El regreso de Christmas Man
Godiva paseaba entre los invitados de Ruy de Montagnac, quien, para celebrar su éxito empresarial, había montado todo un banquete. Godiva lucía un cambio en su aspecto, su oxigenado cabello donde destacaba una larga trenza de que la daba un mayor aspecto de Valkiria.
El propio Montagnac se acercó a ella.
-Hola.
La saludo afablemente.
-¿Qué tal?
-Bien ¿Vos?
-Bien simulo un bostezo -. Cansada. No me recupero del agite de estas fiestas, así que mañana estare aún más cansada.
-Ya somos dos.
Montagnac alcanzó dos copas de una bandeja que pasaba, porteada por su correspondiente camarero, a su lado. Le ofreció una a Godiva.
-Estas fiestas continuo Montagnac son más bien estresantes.
-He estado dando vueltas desde después del brindis comento Godiva, simulando interes -, sin beber demasiado.
-La verdad es que yo simulo que soporto a la mayoría de estos tipejos y las urracas de sus mujeres, e intento no beberme el agua de los floreros. Pero, bueno, todo el mundo comenzará a retirarse a la una de la mañana.
Ruy se acercó aún más a Godiva, ella no retrocedio... Estaban donde debían estar colocados.
-¿Quie vas a hacer despues de la una de la madrugada?
La pregunta de Montagnac iba con toda la intencionalidad. Godiva le dedico su mejor sonrisa, y le cogió del brazo. Ambos caminaron hasta mezclarse con los demás.
-¿Hola?
Aquel saludo no recibió respuesta.
La Espada del Caos había sido portada por el lider de los Soulwalker desde que la orden había sido fundada, cuando esta desapareció, tras la guerra contra la coalición de demonio y Soulclaw, Gabriel era su portador. Según algunas fuentes, desde su retiro Gabriel envio la espada a Mixa, otra de las ex mienbros de la orden, para que ejecutara una sentencia contra un renegado. Después de esto, la pista de la espada se perdió... Hasta que Ruy de Montagnac, uno de los lideres de los Soulclaw, la vio siendo empuñada por Kane. Cuando este murio a manos de Silvia, el mismo Montagnac la arranco de los deos sin vida del infortunado hechicero. Así que, ahora, era Ruy de Montagnac quien poseía la tan preciada espada.
Ana Lee se movía entre la oscuridad del lugar, Godiva andaba entre los asistentes a la fiesta. Fue Godiva quien la introdujo en el lugar, la hija de Artemiodoro colaboraba con la nueva ALQUIMIA desde que se había reunificado en Salamanca. La razón de que estuvieran ahí era la Espada, el interes de LA ALQUIMIA era meramente preventivo: si el arma continuaba en manbos de los Soulclaw podía convertirse en un peligro para el resto de los Hommo Magick y los Hommo Sapiens.
Varias extremidades surgieron de la oscuridad y apresaron a Ana, una voz susurro al oído de la joven.
-Mmmmmm... Una japonesita... Que rica estara cocidita con apio y patatas...
Aquella cosa, con voz de vieja, estrujaba ya los redondos pechos de Ana, imaginandose una buena salsa con que acompañarlos.
-Huele esquisita... y esta bien rellenita...
Siseo aquel ser desde su refugió entre las sombras...
Un estraño fulgor carmesí y esmeralda cruzó los pasillos de forma errante, la soledad del lugar, todo el mundo estaba en la sala principal, evitó que cualquier otro lo viera... Excepto quienes ya estaban en la zona de los pasillos. El fulgor rozo a Ana, activando su habito mercurial y entrando en contacto con ella... La cosa aullo en la cabeza de Ana Lee...
El espíritu de la navidad tiene la costumbre de poseer cada año a un tipo, siempre el mismo hasta que la vida de su huésped se agota... Samuel es su actual huésped.
Cada 25 de Diciembre, Samuel, es poseído por el espíritu de la Navidad, se le dan una serie de increíbles poderes que al llegar el día 6 de Enero se esfuman, hasta el año siguiente. No se sabe desde que época se produce esto, solo se sabe que la humanidad ha conocido una buena cantidad de estos adalides...
Aquel día amaneció como uno cualquiera... No tenía nada especiel cuando Samuel se asomó a la ventana... Un día mas de navidad. Bajo a desayunar. En Navidad añoraba mucho mas que nunca a su mujer y a sus hijas. Cogió el cartón de leche, y la vació sobre el vaso (Al espíritu no le gustaba que tomara café)... Luego cogió la caja de las galletas y se sentó, frente al televisor a desayunar... Ya hemos dicho, un día mas de Navidad para Samuel... Entonces salto la noticia... Un hombre había irrumpido en una casa, había matado a la cuidadora, y se había atrincherado allí con las tres niñas que moraban en ella... La policía había identificado al secuestrador como un conocido pederasta... Tenia mujer y dos hijas, las cuales le habían abandonado tras su primera detención... Samuel miró la noticia, sabía lo que tenía que hacer... Pero ¿Dónde estaba Rivas?...
Fue al armario a coger la gabardina roja, y, el mono y el antifaz verde...
