miprimita.com

Amor te otoño 24

en Lésbicos

Capítulo 24

 

Jimena

Mi cabeza daba mil vueltas, pensando en lo mal que la debe estar pasando Danielle, sé que no he podido ayudarla como hubiese querido, pues no existe una cura para el mal de amores, y si existiera alguna, no duraría en dársela sin ningún problema. Por más engreída que sea, no me gustaba ver a alguien triste, sean por las razones que sean.

A pesar que Danielle me ha atraído desde que me topé con ella en la entrada de la facultad, no he tenido cabeza para estar en plan de conquista por dos simples razones. La primera, me prometí que la respetaría y la segunda, no sería justo ahora que está peleada con Emma, estos últimos días la he visto tan desanimada, que sólo intento hacerla sonreír o servir como carne de cañón para darle celos a su novia. No es que ella me lo haya pedido, pero me sale al natural, enojar a la tonta de Emma, ¿Cómo no puede darse cuenta lo mucho que la ama Danielle? Era una pregunta a la que no tenía respuesta y eso me enfurecía, pero sin importar mi ira, debía respetar la decisión que tomara mi amiga, aunque estaba segura que terminaría perdonando a Emma.

Por muy extraño que parezca, entiendo a Danielle, no es muy grato que tú pareja defienda a alguien más, cuando te has dado cuenta de sus verdaderas intenciones, esas que van más allá de una simple amistad. Claro que comprendo muy bien, ya que mi expareja hizo lo mismo en mi antigua ciudad. Yo sólo era su amiga ante sus conocidos y en realidad, no me molestaba esa impresión, pero todo eso cambio, cuando me presento del mismo modo ante su ex, y vaya que eso dolió. Pese a que le di muchas oportunidades para que valorará nuestro noviazgo, termino por ocultarme ante esa persona, como si no le importará mis sentimientos y me vi en la obligación de irme a otro lugar. No por sus acciones, ni por no valorar nuestro noviazgos, sino que fue por mí. Necesitaba sanar algunas heridas y empezar de nuevo, fue así como acabe en Marsella.

Eso era lo mismo que le estaba pasando a Danielle, quizás la situación era distinta, pero sigue conservando el mismo contexto. Ocultar su noviazgo. Aquella tarde cuando salí del baño luego de nuestra discusión. Sin poder evitarlo, presencie una conversación muy acalorada entre las dos y terminó con una Danielle triste y con algunas lágrimas en sus ojos. Se me partió el corazón verla de ese modo, aunque desee ir tras ella para consolarla, tuve que frenar mis impulsos, no quería que se sintiera incomoda por mi presencia y más al estar en ese estado, tan vulnerable. Luego de que había bajado la marea, decidí acércame y brindarle mi apoyo incondicional.

A veces solemos hacer cosas que afectan a esa persona que amamos, y sólo reaccionamos cuando ya es muy tarde, cuando no puedes hacer nada para remendar esos errores, pero los humanos somos así. Egoístas por naturaleza, un egoísmo que puede llevar a sufrir a quien más amamos. Además, que ese egoísmo va acompañado del más infame sentimiento, el miedo. Uno que no podemos evadir con mucha facilidad y nos cuesta asumir en ciertas ocasiones.

—No utilices más tus neuronas, creo que hace rato dejaron de funcionar —escuché la voz de Jenny a mi lado.

—¿Eh? —no comprendí su oración, está tan ensimismada pensando en la situación de Danielle y como se parecía a mí historia, que me perdí en mis propios pensamientos.

—Cuando tienes esa expresión, es porque tu cabeza está pensando en algo —se cubrió con la sábana.

—¿Cuál expresión? —imite su gesto, pues mi espalda estaba entumecida por estar tanto tiempo contra la pared, aguardando a que Jenny saliera del baño para acomodarnos.

—Tienes tu ceño fruncido y tú mirada parece estar en otro mundo —apago la lámpara que estaba en su mesa de noche.

