miprimita.com

Amor te otoño 1

en Lésbicos

Capítulo 1

 

Danielle

Las hojas de tonalidades marrones y rojizas se entregaban al flujo del viento, flotaban sin rumbo, atrapadas en un ritmo improvisado que daban paso a la llegada del otoño. Yo me encontraba sobre el césped, observando el cielo azulado y de momento, veía como algunas hojas caían a mí alrededor producto del viento que hacía de las suyas.

No dejaba de pensar sobre la reacción que tuvo mi familia, cuando decidí confesarle sobre mi orientación sexual. Lo que menos imaginé, es que mi madre me echaría de la casa y me diría hasta de que me iba a morir, pero mi padre se interpuso; evitando que me arrojara con toda y maleta a la calle. Sin embargo, mi padre no me dirigía la palabra desde entonces, y eso me dolía. El único familiar en el que podía apoyarme, era mi hermano menor, quién me aceptaba tal cual era con mis aciertos y desaciertos.

A mis dieciocho años, quería viajar para conocer el mundo, dejar de guardar las apariencias, quería seguir mi vida a mi manera sin la atadura de mis padres y sentía la necesidad de empezar de nuevo. Pese a que no soportaba la incomodidad que había en la casa, no tenía el dinero suficiente para rentar un departamento. Me sentía frustrada y confusa por todo aquello. No obstante, mi cabeza trajo a mí, un recuerdo de hace un par de semanas, donde había conocido a una hermosa chica en este mismo lugar. Cerré mis ojos para apreciar aquel día—¿Por qué tan solitaria?—escuché. Mientras mi mirada se cruzó con una chica de ojos azules, de piel blanca y cabello negro azabache—¿Te interrumpo?—me preguntó algo sonrojada. Moví mi cabeza en señal de negación, pero fui incapaz de pronunciar alguna frase. Estaba perdida en esa mirada penetrante.

—¿Me puedo sentar a tu lado?—me dijiste, al presentarte con el nombre de Emma, mientras que yo te mencioné que me llamaba Danielle. Esa tarde, me enteré que reciente te habías mudado a Marsella, una ciudad puerto del sur de Francia, ya que tu madre obtuvo una oferta de empleo en este lugar. Además, pude observar cómo me mirabas de reojo, como queriendo saber más sobre mí, pero te avergonzaba preguntar.

Estuvimos varios minutos admirando el cielo, cuando de pronto escuché una pregunta—¿Qué edad tienes?—yo gire mi rostro y me quedé perdida en tu mirada—Tengo dieciocho, ¿Y tú?—te devolví la pregunta. No tardaste en decirme que tenías dieciséis, hasta te aventuraste en pedirme que te enseñara la ciudad puesto que no conocías a nadie. Sonríe tontamente y no recuerdo el porqué, pero sin pensarlo dos veces. Acepte tu petición, por lo que acordamos vernos todas las tardes en este parque.

Con el pasar de los días, me enteré que tus padres se habían divorciado cuando apenas tenía siete años, también me expresaste que tenía dos hermanos menores por parte de su padre a quien no conocías y que lo tuyo eran las mujeres. Que lo tenías bien definido desde que tenía uso de razón. Por mi parte, te conté el problema que surgió en mi hogar por mi reciente confesión, te dije que tenía dos hermanos, que trabaja en una empresa de importación y exportación de todo tipo de mercancías. Donde mi padre era el director ejecutivo que se encargaba de la gestión y dirección administrativa, apenas cumplí mi mayoría de edad, él se las ingenió para integrarme a la empresa. De esa manera, podría comenzar a ahorrar para estudiar psicología en una de las mejores universidades.

—¿De nuevo sumergida en tus pensamientos?—logré escuchar. Mis ojos coincidieron con tu mirada, te regale un sonrisa y te invite a que tomarás tu lugar—¿Cómo estuvo tu día? —te pregunté. Mientras veías el cielo azulado. Me contaste que habías estado atareada con algunos papeles para formalizar tu estadía, pero ya te habían dado alguna respuesta. Tendrías que esperar más o menos un mes para obtener una visa y lo demás, sería más fácil.

—¿Cómo van las cosas en la empresa? Bueno, me refiero a si ya estás más libre para que me hagas el tour—expusiste con una sonrisa. Por estar tan ocupada con mis problemas familiares, se me había olvidado que sería tu guía turística, más si recuerdo que te pregunté si su madre no se molestaría por salir con alguien mayor. Tú sonreíste como si te dijera un simple chiste y me expresaste que tu madre no se molestaría conmigo, por lo que yo sólo asentí. Pese a que tenía mis dudas, quise cumplir mi palabra—Empezamos mañana —sonreí.