El mapa de carreteras no le aclaro mucho de cómo llegar al lugar, al final fue el espíritu quien le llevó a Rivas... Cuando llegó, la situación tampoco había cambiado mucho... La policía cercaba el chalet, sin atreverse a ninguna acción... Samuel se volvió invisible para ellos, y atravesó valla y muro, hasta estar dentro del inmueble...
Estuvo a punto de gritar cuando vio a las tres niñas, desnudas y amoratadas, atadas y amordazadas en el salón... Su secuestrador las fotografiaba mientras se masturbaba... Aquello estuvo a punto de revolver a Samuel, y escandalizo al espíritu...
-Será mejor que no hagas mas tonterías.
El secuestrador miro a todas partes, Samuel aun permanecía en la invisibilidad...
-¿Quién coños ha hablado? He dicho que no hicierais ninguna estupidez, putos polis...
Fue entonces cuando Samuel vio los objetos con los que el secuestrador había herido a las niñas... Un palo de madera y unas tijeras (Estas ultimas ya llenas de sangre)
Tenía que entrar en acción, el tipo ya iba a por la más pequeña...
-¿Voy a tener que enseñaros lo que puedo hacerlas para que me hagáis caso?
El tipo levantó a la niña por los cabellos, y dirigió las tijeras hacia el sexo de la pequeña...
-Nooooooooooooo
El grito de Samuel congeló al secuestrador... Este se giro, las tijeras apuntaban hacía el espacio vacío que había a su espalda... Las tijeras fueron arrancadas de su mano por una pierna invisible... Aterrorizado, el tipo corrió hacía la puerta... Los policías estaban a alerta al oír las amenazas anteriores, y el estrépito posterior... Cuando vieron a aquel tipo salir empuñando las tijeras en una mano, y con cabellos en la otra... Dispararon...
Aquel día amaneció como uno cualquiera... No tenía nada especial cuando Samuel se asomó a la ventana... Un día más de navidad.
Las niñas pasarían años de psicólogo, traumatizadas por lo que aquel tipo las había hecho... Y un tipo gris, desesperado, divorciado (Como Samuel), con hijas (Como Samuel), había muerto devorado por su locura.
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Una profesora había destrozado un belén en Málaga, arguyendo que aquello era un símbolo que insultaba a otras creencias. Hacia unos meses se habían prohibido las fiestas de "Moros y Cristianos" en Alicante, por el motivo de que podían ofender a la población islámica. Mientras tanto, en los países islámicos, los cristianos y católicos habían de hacerse a las costumbres y festividades de los musulmanes. Así estaba la situación buen rollista de España, un continuo bajarse los pantalones ante cosas que sinceramente solo molestaban a quienes creían que iban a molestar a las otras culturas (Las cuales permanecían ajenas a las estupideces de los gobernantes españoles, pues sinceramente tampoco les importaban las fiestas que se prohibían, ni su celebración, ni su existencia)
Christmash Man fue a hablar con esa profesora que había roto no solo el belen, sino las ilusiones y el trabajo de una clase entera...
-Buenos días.
La mujer levanto la vista.
-¿Qué desea?
-Venia a hablar con usted.
-Tengo una hora de tutorías para algo.
-Quería hablar con usted de lo del Belén.
La mujer volvió a levantar la vista.
-¿Es usted otro de esos periodistas carroñeros?
-No... No... Soy Samuel... El Espíritu de la navidad me acompaña.
La mujer le miró horrorizada.
-Aquí solo estamos usted y yo... ¿O es que hablaba metafóricamente?
-No... Él esta dentro de mí.
El horror aumentó en los rasgos de la mujer.
-¿Es de alguna secta?
-No... No se ponga nerviosa.
Samuel se acercó para intentar tranquilizarla.
-¡NO ME TOQUE! ¡SOCORRO!
-Por favor, tranquilícese, no vengo a hacerla ningún daño.
La mujer, atrincherada en un rincón, con su mesa como única trinchera, le apunto con un dedo acusador.
-Si no se va llamare a la policía, se lo advierto.
Samuel leyó la determinación en la mirada de la mujer... No estaba dispuesta a escuchar... Podía pasar horas intentando razonar con ella, y no llegarían a ninguna parte... No hizo falta que el Espíritu le dijera nada... Samuel se giró, y se encaminó a la puerta... Muchos curiosos se habían arremolinado ante ella... Samuel desapareció ante sus ojos... Era una batalla perdida...
No se quedo para ver el efecto que su mágica desaparición hizo en todos los presentes, y sobre todo en la de la profesora... Que acabo desmayándose tras ver esto...
Cuando se despertó, negó que aquella desaparición hubiera acaecido... Los demás hicieron lo mismo, era imposible... Y todos olvidaron lo ocurrido, y al extraño hombre que vino a visitarlos... Aquella víspera de Navidad del año 2006.
... De pronto la conexión se rompio, y el destello se esfumo... Pero Ana ya no era prisionera de aquella cosa ¿Qué había ocurrido?
El Habito, ¿cómo no se la había ocurrido antes usarlo?, la guió hacía la espada, y, cuando por fin la tuvo en su poder, aviso a Godiva.
Horas después, la fiesta había acabado,y, Ana y Godiva se alejaban con su trofeo.
-¿Fue difícil dar con ella?
Ana se penso la respuesta, después algo la ilumino el rostro, y, contesto con una gran sonrisa:
-Fue un regalo de navidad.