—Pensando en cosas —disminuí la intensidad de mi lámpara, no tenía intenciones de dormir aún. Por alguna extraña razón, mi sueño se había disipado.

—¿Estás preocupada por ella? —preguntó.

—Sí —respondí.

—¿Crees que hoy se reconcilien? —inquirió.

—No lo sé —me encogí de hombros. Ciertamente no podía tener una respuesta para ello, pero sería muy estúpido perdonar a Emma, así, sin más. Si estuviese en los zapatos de Danielle, la haría esperar demasiado tiempo, quizás hasta que se vuelva a ganar mi confianza. Si realmente estaba tan enamorada, podría soportar el tiempo que fuese necesario o esa era mi humilde opinión.

—Debe ser horrible que te nieguen como pareja —su voz sonó algo apagada.

—¿Cómo sabes que sucedió eso entre las chicas? —era una pregunta absurda, pero tampoco era un secreto a voces.

—Mientras tú estabas en plan de conquista con Danielle recién llegaste a la facultad, yo me encargue de calmar ese enojo que tenía hacia ti, por tus insinuaciones. También presencié ciertas actitudes de Emma —intentó explicarme, pero aún no comprendía a donde quería llegar.

—¿Puedes explicarte mejor?—fruncí mi ceño—Recuerda que mis neuronas no funcionan correctamente a esta hora —mi comentario la hizo sonreír.

—De acuerdo—se colocó de medio lado, para estar frente a mí—Desde que comenzamos clases, Danielle me dejó muy claro que tenía novia, tal como te lo expuso a ti—asentí, era más que obvio que no fui la única que intento ligar con ella—Pero ahora que me doy cuenta, Emma presentó a Danielle como su amiga, aquella vez que ese chico se nos acercó a nosotras en la cafetería. Además, percibí que siempre se ponía tensa cuando Alfonso se unía a nuestras pláticas —me dijo casi en susurro.

—Lo sé, pobre de Danielle —dije, al recordar su estado de ánimo y sus ojos tristes. Jenny estaba tan cerca de mí, que podía notar como sus piernas se entrelazaban con la mías.

—Tu pasaste por algo similar, ¿Cierto? —sus ojos verdes se clavaron en los míos, como intentado desnudar mis más oscuros secretos.

—Sí —desvié mi mirada, pero pude sentir como su rodilla acariciaba mí muslo.

—Debió ser muy duro —sus dedos suaves tomaron mi mentón para hacer que la mirara. Justo cuando nuestros ojos conectaron, pude ver una mirada dulce que trasmitía más que consuelo y sus dientes, mordían el labio inferior.

—Más de lo que imaginas —sentí un pequeño escalofrío recorrer mi cuerpo, al notar como su rostro se había acercado al mío. Su mirada sensual me estremeció por completo, mi corazón parecía salir de mi pecho y mis piernas, sin saber cómo, se aferraron a las suyas, pérdidas en un roce delicado pero atrevido.

—Jimena —pronunció cerca de mis labios.

Yo estaba congelada por su cercanía, sus ojos verdes viajaban de mis labios a mis ojos, en un movimiento constante, pero preciso. Hasta que la distancia que nos separaba, se acortó y pude sentir sus labios junto a los míos. Fue un roce suave, sin mucha malicia, como esperando alguna reacción de mí parte, pero yo estaba tan sorprendida que me quedé estática, sin mover ni un músculo.

—Disculpa, no debí hacerlo —a pesar de la tenue luz que había en la habitación, pude percibir su leve sonrojes.

—Me agarraste con la guardia baja —le confesé, pero ella sólo sonrió y me volvió a besar. Esta vez, le correspondí como era debido, coloque mi mano sobre su cintura y la atraje hacia mí para profundizar el beso.

—Sé que no es el lugar adecuado, ni la forma—beso—No sabes cuánto deseaba probar tus labios —me confesó, sin dejar de besarme.

