La Venus de la trenza
(Acto Primero)
Un empresario extremadamente rico.
Seis hijos, tres muchachos y tres niñas, y, como es un hombre inteligente, no ahorra nada para la educación de sus vástagos, dándoles toda suerte de maestros.
Sus hijas son muy hermosas, pero sobre todo la menor resulta admirable, y, desde la infancia, no se le da otro nombre que el de Venus Niña, de suerte así la llaman, lo cual hace que sus hermanas se sientan celosas.
La pequeña, más bonita que sus hermanas, es también mejor que ellas; las dos mayores tienen mucho orgullo, porque al ser ricas, se hacen las pijas y no quieren recibir las visitas de chicas que no sean de su rango económico, pues consideran que no son gentes de calidad para ser sus amigas. Ellas ven todos los días a fiestas, inauguraciones, estrenos, de copas, y se burlan de su hermana pequeña, que emplea la mayor parte del tiempo en leer buenos libros.
Como se sabe que las muchachas son muy ricas, muchos ricos herederos, y algún que otro cazafortunas, las piden en matrimonio. Pero las dos mayores responden que ellas no se casaran jamás, a menos que encuentren un duque, o por lo menos un conde.
Venus (pues yo os digo que éste es el nombre de la más joven), Venus, repito, agradece amablemente a quienes desean casarse con ella, pero arguye que es muy joven, y que por el momento, necesita estar con su padre algunos años más, haciéndole compañía.
Ese día dos hombres discuten afuera de la casa.
Pretendiente A: Hola
Pretendiente B: (Girándose altanero) ¿Si? (dando su mano con desanimo) Soy Miguel, (dolo con desprecio) Venus luego te recibirá, yo hablé con ella... Pero ¿y tu quien eres?
Pretendiente A: El novio de ella
Pretendiente B: (Equivocándose) Si, te lo dijo
Pretendiente A: (Mosqueado) ¿Él qué me dijo? He dicho que yo soy el novio de ella
Pretendiente B: (Ofendido) ¿Cómo?
Pretendiente A: Lo que oyes
Pretendiente B: (Enfadado)No, hermano, ella es mi novia ¿Donde la conociste?
Pretendiente A: Acá en su casa
Pretendiente B: (Enfurecido) ¿Qué? Yo hable con ella, y no me ha dicho nada
Pretendiente A: (Harto del tipo) Mira, tío, ni siquiera la conoces
Pretendiente B: Jajajajajajajajajaja... Que iluso... Que estupido es usted
Pretendiente A: A tí no te conozco, a ella si, asi que me creo lo que ella dijo
Pretendiente B: (Mintiendo) Veamos ¿Se conocen hace mucho? Nosotros desde hace 2 años
Pretendiente A: (Mintiendo aún más) llevamos 3 juntos, así que lo dudo
Pretendiente B: (Volviéndose, dando la espalda al otro) Ok, yo no peleo con extraños ... Yo solo sé, que tengo a la nena conmigo, y se acabo... bobo
Pretendiente A: (Riéndose) Anda, bájate del guindo, farsante, antes de que me cabrees por tratarla de mentirosa
Pretendiente B: (Amenazándole con el puño en alto) Mira
gran estupido ...
En esos mismos instantes, dentro de la casa, el padre de Venus recibe una carta, en la cual se le anuncia que un barco en el que había materiales suyos, acaba de llegar felizmente a puerto. Tan grata noticia hace que sus dos hijas mayores se vuelvan locas de alegría pensando en la cantidad de dinero que entraría en casa. En cuanto ambas ven a su padre dispuesto a partir, piden que les traiga vestidos y toda suerte de bagatelas. Venus, en cambio, no le pide nada, pues prefiere el amor de su padre a lo material.
Padre: ¿No quieres que te compre alguna cosa también?
Venus: Ya que tenéis, padre, la bondad de pensar en mí, os ruego me traigáis una rosa puesto que aquí, en nuestro jardín, no tenemos.
Venus despidió a su padre, y luego se fue a su habitación, a descansar un rato...
Sin aviso el sueño vino a visitarla, y con el sueño, alguien a quien no veía desde su más tierna infancia... El Gato de Cheshire...
