Otra Oportunidad de Amar 9

— No lo estoy haciendo, eso puedo asegurártelo. Finalizo con un tono triste, realmente comenzaba a sentir algo por esa chica o eso creía.

Aun con la energía del momento y las sensaciones a flor de piel, ambas se dirigieron a paso lento al ascensor en rotundo silencio. Mientas iban en ascenso cada una estaba sumergida en sus pensamientos.

Por una parte Victoria tenía en mente finiquitar todos los arreglos del evento que estaban organizando, en cambio Estela no dejaba de inquietarle aquello que sintió su débil corazón en la grata compañía de la chica de ojos negros.

La mañana parecía ser tortuosa para el agrado de Estela ante la presencia de su fiel y única amiga que no perdía tiempo en reprocharle lo acontecido la noche anterior, el sentimiento de culpa la carcomía en su interior.

Decidió que era hora de darse una escapada, por lo que se levantó de su silla sin decir alguna palabra y salió tan pronto como pudo.

Caminó a paso lento por los pasillos hasta salir de la zona que cubrían las oficinas, sin pensarlo dos veces cogió las escaleras para subir un piso, en dirección a la cafetería.

Le resultaba insólito ver esa parte del edificio en completa soledad, por lo general ese espacio se hallaba repleto de personas de los diferentes departamentos. Al llegar al mostrador, pidió una malteada de frambuesa, su favorita e inmediatamente se dirigió a tomar asiento en su mesa número siete, esa que daba justo a la ventana.

Era extraño distinguir una escena alegre desde ese lugar, su extensa lejanía y opacado por aquellos edificios con su asombrosa altura que desprendía emociones tristes, sin vida de matices grises. Se podía apreciar el prado y los arboles de diferentes tonalidades, que iban del verde claro al marrón, pasando por ocres y rojizos.

Concentrada en el paisaje que admiraba todos los días, escuchó una voz que le resulto familiar, giro su rostro en busca de aquel vocablo para ver de dónde provenía. Al ver aquella silueta femenina, se llevó la mayor sorpresa de su vida.

— ¡Hola Estela! — sonrió esta al decirlo.

— Hola Paula. Respondió está embozando una sonrisa.

— ¿Tienes tiempo como para acompañarme a tomar un café? Pregunto Paula al sentarse al otro lado de la silla.

— Justo ahora dispongo de todo mi tiempo. Contesto Estela mordiéndose el labio inferior.

— Eso suena bien. Pronuncio Paula con la misma sonrisa que tenía hace unos instantes. Sin percatarse su mirada reflejaba un destello de ilusión y amor, algo que ni ella misma podía darse cuenta.

Ambas le dieron un sorbo a sus respectivas bebidas sin dejar de cruzar esa mirada de complicidad.

La plática parecía haberse ya extendido más de lo que se tenían previsto cada una esa mañana, no estaban listas para despedirse. Sin embargo, no fue necesario hacerlo a lo lejos se apareció Fausto que iba en dirección a ellas.

— No puede ser ¿Otra vez él? Se apresuró en decir Paula con fastidio.

Estela sin poder evitarlo giro para ver de quien se trataba, era un chico alto, de cabello rubio, ojos verdes claros con buen cuerpo. Un buen partido para cualquier chica. Volvió su rostro hacia Paula  — ¿Acaso te está coqueteando? Pregunto sin vacilación.

— Lamento decirlo, pero sí, no encuentro como zafarme de él. Contesto Paula con una mueca de desagrado, en su mirada reflejaba lo incomodo que era esta situación para ella.

Por su parte Estela, por debajo de la mesa poso su mano derecha encima del muslo de Paula como muestra de aliento. Esta que no se esperaba ese gesto, sintió una corriente eléctrica recorrer su espalda y descender hasta su intimida. Esa que produjo un leve fluido como muestra de excitación al contacto, involuntariamente mordió su labio inferior para controlar su deseo.

Por ese instante se había olvidado de la presencia de aquel chico, hasta que su voz la volvió a la realidad.

— Hola chicas. Pronuncio el hombre de manera gentil.

— Hola. Expresaron estas al unisonó 

— ¿Qué las trae por aquí, a esta hora de la mañana? Pregunto este queriendo tomar asiento.

— Estábamos tomando una bebida, pero ya nos retiramos. Exteriorizo Paula algo irritada.

— ¿Tan pronto se van? Expuso Fausto con una cara de desilusión. Pero, tómense algo conmigo. Alentó.

