Valkiria

Las valquirias son dísir, deidades femeninas menores que servían a Odín bajo el comando de Freyja, en la mitología nórdica. Su propósito era elegir a los más heroicos de aquellos caídos en batalla y llevarlos al Valhalla donde se convertían en einherjar. Esto era necesario ya que Odín precisaba guerreros para que luchasen a su lado en la batalla del fin del mundo, el Ragnarök. Su residencia habitual era el Vingólf, situado al lado del Valhalla. Dicho edificio contaba con quinientas cuarenta puertas por donde entraban los héroes caídos para que las guerreras los curasen, deleitasen con su belleza y donde también "sirven hidromiel (o cerveza) y cuidan de la vajilla y las vasijas para beber".^[]

Parece, sin embargo, que no existía una distinción clara entre las valquirias y las nornas (Aquellas que rigen los destinos). Por ejemplo, Skuld es tanto una valquiria como una norna, y en la Darraðarljóð (líneas 1-52), las valquirias tejen las redes de la guerra. De acuerdo a la Edda prosaica (Gylfaginning 35), "Odín les manda valquirias a todas las batallas. Ellas asignan la muerte a los hombres y gobiernan la victoria. Gunnr y Róta [dos valquirias] y la norna más joven, llamada Skuld, siempre cabalgan para elegir quién deberá morir y para gobernar las matanzas".

La palabra "valquiria" deriva del nórdico antiguo valkyrja (plural "valkyrjur") y significa "la que elige a los caídos en batalla". Su etimología es la siguiente: Del islandés valr, "los caídos (en batalla)", del proto-germánico *walaz, "campo de batalla, matanza", proto-indoeuropeo *wele-, "herir, atacar". Se relaciona al término latino veles, "fantasmas de los muertos".^[] Del islandés kørinn, korinn, participio del verbo kjósa, "elegir, seleccionar". Los verbos modernos choose (en inglés) y kora (en sueco) tienen el mismo origen.^{[ ]}El cognado en anglosajón es "wælcyrige" y en alemán es "walküre". Esta última ha sido inmortalizada en la ópera de Richard Wagner "Die Walküre" ("La valquiria"), la segunda ópera de su ciclo "Der Ring des Nibelungen" (El anillo del nibelungo).

El origen de las valquirias no se encuentra documentado en los textos existentes, pero muchas de las valquirias más conocidas tenían padres mortales. Hoy en día se cree que las valquirias originales eran las sacerdotisas de Odín que oficiaban los sacrificios rituales en los cuales los prisioneros eran ejecutados ("llevados a Odín"). Para cuando fue compilada la Edda poética, a finales del siglo XII o principios de XIII, estos rituales habían dado inicio a leyendas sobre doncellas guerreras sobrenaturales que tomaban parte activa en los conflictos humanos, decidiendo quién debía vivir y quién morir.^[] En los poemas mitológicos de la Edda poética las valquirias eran deidades sobrenaturales de descendencia desconocida. Son descritas como doncellas escuderas que cabalgan en las filas de los dioses o sirven los tragos en el Valhalla; se les dan nombres significativos, como Skǫgul/Skögul ("lucha, furia"), Hlǫkk/Hlökk ("estruendo de batalla") y Gjǫll/Göll ("grito de batalla").^[] Sin embargo, en los cantos heroicos, eran descritas como bandas de mujeres guerreras, entre las cuales sólo se nombraba a la líder. Ésta era invariablemente una mujer humana, la hermosa hija de un gran rey, a pesar de compartir algunas de las habilidades sobrenaturales de sus compañeras anónimas. En el primero de los tres cantos de Helgi, Helgi Hjörvarðsson es abordado por una banda de nueve valquirias cuya líder era Sváva, la hija de un rey llamado Eylimi. En el segundo y tercer canto, las valquirias son guiadas por Sigrún, la hija del rey Hogni. Posteriormente, se casa con el héroe Helgi Hundingsbani y da a luz a sus hijos. La más famosa de las valquirias, Brynhildr, es también una princesa humana. En la Sigrdrífumál (La balada de la que trae victoria) nunca se la nombra, siendo llamada simplemente Sigrdrífa ("la que trae victoria"), y sólo hay indicios de que no era una deidad; más aún, no se habla de su descendencia. Sin embargo, en el pasaje correspondiente en la Saga Volsunga, se la identifica como Brynhildr, la hija del rey Budli (también se identifica a Sigrdrífa con Brynhildr en otro canto heroico, Helreið Brynhildar, o La cabalgata de Bryndhildr a Hel).