Cheshire: (Con paso zigzagueante) Hola... Preciosa... Bienvenida al borde del abismo... Pero, ahora relajémonos
Venus: (Aquel ser despierta un lado de ella que nadie conoce, excepto su hermano gemelo... Un lado que se despertó cuando aquel ser los violo siendo niños) Pues tu sabrás como
Cheshire: (Sonriendo) Comiendo (Apoyando su bastón sobre los pechos de Venus)... ¿Qué me recomiendas? (Repasando la redondez de aquellos pechos con la empuñadura del bastón) ¿Carne de primera... debidamente aclimatada y, por supuesto, exquisitamente excitada? (Se acerca a ella, sonriendo, para abrazarla suavemente) Mmmmmmmm...que pechos (La aprieta mas fuerte). Tienes una boca preciosa (Y muerde su labio inferior) ¿Te gustaría comerte una salchichota gorda y jugosa?
La acomoda de rodillas, y sacándosela del pantalón la aprieta contra sus
carnosos labios... Ella la acaricia para, después, chuparla suavecito. Llevada
por la lujuria, comienza a chupar mas fuerte y deliciosamente... acariciando con
la mano, y metiéndosela hasta el fondo, con ganas y hambre... Cada vez más
duro... Masturba con ganas, mientras lo saborea bien... Acariciándose los senos,
suavemente, contra una de las piernas del gato.
Cheshire: (Levantándola de las axilas) Que pechos mas gorditos tienes, se ven bien apetitosos (Los aprieta sobre la ropa) Aquí hay un rico bocado (Y la muerde un pezón) Mmmmmmmm... Que tierna estas... Te voy a comer entera, eres un manjar (La pone contra la pared, sujetándola las manos. La muerde una mejilla) Veo que no solo has madurado muy bien, también has engordado. Mmmmmmm (La besa, y saborea su boca, mientras, el falo intenta abrirse paso entre los muslos de Venus)... Mmmmmm (La muerde el lóbulo de la oreja, juega con la lengua en el interior de su cavidad auditiva. Baja y clava los dientes en su cuello, la piel es tierna y suave. Al fin la penetra, y empiezo a follarla con salvajismo. Saco y mete su polla con fuerza, a fin de que cada embestida sea mas y mas fuerte)... Mmmmmmmm... Que coño mas caliente tienes (La muerde y chupa las tetas con gula) Mmmmmmm... Que ricas y gorditas están tus tetas (Azota el culo de Venus) Que buenos filetes se sacarían de aquí... Que rica estarías con una manzana en esa boquita
Venus: (Extasiada) Una vez me dijiste que concedías deseos
Cheshire: Si, pero a cambio de un precio
Venus: (Intrigada) ¿Cuál?
Cheshire: Tu carne seria mía, y tu espíritu vagaría por siempre... aunque gozando de tu deseo.
Venus se acerca, y, le susurra algo al oído...
El padre, mientras tanto, ha cerrado ya el negocio de sus mercancías, y se dispone a relajarse en un local bastante atractivo que se encuentra al lado del puerto...
En cuanto traspasa las puertas dos referencias acuden a la mente del hombre de negocios: Dante y el Marques de Sade... Aunque también hay mucho del Infierno del Bosco en aquello que se presenta llameante de pecado y perversión ante sus ojos.
Mujer vestida de PVC: ¿Buscas relax? Sígueme
El hombre la sigue como hipnotizado, sin temer por su vida o su alma, o bien que pudiera ser devorado por "los lobos" que aúllan en torno suyo.
Entran en una gran sala, donde arde un magnífico fuego y hay una mesa cargada de ricas viandas, en la cual no había más que un cubierto.
El hombre, ya no pudiendo resistir el deseo que le domina, toma a la mujer, un pollo que devora en un par de bocados, y unos sorbos de vino... Ya más atrevido, observa la sala atravesada de espléndidos muebles. Finalmente la mujer y él acaban tumbados sobre un amplio lecho... Puesto que ya son la media noche pasada, y él allí esta disfrutando, toma la decisión de quedarse con aquella diabólica meretriz toda la noche.
Tocan las diez de la mañana cuando se levanta, ya despertó el día siguiente, sorprendiéndose mucho al ver un traje limpio reemplazando el suyo, que acabo completamente deteriorado por la pasión de aquella noche.
