miprimita.com

Amor te otoño 20

en Lésbicos

Capítulo 20

Danielle

No había palabras para expresar lo maravillosa que era Emma, lo que me hacía sentir cada vez que la tenía cerca, se había convertido en ese pequeño motor que me impulsaba a seguir a delante. Puede que nuestra relación sufra algunos contratiempos en el futuro, pero intentaré de todas las formas para que nuestro amor perdure ante todo.

—¡Danielle! —exclamó mi padre.

—Dime —manifesté por lo bajo, mi mente estaba dispersa.

—¿Crees que venga? —preguntó, estaba algo nervioso por la llegada de Laura. Hace un par de días, le había comentado que hable con mi hermana y me expuso la situación por la que pasaba.

—Sí, cuando la llame, pude percibir que estaba feliz por reunirse con nosotros  —intenté calmarlo.

—No puedo creer que vaya a ser tío, soy muy joven para eso  —expuso Steven con un semblante serio. No daba crédito a lo que escuchaba, ya que apenas se estaba enterando de la noticia.

—Necesito que se tranquilicen, no pueden estar así cuando llegue Laura—los regañe a ambos. Ya me estaban poniendo nerviosa con sus comentarios, mientras ellos se calmaban. El timbre sonó—Debe ser ella  —dije, al incorporarme del sillón.

—¡Hola hermanita! Te traje tu postre favorito —me enseñó una bolsita llenas de madalenas, esas piezas en forma de concha alargada. Me encantaba su sabor sutil, muy diferente a las magdalenas española.

—Gracias, veo que aún lo recuerdas—le regale una sonrisa. Pude notar que hacía su mayor esfuerzo para que las cosas funcionarán de nuevo. Aunque hubo un tiempo nos llevamos como perros y gatos, me sentía triste por todo lo que estaba pasando, sé que de alguna forma la vida le estaba pasando factura por sus acciones.

—¿Ya están aquí? —me preguntó, se notaba que estaba muy ansiosa.

—Te están esperando con ansias —le hice un ademán para que ingresara.

—¡Hija! —exclamó mi padre. Percibí su rostro, estaba muy sorprendido por esa pequeña barriga que tenía su primogénita. Jamás lo había visto tan alegre por ver a alguien, sin importar lo que había sucedido, seguía siendo su hija.

—Hola —dijo, de manera tímida.

—Ven acá—mi padre le dio un fuerte abrazo, se notaba que la había extrañado todo este tiempo—Tu hermana me comentó que Emily te echo de la casa —le comentó.

—Sí—desvió su mirada—Pero no te preocupes, he logrado salir adelante —le sonrió de medio lado.

—¿Por qué no me habías dicho que sería tío? —Steven le recriminó. Siempre era el último que se enteraba de las cosas.

—No se dio el momento—le acarició la mejilla—De hecho, hace poco me crucé con Danielle y se dio cuenta de mi pronunciada barriga —le intentó explicar para que no se sintiera ofendido.

—¿Dónde estás viviendo? —no tardó en preguntar mi padre.

—Una amiga de la universidad me está rentando un cuarto, ya que hace poco encontré un empleo con el cual sustentarme —manifestó orgullosa. Era la primera vez que trabajaba en toda su vida y parecía disfrutarlo.

—¿En qué trabajas hermanita? —inquirió Steven, al parecer se había olvidado de todo los malentendidos que tuvimos con Laura. Ese chico me tenía asombrada, siempre estaba atento a todo lo que pasaba a su alrededor y sé que le molestó la actitud de nuestra madre. No podía creer que realmente se atreviera a correr a su hija favorita.

—Estoy trabajando de cajera en una tienda. Por las circunstancias tuve que congelar el semestre en la universidad —le explicó con cariño. Al fin podía ver a esa Laura que todo conocíamos, esa que se había ocultado luego de mi confesión.

—Tus hermanos y yo, estuvimos hablando sobre tu situación—sostuvo las manos de Laura—¿Deseas vivir con nosotros? Sé que falta poco para que des a luz y quisiéramos cuidarte —le propuso.

—No quiero causarle molestias. Sé que no me comporte como era debido, permití que mi angustia me ganará y entre en pánico. Se me era difícil aceptar que Danielle era homosexual—una lagrima recorrió su mejilla—Lo mismo me pasó cuando te vi besando a Emma, por eso actúe de esa manera. No sabes cuánto lo lamento hermanita —sus palabras sonaban sinceras.

—Eso ya pasó, no te preocupes —intenté animarla. Ese incidente ya estaba olvidado, mi novia me había hecho entender que hay cosas que debemos olvidar por nuestro propio bien, tal como lo hizo con la situación de mi madre. Gracias a ella, esos viejos recuerdos dolían menos.