—No creo que sea correcto —expuse con mis voz agitada. Era cierto, no estábamos en el lugar adecuado, debíamos respetar la casa de nuestra amiga, pero sobre todo, como podría estar con ella conociendo su vida amorosa.

—¿Y quién decide que es correcto o no? —pronunció, mientras sus labios ya viajaban por mi cuello, dejando pequeños rastros de humedad.

—Buena pregunta —mordí mi labio inferior para controlar el deseo que comenzaba a crecer en mí.

—Por hoy, no pensemos en nadie y solo déjate llevar —me sugirió, al mismo tiempo que atrapaba mis labios con los suyos.

Un beso llevó a otro y a otro, hasta que nuestra ropa comenzó a estorbarnos, unas prendas que de a poco la fuimos retirando, entregándonos en un mar de pasiones. No estaba segura a donde nos llevaría esto, pero estaba dispuesta a correr el riesgo y sumergirme en esos besos que comenzaron a despertar el deseo en lo más profundo de mí ser.

Emma

Pasaron unos minutos, sin que ninguna pronunciará nada, mientras que mi cabeza luchaba para buscar la mejor manera de hablar con ella. Pude sentir como ella respiraba de manera profunda, como intentando calmarse y fue el empujón que necesitaba para iniciar esa conversación que había esperado por mucho tiempo—Danielle —dije por lo bajo. Por un momento, no percibí ninguna respuesta y llegué a imaginar que se estaba haciendo la dormida para no hablarme, pero mi corazón se detuvo cuando escuché su voz.

—Dime.

—Te quería pedir perdón por no creer en tus palabras—dije, sin tener valor de voltearme para mirarla, sé que ella también me estaba dando la espalda y quizás no quería verme mientras le hablaba—No debí actuar de esa manera contigo, no debí desconfiar de ti —se me hizo un nudo en la garganta.

—¿Es todo lo que tienes que decir? —manifestó con cierta desilusión en su voz.

—No—inhalé una bocanada de aire para continuar, debía ser precavida y no echar a perder esa oportunidad de ser escuchada—Aquella noche que te intercepte en la puerta del edificio, venía a pedirte disculpas, tenías razón después de todo. Alfonso quería más que una amistad y cuando lo supe, me sentí mal por nuestra discusión—me gire, puede que ella estuviese dándome la espalda, pero yo no podía seguir así, necesitaba ver esos ojos que tanto amaba—Ahora comprendo que fui una idiota por no creerte y suponer que estabas celosa por la cercanía de mi amigo —quise acariciar su espalda, pero me contuve. No quería que se alejara o se sintiera presionada para voltearse y verme.

—Claro que estaba celosa —mencionó y yo sonreí.

—Deje las cosas claras con Alfonso, ya sabe que estoy perdidamente enamorada de ti—acaricié su cabello—Cometí un terrible error en no decirle que tú eras mi novia, y es algo con lo que viviré el resto de mi vida—mis ojos se cristalizaron—No quería que él me rechazara por ser quien soy, es el único amigo que tengo en la facultad y deseaba conservarlo, pero no me di cuenta que por querer su amistad incondicional, estaba perdiendo el amor de mi vida —le confesé.

—Yo jamás pedí que le dijeras a tu amigo que eras lesbiana o que estabas conmigo. Porque vaya que comprendo que sintieras miedo a que te rechaza, pero lo único que pedía, eras que tú te dieras cuentas de sus intenciones—se giró y pude ver sus ojos llorosos—Sólo quería que anduvieras con cuidado y que creyeras en mis palabras. No sabes cuánto me dolía verlos así de cariñosos y tú no hacías nada para impedirlo —una lágrima recorrió su mejilla.

—Lo lamento, jamás volveré a desconfiar de ti mi francesita, tampoco te voy a negar como mi novia. No volveré a cometer ese error —limpié su mejilla.