Al verse solo en la habitación, se viste, y, regresa entonces a la sala principal. El lugar esta desierto, a excepción de un silueta recortada al fondo que debe ser el dueño.
Padre de Venus: Os doy las gracias, señor, por haber tenido la bondad de permitirme todos estos lujos. ¿Cuánto es el precio?
Saca de su billetera una buena cantidad, y se la ofrece a la silueta.
En ese preciso instante escucha un rugido ensordecedor, y ve venir hacia él a una silueta más bestial que humana, tan horrible considera la visión, que casi se desmaya de la impresión.
Gato de Cheshire: Habéis sido muy ingrato, yo os he salvado la vida recibiéndoos en mi casa, y para mi dolor vos me insultáis ofreciéndome dinero... Dadme algo que vos améis más que a nada en el mundo, ese es el precio que exijo, ningún otro más.
Padre de Venus: Monseñor, perdonadme; pero no creía que tuvierais precios tan caros...
Gato de Cheshire: Yo no me llamo monseñor, sino Cheshire, no amo los halagos y no creáis que me enterneceréis con vuestras lisonjas. Mas se que tenéis hijas, y os cobrare la deuda tan solo con que una de ellas venga voluntariamente aquí... Para quedarse para siempre (Al adivinar la replica del hombre); no me repliquéis, partid y si vuestras hijas rechazan el dar su vida por vos, juradme que volveréis dentro de tres meses para entregaros a mi voluntad.
El infeliz padre no tiene ningún deseo de sacrificar a una sola de sus hijas, pero piensa que al menos, tendrá la oportunidad de escapar, dándole una falsa promesa a aquel monstruo. Así le jura solemnemente que retornara y Cheshire le dice que puede partir cuando quiera, pero, agrega:
Cheshire: No quiero que os marchéis con las manos vacías. Regresad a la habitación en donde habéis dormido y encontraréis un gran cofre vacío; podéis meter dentro todo cuanto os plazca, que yo lo haré llevar a vuestra casa.
Cheshire se retira, y en ese mismo momento, el hombre se hace esta reflexión:
Padre de Venus: Si es preciso, al menos tendré la oportunidad de denunciar a este tipo y a su local... Cojeré todas las pruebas que pueda, y las usare en su contra..
Vuelve a la sala donde paso la noche, y se pone a buscar evidencias que puedan comprometer a ese loco y al infierno que dirige. Llena el cofre del que aquel ser le había hablado, lo cierra y abandona el lugar
En pocas horas llega a su casa.
Sus hijos le rodean, pero, en lugar de ser sensible a sus caricias, el hombre se dirige a Venus y, como es la de mas confianza le narra lo ocurrido y sus intenciones:
Al oír aquello, las otras dos hijas mayores, lanzar grandes gritos e injuriaron a Venus, pues ellas la han visto acompañada del mismo ser que el padre describe..
Venus: (Con desprecio y valentía en su voz) Vuestras reconvenciones son inútiles, ¿por qué clamáis contra mi? Padre no morirá. Ya que, como vosotras juráis, El monstruo me conoce, y quiere aceptar una de sus hijas, yo me entregaré a toda su furia, y seré feliz puesto que al morir habré tenido la satisfacción de salvar a mi padre probándole el afecto que le tengo.
Hermano gemelo de Venus: No, hermana, no volverá a dañarte; yo mismo ire a buscar al monstruo, y moriré bajo sus golpes si no le puedo matar... Recuerda que yo también estuve allí.
El padre no comprende las palabras de su hijo, pero no esta dispuesto a dejarle morir, o que se manche las manos de sangre, por su pecado.
Venus: (Leyendo los pensamientos de su padre) Os aseguro, padre mío, que vos no iréis a ese lugar sin mí; ni haréis nada contra aquel hombre, no podéis evitar el que él cobre su deuda... Le conozco bien, y, aunque sea joven, no me siento muy atada a la vida y prefiero mejor ser devorada por el monstruo que morir a causa de la pena que me produciría las represalias de aquel contra mi familia..
Venus parte, al día siguiente, hacia el hermoso palacio. Sus hermanas están encantadas, porque las virtudes de la pequeña siempre les han inspirado muchos celos.
