miprimita.com

Adicta a tus labios 13

en Lésbicos

Capítulo 13—Final

 

Aquel malentendido fortaleció la relación de las chicas, porque a partir de ese día, decidieron contarse siempre la verdad, aunque ésta doliese e incluso hicieron una promesa entre las dos. Que sin importar cualquier malentendido o discusión que tuvieran, siempre dormirían en la misma cama, ya que no permitirían que otras personas o cosas sin sentido, afectara ese amor que se tenían.

La buena noticia de reconciliación no se hizo esperar, Andrea y Luisa se enteraron, por lo que planearon una comida familiar, pero antes, las chicas irían al parque de diversiones con los niños. Disfrutaron de todas las atracciones del parque, donde Natalia persuadió a su novia para que subiera a la montaña rusa. Fue una tarde inolvidable para los cuatro, no sólo por lograr que Martha subiera a ese tipo de atracción, sino que los adolescentes hicieron una travesura. Sin que las chicas se dieran cuenta, les tomaron una fotografía, donde se daban un beso tierno. Una que Kate reveló al final de la salida para dársela a Natalia cómo regalo anticipado de cumpleaños.

Antes de que ingresaran a la casa para disfrutar de un rico almuerzo preparado por Luisa, Julián le pidió a Natalia unos minutos para conversar. Por lo que Martha y compañía, los dejaron a solas. Natalia se encontraba a la expectativa, ya que aquel hombrecito no había aceptado su relación con Martha, y era algo que le afecta. Pues había notado lo triste que se sentía Martha por la actitud que mostraba Julián.

—Sé que no me he comportado como se debe—era incapaz de mirar a Natalia—No quiero que pienses que no estoy feliz por tu relación con mi hermana, sólo que no quiero que le llegues hacer daño como la otra chica—se refirió a Alis—No sabes cuánto me dolió verla de ese modo, pero sobre todo, ver su mirada triste —le explicó.

—La relación que mantengo con Martha, es una de las mejores experiencias que he tenido—le regalo una sonrisa—Hace unas semanas sentí que la perdía por un mal entendido y no sabes lo mucho que me afectó. Puedo asegurarte que jamás le haría daño de ese modo, ella lo es todo para mí —dijo con mucha sinceridad. Ahora podía entender la preocupación que tenía Julián.

—Promete que siempre la harás sonreír —insistió Julián. Aquellas palabras, eran las que tanto deseaba escuchar. A pesar de ser menor que Martha, sentía que debía protegerla por ser el hombre de la casa, como le decía su padre.

—Te lo prometo—Natalia puso su mano en su corazón—¿Hay algo más que desees decirme? —investigó, debía aprovechar el momento que Julián se estaba sincerando con ella.

Julián le dedicó una mirada divertida—¿Te nos unirás en las tardes de verano para jugar videojuegos? —expuso. Era una de las actividades que amaba hacer con Martha, porque justo en esos momentos, su hermana se convertía en otra niña pequeña. A la que sólo le importaba ganar.

Natalia sonrió—Por supuesto, pero tienes que enseñarme para que le ganemos a Martha —expresó con malicia. Quizás no sería tan buena con los videojuegos, pero quería alentar al jovencito. Después de todo, ya la estaba integrando a la familia.

—Es un trato—extendió su mano. Natalia imitó el gesto—¿Tu amiga no vendrá hoy? —no tardo en preguntarle Julián, le parecía extraño que su madre no la haya invitado.

—No, tuvo que ir a visitar a su madre —le respondió Natalia.

Julián se encogió de hombros, en otra oportunidad la conocería, puesto que su hermanita le había conversado sobre ella—Entremos, no quiero que mi madre venga por nosotros y se dé cuenta de que hable contigo —bromeó el joven. A veces solía ser como su padre, le gustaba realizar sus acuerdos a escondidas para que nadie se diera cuenta de nada. Pero sobre todo, para que nadie descubriera que dio su brazo a torcer sobre un tema o una situación concreta.

