miprimita.com

Amor te otoño 9

en Lésbicos

Capítulo 9

 

Emma

No me agrado la idea de dejarla sola en aquel lugar, al saber que iba a visitar a su padre, me generaba más angustia, puesto que las última vez que estuvo en esa casa no le había ido del todo bien. Lo otro que rondaba mi cabeza, era la aparición de la engreída de su hermana, me sentí tan impotente  que la tratara de ese modo que lo único que se me ocurrió en ese momento, fue empujarla. Si no hubiese sido por su noviecito, tal vez habría caído al suelo. Aunque era algo que me traía sin cuidado, ese tipo de personas siempre me han dado lastima, se creen con derecho a opinar sobre la vida que uno está orgulloso de llevar. No sé cómo puede existir a estas alturas de la vida personas tan retrogradas, incapaces de comprender algo tan sencillo como es el amor entre dos personas del mismo sexo. Desearía que el mundo cambiara ese chip para que aquellas personas que aún están en el armario, se atrevan a sentirse libres por ser quienes son. 

A pesar de ese pequeño incidente, no podía disimular la sonrisa tonta que tenía en mi rostro. Al fin había besado a Danielle, no una sino tres veces el mismo día. Ahora que había dado el primer paso, me sentía insegura de continuar con nuestros coqueteo, puesto que siempre surgía algún tema con su familia y terminaba debatiéndome si realmente ella era para mí. No podía negar que sentir su cuerpo pegado al mío, bajo la lluvia, sus labios rozarse con los míos y sus manos acariciando mi retaguardia. Hizo que mi cabeza se volviese loca, quería experimentar todas esas posiciones que había visto en algunos videos sólo para adultos.

Realmente disfrutaba esas pequeñas cosas que hacía con ella, aunque cada una tenía sus trabajos por separado, al caer la noche sólo éramos nosotras dos. Ahora comprendía que me había enamorado perdidamente de Danielle, pero por otro lado me sentía culpable, como si me estuviese aprovechando de ese cariño que ella me brindada. No quería contarle lo que sentía, si ella se llegase a enterar en algún momento quizás no me lo perdonaría. A pesar de haberla besado, no estaba segura si ella sentía lo mismo por mi o si estaba consciente de lo que me hacía sentir con sus muestras de afecto.

Cerré mis ojos para recordar todo el paseo a su lado, y no sé si era ideas mías o vi algo diferente en su mirada. Cuando me dio su chamarra para protegerme del frío, pude sentir su lado protector, más el gesto que hizo después, me detuvo el corazón. Me abrazo con fuerza para que su cuerpo me diera algo de calor, ya que mis músculos estaban temblando de manera descontrolada. Luego beso mi frente, mis ojos, bajo por mi nariz y termino en mis labios. Casi me desmayo con ese gesto tan tierno, ni mi primera novia me hizo sentir tantas cosas con un beso.

—Ya hemos llegado señorita—dijo el taxista. Estuve todo el camino pensando en lo que ese beso me hizo sentir, y todo pareció volver de golpe. Sólo quería que regresara a casa para que charláramos como siempre. Le pague al conductor y baje del vehículo. Cuando ingrese a mi hogar, me encontré a mi madre leyendo una revista—¡Por Dios. Estas empapada! —me alcanzo a decir. Me encontraba tan aturdida que lo único que le dije, es que me iría a mi habitación. Subí las escaleras, me despoje del atuendo y me di una ducha relajante.

El agua tibia caía sobre mi cuerpo, mientras que mi cabeza no dejaba de pensar sobre ese último beso que me dio Danielle, ¿Por qué no la acompañe?—me cuestioné. Deseaba ser valiente y sin importar que nos sacaran de su antigua casa a escobazos, yo debí acompañarla. Pero era consciente que mi francesita necesitaba tener esa conversación a solas con su padre. Después que salí de la ducha, encontré a mi madre sentada a orillas de mi cama—¿Algún día aprenderás a tocar a mi puerta? —le dije sin mucho ánimos.

—¿Paso algo entre Danielle y tú? —frunció el ceño.