El padre se encuentra tan cegado por el dolor de perder a su hija, que se había olvidado del cofre lleno evidencias, que encuentra al lado de su cama en cuanto regresa de dar el ultimo adiós a su hija mas querida..
(Acto Segundo)
Venus se encuentra en el centro en la gran sala, frente a ella una mesa ricamente servida, en la que hay dos cubiertos. No tiene ganas de comer, mas, esforzándose en parecer tranquila, se sienta a cenar y se sirve, diciéndose a ella misma:
Venus: Cheshire quiere engordarme antes de comérseme, y para ello no escatima atenciones.
Venus no puede por menos que estremecerse al ver aquella silueta, de sobra ya conocida, recortarse tan tétrica en una vidriera de color rojo intenso. Se encomienda a Dios, y resuelve que para el poco tiempo que le queda de estar viva, ya que cree firmemente que la Cheshire iba a devorarla por la noche (Cumpliendo así la segunda parte del trato, el pago por el deseo pedido).
Cheshire: Venus ¿Acaso te molesta que contemplé mi cena?
Venus: Vos sois el dueño.
Cheshire: No, aquí no hay dueños... Solo victimas y cazadores
Una de las mujeres que trabajan en el lugar aparece por uno de los lados. Lleva un vestido dorado de falda largara y corse... Las formas de Venus se acentuan al ponerse dicha vestimenta.
Cheshire: Primero bailaremos
Ella se levanta decidida.
Mientras bailan inician una conversación.
Cheshire: No veo pizca de miedo en ti ¿No te asusta tu destino?
Venus: No ¿Por qué me debería asustar? Yo mismo lo acepte
aquel día
Cheshire: Porque te voy a comer
Venus: No te tengo miedo, y no me asusta que me comas
Cheshire: ¿No?
Venus: No
Cheshire: ¿Por qué? ¿Acaso no temes a la muerte?
Venus: (Encogiéndose de hombros, sonriente) Porque no me inspiras temor
Cheshire: ¿No?
Venus: Disfrutaría siendo comida por ti
Cheshire: (Sonriendo, mientras se relame los bigotes) ¿Y por donde te gustaría que empiece?
Venus: ¿Por donde te gustaría a tí?
Cheshire: (Dando una lametada a las carnosas y sonrosadas mejillas de Venus) Tus mejillas, sin duda
Venus: Buena eleccion
Y continúan bailando. Mientras la sala se va llenando de gente...
(Acto Tercero)
Un hombre joven caminando por calles desiertas, dialoga consigo mismo.
Jaime:
Sé lo que he visto, y sé que es real
Era hermosa, y su piel brillaba al contacto de la luz de la luna...
Sé lo que he visto, y sé que es real.
Aquella trenza larga y llena de vida.
Juguetona serpiente que, por todo su cuerpo, su deseo deslizaba.
Mas cuanto me maldigo por no haber podido,
Ni tan siquiera por un breve instante,
vislumbrar su rostro.
No me la puedo quitar de la cabeza.
Días hace ya que la vi, y, a cada noche, más me obsesiona su recuerdo.
Cada día más seguro estoy de que:
Sin ese cuerpo, vivir no podré.
Se mira las manos, su mirada describe horror, como si en ellas viera sangre...
Jaime:
¿Qué he hecho?
¿Qué he hecho?
Mi propia hermana sacrificio humano de mi locura...
¿Cómo fui capaz?
¿Acaso tan ciego estoy?
Un monstruo, eso soy, un monstruo...
... Acto tan reprobable no es propio de ser humano normal, solo un monstruo podría hacer esto...
... Solo un monstruo...
... Solo un monstruo...
... Y ese monstruo debe morir antes de volver ha hacer daño...
El Monstruo debe MORIR.
Toma carrerilla y salta al vacío desde lo alto del puente de Segovia...
Jaime:
¿Por qué a mí?
¿Quién me puede desear tanto mal?
¿¡Quién!?
¿¡QUIÉN!?
Algo detiene su cuerpo en el aire... Una trenza envuelve su cuerpo, manteniéndolo sujeto...
La Venus de la trenza:
Acéptame como tu señora, y todo lo que desees será tuyo.
Todo tuyo a cambio de tu libertada.
TODO TUYO,
SOLO TU LIBERTAD A CAMBIO
Él pierde la conciencia, mientras las últimas palabras se diluyen en su mente...