I´m Alive
Maitiwini.
Tricky.
Far Far.
Pauuullllll
Teleyonkys...
...Teleyonkys.
Los Teleyonkys dicen:
¿Tienes 50 céntimos para el autobús?
Los televisores de todo el mundo interrumpieron la emisión de aquel programa infantil, en todas las pantallas apareció el rostro de La Casa de Chocolate, con aquella enigmática sonrisa, susurrando:
-Estoy viva.
A algunos aquel rostro les sonaba, la mayoría, por no decir todos, eran fans de la ELF (Extreme League of Fighters), y la conocían por el extraño apodo de Marquesa de Sade. Hacía algunas noches la habían visto subir al Triangulo para enfrentarse a Mister Mojo en el combate estelar de la noche, entonces caían en que no recordaban nada más que un destello de luz... No había nada más después de eso con respecto a aquel combate. También les sorprendía el hecho de que no habían pensado en ello hasta ese momento en que la vieron en la pantalla de su televisor.
-Estoy viva.
Repitió el rostro desde los televisores.
Pronto, también, las pantallas de todos los ordenadores del mundo muestran el rostro de la entidad... Así pasan varios minutos, hasta que de nuevo todo vuelve a la normalidad.
En las pantallas de los televisores Maitiwini pasea por un vagón de cercanías atestado, soltando una y otra vez la misma arenga alucinada.
-Tienen algo para ayudarme. Les juro por dios que no es para vicio, que es para mi hijo.
Paul viene de frente a ella soltando su propia arenga:
-Por mi mala cabeza me encuentro en la calle y con los anticuerpos del sida, solo pido una pequeña ayuda.
Los niños de todo el mundo baten palmas y ríen ante las cómicas aventuras de los personajes de su programa infantil favorito.
Hace algunos días, instantes después del acontecimiento ocurrido en la velada de la ELF, Ana Lee estaba consultando documentos en la mercurial Biblioteca.
-¿Suficiente información, Alquimista?
Dijo la inteligencia mercurial de la Biblioteca.
-No lo creo dijo Ana, ordenando con un gesto los papeles que flotaban desperdigados a su alrededor -... ¿Tienes más ficheros?
Los papeles consultados fueron trasladados en una esfera de mercurio a su lugar.
-Hola, preciosa.
La voz hizo sobresaltarse a Ana, se giro intuyendo que lo que se iba a encontrar no era nada bueno.
-¿Tu?
La entidad se abrió pasó dentro de la Biblioteca.
-Me alegra que aún me recuerdes en un alarde de su poder, la entidad ocupa el lugar en el espacio y el tiempo de la Biblioteca ante la sorprendida mirada de Ana -... Soy algo difícil de olvidar. Pero no temas tranquilizo a la joven Alquimista -, no voy a hacerte daño.
-¿Qué... Qué eres?
La entidad se materializo en forma de gigantesca oruga.
-¿Yo? dijo la entidad Yo soy y estoy y convirtiéndose en una enorme cabeza, sentenció -... No lo olvides.
-No... No lo haré.
Musito la aterrada Ana, mientras la entidad se esfumaba entre los pliegues de la materia mercurial.
Tras aparecer en las pantallas de medio mundo, la entidad decidió establecer otro tipo de contacto:
-Mixa ¿Estas ahí?
-Sí.
Contesto la voz femenina al otro lado.
-¿Cómo ves las cosas?
-Esto son putas catacumbas ¿Cómo crees que se ven?
La entidad dejó pasar por alto la insolencia innata de la antigua Soulwalker. Volvió a establecer contacto con ella.
-El maldito Montagnac y nosotros sabemos que no son unas simples catacumbas.
-Ya, adivino la cara que se le pondría a más de alguno de los Hommo Sapiens si supieran que estos nidos de gusanos de veras se viaja a otro mundo.
La entidad se permitió imaginarlo, y soltó una seca carcajada.
-Sí, supongo luego añadió -. Bueno, espero que tengas las cosas claras: Montagnac esta utilizando estos corredores para algo, y nos conviene saber para qué... y luego meterselo en su cuidado trasero ¿Vas preparada para la ocasión?
-Llevo mis dos mejores pistolas, y varios tipos de la mejor munición para cualquier problema.
Al referirse a problemas, ambas sabían que no atañían a disparar a simples mortales.
-Bueno dijo la entidad -, que empiece el juego.
-Que empiece el juego.