—¿Algo como qué? —respondí con otra pregunta, mientras peinaba mi melena.

—No lo sé, dime tú, ¿Por qué no regresaste con ella? —insistió. 

Deje de peinarme y me gire para mirar a mi madre, sabía que no se quedaría quieta hasta no conocer todo los pormenores—Nos encontramos con la estúpida de su hermana, que aparte de insultarla, le dijo que sus padres se estaban separando por su culpa —sentí un nudo en la garganta. Me odiaba a mí misma por no insistir y haberla acompañado, no deseaba que volviese toda golpeada como la última vez.

—Puede que le haya mentido para fastidiarla —mi madre intento sonar tranquila, pero era evidente que la noticia la había dejado igual de alterada que a nosotras.

—No estoy segura—me encogí de hombros—¿Me puedes avisar cuando llegue? —le pedí el favor, necesitaba asegurarme que llegara bien a casa.

—¿Hay algo más de lo que desees hablarme? —escuché como el tono de mi madre, se suavizo.

No sé cómo siempre terminaba dándose cuenta de las cosas o al menos de algunas que yo intentaba ocultar. No era la primera vez que me pillaba pensativa o confundida. Yo no sabía controlar mi estado de ánimo y aunque estaba feliz por haber besado a Danielle. Una parte de mí, se sentía asustada. Aquel beso había sido tan diferente a los que yo estaba acostumbrada a recibir por parte de mis parejas, que termino afirmándome lo que había comenzado a sentir por ella. Realmente estaba enamorada, ese beso tierno, con amor y con una sensualidad exquisita, me volvió loca—La bese —dije por lo bajo.

—¡Pero, en que habíamos quedado! —exclamó tan fuerte, que casi rompe mis tímpanos.

—Lo siento mamá, por más que intente luchar contra esto que estaba sintiendo. No pude—coloque mi mano sobre mi corazón, esto estaba doliendo y mucho—Si quieres, puedo ausentarme un par de semanas o regresarme a nuestra ciudad. Sé que mi tía me recibiría —mis lágrimas estaban por salir. No podía creer que le estaba huyendo al amor, no después que hace unas horas le había pedido a la misma Danielle que no se alejara de mí.

—No digas disparates—sentí como mi madre se acercó para abrazarme—Crees que soy tonta, que no me he dado cuenta de cómo se miran o las veces que te he pillado ir a su recamara a media noche—Mi corazón se detuvo, había sido descubierta después de todo. A pesar que Danielle nunca se dio cuenta de mis visitas a su habitación, mi madre parecía estar más que pendiente de las cosas que hacíamos—Sé que ambas sienten algo una por la otra, por eso te pedí que le dieras tiempo. Para que sea la misma Danielle que se acerque a ti, pero no por sentirse sola, sino para que sus verdaderos sentimientos fluyan en su corazón —me confesó.

—¿Y crees que yo soy adivina? Como iba a entender a lo que te referías  —refuté, tenías mis propias razones para ahorcar a mi madre. Sólo a ella se le ocurría que iba a entender entre líneas, tal como si hubiese firmado un contrato, donde no había leído la letra pequeña.

—Ustedes los jóvenes, siempre tan melodramáticos—se rio por lo bajo—Es mejor que aclares tus sentimientos con ella, así ninguna de las dos saldrá lastimada —me aconsejo.

Yo negué con un movimiento de cabeza, no era tan sencillo como mi madre lo exponía—No quiero que se aleje—mi voz se quebró—Puedes que tengas razón y ella este confundida, al igual que yo. Es mejor darle tiempo para que ella asimile lo que paso hoy —apenas pude pronunciar.

—Después no digas que no te di mi visto bueno—me despeino. Su comentario me hizo reír, realmente adoraba la relación de confianza que tenía con mi madre. Desde que Danielle apareció en nuestras vidas, le había sacado a relucir ese lado curioso y protector de mi madre, puesto que nunca la había visto interesada en mi vida personal—¿Qué piensas hacer? —escuché a mi espalda.

—¿Disculpa? —dije contrariada. No entendía a qué se refería.

