HOY ES MI CUMPLEAÑOS Y JUNTO CON EL LES DEJO EL SEGUNDO CAPÍTULO DE LA HISTORIA... GRACIAS POR LA ACEPTACIÓN DE LA HISTORIA.

Capítulo II

Un mal comienzo…

Una vez llegando al aeropuerto de Tuxtla Gutiérrez ciudad conocida como Chiapa de Corzo perteneciente al hermoso estado de Chiapas, Brandon y su ahora esposa Aranza tomaban un vehículo en renta para dirigirse a San Cristóbal de las Casas para así poder hospedarse en un hermoso y maravilloso hotel propiedad de la familia Petrilli, llamado Hotel Villas Petrilli, es un elegante hotel con estilo colonial e instalaciones de primer nivel, a su alrededor hay unos jardines, artesanías, alfarería y con muebles rústicos en cada una de las habitaciones, ellos llegaron a hospedarse en una elegante suite luna de miel, al entrar, Aranza logró percibir el dulce y suave aroma de la madera que emanaba de los muebles, un olor a cedro y roble, la habitación muy lujosa, muy bien adornada y decorada para esa magnífica llegaba y magnífica noche para los ahora esposos, Brandon y Aranza muy contentos y un poco cansados, se besaban y acariciaban levemente sus mejillas, un ligero y suave abrazo por parte de él hacía ella la hizo estremecer y sentirse soñada y…

- Hola, disculpa amigo narrador, pero creo que no debes contar esa parte, por favor, me harás quedar mal, digo nunca me había pasado eso y pues no quiero que lo comentes, por favor.

– Brandon, te dije que debo narrar y contar todo lo que ha sucedido en tu luna de miel, digo porque fue algo tan raro y tan impresionante… Solo déjame que cuente y narre la historia como debe ser, ¿está bien?

– Bien, bien usted gana, adelante continúe y prometo no interrumpir.

- Bien en que me quede... Ah sí, ya recordé; Aranza y Brandon desnudos en la cama, entre las sabanas y pétalos de rosas rojas, blancas y rosas, sus cuerpos se dejaban llevar por el amor y la pasión, una hermosa y delicada silueta de la piel ajustada en las cinturas de Aranza se era acariciada y besada por las manos y boca de Brandon, su amor estaba en plena consumación, cuando entre besos, abrazos y ligeras mordidas, Brandon recordó aquel momento en que Orlando lo besaba, él trataba de borrar esa imagen de su mente, pero por más que trataba no podía, esa imagen se estaba tatuando permanentemente en su mente, provocando a Brandon que su erección fuera disminuyendo poco a poco, de forma lenta, haciendo que su pene fuera pasando de forma dura y erecta a una flacidez bastante penosa, Aranza notaba cierto problema de su marido.

Pero ella trataba de levantarle el ánimo mediante besos y leves roses con su mano, pero eso hacía que Brandon se pusiera nervioso, logrando que él se acostara y nervioso, muy enojado dijo. - ¡Maldita sea!

– Aranza lo abrazo y le dijo con tono suave. – No te preocupes, eso pasa cuando no se duerme bien, no hemos dormido bien ni tú ni yo desde que salimos del salón para abordar el avión, creo mejor nos dormimos y pues cuando tengamos fuerza pues hacemos lo que debemos hacer; ¿te parece amor?

– Brandon un poco molesto y fastidiado dijo. – Bien, pero quiero que sepas que esto nunca me había pasado antes, así que no pienses mal de mí.

– Aranza solo sonrió un poco y le dio un suave y tierno beso en la mejilla, recostándose sobre el pecho de él, ambos se quedaron profundamente dormidos.

Al cabo de unas horas, el matrimonio seguía en los brazos de Morfeo, pero Brandon tenía un sueño bastante peculiar y un poco raro para él, pues recordaba ese beso espontaneo que surgió a raíz de la embriaguez de Orlando y el impulso de atracción sexual hacía él, Brandon por más que trataba de abrir los ojos no podía, pues algo impedía que despertara de ese sueño.

Orlando y Brandon se encontraban en una cama en medio de la playa, a plena luz del sol enredados en la cama entre caricias de manos muy masculinas y roses de sus respectivos penes; cubiertos de lienzos blancos entre los marcos de la cama, la brisa del mar salpicando la masculina y gran espalda de Brandon que poco a poco se enderezaba para así poder penetrar de forma suave y delicada a Orlando, quién disfrutaba ser penetrado de dulce forma por Brandon.