—Entonces, ¿Te animas a vivir con nosotros?—investigó Steven—Prometo que te voy a cuidar, tal como lo hice con Danielle —le regalo una sonrisa.

—No lo sé —dijo, con algunas lágrimas en su rostro.

—No te hagas de rogar hermanita—expuse. Era notorio que el embarazo hacía estragos con sus hormonas, estaba muy sensible por la reunión familiar—¿Qué nombre le piensas colocar? —investigue. La última vez que nos vimos, no tenía nada definido y deseaba conocer el futuro nombre de mi sobrino.

—Le pondré Eduardo —acarició su pancita.

—¿Quieres mudarte hoy mismo? —le sugirió mi padre. Era evidente que no deseaba que su hija pasará más trabajo y menos con su futuro nieto en camino.

—De acuerdo, pero debo avisarle a mi amiga para darle las gracias por todo —expuso, al mismo tiempo que sonó el timbre.

—¿Esperas alguien? —preguntó Steven.

—Sí, mi novia viene a visitarme —dije con una sonrisa. Me incorpore del sofá y me dirigí a la puerta. Cuando abrí, Emma se me lanzo encima para darme un beso apasionado.

—Te eche de menos—dijo sobre mis labios—Desconozco a que acuerdo llegaron con mi cuñada, pero traje una pizza para celebrar —me mostró una caja grande.

—¿Quién dijo pizza? —mi hermano salió a nuestro encuentro.

—Tu siempre pensando en comida—golpeé su brazo—Ven cariño —entrelacé nuestras manos para llevarla a la sala.

—¡Hola Emma! —expuso Laura con alegría.

—¡Hola cuñadita! ¿Aceptaste vivir con mi suegro? Mira que ha estado muy preocupado por ti —expresó con entusiasmo. Sé que Emma no había llegado antes para darnos tiempo de hablar con Laura, pero le agradecía que trajera algo de comer para todos. Sin duda, me había sacado la lotería con esa chica.

—Casi que no, se hizo de rogar —manifestó Steven con un trozo de pizza en su boca.

—Yo reparto los trozos de pizzas, porque si es por ti, te la acabas toda —Laura se incorporó del sofá para quitarle la caja a Steven. Había pasado mucho tiempo que no compartíamos en familia y era agradable volver a estar unidos. Al menos una parte, ya que mi madre nunca aceptaría nuestras acciones, pero si contábamos con el apoyo de nuestro padre, todo lo demás sería más sencillo.

 

Emma

Había pasado mucho desde la conversación que mantuve con mi madre, fui una tonta por hacer que ella cargará con ese peso durante todos estos años, pero no me atreví a confesarle que mi padre me contó sus verdaderas razones tras el divorcio. No quería que ella pensará que mis preferencias sexuales se debían a la ausencia de mi padre, porque no era así. Desde muy pequeña, supe que lo mío serían las mujeres.

Mientras iba en el taxi, mi mente viajó aquella tarde, cuando nació el sobrino de mi francesita, era mediado del mes de Marzo donde recién comenzaba la estación de primavera, una época ideal donde los árboles comienzan a florecer de nuevo e incluso estuve a su lado cuando lo tuvo entre sus brazos. Entre una conversación y otra, ya me llevaba mejor con mi cuñada Laura, quien cambio su actitud engreída desde el nacimiento de su hijo, podía decirse que se había convertido en una persona más cariñosa y atenta, muy distinto a la que conocí en esos encuentros que tuvimos.

Al llegar a mi destino, logré ver a lo lejos esa chica pelinegra de generosos atributos, que estaba conversando con otros chicos igual de engreídos que ella. Realmente sentía unos celos enormes por esa tonta y no era para menos, compartía clase con mi francesita, le llevaba flores y regalos como si fuese su novia, hasta se atrevía a tomarla de la mano cada vez que le daba la gana. Aunque Danielle siempre encontraba la manera de soltarse de su agarre, de frenar sus coqueteos y dejarle claro que no le interesaba. Cuando estuve a punto de cruzar mi mirada con mi novia, un grupo de amigos se me acercó apresuradamente para saludarme, pero eso no me impidió que la siguiera con la mirada, hasta que vi como aquella estúpida iba detrás de ella.

—Si me disculpan, debo retirarme —me alejé de mis amigos.

Comencé apresurar el paso, cuando doble a la derecha supe de inmediato que mi novia iría a los baños. Dude por un segundo en si entrar o no a ese lugar, no quería darme cuenta que mi francesita me estaba engañando con aquella zorra. Sin embargo, pude percibir como alguien estaba discutiendo del otro lado de la puerta, acerque mi oreja y pude reconocer la voz de Danielle.

