SOULWALKERS
COSTA DE FUEGO
La Costa de Fuego fue durante siglos uno de los puntos de unión de las tierras de los Hommo Magick y de los Demonios, por ello, el Gran Consejo Hommo Magick, había colocado a sus más bravos guerreros: los Arponeros (cuyo nombre venia de la extraña punta de sus lanzas, inventada por uno de sus jefes militares: Fabiano el Herrero); para guardarla de las incursiones demoníacas.
Lord Ricardo y sus hombres llegaron a las tierras féricas, en busca de una fortaleza que un antepasado suyo había construido en la Costa de Fuego. Engañado por sus familiares, a los cuales se les había sustraído toda posesión en aquellos lugares antes de echarlos a Nova 1, llego aquellas tierras exigiendo algo que no era suyo, y al encontrarse con la oposición de, los siempre fieles al Gran Consejo, aquellos Arponeros no dudo en presentar batalla ante las murallas de la fortaleza.
Sir Juan (atlético y diestro en las disciplinas del combate) y Sir Heinrith (anciano y sabio capitán de las tropas, y antiguo tutor del Lord) lucharon durante horas con los bravos Arponeros, como también hiciera el propio Lord Ricardo. Incluso cuando Du Lak decidió unirse a la batalla, tras años de que fuera expulsado de las filas del Lord, las cosas siguieron igualadas, ya que además de bravos y letales, los Arponeros, eran dirigidos por su gran jefe militar: Luciano; cuya pericia en el combate era superior a la de cualquiera de sus invencibles hombres.
Finalmente, Ricardo y Luciano decidieron dar la batalla como empatada, y retirar sus tropas a la espera de un veredicto del Gran Consejo.
Ricardo paso aquella noche muy molesto por n haber aplastado a aquellos guerreros, pero Sir Heinrith le recordaba constantemente que aquellas tierras, como bien les había confesado Luciano, ya no pertenecían a su familia si no que habían sido cedidas a los Arponeros en los tiempos de Valeriano Magno (Insigne héroe para el Gran Consejo, y legendario jefe militar de los Arponeros). Los documentos de cesión estaban enfrente del Lord, pero este se negaba a admitir que esto fuera cierto (ppues supondría un deshonor a su memoria familiar, querría decir que sus antepasados fueron ladrones, conspiradores, y condenados por el Gran Consejo; y aquello era inadmisible para el Lord).
-No, no puede ser... Vos, Heinrith, conocisteis a mi padre, y oisteis la historia de sus labios... ¿Os atrevéis ahora a llamarle mentiroso?
El anciano capitán guardó silencio.
En ese momento un hombre delgado, cubierto de la cabeza a los pies, cruzo las puertas de la tienda del Lord.
-¿Cómo habéis sido tan osado de entrar aquí? bramo el enfurecido Lord - ¡Hombres! ¿Cómo demoni...?
Pero Ricardo no fue capaz de terminar la frase, pues se fijo en el cuchillo, aún goteante, que portaba el desconocido.
-He oído que tu invencible ejercito no ha logrado su objetivo.
Dijo el desconocido.
-¿Y que os importa a vos?
Contesto Ricardo.
-Yo podría hacer que consiguierais aquello que habéis venido a buscar.
Heinrith estaba desenvainando su espada, cuando Ricardo le detuvo.
-Si es así, ¿por qué no me lo dices antes de que tu cabeza ruede ante mis pies?
El hombre soltó una risilla, y luego habló.
-Estoy seguro que habéis oído hablar del Credo de los Soulwalkers el hombre espero a que Ricardo asintiera antes de continuar Bien es conocida la habilidad de estos hombres para el asesinato, que es lo que os hará falta ahora: pues los Arponeros se encontraron mancos sin su jefe militar ¿no creéis?
Ricardo asintió.
-¿Y donde puedo encontrar a un SoulWalker? Lo último que escuche es que tan orden se había esfumado tras la Gran Crisis.
-Tenéis uno delante de voz, milord.
Y "Rat" O´Hoggan se descubrió ante Lord Ricardo. Este se quedo pensativo, y luego asintió.
En Nova 1, mientras tanto, Mixa recibía un paquete mal embalado y un sobre adjunto. Al abrir ambos se la iluminaron los ojos, el paquete contenía la Espada del Caos (Arma que hasta entonces portaba Gabriel (el mismo remitía el objeto y el sobre adjunto), líder del Credo y actualmente retirado en algún lugar desconocido), y, la indicaba que su tiempo de inactividad se acababa. Gabriel la encomendaba su arma y un objetivo de sobra conocido por cualquiera del Credo: "Rat" O´Hoggan (el ejemplo de lo que no puede ser un Soulwalker); la localización de tal personaje venia en el sobre, así como la información sobre sus últimos movimientos como Marcial Gómez.
Su próxima parada seria la Costa de Fuego, así que Mixa escogió una armadura ligera que dejaba poco a la imaginación (El lugar era bastante caluroso, y aquella era la única armadura que tenía que no la haría asarse dentro).
Gabriel la mando instrucciones para llegar lo antes posible al lugar, ya que conociendo al objetivo no se podía perder tiempo en eliminarle. Así que Mixa trazo un circulo en el suelo de su apartamento, dijo las palabras mágicas, y, enseguida se encontró de pies sobre las rocas que protegían el campamento de Lord Ricardo. Tuvo suerte, en ese momento, el lord y su objetivo salían a dar un paseo y a discutir los últimos flecos de sus mutuos planes.
Mixa echo mano de la empuñadura de la Espada del Caos, y flexiono sus musculos para saltar sobre su objetivo como un felino sobre su presa.
"Rat" sintió silbar al aire y por centímetros esquivo la estocada de Mixa.
-Mi señor, una asesina mandada por los Arponeros... Veis con vuestros propios ojos lo traicioneros que son.
Mixa se preparaba para otro ataque, cuando vio como los demás hombres de confianza del Lord (Heinrith, Juan y Du Lak) se reunían alrededor de este. Fue al ver a Du Lak, que Mixa decidió jugar una de sus cartas.
-No os fiéis de él, milord, es una rata rastrera, hace tiempo mato a la hija de uno de vuestros hombre: Sir Heinrith grito Mixa Du Lak, a quien este pidió ayuda, puede dar fe de que esto es cierto, pues ella le solicito en una carta su brazo para defenderse de los socios de vuestro nuevo aliado.
-No, eso no es cierto.
Negó Du Lak, temeroso de que si corroborara aquella historia puediera perder de nuevo el favor del Lord.
-Mentís.
Le increpo, al paladín, Mixa.
-Intenta confundirnos señor, lo mejor será que la demos muerte.
Pero para cuando "Rat" acabo de decir esto, Mixa se había evaporado.
Aquella misma noche, "Rat", degolló en su lecho a Luciano.
Al día siguiente, los hombres de Lord Ricardo aplastaron a los confundidos Arponeros, y conquistaron la fortaleza.
Días después, cuando la noticia llegó al Gran Consejo, este declaro a Lord Ricardo su enemigo.
Pocos fueron los hombres que pudo mandar el Gran Consejo contra la fortaleza, pues el groso del ejercito estaba combatiendo en diferentes frentes a los Demonios, pero siempre fueron fuertes y bravos los que combatieron a sus ordenes.