—¿Y porque no me has hablado en estos días? Crees que se siente muy bonito que tu novia te ignore como si no valieras nada, como si no te importara y te deje como un perro abandonado a su suerte—comenzó a llorar—Crees que la he pasado bien estos días sin ti, que he seguido como si nada hubiera pasado—cubrió su rostro con sus manos, mientras lloraba—No sabes las pesadillas que he tenido, donde te veo en los brazos de tu amigo, donde lo miras a él de la misma forma que una vez me miraste a mí —me confesó.

Me quedé helada ante sus palabras, ¿Qué había hecho?, ¿Cómo pude herirla de ese modo? Soy un monstruo —me dije a mi misma.

—No es justo que me trates de ese modo —mascullo entre lágrimas.

Llevaba varios días culpandome por mi actitud, por ser una cobarde y no darle el lugar que se merece Danielle, que dejé de lado sus sentimientos, sus emociones, esas mismas emociones que me han estado carcomiendo mi alma. Me acerque hacia ella, la abrace con todas mis fuerzas para intentar consolarla, para borrar ese dolor que estaba sintiendo. Me partía el corazón verla así, tan frágil, tan vulnerable—No hay palabras que pueda decir para que me perdones —bese su coronilla.

—No sabes lo duro que es levantarme en las mañanas y no tenerte a mi lado, no sólo me he encariñado contigo Emma. Tú lo eres todo para mí —se aferraba más a mi regazo, como si no quisiera irse de allí nunca.

—Lamento hacerte pasar por todo esto mi francesita—mis lágrimas comenzaron a salir sin permiso—Estoy consciente que soy una chica mimada, inmadura y egoísta, pero nada de eso me impide amarte. Debo admitir que es la primera vez que siento tantas cosas por alguien, que sentí miedo. No me refiero ese tipo de miedo de salir huyendo por lo que sentía, sino ese miedo a buscarte y enterarme que no querías verme, que no me querías en tu vida —bese sus ojitos llorosos.

—¿Crees que eres la única que tiene miedos? —por primera vez, esos ojos ámbar me miraban durante toda la noche.

—Sé que tú también tienes miedo—le di un beso en su nariz—Nadie está exento de eso, pero debo admitir que tú eres más valiente y decidida que yo. Jamás he luchado por algo, ni por alguien y ese es mi error. Desearía ser más como tú, que no teme a nada, ni a nadie —limpié sus mejillas.

—No quiero que cambies tu manera de ser, porque así me enamore de ti. Sólo quiero que no vuelvas a dudar de mi —manifestó con una mirada tierna.

—A veces no se trata de si eres lo suficiente madura para afrontar un problema, sino de luchar contra ese miedo de darte cuenta que la has cagado tanto, que esa persona a quien amas ya no quiere verte. Qué has cometido tantos errores que no sabes por dónde comenzar a ganarte esa confianza que depositaron en ti—junte su frente con la mía—Sé que el camino que debo recorrer es largo, pero si tú me lo permites, quisiera que me des otra oportunidad de conquistarte, de remendar mis errores, de demostrarte cuanto vales para mí —acorte la distancia para darle un beso suave. Un beso que tenía un ligero sabor salado, un beso que demostraba lo mucho que ambas hemos sufrido por mí falta de valor, un beso que podría ser el comienzo de todo, si Danielle me lo permitía.

—Si te doy esa oportunidad, me prometes que jamás me volverás a dejar sola —expuso, al separarse de mis labios.

—Te lo prometo —le dije con mucha convicción.

—Ni creas que este beso, borrará mis noches de soledad y mis lágrimas —frunció el ceño.

—Lo sé—le regale una sonrisa, sé que no me la pondría fácil—Estoy consciente que, esto—señale nuestra cercanía—No significa nada, que debo esforzarme para que me vuelvas amar sin condiciones —observe como ella retomaba su lugar.