—¡Te he dicho que tengo novia! ¿Por qué te cuesta entender que no me atraes, que no deseo nada contigo? —la voz de Danielle reflejaba mucha rabia.

—No sé cómo haces para estar con una asquerosa latina, ¿Qué tiene ella que no tenga yo? —bufó la pelinegra.

—Tiene muchos atributos y cualidades de las cuales tú careces. Si no deseas que pierda mi educación y terminé por golpearte esa cara de engreída que tienes, más te vale que nunca la vuelvas a insultar —escuché como Danielle la amenazó.

—Eso no va a impedir que pruebe tus labios —esas palabras me hicieron entran en razón. Empuje la puerta y vi como mi francesita forcejeaba con esa zorra.

—¡Emma! —dijo, al verme.

Yo me acerque a ellas con decisión y aparte a esa estúpida de los brazos de mi novia—Ni se te ocurra acercarte a ella, ¿Qué parte no entiendes de que tiene novia?—la enfrenté—Deberías parar tu jueguito, sino vas a conocer mi lado menos amigable—la amenacé—¡Vámonos! —tome del brazo a Danielle para salir de ese lugar.

—¿A dónde crees que vas? Tu y yo no hemos terminado —la pelinegra tomó del brazo a mi novia para evitar que saliera.

—¡Ya no sigas!—percibí como Danielle se zafó de su agarre y la empujó—No quiero que te nos vuelvas a acercar en tu vida—expresó con decisión. Cuando estuvimos alejadas de ese lugar, sentí la mano de Danielle rodear mi cintura—Lamento que presenciaras eso —me dijo con una voz triste.

—Yo no lo lamento—hice que me mirara—Gracias por darme mi lugar, por no permitir que alguien se entrometa en nuestra relación —le di un corto beso.

—Siempre te voy a defender, sin importar las circunstancias —se acercó a mis labios para darme un beso lleno de amor.

—Te amo—dije entre beso y beso—¿Cómo está el pequeño Eduardo? —coloque su brazo sobre el mío para llevarla de gancho.

—Bien, aunque un poco glotón. Mi padre dice que no deja dormir a mi hermana durante la noche, que se despierta cada tres horas para comer —me explicó.

—¡Emma! Te estaba buscando para ir a clases —mi amigo se nos acercó. Siempre era muy atento conmigo y me daba algunos detalles.

—Adelántate, ahorita te alcanzó —le expuse, quería darle un último besito a mi francesita antes de ingresar a clases.

—De acuerdo, pero no tardes —Alfonso me dio un beso en la mejilla.

—Ese chico está detrás de ti —escuché a Danielle. La note un poco molesta por el acercamiento de mi amigo y compañero de clases.

—Estás viendo cosas donde no las hay —le acaricie la mejilla.

—No es así, y lo sabes—me miró sería—Las atenciones que tiene ese chico hacia ti, no son de un amigo, es evidente que desea algo más —me insistió mi francesita.

—¿Estás celosa? —le pregunté. Jamás la había visto de esa manera, tan seria y esquiva con uno de mis compañeros de clases.

—No hay peor ciego, que el que no quiere ver—se zafó de mi agarre—¿Por qué no te das cuenta que él quiere algo más que una amistad? —bufó.

—Que tú tengas una loca detrás de ti, no quiere decir que a mí me salga un pretendiente y menos un chico —le dije enfadada. No podía creer la actitud que estaba tomando por las atenciones de Alfonso. Al contrario, yo soy la que debería estar molesta por esa pelinegra, esa estúpida no perdía tiempo para ir tras ella y coquetearle de la manera más descarada posible.

—De acuerdo, no me creas—no dejó que le diera mi beso de despedida—Cuando te des cuenta de sus verdaderas intenciones, no me vengas a pedir disculpas —expuso antes de marcharse.

—¡Danielle!—la llame, pero ella me ignoro—No te vayas así, por favor —se me hizo un nudo en la garganta.

Era la primera vez que se ponía de ese modo conmigo, no podía creer que de nuevo se enojara por una tontería, cuando habíamos acordado que dejaríamos de hacerlo. Danielle estaba incumpliendo su palabra, se estaba alejando de mí por un comentario fuera de lugar. Ni siquiera me dio el benéfico de la duda y eso dolía. Dolía que se alejara de mí, sin escuchar mis palabras, dolía que fuese tan orgullosa a veces y no se diera cuenta que jamás la lastimarla, ¿Cómo podría hacer para que no se enoje conmigo?, ¿Cómo podría hacerle entender que ese estaba equivocando con Alfonso? Todo esto es tan frustrante, quién diría que el amor es tan complicado—me dije a mi misma antes de reunirme con mi amigo.

—¿Todo bien? —no tardó en preguntarme.