Mixa comenzó a correr entre los corredores, antes de entrar se había memorizado cada rincón... En la teoría era como cualquier misión que hubiera afrontado cuando estaba en el Credo.
Mecanismos de seguridad, acrobacias entre ruinas, todo estaba preparado para que nadie perturbara el sueño de los muertos... o para que no cualquier mortal alcanzara las tierras féricas.
A través del intercomunicador que llevaba en la oreja, la entidad la iba señalando las distintas contraseñas, que poseían algunas de las puertas que se encontraba a su paso, que la faciltarían el paso de una estancia a otra.
Hace unos meses:
Mixa estaba absorta en la peli que se había descargado de internet. Llevaba una sudadera y un abrigo, pues la calefacción había vuelto a estropearse, y el frío de afuera se colaba dentro de la casa. Su móvil sonó...
-Hola, Tesoro.
Dijeron al otro lado de la línea.
-Hola había reconocido la voz - ¿Cómo estas?
-Pues bien ¿Tu?
-Yo bien gracias, aquí mirando una película
-¿Qué peli estas viendo?
-Posdata: te quiero, me la he bajado por emule.
-Protagonistas de postdata: te quiero; Gerald Buttler y hillary Shawn.
Actualmente en cines
-Muy bien, tío listo. Me la recomendó un amigo... Es bastante bonita...
-Eres una romántica. Seguro que te dan miedo la de terror.
-Pues si - Mixa sonrió avergonzada, sabiendo que él no podía ver como el color subía a sus mejillas Las románticas, con argumento, me parecen muy bonitas...
-Tu eres bonita con o sin argumento.
-Hablamos de películas, no de mí.
Mixa soltó una dulce risilla.
-Eres toda ternura.
-Nadie me lo había dicho, gracias
-Las que tu tienes, linda.
-¿Queeeeee?
-Era un piropo.
-¿Y que significa?
-Que gracias, o sea, belleza, la que tu tienes.
-Perdón Mixa se sonrojó no lo había entendido.
-Se me ve hambriento hoy ¿Eh? Jejejejeejejjeje...
-Pues cuelga, y ve a comer.
-Me refería a hambriento de ti.
Mixa soltó una risilla.
-Hacia mucho que no oía eso.
-Te tiene muy mal acostumbrada.
-Pues si
Mientras los piropos se sucedían al otro lado del teléfono, Mixa regresó,
mentalmente a su pasado...
-¿Te han alimentado bien?
El hombre que la observaba era un reputado cocinero de la ciudad, venia al
mercado de esclavos en busca de carne (se había puesto de moda la consumición de
carne humana)
-Pues si ¿Por?
Preguntó Mixa,
-Para comerte bien carnosita... Cuanto mejor te alimentes, más apetitosa estarás
la palpó bien Hoy podría ser tu gran día... Ñan Ñan... jeejejejejejejeje.
Mixa se aparto de las manos de aquel hombretón.
-Así que te resistes... Habrá que castigarte.
-¿Por qué?
Le desafiaba la joven Mixa.
-Arrodilladla, me va a comer todo mi pollon.
Entre varios consiguieron reducir y arrodillar a la brava muchacha, el tipo se acercó y acarició los labios de Mixa.
-Menudos labios jugosos y cálidos tienes, preciosa... va a ser como meter mi polla en un tartita recién horneada se quedó un rato admirando la boca de Mixa - ¿Por qué estropear tan linda mercancía? Muchachos, cargadla en el carro. Vamos directos a las cocinas... Voy a cocinar mi mejor plato, con esta muchachita.
-Parece bastante dulce y rellenita.
Apuntó uno de los ayudantes del cocinero.
-En cuanto la montéis en el carro, será toda vuestra para gozarla dije el orondo cocinero -... Pero ni se os ocurra lastimarla, no quiero que la estropeéis.
En la parte de atrás del carro, enseguida los ayudantes se desnudaron e hicieron los mismo, no sin férrea oposición, con Mixa. Abrazaron a la muchacha, y se turnaban para besarla la boca y disfrutar de aquellos carnosos y tiernos labios. La babosearon el cuello, dándola obscenos chupetones, pero enseguida regresaban a los labios que saboreaban con lascivo apetito. Los brazos de los ayudantes apretaban con deseo el cuerpo de la joven, como si la pretendieran estrujar. Sus manos estrujaban y sobaban los firmes pechos y los duros carrillos del trasero de la chica, estaban en éxtasis con el dulce que les habían dejado paladear.
