04 La III Guerra Silenciosa
Apenas me puedo mantener consciente, y gran parte de mis energías las estoy gastando en seguir flotando... No puedo apyarme sobre un pie, así que si intentara mantenerme de pies me caería sin remedio.
-Ciertamente me alegro que Lapinet no haya logrado finalizar sus ansias gastronómicas, así podré ser yo quien deguste tu cuerpo entera cuando mueras a mis pies.
Uff, apenas puedo entenderla... Mi cabeza no para de latir... He perdido mucha sangre... La mayoría por el desastre causado, por ese engendro, sobre mi ingle. Mantente, Oma, debes aguantar...
-Tienes mucho coraje, te has ganado mi respeto... Aunque eso no evitara que te devore esas dos tetazas, Omita
Sigue hablando, déjame coger aliento... El dolor y la ira me mantienen consciente, aunque nos e por cuanto tiempo...
-¿Durara mucho este mirarse fijamente?
Espera a que la ataque, guarda un as en la manga.
-¿Que... te... guardas ahora?
-Mírala, apenas puedes hablar... ¿cómo piensas vencerme siquiera?
-Soy... mas... poderosa que... tu... bruja
-¿Si?
Se agacha, y pringa sus dedos en un charco de mi sangre... Deja caer el kimono de seda que hasta ahora llevaba, esta desnuda debajo (No es que sea una vista muy agradable). Unta la sangre de sus dedos sobre sus pezones...
-Esto es algo que aprendí de mi maestra
Sus labios susurran una palabra que el latir de mi cabeza me impide oír...
Ante mis ojos estupefactos, Cacerola cambia su aspecto... Un poco mas esbelta, con el cabello naranja, y dos ojos donde debían ir sus pezones... ¿Se ha transformado en una Vidente?
-¿Sorprendida, querida Omita?
Su cuerpo se eleva ante mis ojos...
Juntando todas mis fuerzas dejo a los tallos del rosal dibujarse en mi piel, el dolor de su crecimiento se une al que ya poseía mi cuerpo... Estoy a punto de desmayarme, es demasiado... Pero al fin y al cabo es necesario, esencial, para que mi magia pueda poner fin a la vida de Cacerola, de una vez por todas... Mis cabellos empiezan, al mismo tiempo, a danzar recorridos por pulsos de energía...
-Aun no se como lo has logrado, pero, no importa, igual caerás.
Digo esto con toda al rabia que mi cuerpo puede escupir.
Recuerdo que leí entre aquellos papeles que rescatamos del incendio, como se invocaba uno de los hechizos mas mortales que conocían mis ancestros...
Estando yo de peregrinación junto a un viejo Vidente, este me explico que existían tres hechizos mortales dentro de la magia de los Videntes... "Hoy te explicare como funciona el primero, el mas suave", me dijo el anciano.
Me contó que, como bien sabía yo, a la hora de convocar a la magia, todo Vidente se ve rodeado por una serie de tallos espinosos, que se van torciendo y enredando, hasta conformar una autentica maraña que cubre todo el cuerpo del Vidente. Este proceso es muy doloroso, varias veces yo lo había experimentado, pudiendo incluso matar a quien invoca la magía, si este no es lo suficientemente apto o fuerte. Mientras esto sucede, el Vidente ha de recitar lo siguiente...
Mis cabellos se encrespan hasta conformar una enorme aureola, que enmarca mi cuerpo. Recito la plegaria tal y como venía en el texto...
Haz del dolor
un aliado,
no un enemigo
ni tu verdugo
o torturador.
Placer y dolor
son dos ríos siameses
que nos conducen
al verdadero yo:
El yo bionauta..
El rosal se cierra, el dolor es insoportable...
"Tras recitar esto, cuando el dibujo de espinas se haya cerrado, levanta tus manos hacía el enemigo, con tus palmas frente a él. Concentra todo tu dolor en él... Introdúceselo, haz que tu sufrimiento sea su sufrimiento" ...