Luego de esa pequeña charla, se integraron a la mesa que estaba decorada con un impresionante menú criollo de la ciudad. Iba desde un caldo Gumbo, la Jambalaya con mucha pimienta y un exquisito Praline de postre cubierto de azúcar caramelizada. Natalia se ubicó al lado de su novia, quien no tardó en preguntarle cómo le había ido con Julián, moría por conocer los detalles de aquella conversación. Sin embargo, Natalia no le quiso revelar ningún dato, más si le regalo una sonrisa que lo decía todo. Martha no tuvo que ser adivina para interpretar aquel gesto, al fin su hermanito había aceptado su relación. Sin importar la presencia de sus conocidos, le dio un suave beso a Natalia como símbolo de celebración.

Durante esa tarde, todos disfrutaron de ese delicioso almuerzo. Martha no cabía de la felicidad, ahora se sentía más que completa, al saber que su hermanito aceptaba su relación. Andrea había llevado al odioso de su novio, pero esta vez, no se mostró tan impaciente, ni irrespetuoso con Martha. Aquella conversación que había tenido con Andrea, le abrió los ojos y ya no sentía celos de la pobre Martha, menos ahora que la veía tan juntita con su novia. Cuando la reunión culminó, las chicas se fueron al departamento de Natalia, donde se comieron a besos por un buen rato, hasta que Martha le enseñó los tiquetes de avión. Al fin iría a conocer ese país que tanto deseo.

El día del viaje, las chicas estaban muy entusiasmada, en especial Natalia que parecía una niña pequeña empacando su maleta. Martha por ser más ordena, tuvo que ayudarla a escoger solo lo necesario, ya que su novia deseaba llevar de todo. Esa tarde, hicieron un almuerzo ligero, llamaron a un taxi y en menos de lo planeado, ya estaban rumbo a Argentina. El viaje no fue tan largo, ni tedioso, pero sí estuvo entretenido ya que Martha le dio por encerrarse en el baño con su novia para darle unos besos, tal como hizo aquella noche que la conoció.

Cuando llegaron al hotel donde se hospedarían, se dieron una ducha relajante, pidieron servicio al cuarto y durmieron hasta el otro día. Al despertar, Martha guío a su novia a la ducha, al igual que Natalia estaba ansiosa por conocer el lugar. Se colocaron una ropa cómoda, se dieron un par de besos hasta que Martha la alejó, aquellos besos la estaban volviendo loca y no quería estropear la sorpresa que le tenía para esa noche.

Cogió su mapa y algunos insumos para ir a recorrer algunos lugares turísticos. La primera parada, se hizo en las Sierras de Córdoba, uno de los lugares más visitados de Argentina, que se caracterizaba por formaciones montañosas. Allí, se pasearon por Villa General y la Cumbrecita, que eran poblaciones turísticas con gran influencia centroeuropea. Estaban maravilladas por los paisajes del lugar que las trasportaba a otro mundo por su ambiente tan relajado.

Natalia no perdía tiempo en tomar algunas fotografías de los lugares que visitaban, pero lo que más le gustaba, era capturar la imagen de su novia mientras sonreía, hasta se tomaron algunas selfies para tenerlas de recuerdo. También se pasearon por el barrio San Telmo, una parte del casco histórico de Buenos Aires, famoso por la feria de antigüedades, donde compraron algunas artesanías para llevarles a sus conocidos. Hasta decidieron entrar a un bar, para disfrutar de la famosa cerveza Santa Fe. Después que se deleitaron con aquella bebida, quisieron admirar la puesta de sol y la impresionante vista del puente Rosario-Victoria.

Al caer la noche, Martha había pedido un delicioso Bistec a la plancha con glaseado de moras y chile, acompañado de vino tinto para celebrar el cumpleaños de su novia. La velada transcurrió normal, hasta que Natalia abrió un sobre que le había dado su novia para la ocasión, cuando leyó su contenido. Sus ojos se cristalizaron, no podía creer que Martha le había pedido que se mudara a su casa y ella como respuesta, le dio un beso lento, de esos que te dejan con ganas de más. Sin embargo, esa no era toda la sorpresa que Martha tenía esa noche, había estado planeando un regalo especial.

Después de la cena, Martha le dijo a su novia que la esperara a orillas de la cama, ya que pronto le mostraría su regalo de cumpleaños. Natalia esperaba ansiosa, no tenía idea del misterio que traía su novia, decidió levantarse y dar algunos pasos para calmar su nerviosismo—Necesito que cierres tus ojos —expuso Martha desde el baño.

