La revancha de La Casa de Chocolate

Tan solo se había limitado a ocupar el lugar de aquel pasillo en el espacio – tiempo que correspondía ha aquellos momentos: los de la fiesta.

-¡Tenías unas ordenes claras!

Bramó Ruy de Montagnac, mientras señalaba a sus habitaciones... su lugar de intimidad, violado por aquellos ladrones.

La mujer de piel cobriza y belleza casi artificial, se limito a mirarle mientras la gritaba.

-Quisiera que me explicaras que ocurrió.

Continuaba gritando el Marqués de Essex.

Pero ella sabía perfectamente lo que había ocurrido, tenía a la intrusa en sus garras, una intrusa muy apetececible, pensaba para si misma; y de pronto... un destello rojo y verde la cortocircuito por un minuto y medio... Para entonces todo se había perdido, y la espada que se la contrató para guardar ya no estaba en el edificio.

-Elvis ha abandonado el edificio.

Se limito a susurrar, al reecordar una famosa frase que se les decía a los fans del "rey del rock" cuando terminaba una actuación.

-¿Te crees graciosa?

Ella le lanzó su mirada más despectiva como respuesta.

Montagnac acabó por darse por vencido, y marcharse, sin dejar de desportricar entre dientes, a sus aposentos. A ella solo la basto un pensamiento para encontrarse donde la apetecía...

-Hola.

Dijo una voz desde detrás de una nube de humo, iluminada por el brillo de la pantalla de un ordenador.

-Hola, amor – contestó ella - ¿Qué tal estas?

De la nube de humo salió una mano que sujetaba tres o cuatro cajas de pasrtillas.

-Aquí comatiendo a mi propia mente y su química aprticular.

-Jajajajajaja – rió ella, se sentía de nuevo humana cuando estaba en compañía del escritor -... Eso está bien.

-Si... En ocasiones anfetaminico, en ocasiones depresivo... Mola.

Sus sentidos aumentados sintieron como apagaba el cigarro en un cenicero de cristal.

-La mente, la literatura, y sus misterios... ya ves.

Dijo él.

-Sí, ya veo.

Y su sonrisa fue realmente humana.

-Me pregunto como se vera el mundo desde los ojos de un loco.

-Coño, eso sería realmente interesante.

-Dostoieski le escribió a su hermano: "Tengo un gran proyecto, volverme loco".

-¿Eso escribió?

-Sí, en una carta a su hermano.

El humo del tabaco seguía ocualtando al escritor, aunque ella sabía perfectamente quien era él. Inluso ahora podía calcular su peso, sus volumen, sus constantes vitales, todo lo fisico... Menos su mente y su alma.

-No sabía de esa carta.

Era cierto, en sus bancos de datos no venía aquel banal dato... Quizá lo consideraron insustancial, ahora los odiaba por no haberlo hecho: Se sentía estupida.

-Dios, no debería estar escribiendo a estas horas – dijo él atropelladamente -, pero es que me provoca ansiedad tener que acostarme por obligación cuando es el único momento que tengo para escribir.

-¿Trabajo?

Preguntó ella.

-No, medico. Nunca le pidas hora de cita a un ordenador. Estoy seguro que nos dan las horas tan tempranas para las citas, de forma que cuando quieran conquistar las maquinas el mundo nos pille a todos con sueño y de esa forma no prssentemos batalla.

-Dios, que películas te montas.

Dijo ella riendo.

-Madrugar puede matar a un hombre.

Ella hjabía pasado popr altop la menció conspiroparanoica a las amquinas, sinceramente, estando con él olvidaba que ella era una de esas "conspiradoras maquinas". Nuevo humo se sumaba al anterior, espesando la ya espesa cortina, mientras charlaban había encendido un nuevo cigarro que ya estaba casi consumido. Sintio varias palmadas contra la mesa, para apartar la ceniza que se caía del, aparentemente perpetuo, cigarro. De nuevo apago la colilla contra el cristal del pesado cenicero.

-Pareces cansada – la dijo él, parecía increíble que él pudiera siquiera verla a través de la barricada de humo que se había creado alrededor - ¿Por qué no duermes un poco? Te prometo velar tus sueños.