En el arte moderno, las valquirias a veces son representadas como hermosas doncellas escuderas sobre caballos alados, armadas con yelmos y lanzas. Sin embargo, el término "caballo de valquiria" era uno de los kenningar (un tipo de perífrasis escandinava) para lobo. Por ejemplo, la Piedra de Rök (Rökstenen de Rök, Östergötland) habla de "...donde el caballo de Gunnar ve carroña en el campo de batalla, donde yacen doce reyes" ("...hwar hæstʀ sē Gunnaʀ etu vēttvąngi á, kunungaʀ twæiʀ tigiʀ swāð á liggja.") Aquí GunnaR (o Gunnr) se presume que es una valquiria. En otras palabras, es probable que las valquirias no cabalgaran caballos alados, contrariamente al estereotipo, sino que sus monturas fueran manadas de lobos espantosos y beligerantes que buscaban los cuerpos de los guerreros muertos.

Mientras que los lobos eran sus monturas, las valquirias parecen ser similares a los cuervos, volando sobre el campo de batalla y "eligiendo" cuerpos.^{[ ]} De esta forma, las manadas de lobos y bandadas de cuervos que hurgaban entre los resultados de la batalla podrían estar sirviendo a un propósito mayor.

De acuerdo al trabajo de gran influencia de Thomas Bulfinch, Bulfinch's Mythology (1855), la armadura de las valquirias "despide una extraña luz, que destella sobre los cielos septentrionales, creando lo que los hombres llaman 'Aurora Borealis', o 'Luces del norte'."^[] Sin embargo, no hay nada en otras fuentes que respalde esta afirmación^[] excepto por la llegada de las valquirias en la Helgakviða Hundingsbana I. En "El anillo del nibelungo" Richard Wagner incorporó cuentos nórdicos que incluyen a la valquiria Brunilda y su castigo y subsecuente amor por el guerrero Sigfrido (Sigurðr). Estos trabajos incluyen su ópera Die Walküre, la cual contiene la conocida Cabalgata de las valquirias (popularizada por la película Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola), así como Das Rheingold, Siegfried y Götterdämmerung. Estos retratos, junto con otros, han llevado a que en las representaciones modernas, las valquirias sean menos vistas como figuras de muerte y guerra, y más comúnmente como figuras románticas prístinas y con vestiduras de oro montando caballos alados. Así y todo, la música de "Die Walküre" captura perfectamente el sentido brutal, crudo, y primitivo del "trabajo" de las valquirias. En su obra, Wagner describe nueve valquirias; además de Brünnhilde (Brunilda), las otras son Helmwige, Gerhilde, Ortlinde, Waltraute, Siegrune, Rossweisse, Grimgerde, Schwertleite. Todos estos nombres son creación de Wagner.

Godiva era llamada "la jinete del viento" por sus hermanas en la eternidad, atletica y voluptuosa era una belleza guerrera. No era una seductora como Absenta, pero, era más carnal que Esencia y FireGem, y conocía el mundo de los muertos como Oma. Había quienes la consideraban una mera guerrera sin interes en los aspectos mundanos, o como dijo la protegida de Absenta: "Creo que es lesbiana". Todos ellos se equivocaban, Godiva había amado, y había yacido con numerosos hombres a lo largo d esu dilatada vida... pero, tras aquella fachada dura, ellos desconocían que había un corazón demasiadas veces roto. Era por esto que Godiva, cada vez más, se centraba en el combate.