Pues lentamente era penetrado y cuidadosamente volvía a sacar su miembro del recto estrecho de él, ya que Brandon solía tener el miembro muy dotado, aunque causaba incomodidad al momento de penetrar, Orlando se fue relajando y se dejó llevar por la pasión y el gran amor que le tenía a Brandon, él lubricaba de forma suave el ano de él para nuevamente penetrarlo lentamente, una y otra vez, con suaves movimientos de cadera Orlando disfrutaba estar sobre Brandon y entre cambios de posiciones, con leves mordidas Brandon le daba a Orlando una dosis de placer sexual muy varonil, que entre jadeos y gemidos, ambos disfrutaban ese acto sexual en la playa, Orlando de forma satisfecha besaba apasionadamente a Brandon, quién le correspondía de igual forma sus besos.

Pero de forma muy espontanea, él despertó del sueño, un poco agitado y algo acelerado, metió sus manos entre las sabanas, tocándose su miembro que se encontraba entre flácido y erecto, con una sensación rara y algo viscosa entre las piernas bajo más sus manos, dándose cuenta que había tenido una gran eyaculación, cierto suceso lo incómodo y lentamente sin moverse mucho para no despertar a Aranza, se levantó de la cama y se dirigió al baño, dónde se metió a darse un baño y a despejar su mente un poco, Brandon estaba algo desorientado por el suceso que tuvo y dicho sueño que le había ocasionado una excitación tan pasional que provoco que tuviera una eyaculación.

Él de forma seria mirándose al espejo mientras se secaba comenzó a hacerse preguntas. - ¿Soy gay? ¿Será una fantasía? ¿Qué rayos me pasa? ¿Qué tengo?

– Entre preguntas sin respuesta, salía del baño, dándose cuenta que Aranza ya se había despertado y sonriéndole le dijo. – Amor, me encanta ser tu esposa, me emociona el saber que tú y yo seremos el uno para el otro.

– Brandon enamorado de la bella y delicada sonrisa de Aranza, olvidándose del momento bochornoso para él, le dijo. – Yo me siento el hombre más afortunado por tener a una mujer tan bella, dulce, tierna y muy amorosa como lo eres tu preciosa.

– Brandon tirando la toalla, mostrándose desnudo ante la mirada tierna de Aranza, se le abalanzo sobre ella, besándola apasionadamente, acariciando su delicada piel, la fue besando hasta llegar a sus senos, que poco a poco mediante la excitación se fueron endureciendo, Aranza abrazando con sus piernas la espalda media de Brandon mostraba la excitación y su deseo por él, entre roses, besos, lengüetazos, caricias, apretones y suspiros, Brandon bajaba lentamente por el abdomen plano de su esposa, llegando a sus ingles las besaba y lengüeteaba, Aranza temblaba levemente y con ambas manos jalaba las sabanas, Brandon al saber que estaba haciendo bien su labor como hombre comenzó a hacerle un suave y pasional sexo oral, lamiendo suavemente el clítoris de ella, introduciendo su lengua y haciéndola retorcerse en la cama, sintiendo poco a poco que Aranza se iba humedeciendo, siguió haciéndolo pero esta vez de una forma más rápida, jadeando Aranza gimió haciendo que tuviera un orgasmo bastante satisfactorio para ambos, Brandon muy excitado se colocó en posición y penetro lentamente a Aranza, una y otra vez metía su miembro, ambos se encontraban haciendo el amor, pero algo no parecía bien, pues después de casi dos horas de estarlo haciendo él no lograba venirse.

Aranza un tanto agotada e incómoda le susurró al oído. – Déjame ayudarte a terminar con mi boca.

– Brandon un poco avergonzado, interrumpió el coito y le dijo. – Discúlpame, no sé qué me sucede.

– Brandon se incorporó a la orilla de la cama sentado de forma cabizbaja, Aranza sonriendo dulcemente, lo abrazo por la espalda y le dijo. – Eres un hombre muy pasional, me gustas mucho, pase lo que pase siempre estaré contigo amor.

– Aranza le dio un tierno beso en la mejilla y se levantó de la cama, desnuda camino al baño a ducharse, mientras que Brandon se dejó caer en la cama, un poco avergonzado y a la vez molesto por dicha situación.