—Ya que hoy estás más relajada, podríamos ir a mi casa—me dijo con cierto nerviosismo—Le he hablado tanto a mi madre sobre ti, que ya quiere conocerte —jugó con sus dedos.

—Está bien, ¡Vamos!—le expuse. Había postergado aquel encuentro durante mucho tiempo y ya era hora de afrontar la situación. Emma entrelazó sus dedos con los míos, para llevarme a su hogar. En un principio, sentí un poco de temor, a pesar de que Emma me había comentado que su madre era de mente abierta con el tema de la homosexualidad, no quería arriesgarme. Había tenido suficiente con la reacción de mi familia, como para tener que aguantar insultos de otra persona, pero ella era tan insistente, que no pude negarme. Caminamos por el parque, sobre las hojas que yacían sobre el suelo, intercambiando algunas miradas furtivas. Disfrute que me llevara de la mano, me encantaba sentir ese contacto tan cercano con otra mujer que no se sintiese intimidada por mí.

Al menos, no después de que le confesé a mi mejor amiga que me gustaba y deseaba ser su novia. Obviamente ella me rechazó y no volvió a tratarme, pero así son las cosas. No siempre somos correspondidos por las personas que queremos. Iba tan absorta en mis pensamientos, que no me di cuenta cuando llegamos a su hogar. Tú entraste primero para ver que todo estaba en orden y luego me indicaste que podía pasar. Cuando tomaste mi mano de nuevo, sentí una leve corriente que ascendió por mi brazo e hizo que mi corazón palpitara más fuerte de lo que ya estaba. Sin embargo, esa sensación duro muy poco, ya que antes de llegar a la cocina, me soltaste y expresaste que te esperase allí.

—¡Huele delicioso! ¿Qué preparas? —escuché, mientras esperaba del otro lado de la puerta.

—Hija, pensé que vendrías más tarde—dijo su madre—Preparé tu platillo favorito, para ver si te vas acostumbrando a tu nuevo hogar —respondió.

—Tan linda, siempre buscas la manera de que me acostumbre a las cosas. Por cierto, he invitado a Danielle, ya que deseabas conocerla —te escuché algo nerviosa.

—Habías demorado en invitarla, ¿Dónde está?  Deseo verla—Yo me tense un poco, no podría creer que realmente me encontraba en ese aprieto, pero antes que pudiese reaccionar. Tú venías a mi encuentro con una enorme sonrisa, entrelazaste mis dedos nuevamente y me llevaste al interior de esa cocina.

—Ella es mi madre, se llama Cristina—dijiste con total naturalidad. Yo extendí mi mano y la saludé cordialmente, mientras que tu madre hacía lo mismo—Danielle, es un gusto conocerla —expuse mi mejor sonrisa.

 —El gusto es mío, no sabes cuánto deseaba conocerte. Cierto personaje—miró a Emma—Me ha hablado tanto de ti, que ya parece que te conozco desde hace mucho. Me alegra que mi hija esté haciendo amistades —sonrió.

—Nos conocimos hace un par de semanas—intenté explicar, como si de un interrogatorio se tratase. Pero al ver a Emma, mis miedos se disiparon—Ya que estoy aquí, quisiera pedirle permiso para salir con su hija y enseñarle algunos lugares de la ciudad —le expuse con determinación. No obstante, percibí como Cristina miró a su hija desconcertada por mi petición.

—Mamá, es que ella piensa que te vas a molestar por su edad. Ya que es dos años mayor que yo —vi cómo le explicabas a tu madre como si eso fuese tan normal.

Cristina me dedicó una mirada suave, como dándome a entender que eso no era problema y yo sólo sonreí. Luego pediste que me quedara a cenar con ustedes, no tenía mucho que hacer y tampoco deseaba regresar a casa. De hecho, intentaba pasar el menor tiempo en ese lugar, me había cansado de los constantes desplantes de mi madre y los insultos de mi hermana mayor. Por lo que me quedé, la cena estuvo deliciosa, era la primera vez que probaba un delicioso Chambre “Caldo de legumbres, arroz y carne”

Estuve algo pensativa mientras camine a mi hogar, hasta había dejado de pensar en la discusión que tuve con mi madre esa mañana, las discusiones con ella, se habían vuelto más frecuente y pasadas de tono. Lo único que abarcaba mi mente, fue ese acercamiento que tuve con Emma, por un momento pensé que me besaría. El sentir su respiración tan cerca, su mano acariciar mi mejilla y esa mirada penetrante, me sentí cautivada. Tanto que hubiese deseado que su madre no interrumpiera nuestro encuentro.