Natalia sintió una corriente traspasar su espalda, jamás había estado tan nerviosa, ni siquiera aquella vez que beso tiernamente las lesiones de su novia. Aun así, quiso obedecer para no estropear el regalo de Martha. De pronto, logró escuchar una melodía suave que se esparcía por toda la habitación, en un principio se le hizo difícil reconocer aquella canción, pero cuando analizo la letra. Una sonrisa se formó en su rostro, se trataba nada más y nada menos, que la balada de Sin banderas—Entra en mi vida.

Martha se acercó sigilosamente a su novia, sostuvo su rostro y pronunció—Gracias por no rendirte y llenar mi corazón con tu alegría. Pero sobre todo, por haberme tenido paciencia todo este tiempo —le dio un beso corto.

—Lo único que deseaba era estar a tu lado—acarició su mejilla—Hoy más que nunca estoy segura que quiero despertar cada amanecer contigo —confesó, al mismo tiempo que sus mejillas se ruborizaron.

Martha se apartó un poco para retirar su albornoz, mientras se deslizaba por su piel, pudo notar los ojos deseosos de su novia—Hoy deseo estar contigo —manifestó. Había esperado mucho para entregarse a Natalia, y no quería desaprovechar la oportunidad de darle su regalo de cumpleaños.

El corazón de Natalia latía a millón, no por las palabras que había expresado su novia, sino más por el atuendo que lucía esa noche. Jamás imaginó que Martha se vestirá con un baby Doll negro para hacerle un baile erótico. Su respiración comenzó acelerarse, se mordió el labio inferior para contener su deseo, por más que se esforzó por no lanzarse a los labios de su novia, no pudo contenerse a tanta sensualidad que Martha desbordaba esa noche. Se acercó y le ayudo a retirarse esa última prenda.

Rodeó su cintura para darle un beso apasionado, quería mostrarle con aquel gesto cuanto la había estado deseando. Entre beso y beso, colocó el cuerpo de Martha sobre la cama, acarició su abdomen con movimientos circulares, se paseó por su muslo, besó cada pecho con una suavidad exquisita para luego terminar en sus labios. Tal como lo había hecho otras veces, pero esa noche estaba segura de que podía dar rienda suelta a sus deseos.

—¡Espera!—dijo Martha con la voz agitada—Déjame que yo te desvista, por favor. Quiero sentir la suavidad de tu piel, mientras me haces tuya —manifestó. Natalia asintió. Martha se aferró a sus labios, mientras que sus ágiles manos comenzaron a retirar la blusa, sus dedos acariciaban su suave piel y los suspiros de Natalia no se hicieron esperar. Arrojo la blusa al suelo y se inclinó para besar sus pechos.

Natalia enredo sus dedos sobre la cabellera de Martha, para controlar las pequeñas corrientes que viajaban por su cuerpo. Sin embargo, Martha se alejó de sus pequeñas montañas para continuar su camino por el abdomen, con el fin de retirar su pantalón. Sus labios recorrieron el mismo camino, hasta llegar de nuevo a sus labios, donde la besó con ganas, con deseo, con ansias. Las manos de Natalia, se aferraron a su cadera a medida que correspondía los besos, pero no sé conformo con estrujar, sino que comenzó a acariciar la retaguardia de su novia. Entre beso y beso, reclinó a Martha sobre la cama, a medida que sus dedos exploraban todo su cuerpo.

Las manos de Martha, se aferraban a la sábana, disfrutando del placer que Natalia le proporcionaba con sus labios. Su cabeza daba vueltas, su corazón estaba acelerado, pero sobre todo, su respiración estaba más que agitada. Cuando sintió las manos de Natalia sobre sus caderas, gimió con ganas, y se dejó hacer. Natalia repartió besos por sus muslos, su pierna y cuando Martha pensó que iría más lejos, ella paro.

—Ven —le extendió su mano. Había esperado mucho por ese momento, que no deseaba repetir lo que siempre hizo con su exnovia, quería probar cosas nuevas con Martha. Le indicó que se colocará sobre su boca. Natalia se tumbó sobre la cama, mientras que Martha se acomodaba sobre su rostro, cuando su novia estuvo en la posición que deseaba, tomó sus caderas y su lengua se deslizó por aquella zona prohibida.