Él se decía en su mente. – Seguro debe ser porque tuve una eyaculación muy en exceso y se me fueron las ganas de terminar, pero con las otras no me pasaba eso, aguantaba hasta cinco veces, algo raro me sucede, ¿pero qué será?

– Brandon sintió una leve punzada en sus testículos, comenzó a tocarse, fijándose que su erección seguía, con su mano suavemente se masajeo y tan solo unos minutos logró eyacular, derramando bastante semen en su abdomen, al ver eso se limpió y dijo. - ¿Qué madres me sucede?

– Brandon molesto consigo mismo no lograba entender porque no pude eyacular con Aranza y si estando a solas, entre su frustración, su celular vibró.

Al ver el identificador inmediatamente contesto de forma sería. – Sí.

- Al otro lado del teléfono una voz madura le decía. – Hijo, lamento interrumpir tu gloriosa luna de miel, pero ha surgido un problema en uno de los hoteles de Chiapas, como estas cerca pues el único que puede ir a ver qué sucede eres tú, solo te tomarán unos dos días a lo mucho. 

– Brandon un poco molesto contesto diciendo. – Papá no quiero trabajar en mi luna de miel, ¿por qué no mandas a alguno de los empleados?

– El señor al teléfono le dijo ordenando. – Te lo estoy pidiendo a ti porque estas cerca, además te recuerdo que debes moverte y quedar bien ante los ojos de tu esposa y de tu suegro para que nuestro negocio prospere internacionalmente.

– Brandon en desacuerdo dijo. – Lo sé bien, pero no quiero interrumpir mi luna de miel y mucho menos con eso del negocio que tramaste.

– Su padre enojado le ordeno. - ¡Inmediatamente quiero que vayas a Tuxtla y te encargues del asunto!

– Brandon no quedándole de otra le contesto a su padre. – Bien padre, hare lo que me dices, pero solo que sean dos días, ¿Pero qué hago con Aranza?

– El señor riéndose le contesto. – Hijo, ese no es asunto mío, pero no quiero que la lleves a Tuxtla, preferible que se quede ahí en San Cristóbal de las casas, ahí que se entretenga en la feria del ámbar y con las artesanías que hay, que se entretenga con algo pero no la lleves a Tuxtla, ¿Esta claro?

– Brandon de forma seria y obligada dijo. – Sí, está bien, que se quede, aunque no me gusta dejarla sola y más estando casados.

– Su padre riéndose y de forma sarcástica le dijo. – Hijo, ¿no me digas que en verdad estás enamorado de esa muchachita simplona?, te recuerdo que tu matrimonio es puro negocio a espaldas de ella y tú estuviste de acuerdo, entendido, haz lo que te digo, dejaré instrucciones para que tu adorada esposa se mantenga ocupada durante estos dos días, hasta luego.

– Brandon en desacuerdo y sintiéndose mal le dijo. – Padre me siento enamorado de ella y no me parece justo lo que estoy haciendo, me hace sentir mal.

– Su padre de forma burlona le dijo. – Déjate de payasadas y haz lo que te pido y se me olvidaba, salúdame a mi nuera hermosa, ahora si, hasta luego.

– El padre de Brandon cortó la llamada y riéndose de forma cruel mientras estaba en su escritorio tomando whisky en las rocas dijo. - ¡Ay hijo, esto lo hago para que nuestra fortuna crezca más de lo que ya es!

– Eliot Petrilli es un hombre muy soberbio, cruel y despreciable por sus tres esposas a las que ha dejado, aunque a las tres esposas les ha dejado una confortable y jugosa pensión, solo con una pudo lograr lo que tanto anhelaba, hijos; pues con su primera esposa tuvo 3 hijos de los cuales 2 han sido hijos buenos y no problemáticos, pero Brandon es el hijo que le costó más trabajo educar, enfocar y orientar, a pesar de que es su hijo mayor no ha sabido hacerlo madurar y entrar en razón o tal vez si lo ha hecho pero de una forma no muy correcta, pues desde los 15 años Brandon comenzó su vida sexual con edecanes, modelos que contrataban para hacerle promoción al hotel y hasta con prostitutas que su padre contrataba para sus noches de negocios. 