Sé que aún no he besado a una chica, y qué tal vez me tomé tiempo intimar con una. Pero debo admitir que sentir la cercanía de Emma, despertó una especie de curiosidad en mí. Ahora más que nunca, deseaba propiciar más acercamientos de ese tipo. Cuando abrí la puerta, espere no encontrarme a mi madre, para evitar otra discusión, pero en su lugar, vi a mi hermano sobre el sofá. Sólo nos llevamos tres años de diferencia, pero él siempre se preocupaba por mí, a veces el parecía ser el hermano mayor y no al revés. Lo saludé amablemente y expresó su preocupación, ya estaba al tanto de mi relación con nuestros padres. Sin importar cuanto quise ocultarlo o cuanto mi madre intento que no se diera cuenta, a la final fue inevitable.

Esa noche, estuvimos conversando por algunas horas, donde le conté sobre esa chica que conocí en el parque, él muy entusiasmado me dijo que debía presentársela, yo sólo sonreí por sus ocurrencias. Luego me puso al tanto sobre esa chica que le gustaba, esa que terminó rechazándolo por ser menor que ella. Intenté animarlo, pero no dio resultado. Después de charlar por una hora, cada uno se fue a su habitación, allí intenté conciliar el sueño, pero no tuve mucho éxito. La frase que me dijo Steven, me dejó muy pensativa—¿Acaso no te puedes enamorar de Emma?—la triste realidad era que nunca había salido con una mujer en plan de noviazgo, mucho menos me había enamorado. Así que no tenía idea de que era estar enamorada de alguien, ni como conquistar a una chica. Realmente era un caso perdido.

Cuando amaneció, me di una ducha rápida y baje a la sala. Podía ver las gotas de lluvia por la ventana, por un momento recordé que hoy sería la primera salida que tendría con Emma y un escalofrió recorrió mi espalda—¿Hoy intentará besarme de nuevo?—pensé.

—¿Qué haces despierta tan temprano? —escuché a Steven, que se acercaba a mi espalda.

—Seguramente se cayó de la cama —refutó mi hermana mayor.

—Laura deja de molestarla —la regaño Steven.

—No la defiendas, estoy segura que hace unos meses se golpeó la cabeza y así se dio cuenta que le gustaban las mujeres —expresó Laura. No perdía tiempo en molestarme, odiaba que fuese la preferida de papa.

—¡Basta! Puede que seas mi hermana mayor, pero eso no te da derecho a molestarme cuando se te dé la gana—dije ofuscada. Ya me estaba cabreando la actitud de Laura. Antes de que aquella pelea continuara, vi cómo mi madre bajo las escaleras acompañada de mi padre. Obviamente ella me ignoro, yo recogí mis cosas y le dije a Steven que era hora de marcharnos. Él asintió y salió a mi lado. Caminamos por las calles, rumbo a nuestro destino, mientras nuestros pies se deslizaban por el asfalto húmedo, mi hermano sostuvo mi brazo como símbolo de apoyo. Estaba enojado con todos los miembros de nuestra familia, no podía entender porque me despreciaban tanto por mi orientación sexual.

Luego que dejé a mi hermano en el colegio, continúe mi camino para ir a la empresa. Al llegar, saludé al vigilante con cortesía, tal como solía hacerlo todos los días. Aborde el elevador y en menos de diez minutos, ya me encontraba en mi escritorio. El ruido constante de mis compañeras, me causaba cierta molestia, no sé porque no bajaban a la cafetería para charlar sin problema.

Mi mirada se enfocó en una revista que estaba sobre el escritorio de mi compañera Patricia, al detallarla. Supe a qué lugar llevaría a Emma. Las horas pasaron algo lentas para mi gusto, hasta que baje a almorzar, mientras degustaba una rica ensalada acompañada de carne asada y arroz. Mi mente no dejaba de pensar en lo cerca que estuvo Emma en besarme, tal vez si su madre no hubiese interrumpido el momento, si yo hubiese avanzado el otro diez por ciento, si tal vez no me hubiese dominado mis miedos, podría haber disfrutado de mi primer beso. Sonreí el sólo pensarlo, moví mi cabeza de un lado a otro para sacar esa idea de mi mente, no podía ser castigándome de esa manera. 