—Sé que estas muy angustiada por esa visita que Danielle le va a realizar a su padre. No creo que te vayas a aquedar de brazos cruzados, no ahora que ya me has expuesto tus sentimientos —manifestó.

—¿Por qué siempre intuyes que hare?—expresé frustrada. Odiaba que mi madre pudiese leerme como una de esas revistas que tanto ojeaba en la sala—Creo que nuestra conversación ha llegado a su fin, puedes retirarte de mi habitación —intenté fingir que estaba molesta.

—Ve con cuidado, lleva una sombrilla —mi madre me expuso antes de salir de la habitación.

Moví mi cabeza en señal de negación—¿A dónde se había metido esa madre considerada y atenta que necesite cuando aquellas chicas jugaron con mis sentimientos?—dije por lo bajo, pero era consciente que todo ese cambio se debía a la situación que estaba atravesando mi francesita y mi madre saco a relucir su lado comprensivo que tenía guardado en su corazón. Sin embargo, me agradaba la idea que cuidara y se preocupara por Danielle tanto como yo.

Danielle

Luego que me asegure de que Emma abordara un taxi para regresar a su casa, yo me encargue de tomar uno en dirección contraria. Me urgía tener una conversación seria con mi padre, me sentía dolida de que me haya ocultado esa información. Bueno si es que realmente la antipática de mi hermana tenía la razón, desde hace mucho había dejado de confiar en sus palabras.

Después que el taxi se detuvo en la puerta principal de aquella casa donde crecí, inhale una bocanada de aire, no estaba segura si mi madre abriría la puerta. No quería salir golpeada como la última vez, tampoco tenía ganas de discutir con ella o tan siquiera cruzármela. Golpee suavemente la puerta, rogando en lo más profundo de mi corazón que saliera mi padre y no otra persona, ya que como todos los miércoles mi hermano estaba en casa de uno de sus amigos.

—¿Tu de nuevo? —escuché como mi hermana me dijo entre dientes, era evidente que no le agradaba mi presencia en ese lugar.

—¿Se encuentra mi padre? —no tarde en preguntar. No quería darle pie a que ella se pusiera a insultarme de nuevo.

—Si tanto te urge hablar con él, espéralo afuera —me cerró la puerta en la cara.

Quise golpear de nuevo para enfrentarla, pero decidí pasar su insolencia, así evitaría que mi madre saliera a agredirme. Tome asiento sobre el pequeño muro y mi mirada se perdió en las gotas que chocaban contra el suelo formando pequeñas olas, fue inevitable que no recordara aquella vez que entre a la habitación de Emma y descubrí que fumaba. En aquel entonces, ella estaba muy enojada conmigo por olvidar que la llevaría a pasear, aunque intente persuadirla para conseguir su perdón, me llevo una semana que me escuchara y eso porque me escabullí en su cama para pedirle disculpas. Sin embargo, le pedí que dejara el mal hábito de fumar, era muy joven para estar en ello y a mí no me gustaba que se hiciera daño de esa manera, la quería demasiado como para perderla por las consecuencias del efecto de la nicotina. Mientras pensaba en todo aquello, había dejado de llover, pero mi ropa todavía estaba empapada y eso me generaba más frío del que podía soportar. Estuve esperando por media hora, hasta que el vehículo de mi padre se estaciono frente a mí.

—Hija, ¿Qué haces aquí?—preguntó cuándo salió del auto. Al ver que mi cuerpo tiritaba por el frío, se retiró el saco para colocármelo—¿Te ha pasado algo? —se sentó a mi lado.

—Hoy me he encontrado con mi hermana —contesté sin mirarlo.

—¿Ah?—dijo—Imagino que te fue con el chisme —entrelazó sus manos.

—Entonces, es verdad lo que me dijo —mi corazón se estrujo. Me sentía traicionada, no podía creer que mi padre me haya mentido todo este tiempo y tuve que enterarme por la boca de la persona menos indicada.

