miprimita.com

Amor te otoño 10

en Lésbicos

Capítulo 10

 

 

Emma

Estaba ansiosa por encontrarme con mi francesita, algo dentro de mí me decía que ella estaba sufriendo, que aquella conversación que iba a tener con su padre la alejaría de mí. No podía explicar este sentimiento de angustia que tenía mi corazón, tenía miedo de que su madre la volviese a golpear, que la volviese a insultar. Simplemente no quería verla sufrir otra vez, no por su madre que parecía no importarle el daño que le hacía a su hija. Me sentía tan impotente por no poder protegerla, por no poder evitar que sufriera, por no evitar que sus ojitos ámbar derramen lágrimas de tristeza.

Mi mente iba distraída, pensando en la conversación que tuve con mi madre. No estaba segura de confesarle a mi francesita lo que sentía por ella, tenía miedo a que me rechazara, a que se alejara de mí, a que me viera con ojos de odio. Pese a que nunca había ido a la casa de Danielle, me deje guiar por la dirección que ella una vez me anoto en mi cuaderno por si algún día me atrevía a visitarla, aunque no tuve el valor de hacerlo cuando recién nos conocimos. Me daba miedo traerle algún problema con sus padres, en especial con su madre que se había comportado de la peor manera.

—Estamos por llegar, ¿Conoce la casa a dónde vamos?—la voz del taxista me sacó de mis pensamientos. No tenía idea de qué color era la casa o si realmente estábamos cerca, pero pude reconocer aquella silueta que se acercaba a paso lento—¡Deténgase!—exclamé con fuerza. Abrí la puerta y baje del auto—¡Mi francesita! —expuse, al mismo tiempo que corrí a su encuentro.

—¿Qué haces aquí? —tu rostro parecía más que sorprendido.

—Necesitaba ver que estabas bien—no tarde en rodearla con mis brazos, sin importar que pudiese mojar mi atuendo. Su mirada triste me decía que algo había pasado, que estaba aturdida por algo—¿Dime qué no te encontraste con tu madre?—mi rostro me delató. Realmente estaba angustiada por conocer esa información, no creo que mi francesita podía aguantar otro insulto de esa mujer. Ella negó con un movimiento de cabeza—Entonces, ¿Por qué tienes tu mirada triste? —se aferró de nuevo a mi regazo. Podía sentir que algo aturdía su corazón, pero por más que deseaba conocer su motivo, decidí darle su espacio.

—Llévame a casa, por favor —escuché su voz tenue. Acaricie su mejilla, entrelace mis dedos con los suyos y la lleve al taxi.

—Te había traído algo para cambiarte —solté de repente. Quería llamar su atención, su mirada estaba perdida por la ventanilla.

—¿Por qué eres tan linda conmigo?—sus ojitos se encontraron con los míos. Pude percibir cariño, miedo y angustia. Algo dentro de mí, intuía que se sentía culpable por el beso que nos dimos. Por lo que no pude responderle a su pregunta—Me responderías, por favor —sentí como su voz buscaba alguna respuesta de mi parte.

—Me importa más de lo que imaginas—bese su mano. Aunque deseaba tomarla del rostro y besar sus labios, tuve que contenerme. Sabía que no se sentía bien, que su corazón estaba triste y no deseaba aprovecharme de eso. Por una vez, quería seguir el consejo que mi madre me dio desde un principio.

—Tú también me importas—te acercaste a mí, para darme un suave beso. Uno del que te separaste muy pronto y no me dio tiempo de corresponderte—Debo disculparme con tu madre, no debí enviarte sola a casa —sus ojos estaban triste. Sé a qué se refería, yo tampoco desee separarme de ella. No después que tuvimos ese encuentro con su hermana.

—No te preocupes, yo la puse al tanto de lo que pasó en nuestra salida. Bueno, una parte —le dije, como dándole a entender que deseaba conocer esa conversación que mantuvo con su padre.

—Mi padre me explicó que el divorcio, no se debía a mí. Que fue una serie de eventos que se fueron acumulando con los años —me confesó, mientras sostenía mi mano.

—Si mañana no tienes ánimos de salir, no hay problema —le sonreí. Lo que me comentaba, no era nada nuevo para mí, desde que me mencionó cómo era la personalidad de su madre, supe que traería problemas a futuro, y no me equivoqué. Pero no era el momento de expresar mis conjeturas.