Hola mis queridos lectores, aquí les dejo esta nueva historia. Espero sea de su agrado, quizás sea un poco juvenil, pero contiene la misma temática lésbica. Lililunita y hombrefx, estaré ansiosa esperando sus comentarios sobre esta historia. Besos…

Mas de Bella15

Mi segundo amor

Mi segundo amor

Mi segundo amor 47

Mi segundo amor 46

Mi segundo amor 45

Mi segundo amor 44

Mi segundo amor 43

Mi segundo amor 41

Mi segundo amor 42

Mi segundo amor 40

Mi segundo amor 39

Mi segundo amor 38

Mi segundo amor 37

Mi segundo amor 36

Mi segundo amor 35

Mi segundo amor 34

Mi segundo amor 32

Mi segundo amor 33

Mi segundo amor 2

Mi segundo amor 31

Mi segundo amor 30

Mi segundo amor 29

Mi segundo amor 28

Mi segundo amor 27

Mi segundo amor 26

Mi segundo amor 25

Mi segundo amor 24

Mi segundo amor 23

Mi segundo amor 22

Mi segundo amor 21

Mi segundo amor 20

Mi segundo amor 19

Mi segundo amor 18

Mi segundo amor 17

Mi segundo amor 16

Mi segundo amor 15

Mi segundo amor 14

Mi segundo amor 13

Mi segundo amor 12

Mi segundo amor 11

Mi segundo amor 10

Mi segundo amor 9

Mi segundo amor 8

Mi segundo amor 7

Mi segundo amor 6

Mi segundo amor 5

Mi segundo amor 4

Mi segundo amor 3

Mi segundo amor

Mi segundo amor 1

Epílogo—Emma

Epílogo—Danielle

Amor te otoño 29

Amor te otoño 28

Amor te otoño 27

Amor te otoño 26

Amor te otoño 25

Amor te otoño 24

Amor te otoño 23

Amor te otoño 22

Amor te otoño 21

Amor te otoño 20

Amor te otoño 18

Amor te otoño 19

Amor te otoño 17

Amor te otoño 16

Amor te otoño 15

Amor te otoño 14

Amor te otoño 13

Amor te otoño 12

Amor te otoño 11

Amor te otoño 10

Amor te otoño 9

Amor te otoño 7

Amor te otoño 8

Amor te otoño 6

Amor te otoño 5

Amor te otoño 4

Amor te otoño 3

Amor te otoño 2

Adicta a tus labios 13

Adicta a tus labios 11

Adicta a tus labios 12

Adicta a tus labios 9

Adicta a tus labios 10

Adicta a tus labios 7

Adicta a tus labios 8

Adicta a tus labios 6

Adicta a tus labios 5

Adicta a tus labios 3

Adicta a tus labios 4

Adicta a tus labios 2

Adicta a tus labios

Hechizo de un ángel 9

Hechizo de un ángel 3

Hechizo de un ángel 1

Hechizo de un ángel 4

Hechizo de un ángel 5

Hechizo de un ángel 6

Hechizo de un ángel 7

Hechizo de un ángel 8

Hechizo de un ángel 10

Hechizo de un ángel 11

Hechizo de un ángel 2

Otra Oportunidad de Amar 9

Otra Oportunidad de Amar 10

Besos robados

Jugada del Destino

Otra Oportunidad de Amar 4

Otra Oportunidad de Amar 3

Otra oportunidad de Amar 2

Otra oportunidad de Amar

Eres ese Algo que Buscaba 24

Asi me enamore de ti te amo bebe

Eres ese Algo que Buscaba 3

Eres ese Algo que Buscaba 2

Amor o Estupidez 11

Amor o Estupidez 7

Amor o Estupidez 6

Me enamore de TI sin pensarlo 6

Tienes un E-mail 5

Tienes un E-mail 3

Tu mi complemento perfecto 22

Tu mi complemento perfecto 21

Tu mi complemento perfecto 12

Tu mi complemento perfecto 11

Tu mi complemento perfecto 8 y 9

Tu mi complemento perfecto 6

Tu mi complemento perfecto 4

Tu mi complemento perfecto 2

Una pequeña carta para el amor de mi vida

Un recuerdo ”Tu último deseo”

La Amistad como un tesoro

Nadie como tú

Un hasta pronto por un adiós

Lo mucho que te extraño

Jamás pedí Amarte

Aquel día que te conocí