Me concentro, fijo mi mirada sobre ella,,, -Enmarco su cuerpo entre mis manos... Le inoculo con mi mente... Con mi fuerza de voluntad... Todo mi dolor... Cada segundo de dolor que he vivido durante miles de años...
Las palizas de mi abuelo...
... Él fallecimiento de mi padre...
... El duro aprendizaje de la magia...
... Los castigos de los Ancianos...
... Mi prisión durante milenios en aquel lugar... Sin poderme mover... Sin oir ni poder hablar con alguien... Sola e inerte en la oscuridad...
... Las ocasiones en que use la magia...
... Las ocasiones en que combatí y me hirieron...
... La violación que sufrí a manos de los Diáconos...
... Ver a Ana morir entre mis brazos...
... Ver a Ana pudrirse en vida en esa habitación...
... Las torturas de las que acabo de ser victima.
Los tallos escapan por las palmas de mis manos... Alcanzan a Cacerola, quien no puede creer lo que la esta sucediendo, y se enredan a su alrededor... La sorpresa la dura un segundo, pone resistencia... Hace uso de todo su poder para evitar que las espinas se claven en su piel, que los tallos se ciñan a sus carnes... La tensión es insostenible...
Ella o yo... Ella aun esta fuerte... Yo estoy a punto de caerme redonda... Es inútil. Si con su cuerpo normal es dura (Solo hay que ver como ha dejado mi cuerpo), con el de una Vidente es casi invencible...
"Concéntrate, tu enemigo estará atado... Luchara por no morir atrapado en tu red de espinas, es natural el instinto de supervivencia en todo ser... Tu no debes desviar tu mirada de él, haga lo que haga, duela lo que duela, sientas lo que sientas... Nunca debes dejar de concentrarte en él"
Mantengo mi único ojo sano clavado en Cacerola... Poco a poco, tira mas de mi hacía ella... Apenas tengo fuerzas para resistirme... Apenas puedo sostener mis agotados y doloridos brazos... Mis muñecas, que ella atravesó con clavos de hueso, aparecen a punto de desprenderse de mis brazos, las heridas abiertas en ellas han vuelto a sangrar...
"... haga lo que haga, duela lo que duela, sientas lo que sientas... Nunca debes dejar de concentrarte en él"
Pongo todo el peso de mi cuerpo para evitar que me arrastre un centímetro mas... Se que no soportare esto mucho rato, aunque por ahora he detenido el arrastre...
"Si te mantienes concentrado, si tu voluntad de ganar no flaquea, la red se cerrara sobre tu enemigo, y, entonces, le darás el golpe de gracia".
Yo le mire con una pregunta en mi mente: "Maestro ¿Y si algo me impide lograrlo... Si estoy demasiado débil... Y si lo hago en medio de la desesperación de las heridas causadas por el combate? Entonces... Cuándo estas a las puertas de la muerte cuesta mucho concentrarse". El anciano me miro, y, con una beatifica sonrisa, contesto: "En esos momentos el guerrero recuerda la razón por la que lucha, y esa le infunde las fuerzas que las heridas le arrebataron".
Ana...
Con el ultimo aliento que me queda, pongo el resto... Para mi sorpresa y alivio, la red se cierra sobre Cacerola...
-Aaaaaaaaaa aaaaaaaaggggggggg gggggggggghhhh hhhhhhh
La devuelvo todos los gritos de dolor que ha hecho salir de mi garganta... Vuelco, sobre Cacerola, todo el dolor que, ella y otros, me han provocado....
La red cada vez aprieta mas... Comprimiendo al carne... atravesando la carne... Triturando tendones... Fragmentando huesos... Desgarrando órganos...
... Hasta que el cuerpo despedazado de Cacerola se reparte por toda la estancia...
El asco que me ha provocado esto, me hace vomitar... Con el vomito se van mis últimas fuerzas...
Mi cuerpo cae al suelo con un golpe seco...