EL OGRO... También conocido como "Rat" O´Hoggan o Marcial, nacido en Edimburgo y antiguo miembro del Credo de los SoulWalkers (Un credo de magos asesinos cuyas principales victimas son Cartesianos, signifique eso lo que signifique).
Me encuentro en su apartamento, por no decir pocilga, el moho parece cubrir hasta el último rincón... y el hedor es indescriptible ¿Cómo ha podido vivir una persona en este lugar durante tanto tiempo? En fin, cojo aire y poso mi mano sobre lo que creo que fue su cama...
-Marcial.
La voz de la anciana le llegaba desde el otro lado de la línea telefónica (la mujer le había comprado un móvil para tenerle siempre disponible, y con el que siempre debía cargar), "Marcial" emitió un único gruñido como contestación.
-Vístete, y ven pronto a mi casa. Hay algo que quiero que hagas por mí.
No le dio tiempo a emitir otro gruñido, la mujer había colgado.
Se desperezo, regocijándose en el dolor que le cubría por completo (Testimonios de su antigua vida y de su supuesta muerte), mientras se preguntaba que querría la anciana. Aquella misma noche la había acompañado a comprar una linda niña para el banquete que se celebraría en honor del embajador, ¿querría más niños, por si acaso con aquella pequeña no bastaba? Él no era de los que se detenían en cuestiones innecesarias, su trabajo era su trabajo... ¿Qué hay mejor que la sonrisa de un niño? Y se marcho de su apartamento riéndose a carcajadas.
Me concentro para conseguir leer algo más...
-Mira esta foto con atención la anciana alargó su brazo, ofreciéndole un documento oficial de la Policía Nacional Española. El documento era la ficha de una agente de policía (Ariadna León Islas), que, por la foto, parecía bastante atractiva. Marcial se quedó un rato mirando la foto sin disimular su deseo, hasta que su patrona volvió a hablar -. Esta muchacha esta metiendo las narices donde no debe, y eso nos esta molestando la anciana usaba el plural para referirse a ella y a sus amigos ricos, implicados en aquellos banquetes antropófagos -. Así que, conocedores de tu efectividad y lealtad, hemos pensado que te ocupes de que no vuelva a meter las narices en nuestros asuntos la anciana espero a que él asintiera . Muy bien, nos gustaría que fuera lo antes posible.
Marcial volvió a asentir, y se marcho de la casa.
Antes que nada, paso por su apartamento para recoger algunas cosas. No dejó de mirar aquella foto en ningún momento, hasta que se le quedo, cada rasgo, grabada en su mente. La expresión de su cara era más la de un lobo hambriento que la de un asesino, a decir verdad, y, como tal, salió a las calles de la ciudad en busca de su hermosa presa.
Se que voy un paso por detrás de mis rivales, lo más seguro es que esa poli ya este muerta... Pero un último efluvio, un lugar, parece indicarme la siguiente parada.
Abandono el apartamento con el estomago revuelto, vuelvo a preguntarme ¿Cómo cojones pudo vivir así ese tipo? Digo debió porque esta claro que hace días que abandono el nido. Esto nos deja con dos opciones: o bien la poli lo mato, o él mato a la poli y luego se piro lejos. Sea cual sea la respuesta, tengo un lugar donde encontrarla.
-¿Vas a alguna fiesta? ¿Necesitas acompañante?
Antes de girarme sé a quien voy a encontrarme (Maldición ¿Es que no voy a librarme de ella nunca?)... Sus enormes ojos de gato me miran desde el rellano que acabo de abandonar.
-...
-Tranquilo, no muerdo.
Me dice ella, mientras desciende por las escaleras. Su mano se posa sobre mi mejilla, no puedo moverme. Solo veo sus ojos y sus labios moviéndose, pero no soy capaz de oír lo que me dicen.
-¿Por qué no entramos de nuevo al apartamento y me cuentas algo bonito de ti? Me dice con su sonrisa llena de (falsa) inocencia Nunca me has contado como fue tu primera vez, me encantaría oírlo... Tenemos que ponernos al día en muchas cosas, cariño
Me coge del brazo y me lleva de nuevo escaleras arriba, sin que yo pueda hacer anda por impedirlo.
Entramos en él maloliente apartamento, y nos sentamos en asqueroso camastro... ¿Por qué no me dan asco ahora?
-A ver, cuéntame.
Dice ella sonriéndome.
-Mi primera vez fue con 17 años comienzo a narrar -, ella era compañera de clase Mientras se lo cuento, ella extrae mi miembro de los pantalones, y, comienza a dibujar círculos en mi glande con su rosada lengua -... ¡Uff! Pues... Ella era medio gotiquilla, y... yo, bueno... Estaba más salido que el asa de un cubo... ¡Uff! Tal que nos fuimos al baño, y... ¡Aaaaiss! Hicimos el amor.
Me corro en su boca abundantemente.
-Ricardo... Quiero ser tu amiga. Hemos tenido nuestras diferencias, pero nunca he querido hacerte daño... Créeme, por favor Sus ojos de gata se me clavan, y aquella inocencia me obliga a creer cada una de sus palabras No me perderás tan fácilmente, he seguido tu olor desde mi casa hasta aquí, y siempre te he encontrado... Te necesito, Ricardo... Te necesitamos y lleva mi mano a su vientre -... los dos.
No se como reaccionar.