—No volveré a dejar que mis problemas familiares interfieran en nuestra salidas —expusiste con fervor.

Me agradó escuchar esas palabras de tu parte, no por continuar con nuestras salidas, sino más bien porque no dejarías que nadie nos separara otra vez. Durante todo el camino, sostuve tu mano mientras recargaste tu cabeza sobre mi hombro. Me sentía tan feliz por tenerte así de cerca, que no quería separarme de ti nunca. Cuando llegamos a nuestra casa, te acompañe a tu habitación para asegurarme de que estarías bien, pero me pediste que me quedara un momento más. Acepte tu invitación con una sonrisa, hasta me atreví a desvestirte con tu ayuda para colocarte tu ropa de dormir.

Esa noche logré ver tu cuerpo desnudo, mientras controle imperiosamente el deseo de besarlo. No sé porque me dejaste que te viera de ese modo, aunque debo admitir que fue lo más erótico que había hecho en toda mi vida. Después que te coloque una ropa seca, me hiciste que me quedara a tu lado hasta que te quedarás dormida. Luego de que sentí tu respiración más pesada, supe que habías caído en los brazos de Morfeo, por lo que me incorpore con cuidado para no despertarte.

—¿Cómo se encuentra? —escuché a mi madre, al otro lado de la puerta.

—¡Por Dios! Me vas a matar de un susto —le expresé. Ya estaba harta de que siempre me hiciera lo mismo, no sé qué le cuesta comportarse como una persona normal.

—¿Dime que su madre no la volvió a golpear? —su voz sonaba preocupada.

—Ella está bien, afortunadamente no se encontró con su madre—cerré la puerta con cuidado—No me vayas a dar un sermón, sólo quería cerciorarme de que se quedará dormida —dije en mi defensa, podía intuir que mi madre me regañaría por salir de la habitación de Danielle.

—No pienso regañarte, también estoy preocupada por ella, pero sobre todo por ti—me abrazó con fuerza—No hablaste con ella, ¿Cierto? —me dedicó una mirada suave.

—No puedo hacerlo, no quiero perderla por confesarle mi amor —mis ojos se cristalizaron.

—Todo saldrá bien—me regalaste una sonrisa—Recuerda que puedes contar conmigo para lo que desees  —acarició mi mejilla.

—Dulce sueños mamá —expuse con una sonrisa. Cuando me disponía a regresar a mi habitación, mi madre hizo que me detuviera, me giré sobre mí mismo eje y le dedique una mirada inquisitiva, a la espera de lo que podría decirme.

—Espero no enterarme que entre Danielle y tú, están haciendo ciertas cosas—dijo muy seria—Ya sabes a qué me refiero —frunció el ceño. Los colores se me subieron a mi rostro, no podía creer que estuviese hablando de ese tema con mi madre. Pero antes de que pudiese responder algo, ella ya se había ido a su recamara.

Danielle

Un rayo de luz entraba por la ventana interfiriendo con mi hora de sueño, desde que me estaba quedando en esa habitación, nunca me había dado la luz de esa manera, medio abrí mis ojos para ver mi reloj de pulsera. Eran más de las siete de la mañana, me había quedado dormida. Sentía que mi cuerpo estaba pesado, que la cabeza me daba vueltas y unos pequeños escalofríos recorrían mi espalda.

—No te muevas, te estoy tomando la temperatura —escuché la voz de Cristina.

—¿Qué paso? —dije desorientada. Lo último que recuerdo es que anoche le pedí a Emma que me ayudara a desvestirme, para deshacerme de mi atuendo húmedo.

—Lo que sospeche, estas hirviendo—Cristina observaba el termómetro—Llamare a tu padre para informarle que no podrás ir a trabajar en ese estado —note su rostro preocupado.

—¿Dónde está Emma? —pregunté, quería verla y darle los buenos días como todas las mañanas.

—Hace una hora se fue al trabajo—me dio un par de pastillas con un vaso de agua—Gracias a ella, me di cuenta que hoy estabas indispuesta —me dedicó una mirada suave, tal como mi madre lo hacía cuando estaba enferma.

—No sabe cuánto le agradezco por preocuparse por mí—le agradecí. Cristina no debía tomarse tantas molestias, ya que no era su obligación. Sin embargo, me agradaba la idea de que fuese tan atenta y cariñosa conmigo. De cierta forma, me hacía sentir como si fuese su otra hija.