—Veras—colocó su brazo sobre mi hombro—Quiero que entiendas dos cosas—me tomó del mentón para que lo mirara—La dilución legal de mi matrimonio no es tu culpa, ni de ningún de tus hermanos—beso mi frente—Creo que te has dado cuenta incluso antes que tus otros dos hermanos, que tu madre siempre fue una persona controladora en todos los aspectos. Pensé que con los años iba a cambiar o al menos iba a disminuir su manera excesiva de mantener todo bajo control —pude sentir su frustración.

—Desde pequeña siempre los escuche pelear en su habitación, pero no entendía lo que pasaba —dije con melancolía. Paso mucho tiempo para enterarme por mi misma, los motivos de esas constantes peleas que tenían mis padres y creo que por eso, decidí expresar mis sentimientos para dejar esa falsa vida que llevaba.

—Lo sé—me abrazó más fuerte—Siempre pensé que eras una mujer adulta metida en un cuerpo de niña. Podías tener mayor juicio y sensatez que tu hermana Laura—ese comentario me hizo reír—En aquel tiempo no quise separarme de tu madre porque tenía la leve esperanza de que algún día cambiaria o al menos haría el esfuerzo. Sin embargo, tuve que aprender a soportar su manera de ser, para no privarlos a ustedes de tener a sus padres juntos, tal como una verdadera familia—pude sentir como mi padre se le quebró la voz—Ahora que ya han crecido y pueden entender las cosas que los rodean, puedo realizar los trámites del divorcio sin sentirme culpable. No obstante, la gota que derramo el vaso, fue que tu madre te echara de la casa como si fueras un perro, mientras yo no estaba —me explicó.

—No tienes que disculparte por eso, esa acción fue de mi madre, no tuya. Además, sé que me hubieses defendido como la primera vez que ella lo intentó —sostuve su mano para darle apoyo moral.

—En parte fue mi culpa—desvió su mirada—No tuve los pantalones para ponerla en su lugar e impedir que te tratase de esa manera, ¿Crees que no me he dado cuenta de los insultos que te ha hecho?—su mirada mostraba tristeza—Tampoco pude evitar que maltratara a tu hermano aquella vez que le suplicaba que dejará verte—por primera vez, vi a mi padre llorar y eso me estrujo el corazón—Sé que te prometí que te ayudaría a conseguir un apartamento, pero me temo que por ahora no podrá ser—limpió su mejilla—Los trámites del divorcio pueden salir un poco costoso, sin mencionar que puede que nos terminemos de mudar a la casa de tus abuelos —me soltó sin más.

—¿Brasil? —dije con un nudo en la garganta. No quería irme del país, no ahora que las cosas comenzaban a tomar forma entre Emma y yo. Aún no le había dado el tour que le prometí, aquí tenía mi trabajo y posiblemente en dos meses comenzaría ir a la universidad.

—Estoy consciente que te atrae esa chica con la que vives, pero creo que lo mejor sería que los tres nos mudemos de este país—sugirió mi padre—De igual forma, no es algo que este plasmado en papel, sólo es una mera posibilidad. Una que hay que estudiar —quiso aminorar sus palabras.

Sin embargo, mi mente estaba confundida, como le podría decir a Emma que tendría que irme, como le decía a mi corazón que dejara de sentir ese cariño que creció por ella. No me parecía justo que otra vez, mis padres tuvieran que decidir por mí. Yo no quería dejar a Emma, ni quería renunciar a las cosas que había formado aquí. No sé qué voy hacer, pero debo impedir que esto ocurra—Papá, yo —no pude continuar la frase.

—Necesito que pienses que es lo que realmente valoras en tu vida, y si estas dispuesta a dejar todo por alguien a quien apenas conoces —sus palabras sonaron muy duras. Jamás imagine que me pondría a escoger entre ellos y Emma.

—Sera mejor que me retire, ya es tarde y no quiero preocupar a Cristina. Ella se ha comportado como una verdadera madre para mí—me reiré su caso y me incorpore del suelo—Gracias por sincerarte conmigo papá y por aclarar mis dudas —le di un beso en la mejilla y comencé alejarme de ese lugar.

