PORNOGRAFFITY (Capitulo 16)
-Hola.
No entiendo por qué estoy tan nervioso, al fían y al cabo fue
ella la que me llamo para quedar
Apenas dos días después de despedirnos en la
estación de Chamartin.
-Hola.
Me contesta ella, regalándome un dulce sonrisa. Me quedo unos
minutos observándola: lleva un vestido estampado y el cabello rizado lleno de un
enjambre de objetos, pero son sus labios y sus ojos los que ocupan,
mayoritariamente, mi atención.
-¿Qué tal?
La pregunto, por empezar una conversación.
-Todo bien su voz es rápida y alegre, como al de una niña, aunque, por su
formas, se nota que hace ya tiempo que dejo la niñez - ¿Y tu?
-Bien.
Acierto a contestar.
-Recién llegue de mi clase de tango, me vine para acá
-¿Debes ser toda una experta?
La adulo.
-Jaja su risilla es dulce y juguetona -
Aun no, pero ya estoy mejorando
-Yo pensaba que lo llevabas en la sangre.
Silencio.
-Perdona, era solo un chiste.
¿Me estoy disculpando?
-Jejejejeje se ríe ella -
No para nada, recién empecé
a uqnue quizá lo llevo
en la sangre, pero seguro que muy poquito
-Dicen que es un baile muy sensual.
Enrojezco al decir esto ¿Qué me esta pasando?
-Si ella ríe suavemente por lo bajo -, es un baile un poco caliente por decirlo de algún modo.
-Me encantaría bailarlo con vos.
La suelto, con una mala imitación del acento porteño.
Ella se ríe.
-Cuando quieras.
-¿Aquí?
Estamos en medio de la plaza de Conde Casal.
-Donde sea - contesta ella - ¿Sabes algo de tango?
-No.
Reconozco yo.
Ella se ríe, yo enrojezco.
-Espero no pisarte.
En una fracción de segundo cubre la poca distancia entre los dos, siento sus pechos hundirse, duros y redondos como frutos, sobre el mío, y, ella siente mi erección entre sus piernas. Suelta un risilla traviesa.
-Espero no pisarte.
Me susurra al oído.
-Ni yo a ti.
La susurro yo, mientras siento su mano sobre mi pecho.
-Esperemos que no Me susurra, acercando su boca a la mía - ni pegarte cuando tenga que pasar mis piernas por tu cuerpo.
Sus muslos se separan, sus piernas se entrelazan con las mías. Me sorprendo de cómo podemos seguir manteniéndonos en pie.
El primer contacto de nuestros labios en fugaz, pero deja en mi boca un dulce sabor a fresa.
-Ni yo dejarte caer cuando deba tenderte.
Ella se ríe traviesa, aunque en sus ojos brilla el deseo.
-Claro.
El segundo roce de sus labios, despierta fuego en mí.
-¿Y si nos calentamos bailando tan juntos?
La digo rodeándola con mis brazos, y apretándola contra mí.
-Ummmm Susurra ella - puede pasar, estaremos así: cuerpo a cuerpo.
-¿Y quien crees que caerá primero en la pasión?
Parece que va a haber un tercer contacto, pero sus labios se quedan a milímetros de los míos.
-No se ¿Tú?... Habrá que probar ¿No crees?
No puedo, más, mi boca atrapa la suya, mi sexo se hinca contra su entrepierna Deseo poseerla aquí mismo.
Ella se separa, de golpe Al principio creo que me he precipitado, luego la oigo reírse, y salir corriendo Como un perro salgo tras ella.
La atrapo, y la meto en una cabina de fotomatón.
-¿Qué premio me llevo por atraparte?
-¿Qué quieres que te de?
Me dice ella, con gesto travieso.
-Depende de lo que ofrezcas.
-Alguno de mis orificios.
En su boca, esa atrevida invitación, suena inocente.
-¿Cuál me ofrecerías?
Ella frunce graciosamente el ceño, y luego contesta.
-El auditivo, para escucharte
Se escapa, riéndose, de entre mis brazos, y sale corriendo. Vuelvo a correr tras ella.
Fantaseo, durante la carrera, con aquellos labios, con sabor a fresa, rodeando el tronco de mi excitado pene Mmmmmm
La vuelvo a atrapar.
-Listo, lo que tú quieres es que te la chupe jeejejeejejejeje
Y, de nuevo, su voz quita todo peso obsceno a la frase.
-¿A ti te gustaría?
La pregunto.
-Claro.
Me dice mirándome de frente.
-¿Has hecho alguna?
La pregunto, su apariencia de inocencia me impulsa a interrogarla sobre este tema.
-Algunas Si quieres volvemos a la cabina de fotomatón, y te lo demuestro.
Me coge de la mano, y volvemos a meternos en la estrecha cabina.
-Esta un poco complicado.
Dice ella, midiendo la estrechez del lugar.
La rodeo la cintura con mis brazos, y, beso, sobre la ropa,
sus pechos y su vientre.. Asciendo hasta su cuello, donde deposito suaves y
dulces besos, para, luego, pasar a sus mejillas, y su carnosa boca (donde me
detengo a saborear su dulce sabor a fresa y la carnosidad de sus labios).
-Ummmm.
Su dulce gemido me enciende más. La aprieto contra mí, presionando mi entrepierna contra la suya, e, iniciando una serie de suaves roces. La doy mordiscos y besos en el cuello, mientras mis manos amasan su respingón trasero.
-Es un placer sentir tu cuerpo, presionando el mío.
Susurra como desfallecida.
La apoyo contra la pared, y la hago rodearme con sus piernas la cintura.
Comienzo a rebozar mi paquete contra su entrepierna.
-¿Quieres que te penetre?
La pregunto.
-Hazlo.
Me ordena / suplica ella.
Dejo caer mis pantalones, y calzoncillos, a la altura de mis tobillos. Con mi
miembro erecto, la penetro suave y lentamente (no lleva ropa interior). La meto
y lo saco lento, pero firme, para que frote bien contra sus zonas más erógenas.
-¿Te gusta?
La susurro.
-Si me dice entre gemidos y suspiros -
Me encanta
Sigue
Sigue
La beso, apasionadamente, mientras la poseo... mordisqueando, de vez en cuando,
su carnoso labio inferior. La poseo, y bebo de su boca, con ardiente deseo,
queriendo disfrutar todo su cuerpo al mismo tiempo.
-Ummm Que placer que lo hagas así.
Me susurra entre besos.
-Eres un diosa.
La susurro.
-Y tu puedes ser un dios.
Aquella afirmación esta a punto de desconcentrarme, pero en
un instante desaparece toda huella de preocupación de mi cabeza.
-Mmmmmm
Gimo, y me lanzo a una nueva demostración de pasión
Beso sus pechos
endurecidos, y agitados por la excitación del acto
me prodigo en besos y
caricias, adulando cada centímetro de su piel
De pronto suena el móvil, ella me hace detenerme. Contesta a la llamada mientras sale de la cabina.
Cuando regresa, me da un pico y me dice algo de que debe irse, y, que ya me llamara. Me quedo sentado en el taburete de la cabina, sin moverme como un idiota ¿Qué coño me esta haciendo esta tía?