—No digas tonterías—me retiró el vaso—Es una tristeza que tus padres se vayan a separar—sus ojos mostraron cierta nostalgia. Quizás porque le recordaba a su antiguo matrimonio—¿Puedo confiarte un secreto?—asentí, a la expectativa—Nunca le dije a Emma que su padre me pidió el divorcio porque se había enredado con una niña más joven —pude notar que tenía un nudo en la garganta.

—¿Todavía siente algo por él?—fue lo único que se me ocurrió preguntar. Ella negó con la cabeza—Mi padre me dijo que probablemente nos tendríamos que ir a la casa de mis abuelos —desvié mi mirada. Aún me sentía triste, no quería separarme de Emma.

—¿Y dónde viven ellos? —expuso con cierta curiosidad.

—En Brasil—dije por lo bajo. Se creó un pequeño silencio entre las dos, no estaba segura que pasaba por la cabeza de Cristina, pero no quería continuar con ese mutismo—Encontrare la forma para persuadir su absurda propuesta —coloqué mi mejor sonrisa. No quería que Cristina pensara que dejaría tirada a su hija y a ella. Le había tomado mucho cariño en estos meses.

—¿Se lo has mencionado a Emma? —no tardo en preguntar. Sabía que ella estaba preocupada por la reacción de su hija.

—No tengo idea de cómo hacerlo —mis ojos se cristalizaron. Estaba consciente que tal vez ella se enojaría conmigo. 

—No esperes mucho tiempo para decírselo—dijo—Es mejor que vaya a trabajar, Emma vendrá al medio día para cuidarte —me expresó antes de marcharse.

Me quede admirando el techo, pensando en lo que iba hacer. No quería mentirle a Emma, pero tampoco quería decirle la verdad. De alguna forma encontraría la manera de quedarme a su lado, amaba verla sonreír y me gustaba admirar su figura cada vez que cocinaba para mí. Me había encariñado tanto a ella, que no quería dejarla. Una lágrima recorrió mi mejilla—¿Por qué a veces las cosas tienen que ser tan complicadas? —me dije a mi misma, me coloque de medio lado y cerré mis ojos.

Quería recordar los suaves dedos de Emma sobre mi piel, mientras me ayudo a desvestirme la noche anterior, pude notar cuanto se esforzó por no besar o acariciar mi piel más de lo normal. Sus ojos azules se habían vuelto más claros con cada prenda que me retiraba, desconocía el motivo que me llevo hacer aquello, jamás había estado desnuda frente a alguien. Pero ella me trasmitía tanta confianza y seguridad, que me deje hacer.

Ambas estábamos muy sonrojadas por la situación, aunque ella se mostró como toda una damita y una vez que me quito toda la ropa que estaba húmeda, me seco con una toalla para luego ayudarme con mi ropa para dormir. Hasta le pedí que se quedara a mi lado para intentar conciliar el sueño, tenía tantas cosas en mi cabeza, que me sentía intranquila. Pensando en todo aquello, me fui quedando dormida.

—¡Despierta dormilona!—esa voz me resulto familiar—¿Cómo te sientes? —acarició mi mejilla.

—Me preguntaba cuando ibas a venir—di un pequeño bostezo—Colócate a mi lado un ratico —la anime, pero ella negó con la cabeza.

—Ve a darte una ducha, yo bajare a prepararte algo de comer—me sonreíste—Me alegra que estés algo mejor, esta mañana me asuste cuando vine a saludarte y estabas tirada en la cama todavía —su voz sonó algo preocupada.

—Tu madre me dio unas pastillas para bajar la fiebre—acaricié su mejilla—¿Qué me vas a preparar? —pregunté muy entusiasmada.

—Lo que se le da a todos los enfermos, una deliciosa sopa —besaste mi frente y saliste de mi habitación.

Como toda niña obediente me levante, cambie las sabanas de la cama y me di una ducha con agua templada. Al salir, me coloque una camisa holgada, junto con una licra de color azul. Almorzamos entre risas y algunas caricias que me dabas sobre mi muslo, vimos un par de películas, me hiciste palomitas y te quedaste dormida sobre mi regazo. Justo en ese momento, me dije a mi misma que movería cielo y tierra para quedarme a tu lado, aunque eso implique que deba hablar con mi madre para que le pongas las cosas más fáciles a mi padre con el tema del divorcio.