Nunca, en su corta vida, Mixa se había sentido tan humillada, y no paraba de presentarles batalla a esos dos lascivos violadores.
-Soltadme, cabrones.
-Mira, el corderito dije riéndose uno de los ayudantes, mientras pasaba su pestilente legua por el ovalado rostro de Mixa tiene una boca muy sucia... ¿Qué tal si se la limpiamos, hermano?
-Me parece muy buena idea.
Con firmes manos, empujaron la cabeza de Mixa hacía abajo, hasta ponerla a la altura de sus erectos miembros. Una perla de liquido preseminal saludaba a Mixa desde cada glande.
-Tu primero.
-No, hermano, tu primero.
Empujando la cabeza de Mixa de una polla a otra, esta aprovecho la distracción de sus dos forzadores para repartir sendos y fuertes mordiscos en ambos miembros viriles. Los doloridos ayudantes llevaron sus manos a sus heridos genitales, y Mixa aprovecho el verse libre de sus captores para impulsarse fuera del carro.
-¿Qué ocurre ahí atrás?
Rugió la voz del cocinero.
Ninguno de los dos se atrevió a decirle, que la muchacha se había escapado.
-¿Mixa? ¿Estas?
Mixa salió muy apurada de su ensoñación.
-Perdóname... Tenía la cabeza en otra parte.
-Bueno, espero que no te olvides de nuestra cita de mañana.
-Tranquilo, no lo haré.
-Buenas noches, princesa.
-Buenas noches, tontorrón.
Cuando Mixa colgó el teléfono la melancolía cayó sobre ella... Desde que perdieron la guerra, y comenzó "La Gran Crisis", su vida se había visto convertida en un flujo de noches solitarias y días insulsos... Se había echado un noviete bastante común y corriente, y parecía haber aceptado su nueva vida como parte de la gran masa gris... No, no debía ser así: ella no había nacido en Nova 1, no pertenecía a este lugar, Entonces ¿Por qué no se había marchado cuando toda la magia y sus seres abandonaron Nova 1? Ella sabía la respuesta, no se fue porque sabía que él, su verdadero amor, seguía en algún lugar de Nova 1 ¿Se acordaría él de ella? La dolía pensar que pudiera ser que no, o que quizá él hubiera sido una victima de la última gran batalla y ella no lo supiera.
Las imágenes del filme pasaban por delante de los ojos de la antigua Soulwalker, pero ella no las prestaba ya atención.
En cuanto salto del carro, Mixa comenzó a correr entre las callejuelas de la ciudad... No la volverían a coger, se juraba una y otra vez la muchacha. Sin darse cuenta, choco contra alguien: Un caballero un tanto siniestro, vestido con un habito blanco.
-¿Qué te ocurre, muchacha? ¿Dónde vas tan corriendo?
-¡No me toque!
Gritó Mixa, apartando de un golpe la mano que el caballero la tendía.
-Tranquila, conmigo estas a salvo.
Y el tono de la voz de aquel hombre tranquilizó a la joven.
Mixa se levantó, y se sacudió el polvo.
-Mi nombre es Samuel comenzó diciendo el caballero , y, creo por tus ojos que necesitas un hogar y una familia. Si me acompañas tendrás de ambas cosas.
Después de sus experiencias, Mixa aún hoy se sorprende de que aceptara ir con aquel desconocido sin más reservas. Pero nunca se arrepintió de haberlo hecho.
Samuel cumplió con su palabra, la dio un hogar y una familia: El Credo de los Soulwalkers; y allí aprendió a convertirse en una letal asesina y una hábil guerrera.
Mixa se dio cuenta de que se había quedado traspuesta, la película ya había acabado... Apagó el televisor, y se encaminó a su cama.
-¡Joder! Esto no entraba en los planes.
Bramó la entidad desde el otro lado de la línea. El cabrón de Montgnac había cambiado lo contraseña de una de las puertas, Mixa podía regresar a atrás... Pero se negaba a abandonar. Por su parte la entidad estaba furiosa porque odiaba sentirse estúpida, y más aún que hubiera testigos de ello.
-Estate tranquila volvió a hablar la entidad encontraré una solución.
-Si al menos tuviera a algo a lo que disparar.
Se quejó Mixa, que se veía ahí parada sin nada que hacer hasta que la entidad solucionara el problema.
Un minuto...
Dos minutos...
Tres minutos...