—Bien, quería aclararte ese punto —limpió el resto de humedad que tenía en sus mejillas.

—¿Puedo seguir viniendo en los días que me corresponde? —pregunté dudosa. Aunque aclaramos ciertos puntos, deseaba que ese acuerdo de venir a su casa tres días a la semana, no haya cambiado en nada, menos por mis estupideces.

—Sí —respondió con su mirada en el techo.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —acaricié su brazo, pero conservando mi postura de medio lado.

—Dime —respondió sin mirarme.

—¿Desde cuando eres tan amiga de Jimena? —la curiosidad me mataba, estos días la había visto tan unidas que empecé a sospechar que tenían algo.

—Luego de nuestra discusión, estuve muy mal unos días y ella se me acercó para pedirme disculpas por su manera de actuar —me respondió, mientras que jugaba con sus dedos.

—¿Y la aceptaste? —mi ansiedad fue notoria.

—Sí, pero con una condición—giró su rostro para mirarme—Me prometió que no te volvería a molestar y quiero creerle, sólo puedo brindarle una amistad, una que se consolidara con nuestro grupo de estudio—volvió a mirar el techo—Sabes que no te dejaría por otra chica, al menos que tú me digas que ya no me amas —sus ojos mostraron tristeza.

Hasta con ese gesto tan simple, mi francesita me mostraba lo mucho que amaba. Debía ser una idiota para no darme cuenta, para no valorar el amor que ella me brindaba—Si supieras que yo tampoco te dejaría por alguien más—me dije para mí misma.

—Es hora de dormir —mencionó, y pude sentir un tono cariñoso en su voz.

—Te confieso algo —me acerque a ella para susurrarle en su oreja.

—¿El qué? —dijo por lo bajo, pero pude sentir como se estremeció por mi cercanía.

—Lo único que deseo ahora, es no volverme a separar de ti e intentar no fallarte —le di un beso en la mejilla y pude sentir como le trasmitió cierta tranquilidad. Estos días se me harían muy largos sin poder besarla o hacerle el amor, pero es un precio que estaba dispuesta a pagar. Por nada del mundo quería estar lejos de mi francesita, menos por una tontería que casi daña nuestra relación.

A la mañana siguiente, le prepare un delicioso desayuno para ella y sus amigas. Sé que me llevaría trabajo amoldarme a Jimena, pero el esfuerzo valdría la pena. Le prometí a mi francesita que no la dejaría sola y me prometí a mí misma que me esforzará para demostrarle que ella lo es todo para mí, pero en especial, me prometí que recuperaría su confianza y la volvería a conquistar de todas las formas posibles.

¡Hola! Quisiera agradecer a las nuevas personas que me han comenzado a seguir por wattpad, le agradezco enormemente su apoyo. Pero especialmente les doy las gracias a esas personas que me siguen en esta plataforma desde mis comienzos (ustedes saben que me refiero a ustedes). Como había explicado en mi anterior publicación, la historia se alargó unos tres capítulos más de lo planeado (nada fue premeditado) todo surgió por un comentario que me hizo una persona muy allegada y como ven, le he dado otros matices a la historia, tanto así, que surgieron otros capitulo que no tenía previsto, pero que de igual forma son bien recibidos por ustedes…Hasta la próxima…

HombreFX: Insisto, eres la única persona que ha apoyado a la pobre de Emma, que sin importar que entiendes la reacción de Danielle, tienes tu fe en ella y le das las oportunidades necesarias para defenderse. Puedes estar tranquilo, Emma sabrá enmendar sus errores.

Lililunita: No seas mala con la pobre Emma, pero como se lo que te gusta esta linda parejita. Te va a encantar esos detalles que hará Emma para reconquistarla.