A ella le apreció un buen consejo, así que se recosto en una cama que había a su derecha... y se desconecto para descansar... y, quizá, soñar.

¿Sueñan los cibercuerpos cuanticos con lo mismo que sueñan los seres seres humanos?

[05:03] ninfa: ¿Me quieres comer?
[05:03] brujito: mmmmmm
[05:03] brujito: ¿como estas ahora?
[05:04] ninfa: ahora estoy un poquito delgada
[05:04] ninfa: pero ya volvere a estar bien
[05:04] brujito: mmmmmm
[05:05] brujito: quiza para una sopita estes rica ahora

[05:06] ninfa: para una sopita
[05:06] nifa: puede ser
[05:06] brujito: mmmmmmmm
[05:06] brujito: segura que seria deliciosa
[05:06] ninfa: tu crees
[05:07] ninfa: toca mis brazos
[05:07] brujito: sip
[05:07] brujito: mmmmmmm
[05:07] ninfa: como estoy
[05:07] brujito: bien
[05:07] brujito: para un guiso

[05:08] ninfa: y mis muslos?
[05:08] brujito: mmmmmmmm
[05:08] brujito: se ven bien torneaditos
[05:08] brujito: daran un sabor muy rico
[05:08] ninfa: te agradan?

[05:09] brujito: mucho
[05:10] brujito: daras un rico cocidito
[05:10] ninfa: ummmm

[05:10] ninfa: y mis labios?
[05:10] brujito: mmmmmmmm
[05:10] ninfa: los probaras
[05:10] brujito: estan carnosos y apetecibles
[05:11] brujito: y saben calidos y dulces
[05:11] ninfa: los comeras?
[05:11] brujito: claro
[05:12] brujito: me hacen la boca agua

[05:12] ninfa: ummm
[05:12] ninfa: deseo que los pruebes
[05:12] ninfa: ahora
[05:13] brujito: sientes mis labios apresando los tuyos?
[05:13] brujito: mordiendote suavemente el labio inferior?
[05:13] ninfa: si
[05:13] ninfa: los siento
[05:14] brujito: yo tb los tuyos
[05:14] brujito: y me los comeria ahora mismo

[05:14] ninfa: hazlo
[05:15] brujito: mmmmmmmm
[05:15] brujito: que carnosos estan
[05:15] brujito: y que rico sabe el inferior
[05:15] brujito: mas carnosito y gordito
[05:16] brujito: desnudate
[05:16] brujito: voy a poner a calentar el agua en el caldero

[05:16] ninfa: ok
[05:16] ninfa: me ayudas?
[05:16] brujito: ok
[05:16] brujito: que deseas que te quite primero?
[05:17] ninfa: mi camisa
[05:18] brujito: te la desabrocho
[05:18] brujito: lentamente
[05:18] ninfa: sip
[05:18] brujito: viendo como asoman tus ricos pechos
[05:18] brujito: relamindome por el aroma de la carne que descubro

[05:19] ninfa: pruebalos
[05:20] brujito: los libero de tu sujetador
[05:20] brujito: y atrapo un pezon entre mis labios
[05:20] brujito: mmmmmmmm
[05:20] brujito: sabe tierno y jugoso
[05:21] brujito: que rico estara bien condimentadito

[05:21] brujito: que quieres que te quite ahora?
[05:22] ninfa: mi jeans
[05:23] brujito: los bajo lentamente, huelo tu sabroso sexo y tiento tu trasero
[05:23] brujito: acaricio tus muslos
[05:23] brujito: y lamo su cara interior
[05:24] ninfa: ummmm

[05:24] ninfa: siento tus labios
[05:24] ninfa: tu lengua
[05:24] ninfa: como recorren y saborean mi piel

[05:25] brujito: que rica estas
[05:26] brujito: algo más que quitarte?
[05:27] ninfa: no lo se
[05:27] ninfa: tu me comeras
[05:27] ninfa: que mas t emolesta
[05:27] brujito: metete en el caldero

[05:28] ninfa: ok
[05:28] ninfa: me meto
[05:28] brujito: que te parece?

