo la caída con mis manos, pero él o ella se lo esperaba, y, aprovecha esto para levantarme la falda y penetrarme, con rudeza y dolor, el ano (Esta vez si que no puedo evitar gritar).
-¡Es un poco llorona! Una nueva nalgada me indica que eso es una reprimenda Pero bastante dócil
Ella disfruta viéndome tan humillado, sonríe con deleite mientras Sublime me bombea el culo con violencia.
-¿Por qué no atiendes a nuestra invitada, putita me dice, subrayándolo con una dolorosa nalgada, Sublime -, que no diga que eres una mal educada.
-¿Si, por qué no me entiendes... "Putita"?
Se levanta la falda, descubriéndome que no lleva ropa interior (Aunque eso ya lo sabia yo), y se aproxima hasta quedar a mi altura. Agarra con cruel deleite mi cara, y la hunde entre sus piernas.
-Chúpaselo bien, putita, no quisiera que se quejara del servicio... Jajajajajajajaja...
Mi cara es rebozada contra aquel coño bien rasurado, mi boca se hunde entre sus labios vaginales que me saben a mentol (Esto empieza a darme arcadas, pero no parece importarla)
-Ummmm... Si... Putita... Chupa... Chupa... Siiiiiii...
Como disfruta, la muy cerda.
Sublime se hunde, a cada acometida, poco a poco más en mis entrañas, mientras tengo el puto coño de la otra impidiéndome respirar. Las ganas de vomitar se me hacen cada vez más acuciantes.
-¿Te importa prestarme su polla, Sublime?
Dice ella con ese tono de victimita inocente.
-Sírvete tu misma, preciosa... ¿Verdad que puede, putita?
Una nueva nalgada.
Ella se desliza como un felino debajo de mí, sus labios atrapan mi polla, y, comienzan a mamarla como un bebe la teta de su madre (Claro, que os bebes no tienen dientes... Pero tan poco esos labios tan carnosos, mmmmmm).
Sublime tira hacia atrás de mis rodillas, y, ella se dispone para recibir, con las piernas abiertas, la polla que ha puesto dura y gorda. Las acometidas de Sublime, aumentan la fricción de mi polla en el coño de ella, así que me convierto en el relleno de sándwich.
La cosa dura así como 20 o treinta minutos, en cuanto Sublime se corre utiliza un vibrador, que introduce en mi ano, para sustituir a su enorme polla. Así la cosa se va a alargando, para el placer de mis dos torturadores.
No sé cuando pierdo la conciencia...
... Al abrir los ojos, me encuentro tirado en la calle, con aquel vestido de muñeca pepona aún puesto y hecho girones.