01 MARTIRYA VI: EL LIBRO DE LOS CONDENADOS
Martiria (Según la RALE): Especie de panteón donde se enterraba a los cristianos mas importantes, durante el precristianismo (Época de ilegalidad del cristianismo)
Martirya (En nuestra versión): Almas sensibles en contacto con los Dominios Olvidados, lo que puede suponer su caída en al locura... Kamikazes de lo místico, malditos condenados al dolor y la locura... El abismo de la locura se ha abierto ante sus pies, solo les queda intentar aferrarse a algo... o...
Los Dominios Desconocidos, una lugar fuera del tiempo y el espacio.
Oma camina por los áridos paisajes de aquel Dominio que los siglos olvidaron, y los Diáconos se encargaron de ocultar al conocimiento del TODO... Fue esta discriminación, este desprecio, lo que acabo haciendo que la bella fruta acabo pudriéndose, engendrando este infierno de dolor y paisajes igual de fríos, y torturados, que la gente que allí moraba...
Caminaba desnuda, con su pareo, azotado por el vientos eco, en la mano...
Primero escucho las suplicas... Después lo vio...
... Horrible... Grotesco... Un bosque entero de cuerpos unidos al rocoso suelo... Algunos hasta la cintura o las rodillas, otros hasta el cuello; algunos mantenían los brazos libres, pero otros ni siquiera eso... Uno de los cuerpos había sido atrapado boca abajo, y tan solo asomaban las piernas, sobre las que se posaba un ave carroñera que, el aun vivo (Sorprendentemente, dueño de aquellas extremidades, se encargaba de espantar con continuos pataleos al aire...
-Ayúdanos
-Ayúdanos
-Ayúdanos
-Ayúdanos
Las suplicas eran desesperadas...
Oma estaba horrorizada.
En un instante que la niebla se disipo, pudo ver al verdugo de aquella gente. Estaba detrás del bosque, un gigante de piedra que, por su forma, podría haber pasado por uno de aquellos horribles picos puntiagudos que llenaban los parajes del Dominio...
Oma levito hasta el coloso... Hasta estar frente a él... Hasta oírle respirar, sentirle vivir... Y entonces...
... Abrió las 7 puertas para aquel sádico...
Su cuerpo se desdoblo en 4, superponiéndose uno sobre otro...
La puerta prima, se dividió en 4 llaves, de menos a mayor, que abrían las 7 puertas...
Sus cabellos se convirtieron en una infinita llamarada, la puerta Fénix (O del fuego) se había abierto, que se fundió con la séptima puerta: El Cosmos...
Una vez las 7 fueron abiertas, Oma, fue UNA con el TODO... Pero aquello era demasiado para una sola conciencia, y, antes de diluirse en el infinito, se centro en los Dominios Olvidados... Los abrió al resto de Dominios, y limpio de ellos las perversas entidades que habían traído la podredumbre, así como a esta, y, al dolor y la tortura.
Una vez dio por terminada su tarea, volvió a encontrarse en el mismo lugar de donde la comenzó... Ya no existían ni el bosque, ni el torturador... Oma estaba muy débil tras aquello.
-Bravo... ¿Aunque no esperaras que haya sido tan fácil deshacer lo construido durante milenios?
Oma levanto la cabeza, no estaba sola.
Sus ojos se fijaron en el hombre que la había visitado en el templete de piedra, llevaba un libro en la mano, el libro que llevaba la chica que rescato hacía unas semanas, y le flanqueaban la chica neumática y Cacerola.
-Esto que tengo aquí, es el Libro de los Condenados... Aquí esta escrita la historia de los Dominios Olvidadas, y aquí reside el poder para recrearlos... Incluso para "mejorarlos"... Tan solo tengo que abrirlo, y leer una línea, para deshacer todo tu trabajo de purificación y unión... ¿Qué harás tu para impedírmelo?
Oma chasquea los dedos, y el libro desaparece de las manos del hombre, para reaparecer en las suyas.
-Muy lista... Cacerola...
-E... n... ca... n... ta... da..., e... lla... y... yo... te... n... e... mo... s... a... s... u... n... to... s... que... a... rr... e...gla... r
Cacerola se abalanza sobre Oma...
La sangre salpica el cuerpo de la inmóvil Vidente, así como los alrededores de la escena, cuando, con tan solo pensarlo, los costurones, que sujetaban piel y músculos de la bruja, de aflojan demasiado...
Cacerola cae al duro suelo como una muñeca de trapo abandonada por su dueña...
-Con lo que me había costado reconstruirla tras lo que la hiciste...
Se lamenta, fríamente el hombre.
-... No obstante me gusta tu estilo, quizá te interesaría trabajar para mi, ahora que tengo una vacante inesperada.
-Da gracias que no os mate a los tres
Oma se eleva, y se aleja de allí, con el libro apretado contra su pecho... Demasiado valioso para que cayera en malas manos...