—Sí —mentí, no quería darle explicaciones. Por lo menos, no ahora.

—De acuerdo—paso su brazo por mi hombro para abrazarme—Prometiste que me ayudarías con mi tarea, y yo te llevaría a cenar a mi casa—dijo—Como todo ha salido bien, quiero cumplir la parte de mi trato —me guiño un ojo.

—Aja—dije por lo bajo, se me había olvidado esa invitación, y la triste realidad es que no tenía ánimos de nada—¿Cuándo es? —pregunté sin mucho interés.

—Hoy, así que luego de salir de tu trabajo, te pasaré buscando —mencionó, antes de ingresar a nuestro salón de clases.

Mas de Bella15

Mi segundo amor

Mi segundo amor

Mi segundo amor 47

Mi segundo amor 46

Mi segundo amor 45

Mi segundo amor 44

Mi segundo amor 43

Mi segundo amor 41

Mi segundo amor 42

Mi segundo amor 40

Mi segundo amor 39

Mi segundo amor 38

Mi segundo amor 37

Mi segundo amor 36

Mi segundo amor 35

Mi segundo amor 34

Mi segundo amor 32

Mi segundo amor 33

Mi segundo amor 2

Mi segundo amor 31

Mi segundo amor 30

Mi segundo amor 29

Mi segundo amor 28

Mi segundo amor 27

Mi segundo amor 26

Mi segundo amor 25

Mi segundo amor 24

Mi segundo amor 23

Mi segundo amor 22

Mi segundo amor 21

Mi segundo amor 20

Mi segundo amor 19

Mi segundo amor 18

Mi segundo amor 17

Mi segundo amor 16

Mi segundo amor 15

Mi segundo amor 14

Mi segundo amor 13

Mi segundo amor 12

Mi segundo amor 11

Mi segundo amor 10

Mi segundo amor 9

Mi segundo amor 8

Mi segundo amor 7

Mi segundo amor 6

Mi segundo amor 5

Mi segundo amor 4

Mi segundo amor 3

Mi segundo amor

Mi segundo amor 1

Epílogo—Emma

Epílogo—Danielle

Amor te otoño 29

Amor te otoño 28

Amor te otoño 27

Amor te otoño 26

Amor te otoño 25

Amor te otoño 24

Amor te otoño 23

Amor te otoño 22

Amor te otoño 21

Amor te otoño 18

Amor te otoño 19

Amor te otoño 17

Amor te otoño 16

Amor te otoño 15

Amor te otoño 14

Amor te otoño 13

Amor te otoño 12

Amor te otoño 11

Amor te otoño 10

Amor te otoño 9

Amor te otoño 8

Amor te otoño 7

Amor te otoño 6

Amor te otoño 5

Amor te otoño 4

Amor te otoño 3

Amor te otoño 2

Amor te otoño 1

Adicta a tus labios 13

Adicta a tus labios 11

Adicta a tus labios 12

Adicta a tus labios 10

Adicta a tus labios 9

Adicta a tus labios 7

Adicta a tus labios 8

Adicta a tus labios 6

Adicta a tus labios 5

Adicta a tus labios 4

Adicta a tus labios 3

Adicta a tus labios 2

Adicta a tus labios

Hechizo de un ángel 9

Hechizo de un ángel 3

Hechizo de un ángel 1

Hechizo de un ángel 4

Hechizo de un ángel 5

Hechizo de un ángel 6

Hechizo de un ángel 7

Hechizo de un ángel 8

Hechizo de un ángel 10

Hechizo de un ángel 11

Hechizo de un ángel 2

Otra Oportunidad de Amar 9

Otra Oportunidad de Amar 10

Besos robados

Jugada del Destino

Otra Oportunidad de Amar 4

Otra Oportunidad de Amar 3

Otra oportunidad de Amar 2

Otra oportunidad de Amar

Eres ese Algo que Buscaba 24

Asi me enamore de ti te amo bebe

Eres ese Algo que Buscaba 3

Eres ese Algo que Buscaba 2

Amor o Estupidez 11

Amor o Estupidez 7

Amor o Estupidez 6

Me enamore de TI sin pensarlo 6

Tienes un E-mail 5

Tienes un E-mail 3

Tu mi complemento perfecto 22

Tu mi complemento perfecto 21

Tu mi complemento perfecto 12

Tu mi complemento perfecto 11

Tu mi complemento perfecto 8 y 9

Tu mi complemento perfecto 6

Tu mi complemento perfecto 4

Tu mi complemento perfecto 2

Una pequeña carta para el amor de mi vida

Un recuerdo ”Tu último deseo”

La Amistad como un tesoro

Nadie como tú

Un hasta pronto por un adiós

Lo mucho que te extraño

Jamás pedí Amarte

Aquel día que te conocí