Aquella noche había acudido a ver uno de sus espectáculos predilectos: la lucha libre, y en esos instantes se disponía a contemplar un combate entre una nueva promesa que se hacía llamar Top Dollar y un ex campeon de nombre Marine.

El combate comenzó entre un clamor de gritos eforicos y una oleada de falsees: el publico estaba enfebrecido. Dollar aún pecaba de swer un novato, pero un novato ambiciosos que centraba su estrategia en el efectismo: impulsándose con las cuerdas para sorprender a su rival, o realizando saltos desde el suspensorio. De todos los intentos un 75% tuvo éxito, derribando a su rival una y otra vez... Pero, su rival era ya perro viejo en este deporte y se sabía más de algún truco que aquel novato desconocía. Lanzo varias veces por los aires al impulsado Dollar, y supo sacar oro de varios forcejeos y llaves... Finalmente, Dollar pago la novatada, al no ser capaz de romper una llave de suelo que le inflingió su rival, y tuvo que rendirse. Otro derrota más en su corta carrera.

-Lastima.

Dijo Godiva.

Aún así algo la decía que aquel tipejo, el tal Top Dollar prometia maneras, así que, velada tras velada, seguía sus, en ocasiones muy torpes pero superándose paso a paso, intentos por ganarse una reputación en los cuadrilateros. El primer indicio de avance se vio cuando estuvo frente a frente con The Killer, un armario con cara de psicopata. Ensayo algunas llaves de suelo con él, y finalmente se hizo con la victoria... La pena es que, a la velada siguiente, durante un combate bastante relevante para su carrera, según habían revelado los dueños del campeonato, volvió a pifiarla. Pero Godiva fue viendo como velada tras velada iba mejorando, ampliando su arsenal de llaves y golpes... Aquel chico tenía ambición. Cuando los del campeonato volvieron a confiar en él para un combate importante, no les defraudo, aunque, al principio del combate, había regresado el mismo Dollar de las primeras veladas, y le gano al Huracan enmascarado en un combate rendición.

Godiva abandonó, aquella noche, muy satisfecha el estadio. Cuando de pronto un siseo acarició su oído.

-¿Quién hay ahí?

Pregunto a la oscuridad que escondía al propietario de aquel ruidillo.

-¿Acaso ya no me recuerdas niña? – respondió una voz tan vieja como la tierra – Yo si te recuerdo, sigues tan apetitosa y rica como antes.

-Sal a la luz y sabre quien eres.

La reto Godiva.

-¿Por qué no vienes tu aquí dentro?

Respondio la anciana voz, y una repiquetear de patas lleno la oscuridad qe la envolvía.

-La araña Serakai.

-Así es mi pequeño manjar – dijo esta sin abandonar su refugió en la oscuridad – Veo que adelgazaste desde la última vez que nos vimos... Mas no importa, ya te cebara la vieja Serakai.

-No me gusta la idea.

Un nuevo repiquetear de patas, Searakai se acercaba cada vez más a la luz.

-¿Por qué? ¿Acaso no te agrada la idea de que cocine Serakai par ti, hasta que engordes lo suficiente para que puieda comerte?

La telaraño empezaba a vislumbrarse, de ella colgaban partes de cuerpos, las reservas de Serakai (quien no se comia a sus victimas enteras, si no poco a poco... aunque no paraba de nutrir la tela con nuevos ejemplares).

-Lo siento, vieja amiga, pero hoy ando con prisa.

La dijo Godiva, y se marchó. Serakai se maldijo una y otra vez su maldita lentitud... últimamente solo pillaba a borrachos y yonkis, gente amodorrada en general.

-¡Cada día estas más vieja!