Mas de Bella15

Mi segundo amor

Mi segundo amor

Mi segundo amor 47

Mi segundo amor 46

Mi segundo amor 45

Mi segundo amor 44

Mi segundo amor 43

Mi segundo amor 41

Mi segundo amor 42

Mi segundo amor 40

Mi segundo amor 39

Mi segundo amor 38

Mi segundo amor 37

Mi segundo amor 36

Mi segundo amor 35

Mi segundo amor 34

Mi segundo amor 32

Mi segundo amor 33

Mi segundo amor 2

Mi segundo amor 31

Mi segundo amor 30

Mi segundo amor 29

Mi segundo amor 28

Mi segundo amor 27

Mi segundo amor 26

Mi segundo amor 25

Mi segundo amor 24

Mi segundo amor 23

Mi segundo amor 22

Mi segundo amor 21

Mi segundo amor 20

Mi segundo amor 19

Mi segundo amor 18

Mi segundo amor 17

Mi segundo amor 16

Mi segundo amor 15

Mi segundo amor 14

Mi segundo amor 13

Mi segundo amor 12

Mi segundo amor 11

Mi segundo amor 10

Mi segundo amor 9

Mi segundo amor 8

Mi segundo amor 7

Mi segundo amor 6

Mi segundo amor 5

Mi segundo amor 4

Mi segundo amor 3

Mi segundo amor

Mi segundo amor 1

Epílogo—Emma

Epílogo—Danielle

Amor te otoño 29

Amor te otoño 28

Amor te otoño 27

Amor te otoño 26

Amor te otoño 25

Amor te otoño 23

Amor te otoño 22

Amor te otoño 21

Amor te otoño 20

Amor te otoño 18

Amor te otoño 19

Amor te otoño 17

Amor te otoño 16

Amor te otoño 15

Amor te otoño 14

Amor te otoño 13

Amor te otoño 12

Amor te otoño 11

Amor te otoño 10

Amor te otoño 9

Amor te otoño 8

Amor te otoño 7

Amor te otoño 6

Amor te otoño 5

Amor te otoño 4

Amor te otoño 3

Amor te otoño 2

Amor te otoño 1

Adicta a tus labios 13

Adicta a tus labios 11

Adicta a tus labios 12

Adicta a tus labios 10

Adicta a tus labios 9

Adicta a tus labios 7

Adicta a tus labios 8

Adicta a tus labios 6

Adicta a tus labios 5

Adicta a tus labios 4

Adicta a tus labios 3

Adicta a tus labios 2

Adicta a tus labios

Hechizo de un ángel 9

Hechizo de un ángel 3

Hechizo de un ángel 1

Hechizo de un ángel 4

Hechizo de un ángel 5

Hechizo de un ángel 6

Hechizo de un ángel 7

Hechizo de un ángel 8

Hechizo de un ángel 10

Hechizo de un ángel 11

Hechizo de un ángel 2

Otra Oportunidad de Amar 9

Otra Oportunidad de Amar 10

Besos robados

Jugada del Destino

Otra Oportunidad de Amar 4

Otra Oportunidad de Amar 3

Otra oportunidad de Amar 2

Otra oportunidad de Amar

Eres ese Algo que Buscaba 24

Asi me enamore de ti te amo bebe

Eres ese Algo que Buscaba 3

Eres ese Algo que Buscaba 2

Amor o Estupidez 11

Amor o Estupidez 7

Amor o Estupidez 6

Me enamore de TI sin pensarlo 6

Tienes un E-mail 5

Tienes un E-mail 3

Tu mi complemento perfecto 22

Tu mi complemento perfecto 21

Tu mi complemento perfecto 12

Tu mi complemento perfecto 11

Tu mi complemento perfecto 8 y 9

Tu mi complemento perfecto 6

Tu mi complemento perfecto 4

Tu mi complemento perfecto 2

Una pequeña carta para el amor de mi vida

Un recuerdo ”Tu último deseo”

La Amistad como un tesoro

Nadie como tú

Un hasta pronto por un adiós

Lo mucho que te extraño

Jamás pedí Amarte

Aquel día que te conocí