-Tengo tres dígitos de 4 anunció, de repente, la entidad -. Pulsa: Cuadrado, Rombo, Esfera,...
-¿Cuál es el cuarto?
-Dame un momento, joder.
Un minuto...
Dos minutos...
-¡Ya! ¡Triangulo!
La puerta se abrió por fín.
-¡Hostias!
Escuchó Mixa por el interfono.
La sala estaba en penumbras, pero lo que vieron los ojos de Mixa la hicieron proferir un:
-¡Joder!
Ruidos de oasis apresurados, seguidos por un repiqueteo metálico... dos disparos y dos explosiones secas.
-¿Qué ha ocurrido?
Pregunto la entidad desde el otro lado.
-Creo que Ruy dejo a un amiguito aguardándonos, por si descifrábamos el enigma.
-¿Lo has matado?
-¿Tu que crees? El cabrón esta ahora mismo decorando con sus tripas toda la sala.
-Bueno dijo la entidad disimulando su goce con esas descripciones sigamos con ello ¿Lista?
-Desde luego.
Mixa cruzo la sala en unos instantes, de nuevo se encontró correteando entre corredores y cornisas ruinosas en busca de aquello que las trajo hasta ese nido de gusanos.
De repente una luz tenue llamó la atención de Mixa, se acerco sigilosamente... Una jaula colgante, y dentro había una joven, de voluptuosas formas, apresada.
-¿Quién hay ahí?
Mixa se dio por descubierta.
-Mi nombre es Mixa luego, cautelosa, preguntó - ¿Hay alguien más por ahí acechando?
-No, ahora mismo estoy sola... Me llaman Godiva.
-¿Lady Godiva?
-Sí.
-¿La hija de Artemiodoro?
-Sí... ¿Eres de La ALQUIMIA?
-No, soy una antigua Soulwalker la informo Mixa - ¿Qué haces aquí?
Godiva se encogió de hombros.
-Creó que Montagnac es menos tonto de lo que creía, le he estado rondando para descubrir que se traía entre manos, y, parece que me descubrió. Debí abandonar después de que nos hiciéramos con La Espada del Caos.
-¿La Espada del Caos? ¿Dónde esta?
Las palabras de Mixa estaban llenas de apremiante curiosidad y algo de consuelo, ella la había perdido... y creía que para siempre.
-Te lo diré, pero antes sácame de aquí.
Dijo Godiva.
-¿Los barrotes tienen algún conjuro?
-¿Tu que crees? contesto, con impaciente ironía, Godiva Magia demoniaca. Si no ya hace tiempo que me hubiera librado, pero mis conocimientos de magia son inservibles contra lo que sea que ha forjado estos barrotes. Pero lo que sí se es que hay una llave.
Mixa resopló, su honor. ahora más que nunca, estaba en juego... Otra gente tenía la espada que solo debía portar el máximo dirigente del Credo.
-Te juro que te sacare de ahí en cuanto pueda y luego dirigiéndose al otro lado de la línea Supongo que lo has oído todo ¿No?
-Sí.
-¿Te apetece ayudarme?
Un minuto largo de silencio.
-Supongo que esa muchacha nos será de gran ayuda, si es quien dice ser.
-Ok luego, girándose, de nuevo, hacía Godiva Tu espera aquí, conseguire encontrar la forma de sacarte de esta.
Mixa eligió un corredor que pasaba cerca de la jaula, en algún lugar debía estar la maldita llave: quizá en poder de algún carcelero, o... Bueno, solo esperaba que no fuera en poder de Ruy.
Saltando y corriendo entre los ruinosos corredores, y sus apenas iluminados recovecos, al fin conseguía encontrar la estancia donde el brillo metálico, que reflejaba el fulgor de una antorcha cercana, le indico que había encontrado su objetivo. Un disparo dejó fuera de combate al demonio que Ruy había dejado como carcelero y guardián. Ya tenía la llave, ahora: ¿Podría recordar el camino de vuelta?
-Necesitare una ayuda para volver, creo.
-Bien anunció la entidad -, entonces cállate y escúchame... yo te guiare.
-Acaso ves donde estoy.
-¿Te recuerdo que soy un ser cuántico?
-Si tan perfecta eres ¿cómo es que no estas tu haciendo este trabajo?
-Tengo mis motivos sentenció la entidad -. Ahora concentrémonos en encontrar a la chica y en sacarla de su prisión ¿Ok?
-Vale.
La entidad fue indicándole el camino a desandar, hasta que por fin se encontró de nuevo frente a la jaula y su prisionera.