Hola hombrefx: Gracias por comentar como siempre. Sé que es algo duro que pongan a la pobre Danielle a escoger entre su familia y ese cariño que le tiene a Emma, pero la vida es así. Nos coloca en ciertas encrucijadas que no sabemos qué decisión tomar. PD: Espero te gustara ese primer beso de las chicas. Natzi: Te agradezco enormemente por comentar, ya me dirás que parte te ha gustado de la historia. Saludos.

Mas de Bella15

Mi segundo amor

Mi segundo amor

Mi segundo amor 47

Mi segundo amor 46

Mi segundo amor 45

Mi segundo amor 44

Mi segundo amor 43

Mi segundo amor 41

Mi segundo amor 42

Mi segundo amor 40

Mi segundo amor 39

Mi segundo amor 38

Mi segundo amor 37

Mi segundo amor 36

Mi segundo amor 35

Mi segundo amor 34

Mi segundo amor 32

Mi segundo amor 33

Mi segundo amor 2

Mi segundo amor 31

Mi segundo amor 30

Mi segundo amor 29

Mi segundo amor 28

Mi segundo amor 27

Mi segundo amor 26

Mi segundo amor 25

Mi segundo amor 24

Mi segundo amor 23

Mi segundo amor 22

Mi segundo amor 21

Mi segundo amor 20

Mi segundo amor 19

Mi segundo amor 18

Mi segundo amor 17

Mi segundo amor 16

Mi segundo amor 15

Mi segundo amor 14

Mi segundo amor 13

Mi segundo amor 12

Mi segundo amor 11

Mi segundo amor 10

Mi segundo amor 9

Mi segundo amor 8

Mi segundo amor 7

Mi segundo amor 6

Mi segundo amor 5

Mi segundo amor 4

Mi segundo amor 3

Mi segundo amor

Mi segundo amor 1

Epílogo—Emma

Epílogo—Danielle

Amor te otoño 29

Amor te otoño 28

Amor te otoño 27

Amor te otoño 26

Amor te otoño 25

Amor te otoño 24

Amor te otoño 23

Amor te otoño 22

Amor te otoño 21

Amor te otoño 20

Amor te otoño 18

Amor te otoño 19

Amor te otoño 17

Amor te otoño 16

Amor te otoño 15

Amor te otoño 14

Amor te otoño 13

Amor te otoño 12

Amor te otoño 11

Amor te otoño 9

Amor te otoño 8

Amor te otoño 7

Amor te otoño 6

Amor te otoño 5

Amor te otoño 4

Amor te otoño 3

Amor te otoño 2

Amor te otoño 1

Adicta a tus labios 13

Adicta a tus labios 11

Adicta a tus labios 12

Adicta a tus labios 10

Adicta a tus labios 9

Adicta a tus labios 7

Adicta a tus labios 8

Adicta a tus labios 6

Adicta a tus labios 5

Adicta a tus labios 4

Adicta a tus labios 3

Adicta a tus labios 2

Adicta a tus labios

Hechizo de un ángel 9

Hechizo de un ángel 3

Hechizo de un ángel 1

Hechizo de un ángel 4

Hechizo de un ángel 5

Hechizo de un ángel 6

Hechizo de un ángel 7

Hechizo de un ángel 8

Hechizo de un ángel 10

Hechizo de un ángel 11

Hechizo de un ángel 2

Otra Oportunidad de Amar 9

Otra Oportunidad de Amar 10

Besos robados

Jugada del Destino

Otra Oportunidad de Amar 4

Otra Oportunidad de Amar 3

Otra oportunidad de Amar 2

Otra oportunidad de Amar

Eres ese Algo que Buscaba 24

Asi me enamore de ti te amo bebe

Eres ese Algo que Buscaba 3

Eres ese Algo que Buscaba 2

Amor o Estupidez 11

Amor o Estupidez 7

Amor o Estupidez 6

Me enamore de TI sin pensarlo 6

Tienes un E-mail 5

Tienes un E-mail 3

Tu mi complemento perfecto 22

Tu mi complemento perfecto 21

Tu mi complemento perfecto 12

Tu mi complemento perfecto 11

Tu mi complemento perfecto 8 y 9

Tu mi complemento perfecto 6

Tu mi complemento perfecto 4

Tu mi complemento perfecto 2

Una pequeña carta para el amor de mi vida

Un recuerdo ”Tu último deseo”

La Amistad como un tesoro

Nadie como tú

Un hasta pronto por un adiós

Lo mucho que te extraño

Jamás pedí Amarte

Aquel día que te conocí