02 La Guerra silenciosa
-Tu, pequeña asesina... ¿Qué piensas hacer cuando no me tengas tapándote las espaldas?
Oma luce realmente sexy en esa forma mortal que ha tomado... Aun así mi mosqueo no se refrena por lo mucho que me este excitando su falsa apariencia...
En su mano se forma una masa blancuzca, mientras sus ojos solo me ofrecen fiereza...
No me acobardo, me acerco, y cojo el cigarro que sostienen sus carnosos labios.... Los saboreo en el filtro...
... Y expulso el humo en su rostro...
-Eres imposible...
-Y tu me tienes hasta los huevos, no entiendo porque tienes que ser siempre así
-¿Cómo? Ya te pedí perdón por lo de tu "sala de viajes"... Nunca me vas a perdonar
-No me gustas
Y es verdad, me da escalofríos...
-Además, ¿que coños pretendes hacer con esa cosa de tu mano?
-Darte una lección que deberías aprender
Y sin que yo pueda reaccionar, me estrella aquello en al cara...
Caigo de culo, y de repente no estoy en el restaurante... Sino en una cocina como las de mi chalet...
Miro hacía arriba y veo una figura que se va definiendo, poco a poco...
Mis ropas tampoco son las mismas...
La forma que se esta creando frente a mi, parece amenazadora... Retrocedo hasta la pared, y me apoyo en ella, sin perder de vista aquello, para conseguir irme levantando...
Lo observo formarse con el terror impreso en mis ojos... ¿Por qué me siento tan indefensa?
Aquella figura comienza a avanzar hacía mi... Tiene un perfil delgado, casi femenino...
Me vuelvo un poco hacía la pared, para tratar de protegerme... Aun así no le pierdo de vista...
Entonces la veo casi completa...
-Oma
Esta no responde ante mis palabras... Sigue acercándose...
-¿Así que quieres guerra?
Y empiezo a deshacerme de la camiseta que llevo.
-A ver si te gustan tanto mis tetas como a mi las tuyas
En ningún momento al pierdo de vista...
Ella alarga su mano...
-Te gustan ¿Verdad? Tan lindas... firmes y redonditas...
Me las magreo para excitarla aun mas...
Sus manos se meten bajo mis axilas, yo me había arrodillado para ofrecerla mejores vistas, y me levantan... Sus labios apresan los míos... Su cuerpo se expande... Sus brazos e multiplican... Oma abandona su forma antropomorfa... Por otra mas onírica... Mil brazos me toman... Mil bocas, objeto de las mil cabezas que posee mi amante, saborean cada centímetro de mi cuerpo...
Mis pechos mutan, por el arte del deseo de mi amante, en manzanas que son lustradas por las manos... Y saboreadas por las bocas...
Mi boca y me sexo se abren ante mi sorpresa, convertidas en flores encarnadas, para que mi amante los huela, saboree sus néctar, y palpe su suavidad...
Mi piel ya no es mi piel... Es un campo de cebada color teñido del caoba que esta lucia... Y mi amantes e dedica ha ararlo con sus caricias y besos...
Mis ojos, ya, son los suyos, y a través de ellos veo mi transformación... Y yo ya no soy yo, sino ella, y, a la vez el campo que labra, y recolecta a cada latido de mi corazón...
-¿Suficiente?
Estoy sentada en el suelo, vuelvo a ser yo... Y Oma sigue tal y como estaba antes de darme el bolazo...
-¿Qué fue eso?
-Una lección de poder
Y se marcha del restaurante sin mirar atrás...