La gritó un rumano borracho que aún no había empezado a comerse por temor a su propia salud.

-¡Callate, basura blanca!

-Si soy basura, ¿por qué me capturaste, puta vieja?

Serakai tuvo que callarse, cualquier respuesta la pondría en evidencia.

La velada siguiente enfrentó a Top Dollar contra uno de los más longevos y temidos luchadores: Sepultura Joe; Dollar demostro a lo largo de todo el combate la misma irregularidad a la que tenía acostumbrados a los espectadores. Incluso Joe le tuvo a su merced con una llave de suelo, pero Dollar salió de esta... y se la devolvió a syu adversario, obligando al veterano luchador a rendirse.

La sopresa de aquella noche la dio una persona ajena a aquella competición: Ruy de Montagnac, accionista mayoritario de la Liga Extreme, anunció que enfrentaria a Top Dollar contra su campeon, Mister Mojo, a fin de demostrar que su competición era superior a la que aquí se mostraba. Muchos le abuchearon, pero los directivos de la competición solo pensaron en el dinero: un luchador extremo como Mojo contra un luchador clásico, que i¡ba ganando popularidad (ese punto fue el que menos emociono a los avidos directivos: si hubiera sido alguna de sus superestrellas, las recaudaciones hubieran sido mayores), como Top Dollar. Además, ruy, seguro del éxito de su luchador, ofreció el titulo Extreme King, que poseía Mojo, si ganaba Dollar. Los directivos habían decidido ya antes siquiera que el propio Dollar, y ya habían firmado el día y la fecha incluso antes de que Mpntagnac anunciara el reto.

El día fue al jueves siguiente, el estadio estaba abarrotado con seguidores de ambas competiciones... aquel combate se había anunciado como el honor de una competición frente a la otra (ambas partes pensaron que tan gradiclocuente titulo atraería aún más la atención), y, a decir verdad, todo el mundo daba pocas posibilidades a Dollar frente a una maquina de matar como era Mister Mojo. Las reglas eran claras, el combate duraria 10 minutos (los directivos pensaron que mejor era limitar el tiempo lo máximo posible, tampoc querían cargar con alguna lesión grave, o algo peor, de Dollar), y o bien acababa con K´O o rendición.

La verdad es que el comienzo del combate no decepcionó a los que daban por perdedor a Dollar, Mojo saco lo mejor de su arsenal y en tan solo 4 minutos había desarmado a su rival, que asistia impotente a las llaves y las proyecciones por los aires a las que se le sometía, y caminaba como zombie por el cuadrilatero. Godiva miraba con atención la paliza a la que era sometido Dollar, sentia como algunos del estadio estaban sufriendo al ver como el luchador era destrozado, sacudido, y vomitado por la enorme maquina que era Mojo... le imploraban que abandonara, que tirara la toalla. Pero ella sabía algo que ellos no sabían: Dollar era un guerrero, aguantaria los 10 minutos, y, no se dejaría vencer. En el minuto 7 sucedió la transformación, un Dollar, aún muy inferior, sorprendía a Mojo con varios golpes y una llave de suelo, por supuesto el luchador extremo salió de aquello, pero Dollar cada vez era más el vencedor moral del combate... y lo fue aún más cuando sono la campana, y aún seguía en pie. La gente rompió en aplausos.

Más tarde, en los vestuarios, Dollar se miro al espejo, el medico ya se lo había anunciado... Sufría varias lesiones que le tendrían retirado un año o más.

-¡Maldita sea! – bramó a su imagen en el espejo – Justo ahora que empezaba...

Sintio una manos cálidas sobre sus doloridos hombros, al girarse se encontro frente a Godiva... Estaba completamente desnuda, y flotaba para ponerse a su altura.

-¿Quién?

Godiva le mando callar con un gesto, y le susurro con dulzura.

-Vamos, mi bravo guerrero, he venido a buscarte.