Martha podía sentir como aquellos labios la devoraban con pasión, podía sentir esa lengua traviesa que se aventuraba a ir por más. Sus ojos estaban cerrados, disfrutando de aquel placer que le proporcionaba Natalia, sus mejillas le ardían, las gotas de sudor recorrían su espalda y su corazón martillaba constantemente. Las manos de Natalia se aferraron a sus pechos, mientras la cadera de Martha danzaba sobre su rostro. Se movía despacio, con ansias de más contacto, estaba muy humedad, pero Natalia estaba pegada como una sanguijuela degustando su sabor. Hasta que Martha sintió una ola de placer recorrer su cuerpo. Permaneció en la misma posición por un par de minutos, para recuperar sus fuerzas y cuando estuvo lista. Se bajó.

Los ojos de Martha desprendían pura excitación, se ubicó en el centro de la cama e invitó a su novia para que se colocará a horcajadas sobre ella, donde comenzó a besarla con pasión. Rodeó la cintura de Natalia y comenzó a mover sus caderas, como si estuviese bailando con ella, mientras que las uñas de Natalia ejercían presión sobre su espalda.

—Quiero sentirte —suplicó Natalia.

Martha dejó de besarla y sus ojos se posaron sobre los de Natalia—¿Estás segura? —preguntó. Aunque una parte de ella se estremeció por tal petición, era consciente que nadie había llegado tan lejos con Natalia y no deseaba hacerle daño. Después de todo, nadie había tocado su parte más íntima.

—Por primera vez, quiero entregarme realmente a alguien—dijo, sin dejar de mirarla—Quiero que seas tú, la persona que me haga mujer —confesó, al mismo tiempo que se acercó para besarla.

Martha correspondió a su beso, mientras sus manos acariciaban sus costados. Luego sus labios bajaron por su cuello repartiendo besos húmedos, hasta apoderarse de sus pechos, donde se quedó por algunos minutos. Cuando sintió que era el momento, una de sus manos se aferró sobre la espalda de Natalia y la otra se hizo camino entre sus cuerpos. Estuvo acariciando su pequeña perla para estimularla, para que sintiera más placer. Guío su dedo corazón hasta la entrada de su tibia y humedad cueva, pero antes de ingresar, se acercó a sus labios para besarla.

Natalia sintió como el dedo de Martha se hizo camino en su interior, entró despacio, sin prisas y ella no pudo evitar gemir. Se sentía llena, excitada y su piel se erizó. Se sentía tan bien, tan placentero que no deseaba que Martha detuviera su labor—Te amo —expuso, entre beso y beso.

Martha la miró con amor, era la primera vez que su novia le decía tal palabra y eso la conmovió—Te amo —respondió. Nunca imaginó que volvería a decir esa frase, pero era lo que sentía en ese momento. Continúo besándola con tanto amor, que podría desbordar sus más oscuros deseos.

Natalia no dejaba de suspirar con cada vaivén, sus manos se aferraban sobre el cuello de Martha, profundizando el beso. Sentía que su cuerpo estaba caliente, que sus piernas temblaban, que estaba demasiado húmeda y pronto podría estallar de placer. Martha se aferraba más a su espalda, quería hacerle saber que siempre estaría a su lado, sin importar las cosas que pudiesen suceder después.

Aquella noche, ambas se entregaron al amor que sentían, al deseo que tenían guardado desde que se conocieron. Dejaron sus miedos, dudas e inseguridades para formar un lenguaje propio, donde el corazón era guiado por sus emociones y no por la razón, esa que podía distorsionar ese cariño que habían forjado con el pasar de los días. Durante su noviazgo, vivieron buenos momentos, unos felices y otros no tanto, hasta alguna pelea se formó con el diario vivir. Pero a sus siete años de idilio, siempre perduró el amor, ante cualquier cosa.

FIN

 

 

Hola! Una vez más, agradecida con ustedes por continuar con esta travesía. Espero volver pronto con otra pequeña historia que cautiven sus corazones…Le doy las gracias a todos aquello que me han seguido y los que me han dejado su comentario. Muy especialmente a:

Hombrefx: Espero continúes posteando mis locas historias, tu más que nadie sabe lo gratificante que es ver algún comentarios de tus seguidores. Cuídate, ojala nos veamos pronto...