— Lo sentimos, será en otra oportunidad. Expreso Estela al ver el rostro de Paula.

— De acuerdo,  otro momento será. Sugirió Fausto.

Las dos chicas se miraban sonrientes al salir victoriosa de la cafetería. Paula tenía esa sensación de querer abrazar a Estela, pero cada vez que lo pensaba tiraba la idea a lo más profundo de su ser. Por su parte Estela intentaba ser simplemente amable y nada más, aunque sentía que los nervios le carcomían las entrañas.

Casi a la mitad de las escaleras, Estela rompió el silencio

— Quería hablarte sobre lo que ocurrió anoche. Pronuncio al ver el dorso de Paula que iba al frente de las escaleras.

— Lo se fue un error. Completo Paula. Sin tener el ánimo de mirarla a los ojos.

Estela se colocó frente a ella, la tomo de las manos y pronuncio.

— En ningún momento dije que haya sido un error, ni menos me arrepiento de lo que paso. Explicaba sin dejar de mirarla. Simplemente no quiero hacerte daño, Paula yo.

— Tú aun tienes una novia a la que esperas, lo sé. Manifestó una Paula cariñosamente, sin dejar que esta terminara la frase.

Ahora era Paula quien le acariciaba su rostro de una manera suave, detallando cada facción de este, en lo más profundo de su ser le nació abrazarla — No te preocupes entiendo más de lo que imaginas, yo no pretendía algo más. Solo quería compartir contigo. Musito.

Como era posible que ella me entendiera tan bien, hasta con un simple gesto sabe lo que diré. Podría afirmar que en mi vida jamás me había encontrado a alguien así como Paula, tan sencilla, pero a la vez tan completa. Pensaba una Estela que se entregaba más en ese abrazo, uno que duro más de lo que pudo imaginar.

— ¡¡Es hora de que regresemos al trabajo!! Sugirió Paula separándose del abrazo.

— Sí, ya es hora. Contesto Estela regalándole una sonrisa.

—  ¿Cuándo te irás? Pregunto de repente.

—¡¡Disculpa!! Se excusó Estela, al no saber a qué se refería.

—En unos días te irás a Paris ¿Cierto? Curioseo Paula con una mirada triste. 

—Ah te referías a eso, me voy mañana. Expreso con desanimo, ella no quería ir a ese lugar. Solo por ser de trabajo debía asistir por obligación.

— ¿Tan pronto? Tenía entendido que era dentro de tres días. Deliberado Paula con asombro.

— Yo también lo creí, pero mi querida amiga me indicó que se adelantaron las cosas. Nos iremos mañana a primera hora.

— Es una lástima. Expuso Paula con cierta tristeza en su voz.

Espero te vaya bien en el Viaje y regreses con bien. Pronuncio esta al llegar al piso donde trabajaban.

—Aquí es donde nos despedimos. Indico Estela, sintiendo un vacío en su corazón. Aunque no sabía el porqué.

—No te ofendas Estela, pero no me gustan las despedidas. Manifestó Paula sin mirarla.

— ¡¡Lo siento!! Expreso Estela en señal de arrepentimiento por lo que dijo.

— No pasa nada Mi Ángel. Paula al decir esto se llevó sus manos a la boca queriendo haber callado esto último.

—¿Mi Ángel? Cuestiono Estela.

—¡¡Disculpa!! Es que así te coloque, es un nombre de cariño hacia ti, ese que solo yo usare.

El apodo que había escuchado hace unos instantes le pareció tan lindo y tierno a la vez, que Estela sentía una felicidad inmensa que no podía ocultar, le emergía por los poros de la piel.

— Espero no te molestes que te haya colocado ese apodo. Expresó Paula mostrando una sonrisa apagada.

De repente Estela se inclinó hacia adelante para abrazarla con todas sus fuerzas, queriendo no soltarla nunca, Paula sorprendida por el gesto, solo pudo corresponder al abrazo con tanto cariño que sin pensarlo le dio un pequeño beso en el cuello.

Odiaba admitirlo, estaba comenzando a sentir más cosas por Estela de lo que imaginaba.

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Hola mis queridos lectores, espero se encuentren bien, quiero agradecerle a una lectora en especial por dejar sus comentarios a una paisana J Alejandra rodrigues (ID: 1442866) espero que aun sigas mi historia, he decidido publicar dos cap seguidos para no dejarte con ansias, espero lo disfrutes. También te invito a leer mis novelas publicadas por amazon, te dejo los enlaces cuídate. Besos.

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