24/04/07
LA PRINCESA (ECUADOR)
En una tierra lejana, en un tiempo difícil de datar se desarrolla esta historia grotesca sin igual.
Andaba la dulce princesa paseando por sus jardines de cristal, cuando se le acerco un muchacho de su lealtad.
-Hola
-¿Como estáis, Maese Ludovic?
La princesa la dio la bienvenida con una dulce sonrisa.
-Bien ¿Vos, alteza?
-Yo también
-Vos siempre estáis y estaréis bien
La dijo, con reverencia, el joven.
-Eso si
-Si. Las princesas no se estropean
-Claro
-Y están bien ricas
Y esto último hizo a la princesa enrojecer.
Los poetas cantarán que su rubor se contagió al resto de la escena, hasta hacer arden el cristal en un color rojo intenso, y llegado el cenit se apago... Pero la princesa ya no estaba allí...
-¿Princesa? ¿Dónde estáis?
Pregunto el joven a la estancia... Pero el cristal humeante
no le respondió.
Quitó (Ecuador), en la actualidad.
-HOLA
- Ingrato, a los años que no te veo. Sabes, me preocupaste. Creí que estabas enfermito o algo así
-DISCULPAME, PERO, CUENTAME: ¿QUÉ ES AQUELLO QUE TE ATORMENTA?
-Aquello que me ordenaste... Aquella chica: la princesa... Discúlpame por no haberte obedecido al pie de la letra, mi maestro... Cuando llego a nuestro tiempo, era irreconocible... grotesca, y no hermosa como dijiste... Discúlpame por no hacerlo como me enseñasteis.
-AMOR, TU ERES LIBRE. YO NO TE TENGO QUE DECIR NADA, Y CUANDO TE DIGO COSAS ES PORQUE TE QUIERO, Y, SUFRO POR TI
LA MADONNA: Si, pero igual, tu me lo advertiste, y yo con mi maldita inocencia sigo creyendo en todo el mundo... Yo igual, sufro por ti, no sabes como me duele que estés así con tu salud moral, esa es peor que la física