Lililunita: ¡Mujer! Tiempo sin verte por aquí, hasta pensé que te habías olvidado de mí. No sabes lo mucho que me alegro ver esa casilla con tu nombre…Ojala el final sea de tu agrado..Besos….

Mas de Bella15

Mi segundo amor

Mi segundo amor

Mi segundo amor 46

Mi segundo amor 47

Mi segundo amor 45

Mi segundo amor 44

Mi segundo amor 43

Mi segundo amor 41

Mi segundo amor 42

Mi segundo amor 40

Mi segundo amor 39

Mi segundo amor 38

Mi segundo amor 37

Mi segundo amor 36

Mi segundo amor 35

Mi segundo amor 34

Mi segundo amor 32

Mi segundo amor 33

Mi segundo amor 2

Mi segundo amor 31

Mi segundo amor 30

Mi segundo amor 29

Mi segundo amor 28

Mi segundo amor 27

Mi segundo amor 26

Mi segundo amor 25

Mi segundo amor 24

Mi segundo amor 23

Mi segundo amor 21

Mi segundo amor 22

Mi segundo amor 20

Mi segundo amor 19

Mi segundo amor 18

Mi segundo amor 17

Mi segundo amor 16

Mi segundo amor 15

Mi segundo amor 14

Mi segundo amor 13

Mi segundo amor 12

Mi segundo amor 11

Mi segundo amor 10

Mi segundo amor 9

Mi segundo amor 8

Mi segundo amor 7

Mi segundo amor 6

Mi segundo amor 5

Mi segundo amor 4

Mi segundo amor 3

Mi segundo amor

Mi segundo amor 1

Epílogo—Danielle

Epílogo—Emma

Amor te otoño 29

Amor te otoño 28

Amor te otoño 27

Amor te otoño 26

Amor te otoño 25

Amor te otoño 24

Amor te otoño 23

Amor te otoño 22

Amor te otoño 21

Amor te otoño 20

Amor te otoño 19

Amor te otoño 18

Amor te otoño 17

Amor te otoño 16

Amor te otoño 15

Amor te otoño 14

Amor te otoño 13

Amor te otoño 12

Amor te otoño 11

Amor te otoño 10

Amor te otoño 9

Amor te otoño 7

Amor te otoño 8

Amor te otoño 6

Amor te otoño 5

Amor te otoño 4

Amor te otoño 3

Amor te otoño 2

Amor te otoño 1

Adicta a tus labios 12

Adicta a tus labios 11

Adicta a tus labios 10

Adicta a tus labios 9

Adicta a tus labios 8

Adicta a tus labios 7

Adicta a tus labios 6

Adicta a tus labios 5

Adicta a tus labios 3

Adicta a tus labios 4

Adicta a tus labios 2

Adicta a tus labios

Hechizo de un ángel 4

Hechizo de un ángel 3

Hechizo de un ángel 1

Hechizo de un ángel 5

Hechizo de un ángel 6

Hechizo de un ángel 7

Hechizo de un ángel 8

Hechizo de un ángel 9

Hechizo de un ángel 10

Hechizo de un ángel 11

Hechizo de un ángel 2

Otra Oportunidad de Amar 9

Otra Oportunidad de Amar 10

Besos robados

Jugada del Destino

Otra Oportunidad de Amar 4

Otra Oportunidad de Amar 3

Otra oportunidad de Amar 2

Otra oportunidad de Amar

Eres ese Algo que Buscaba 24

Asi me enamore de ti te amo bebe

Eres ese Algo que Buscaba 3

Eres ese Algo que Buscaba 2

Amor o Estupidez 11

Amor o Estupidez 7

Amor o Estupidez 6

Me enamore de TI sin pensarlo 6

Tienes un E-mail 5

Tienes un E-mail 3

Tu mi complemento perfecto 22

Tu mi complemento perfecto 21

Tu mi complemento perfecto 12

Tu mi complemento perfecto 11

Tu mi complemento perfecto 8 y 9

Tu mi complemento perfecto 6

Tu mi complemento perfecto 4

Tu mi complemento perfecto 2

Una pequeña carta para el amor de mi vida

Un recuerdo ”Tu último deseo”

La Amistad como un tesoro

Nadie como tú

Un hasta pronto por un adiós

Lo mucho que te extraño

Jamás pedí Amarte

Aquel día que te conocí