[05:29] ninfa: hace mucho calor
[05:29] brujito: mejor
[05:29] ninfa: pero es agradable
[05:30] brujito: y huele ya muy rico
[05:30] brujito: la removere un poco
[05:30] brujito: tu sientate, para que te cubra todita
[05:31] ninfa: lo hago
[05:31] ninfa: asi esta bien?

[05:31] brujito: mmmmmm
[05:31] brujito: si
[05:31] brujito: que tus pechos floten un porujitoco
[05:31] brujito: hasta quedar bien cociditos
[05:32] brujito: para darte sabor
[05:32] brujito: echo fresas, y frutas del bosque
[05:33] brujito: y rodajas de platano
[05:33] ninfa: ummmm
[05:33] ninfa: que rico
[05:34] brujito: siiiiiiiiiiii
[05:34] brujito: ya huele muy rico
[05:34] brujito: remuevo el caldero
[05:34] brujito: y toco tus pechos
[05:34] brujito: mmmmmmm
[05:34] brujito: que buen tono estan cogiendo
[05:34] brujito: mmmmmmmmm
[05:35] brujito: espero que sepas como hueles
[05:35] brujito: como tienes las mejillas

[05:36] ninfa: están muy carnosas
[05:37] brujito: mmmmmmmm
[05:37] brujito: vas a ser un buen bocado
[05:37] brujito: ya me haces la boca agua
[05:38] brujito: acercate que te pruebe una mejilla
[05:38] ninfa: ummm

[05:38] ninfa: me acerco
[05:38] brujito: mmmmmmmm
[05:38] brujito: creo que ya estas lista
[05:38] brujito: sal

[05:39] brujito: y tumbate en la mesa
[05:39] ninfa: salgo
[05:40] brujito: creo que te voy a comer viva
[05:40] ninfa: comeme
[05:40] brujito: tumbate en la mesa
[05:40] ninfa: me tumbo

[05:41] brujito: te penetro
[05:41] brujito: y empiezo comiendome tus carnosas mejillas
[05:41] brujito: mmmmmmm… que dulces y carnosas estan
[05:42] brujito: luego tu boca
[05:42] brujito: mmmmmmm
[05:42] brujito: que rico sabor a fruta
[05:42] brujito: estas muy rica, sabes?

[05:43] ninfa: no sabia
[05:43] brujito: mmmmmmmm
[05:44] brujito: estas para presidir un banquete
[05:44] brujito: como plato principal
[05:44] ninfa: ummmm
[05:44] brujito: me como tus pechos que han quedado rosaditos y bien sabrosos

[05:45] ninfa: sip
[05:45] brujito: me como la carne de tu vientre
[05:46] brujito: y tus costillas
[05:46] brujito: saboreo tus labios vaginales antes de comerlos
[05:46] brujito: estan carnosos y jugosos
[05:47] brujito: tus muslos bien trabajados son un manjar sedoso y dulce.

-¡Ejem!

Sobresaltado, el muchacho, levantó la mirada de la pantalla, una enfermera, que no recordaba haber visto antes por ahí (La verdad) estaba a los pies de la cama… Se quedó mirándola, no parecía real, era de una belleza casi artificial. Ella noto como el muchacho, un mago, intentó influir en su voluntad pero algo, la propia naturaleza real de la enfermera, le bloqueaba, o, solo le mostraba logaritmos de programación informática… Ella alargó su mano, y extrajo el portátil de entre las manos del muchacho. Cuando, él, la apreso, instintivamente, de la muñeca sintió su tacto, era como tocar piel sintetica.

-¿Qué eres?

-Una ninfa – le dijo sonriéndole, mientras que se marcha con el ordenador bajo el brazo –. Ahora descansa, llevare esto a su sitio.

Aquella enfermera era la propia Casa de Chocolate ¿El muchacho? Nunca lo supo... Aquel sueño era un recuerdo de una estancia en Praga.

La realidad cotidiana regresó poco a poco a inundar los sentidos de la entidad, había soñado con datos, hechos y fechas... Lo más cercano a soñar que podía en su estado.

-¿Qué tal estas?

La preguntó el escritor, no se había movido del sitio en el tiempo, fuera el que fuera, durante el que ella había estado durmiendo.

-Mucho mejor, gracias – dijo ella, reincorporándose - ¿No trabajas demasiado?