-Ya estas de nuevo aquí.
-Sí.
Mixa abrió la cerradura, y la voluptuosa joven se vio por fin libre.
-¿Sabes que se propones Ruy de Montagnac?
La respuesta de Godiva fue negativa.
-No miro a su alrededor -, pero mejor será que nos marchemos de aquí. Ven, conozco un corredor que nos sacara de aquí, y, nos llevara a un lugar donde hablar con tranquilidad.
-Tu guías.
Contesto Mixa, mientras la pedía a Godiva que abriera el camino.
Tras unos largos minutos, por un largo y tedioso corredor, salieron por fin a la grisacea luz del día en aquella parte montañosa y nevada de las tierras féricas. Mixa intento mantenerse impertérrita, pero estaba muerta de frío... Llevaba un modelo demasiado escueto para ese clima, pero, y eso sorprendió aún más a Mixa, Godiva que iba desnuda, a excepción de un saco abultado que llevaba atado a su cintura con una cuerda (lo había sacado con ella de la prisión)... No parecía ni sentir frío, ni disimularlo.
-¿No tienes frío?
-No.
Contesto con una tímida sonrisa, Godiva.
-Bueno dijo bostezando para disimular sus escalofríos - ¿Hacemos turismo?
Godiva volvió a asentir y con una sonrisa volvió a dirigir la marcha.
Más cornisas, y despeñaderos, pusieron a prueba las dotes de escaladora de Mixa, mientras que Godiva las evitaba con una simple levitación.
-Mírala, como se luce.
Decía, entre dientes, Mixa, al comunicador de su oreja.
-Debes confiar en ella, tenemos una amiga común... La bella Anita Lee, me acaba de verificar su historia... Podéis tener intereses comunes la decía la entidad desde el otro lado Eso sí, si tienes que mover algo pesado... Déjaselo a ella.
-No, ya veo que se las arregla muy bién.
Volvió a decir Mixa.
La idea de que Godiva llevara la voz cantante en cuanto a las demostraciones de fuerza bruta, y Mixa en cuanto a las de tiro, fue bastante útil para abrirse camino entre la población local de aquellas montañas y la escarpada orografía del lugar.
En uno de esos momentos, Godiva se giro hacía Mixa y le soltó los planes de Montagnac.
-¿¡Que pretende qué!?
-Despertar al Dragón repitió Godiva -, el ser primigenio cuya descendencia, y él mismo anteriormente, gobernó con mano férrea gran parte de estas tierras, hasta que El Gran Consejo acabó con ellos.
-Ya, ya... Pero como pretende que le sirva para algo.
-Conoce el hechizo con el que encadenarle.
Mixa bufó.
-Estupendo, y, ¿nosotras que tenemos?
-Esto.
Godiva estrajo un guantelete del saco que llevaba prendido a su cintura.
-¿Con una guantelete?
-No es guantelete cualquiera, ya lo veras cuando llegue el momento.
-Bueno.
Mixa se encogió de hombros, sin creerse del todo aquella estrategia, y siguió a Godiva por las escarpadas montañas.
-¡Mierda! ¿¡Has sentido eso!?
Un leve temblor sacudió las rocas.
-Esta empezando susurro Godiva Será mejor que nos demos prisa.
Mixa asintió, esto cada vez la gustaba menos. Además, ser la más débil de la pareja la sacaba de sus casillas.
Siguieron el centro del temblor hasta un valle rodeado por gigantescas estalactitas, en su centro estaba Ruy de Montgnac a punto de iniciar el ritual para revivir al Dragón...
-¡Ruy! ¡Detente! - gritó Godiva - ¡No tienes ni idea de lo que estas a punto de desatar!
-Ya veo que una vieja amiga te ha dejado escapar se giro hacía Mixa, que estaba detrás de Godiva hola, Mixa de nuevo miro a Godiva Voy a hacerlo quieras o no, así que ¿Cómo piensas detenerme?
Dos balazos atravesó la purpúrea gabardina de Montagnac.
-¡Zorras! y de pronto, le vieron sonreír - ¡Habéis puesto en marcha lo que veníais a detener, con vuestra acción! ¡Mi sangre es el último ingrediente!
Y su risa rebotó por las estalactitas del valle... y, a aquella risa, pronto la acompaño el rugido del Dragón recién resucitado...
-¡Estoy vivo!
Y aquel grito sepulcral hizo temblar las montañas...