MOJO, EL ESPÍRITU BURLÓN: ESPECTROS CALIENTES
Esta es una anécdota que me ocurrió hace unos días.
No es que sea fácil ser en esencia una especie de muerto viviente, tampoco lo es el que varias tías cañón te vayan guiando tu destino, a partir de ahora en adelante, por capítulos... Os contare como aprendí a contactar con otros fallecidos...
Una de las hechiceras que me andan rondando me recomendó contactar con una hechicera gitana que vivía en un campamento a las afueras de la ciudad. Cuando llegue tenía un cliente, un tipo un tanto feo, a decir verdad, que prácticamente la lloriqueaba.
Atanasio: Unan timidez enfermiza y mi físico me ha impedido toda la vida disfrutar de las delicias de sexo... Como envidio a esos cachotas que se llevan a esos bombones... ¿No podría usted... de algún modo... No se... Con un hechizo o una poción...? En verdad me han hablado muy bien de usted y sus habilidades.
Hechicera: Aquello que buscas puede realizarse, pero quizás el precio...
Atanasio: Pagare lo que sea
Hechicera: No hablo de dinero... Pero si ese es tu deseo...
La hechicera desapareció tras una puerta de finas telas. Tardo unas horas, que se hicieron interminables para Atanasio, en regresar con un frasco.
Atanasio: (Sin esperar, le arrebata el frasco a la mujer, y, se lo bebe todo de un trago) Esto seguro que es lo que necesito (Enseguida girándose hacía un espejo) ¿¡Que es esto!? ¡Pero si sigo siendo el mismo!
Hechicera: La magia actúa a otro nivel y a su propio tiempo.
Atanasio: ¡A otro nivel! Admite que me has engañado, vieja bruja... Todos los gitanos sois iguales... (Lanzándola despectivo un fajo de billetes) Ahí tienes el dinero que no te has ganado.
Anastasio salió hecho una furia del campamento gitano, musitando mil y una maldiciones, yo le seguí porque me divertía la escena... Cuando, de repente, se detuvo (¿Me abría oído?) y, entre nuevas maldiciones, cayo fulminado al suelo.
Atanasio: (Mirando su cuerpo sin vida) Esa bruja ha debido envenenarme... Ay, dios... que me he muerto virgen...
Atanasio comenzó a sobrevolar la ciudad tratando de asimilar lo ocurrido... A mi me costo asimilar el poder verle en esa forma fantasmal, y ser el único que podía hacerlo. Aún así, renegando de mi falsa apariencia mortal, y, tan solo con desearlo, comencé a flotar tras de él... Entro en casa, y vi como miraba con envidia a aquellos que disfrutaban de los placeres de la vida que a él se le habían negado.
Fue en una de esas casas donde pillo a una pareja montándoselo, ella ya con el miembro de él en su lubrica boca. Vi en los ojos de Atanasio una envidia enorme, fue entonces cuando me descubrí ante él (Procurando, escondido en el rincón mas oscuro de la habitación, que la pareja no me viera).
Leo: Tu deberías estar ocupando el lugar de ese chaval
Fue una idea que se me ocurrió, ni siquiera llegue a decírsela, y, aún así, vi como Atanasio se lanzaba sobre el cuerpo del joven... Al instante, el espíritu de Atanasio y el cuerpo del joven, eran solo uno.
Atanasio: (Mirándose su nuevo cuerpo) ¡Es increíble! ¡He conseguido entrar en su cuerpo! ¡Ahora es mío! ¡Yo lo controlo!
Chica: (Masturbándose, pidiendo las atenciones del joven) ¡No... Me... Dejes ... Así... Canalla...!
Y desde mi ignorado rincón vi como Atanasio se acercaba a la muchacha, y comenzaba a comerla sus enormes pechos...
Atanasio: Pienso resarcirme de todos estos años haciéndome solitarios con fotos de internet (Esos eran los pensamientos de Atanasio mientras penetraba a la joven, que ya comenzaba a cabalgar, sentada encima de él)
Chica: ¡Así, déjate llevar!
Una y otra vez cambiaron de posición, y, todas, y cada una de ellas, sirvieron a Atanasio para cumplir su fantasías mas ocultas.
Atanasio: ¡Que buena... Que estas... Cacho perra!
Chica: ¡Si, si, dime... guarradas!... Ummmmm... ¡Oh, si, Raúl, así, así!
Atanasio: ¡Atanasio, me... llamo Atanasio! Llámame así
Chica: Si eso te pone
Atanasio se corrió sin avisar, y, conociendo como conocía a las mujeres, desee sacarle de allí antes que esa chica perdiera los papeles por haberse quedado a medias... Tan solo lo deseé, y fue suficiente para que el espíritu de Atanasio saliera del cuerpo. Nos marchamos mientras la chica se liaba a darle voces al pobre chico, que confundido no sabía quien era Atanasio, ni recordaba haberse corrido... Ni siquiera haber comenzado a penetrar a la joven, ahora, insatisfecha.
Atanasio: ¡Más! ¡Quiero más! ¡Hay mucha gente follando en estos momentos, así que no me costara nada encontrar nuevos cuerpos que poseer!
Le sonreí divertido, pero algo me decía que la labor de la gitana y la mía habían concluido... Le habíamos dado a ese tipo lo que más deseaba en el mundo, por encima de su vida: Un polvo... Y ahora debía descansar en paz... Tengo que reconocer que, esta vez también, tan solo lo pensé, y una luz envolvió a pobre Atanasio... Llevándoselo con ella.
Aquel día descubrí tras cosas: 1) podía contactar con los difuntos, 2) mi destino estaba en poder guiarles para que encontraran la paz, y 3) desde entonces no pararían de perseguirme como a una superestrella del rock buscando que les guiara... Hacedme caso, si una persona era pesada en vida, imaginárosla cuando este muerto... ¡Santo Mojo, ten piedad de mi!