 - Ey, amigo, calmado, oye sé que eres el narrador de mi historia, pero no por eso te da derecho a hablar mal de mí y mucho menos de mi padre, bueno reconozco que él no ha sido un buen padre que digamos pues se casó con otras mujeres, pero él quería darme un ejemplo, mal ejemplo pero lo hizo, me enseño que debo tener no a una sino a varias mujeres y que...

– Brandon, lamento hablar de tu padre de esa forma, pero sus esposas lo han dicho, tu padre es un enfermo de poder, entre más tiene más quiere, ese fue el mal ejemplo que les dio a sus hijos, menos mal que tus hermanos no son como tú y tu padre, que bueno que su madre supo sobrellevar bien a tus hermanos, aunque tú desde un principio fuiste muy rebelde y algo quisquilloso, ahora esos ejemplos que tu señor padre te dio a mi parecer son malos, pero bueno, por algo te pasaron infinidad de cosas en tu luna de miel, ahora si me permites, déjame seguir y continuar con la narración de esta luna de miel.

Bueno les decía que; Eliot Petrilli deseaba que su hijo Brandon y Aranza consumaran su matrimonio, pues de ser así, se unirían aún más las familias, pero el señor Petrilli no contaba con el problemilla de su hijo que... 

- Lamento interrumpir de nuevo mi estimado narrador, pero no es ningún problema es simplemente el estrés de saber que mi matrimonio es un negocio para mi padre y no entiende que yo me casé enamorado perdidamente y como loco de Aranza.

– Brandon, no me vuelvas a interrumpir, lo que dices sobre el haberte casado perdidamente enamorado como loco de Aranza no te lo creo, sabes muy bien a lo que me refiero, así que déjame continuar, por favor.

- Bien me quede en que después de esa llamada con su padre, Brandon un tanto molesto apago el celular.

Mientras que Aranza saliendo del baño al verlo así, le pregunto. - ¿Qué pasa amor?

– Brandon suspiro y le respondió. – Nada amor, nada, mejor vamos a cenar al restaurante del hotel, ¿Te parece?

– Aranza le sonrió y le dijo. – Esta bien amor, solo me pongo algo y vamos rápido, muero de hambre.

– Aranza comenzó a cambiarse, mientras que Brandon se metía de nuevo al baño y mirándose al espejo se decía. – Que estúpido soy, que estúpido… Jamás debí hacer eso con ella, la amo, la amo mucho, me doy cuenta que es una mujer muy linda, hermosa y bella, todo lo hermoso del mundo es ella, la amo.

– Brandon entre lamentos y culpas se enjuago la boca y nuevamente salió a la habitación para ponerse su ropa, luego de un rato la pareja sonriente tomados de las manos salieron de su habitación para cenar.

Mientras que en la ciudad de México, Eliot Petrilli leía nuevamente desde la comodidad de su estudio, el acuerdo que se había firmado entre la agencia turística Bretón y la cadena hotelera Petrilli, el señor Eliot es un hombre muy ambicioso, no le importa a quien dañe o a quien destruya con tal de hacer su fortuna más y más grande, es por eso que vio en Aranza una mina de oro, pues ella es hija de Gonzalo Bretón un importante licenciado en Turismo a nivel internacional, dueño de varias agencias de viaje y asociado a 25 aerolíneas mundiales, y como la cadena hotelera Petrilli solo es conocida a nivel república mexicana, Eliot vio la oportunidad de hacer internacional sus hoteles en el matrimonio de su hijo con la hija de Gonzalo, pues el estar casados así como un hijo de por medió haría que Gonzalo inyectara capital monetario para así esparcir los hoteles y poderse volver una cadena internacional, pero dichos planes le costaran trabajo llevarlos a cabo, pues el señor no contaba con las cosas que se entrometerían durante la luna de miel.

En el restaurante del hotel, después de una deliciosa cena, el matrimonio se sonreía como si fueran novios, la cálida y dulce sonrisa de Aranza se reflejaba en la mirada arrepentida pero enamorada de Brandon.

Mientras se miraban sus manos se rosaban tiernamente, ambos contentos se dijeron al mismo tiempo. – Te amo.

– Ambos sonrojados se rieron y ella le dijo. – Te amo más de lo que tú me amas a mí.

– Brandon sonriendo dijo. – Te amo más de lo que tú piensas y crees que yo te amo a ti.