-No me pagaron la última novela, así que les denuncie... Ahora tengo que acabar una nueva novela para que la nueva editorial me pague y así sufragar los gastos, que pensaba sufragar conm lo que me iban a dar los anteriores, y, además, pagar a los abogados y las costas del juicio... Vamos, una jodida mierda.

-Seguro que sales de esta.

Le escucho reir.

-Sí, seguro... y si no, siempre hay una esquina en Montera esperándome.

Ambos se echaron a reir.

-Sabes – dijo ella, en cuantoa cabo de reirse -. Hoy he tenido problemas en el trabajo.

-Cuentame.

-A mi jefe le han robado una cosa de gran valor, y me ha caido toda a culpa a mi.

De nuevo escucho como una colilla se aplastaba contra el vidrio.

-¿Tienes idea de quien fue?

-Sí, casí la tenía... Fue una zorrita china... o japonesa, yo que sé. Lo único que se es que: si esa zorra se cree que puede robar estando La Casa de Chocolate delante, me la voy a comer en cuanto al vea.

-Interesante filosofía.

La entida medito bien sus palabras antes de continuar...

-Pero, no me la voy a comer hasta que engorde un poco, porque la verdad estaba muy delgada... Primero la cebaré.

-Hasblas como toda una bruja caníbal.

Ella desdeñó la apreciación con un gesto.

-No, pienso como la casa de la que recibo el nombre.

-Fijate, toda las vida pensando que aquello lo decía la ocupante del lugar, y no el lugar en sí.

-El hogar hace a la persona.

Sentenció ella.

-Bueno, ¿Qué planes tienes ahora? No creo que tu noche se vaya a resunmir en estarme aguantando toda ella.

Ella sonrió.

-Bueno, tengo ciertas ideas.

Lo último que se evaporo fue su amplia y perfecta sonrisa...

... Además de la Espada del Caos, Kane, aquel pobre desgraciado, había blandido la lanza de Ymir, y la entidad estaba segura que conseguirla la devolvería el favor de Montagnac. El único onbstaculo era...

-Una delicia ecuatoriana.

-Como yo hay muchas.

Respondió la guardiana de la lanza.

-Pero tu pareces la mejor.

-¿Por qué crees eso?

La guardiana evadia todas las lisonjas.

-Eres toda apetecible.

-¿Yo?

-Eres el bocado más apetitoso que conozco – apreto con sus manos los enormes pechos de la guardiana – Tienes unos pechos que estran para comérselos enteros... Toda tu serías un banquete.

La entidad jugaba con el tiempo, el espacio, y las percepciones dimensionales, mientras rodeaba juguetona a la guardiana.

-Suena rico.

-Más rica estaras tu.

-¿Más rica de que?

-De sabor.

-¿Qué te gusta exactamente de mí?

Dijo coqueta la guardiana.

-Tus pechos, tus mejillas, tu boca... hago tremendos esfuerzos para no comerte ahora mismo.

La entidad prenetraba en la psique de la guardiana, haciendola ver el objeto de su deseo ante ella... No tenía que ser una mujer, ni siquiera una entidad cibernética o un hombre... Podría ser todo y más guiándose por las percepciones de su victima, y las reacciones de su mente ante el aluvión de estimulos con que la bombardeaba.

-¿De veras lo crees?

-He probado a las gringas rubitas y sonrosadas, y, aunque su carne en dulce y suave, les falta la jugosidad y el sabor de una buena latina.

Con estas últimas palabras la guardiana cayó rendida entre sus brazos.

-Pero, antes de que nos abandonemos a la pasión – la de tuvo la entidad – he de pedirte una cosa.

-Si, mi amor – gimio ardorosamente la guardiana -, lo que tu quieras.

-Esa lanza que con tanto celo guardas, entrégamela y te hare conocer los limites de placer y el deseo.

Como hipnotizada, la guardiana abrío las cerraduras que pretegían la lanza, y, luego la depositó en las manos de la entidad.

-Gracias, mi amor, has sido todo un cielo.

Se esfumó delante de la caliente ecuatoriana.

-Pero... Volvera ¿No?

Se quedo preguntándose la guardiana.