Mas de Bella15

Mi segundo amor

Mi segundo amor

Mi segundo amor 47

Mi segundo amor 46

Mi segundo amor 45

Mi segundo amor 44

Mi segundo amor 43

Mi segundo amor 41

Mi segundo amor 42

Mi segundo amor 40

Mi segundo amor 39

Mi segundo amor 38

Mi segundo amor 37

Mi segundo amor 36

Mi segundo amor 35

Mi segundo amor 34

Mi segundo amor 32

Mi segundo amor 33

Mi segundo amor 2

Mi segundo amor 31

Mi segundo amor 30

Mi segundo amor 29

Mi segundo amor 28

Mi segundo amor 27

Mi segundo amor 26

Mi segundo amor 25

Mi segundo amor 24

Mi segundo amor 23

Mi segundo amor 22

Mi segundo amor 21

Mi segundo amor 20

Mi segundo amor 19

Mi segundo amor 18

Mi segundo amor 17

Mi segundo amor 16

Mi segundo amor 15

Mi segundo amor 14

Mi segundo amor 13

Mi segundo amor 12

Mi segundo amor 11

Mi segundo amor 10

Mi segundo amor 9

Mi segundo amor 8

Mi segundo amor 7

Mi segundo amor 6

Mi segundo amor 5

Mi segundo amor 4

Mi segundo amor 3

Mi segundo amor

Mi segundo amor 1

Epílogo—Emma

Epílogo—Danielle

Amor te otoño 29

Amor te otoño 28

Amor te otoño 27

Amor te otoño 26

Amor te otoño 25

Amor te otoño 24

Amor te otoño 23

Amor te otoño 22

Amor te otoño 21

Amor te otoño 20

Amor te otoño 18

Amor te otoño 19

Amor te otoño 17

Amor te otoño 16

Amor te otoño 15

Amor te otoño 14

Amor te otoño 13

Amor te otoño 12

Amor te otoño 11

Amor te otoño 10

Amor te otoño 7

Amor te otoño 8

Amor te otoño 6

Amor te otoño 5

Amor te otoño 4

Amor te otoño 3

Amor te otoño 1

Amor te otoño 2

Adicta a tus labios 13

Adicta a tus labios 11

Adicta a tus labios 12

Adicta a tus labios 9

Adicta a tus labios 10

Adicta a tus labios 7

Adicta a tus labios 8

Adicta a tus labios 6

Adicta a tus labios 5

Adicta a tus labios 3

Adicta a tus labios 4

Adicta a tus labios 2

Adicta a tus labios

Hechizo de un ángel 9

Hechizo de un ángel 3

Hechizo de un ángel 1

Hechizo de un ángel 4

Hechizo de un ángel 5

Hechizo de un ángel 6

Hechizo de un ángel 7

Hechizo de un ángel 8

Hechizo de un ángel 10

Hechizo de un ángel 11

Hechizo de un ángel 2

Otra Oportunidad de Amar 9

Otra Oportunidad de Amar 10

Besos robados

Jugada del Destino

Otra Oportunidad de Amar 4

Otra Oportunidad de Amar 3

Otra oportunidad de Amar 2

Otra oportunidad de Amar

Eres ese Algo que Buscaba 24

Asi me enamore de ti te amo bebe

Eres ese Algo que Buscaba 3

Eres ese Algo que Buscaba 2

Amor o Estupidez 11

Amor o Estupidez 7

Amor o Estupidez 6

Me enamore de TI sin pensarlo 6

Tienes un E-mail 5

Tienes un E-mail 3

Tu mi complemento perfecto 22

Tu mi complemento perfecto 21

Tu mi complemento perfecto 12

Tu mi complemento perfecto 11

Tu mi complemento perfecto 8 y 9

Tu mi complemento perfecto 6

Tu mi complemento perfecto 4

Tu mi complemento perfecto 2

Una pequeña carta para el amor de mi vida

Un recuerdo ”Tu último deseo”

La Amistad como un tesoro

Nadie como tú

Un hasta pronto por un adiós

Lo mucho que te extraño

Jamás pedí Amarte

Aquel día que te conocí