-¿Que te ocurre?
Su voz taladra mis oídos, al igual que su enorme pedazo de
carne taladra mis entrañas desde mi esfínter.
-A mi nada, ¿por qué lo preguntas, mi señora?... No me ocurre nada
-No sigas comiéndome la moral, prefiero que me comas la polla... o que tu culo
se la trague entera... ¿Ok, putita?
Asiento, mientras me muerdo los labios para evitar gritar de dolor.
Rebusca en mis pantalones, le oigo hacerlo más que verle.
-¿Quién es este? ¿Tu abuelito?
Y su voz esta llena de cruel ironía.
-Soy yo
-Soy yo ¿Qué?
Y para indicarme mi falta, hunde más su tranca en mis entrañas. Suelto un débil gemido.
-Soy yo, mi señora.
-Jajajajajajaja - su risa esta llena de crueldad y satisfacción -... No
pareces, para nada, tu.
¿Quien fue él cruel que te tomo esa foto?
Intento recordarlo, pero me es imposible... Es como si hubiera un agujero en mi memoria.
-No lo se, mi señora.
-¿Sabes? Me gustaría verte vestido de niñita, con ropa interior y todo Me
agarra la cabeza, y me la voltea a una esquina de la habitación - ¿Ves el
maniquí? Se ve lindo ¿Verdad?
Su lengua se desliza por mi liso cráneo.
-Si, mi señora.
-¡Ummm! pega su boca a mi oído, y susurra - Eres muy lindo... Tienes unos
ojitos, así, tan lindos... como de inocente... y eso me gusta siento sus mano
apresar mi polla, dura y gorda Mmmmmm... se te ha puesto bien morcillona...
Creo que se sacar a la niña que hay en ti acompasa sus bombeos con el ritmo de
su mano al masturbarme -... Eso me excita... mucho, mi putita... empieza a
chuparme el cuello y la nuca -... Me gustaría atarte... y hacerte un montón de
cosas... Algunas prohibidas... Me gustaría desnudarte y untarte entero de
yogourt o chocolate, y luego quitártelo todo con la lengua.
En ese momento nos venimos los dos a la vez... Dios, me
siento tan humillado.