– Aranza le tomo la cara y le dio un tierno beso, con un dulce tono de voz le dijo. – Te amo mucho más de lo que tú… Siempre te voy amar.

– Brandon suspiro y tomándola de las manos le dijo preocupado. – Hay algo que debo decirte.

– Aranza al ver esa expresión le dijo. – Dime amor, ¿Qué sucede?

– Brandon comenzó a platicarle lo que le solicitaba su padre, Aranza sin enojarse le sonrió y le dijo. – Mi amor, entiendo muy bien, vete sin preocupaciones, que yo estaré bien, serán dos días nada más, descuida amor.

– Brandon contento la abrazo y le dijo. – Eres una mujer especial y comprensiva, por eso te adoro mucho.

– Ambos sonrientes se besaron por un rato, Brandon solicito que la cuenta fuera cargada a su tarjeta y agarrados de la mano muy enamorados regresaron a su habitación, donde Brandon comenzó nuevamente a besar a Aranza, despacio y acariciándola suavemente.

Ella al darse cuenta de las intenciones de Brandon, le detuvo las manos y le dijo. – No amor, no quiero que hagamos el amor, mañana viajaras, debemos de dormir y recuperar horas de sueño perdidas, anda amor, durmamos.

– Brandon la beso y tiernamente sonrió subiendo sus manos, la tomo por la cintura y le dijo. – Me encantas demasiado, eres única.

– Aranza lo beso y dijo. – Me importas mucho, no quiero que me veas como tu esposa, sino como tu amiga, tu confidente y como el paño de lágrimas si alguna vez llegara a suceder algo triste, te quiero mucho.

– Ambos tiernamente se abrazaron, minutos después ambos estaban en la cama, poco a poco se fueron quedando dormidos, Aranza en posición fetal mientras que Brandon la protegía con sus brazos torneados y su pierna entrelazada con la de ella.

Pero en eso, él comenzó a soñar que estaba en el altar, a punto de casarse con Aranza, pero cada que quería besarla ella desaparecía y aparecía en otro lugar de la iglesia, el sacerdote le preguntaba. – Hijo, ¿A caso no deseas besar a la novia?

– Brandon un tanto nervioso le decía. – Padre, quiero besarla, pero en mi intento ella desaparece.

– El cura le decía. – Hijo, tu ahora esposa siempre te estará a tu lado, nunca te fallará, ella en verdad está enamorada de ti, sin importarle tu pasado y lo mujeriego que fuiste siempre te querrá, pues eso dijo en sus votos nupciales, pero tú hijo, ¿No crees que le haces mal con engañarla de esa forma?

– Brandon nervioso volteo a su costado y mirando a Aranza sonreír intento besarla, pero nuevamente se desapareció y apareció en la entrada de la iglesia tomada de la mano de Orlando, los cuales al ver a Brandon del otro lado de la iglesia se comenzaban a reír.

Y Orlando burlándose le decía. – Debiste probar primero a un hombre, tal vez tendrías opciones.

– Aranza riéndose decía. – No, hasta eso, si conmigo no pudo hacerme el amor, con un hombre lo dudo.

– Todos los invitados en la iglesia comenzaban a reírse de Brandon, el sacerdote le decía. – Hijo, ¿En verdad amas a Aranza?, no juegues con el amor, pues siempre pierde el jugador y no el jugado, piénsalo bien hijo, piénsalo muy bien.

– Brandon desesperado trataba de correr, pero unas cadenas aparecían en sus pies, atados a su padre que le impedía huir, mientras que su padre le gritaba. - ¡No me echaras a perder mis planes! ¡Te casaras a la buena o a la mía! ¡¿Cuál decides?!

– Brandon muy asustado y nervioso despertó del sueño, agitado y sudado se incorporó sobre la orilla de la cama, Aranza al percatarse de eso, encendió la luz del costado y le pregunto algo dormitada. - ¿Pasa algo cariño?

– Brandon respirando profundo, calmándose un poco le contesto. – Nada amor, nada, no pasa nada, una pesadilla, es eso, solo eso.

– Nuevamente se recostaron, Aranza beso a Brandon y se recostó sobre su pecho, mientras que Brandon la acariciaba tiernamente la espalda,  pensando en ese sueño tan extraño y poco entendible que tuvo momentos atrás.

Luna de Miel.

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