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Luna de Miel Capítulo 3

en Bisexuales

Capítulo III

Casualidad, Coincidencia o Destino (Parte 1)

 

Brandon al terminar de desayunar al lado de su esposa, tomo camino a Tuxtla, dónde su padre lo mandó por motivos de trabajo, Aranza en el lobby esperaba a una persona que le fue mandada para servirle como guía en un recorrido por San Cristóbal de las Casas, en la espera hojeaba unas revistas y miraba las diversas decoraciones para las casas de recién casados, ella muy contenta e ilusionada imaginaba como sería su vida marital una vez terminada su luna de miel, sin pensar en que algunas cosas estaban por suceder.

Al cabo de unos minutos, Mirna la persona encomendada para ser la guía de Aranza llegaba, Mirna pedía información detallada de la persona a la que le daría el tour por San Cristóbal.

Mirna una vez informada, camino hacia donde Aranza estaba y se presentó de forma amable. – Hola, soy Mirna Lascuráin, la guía que te dará el tour.

– Aranza muy amable y sonriente le dijo. – Hola, un gusto, yo soy Aranza Bretón, bueno pues comencemos.

– Mirna le pregunto. - ¿Por dónde quieres comenzar? ¿Centro histórico o lugares naturales?

– Aranza contenta le respondió. – Centro histórico, los lugares naturales al final, para relajarme y sentirme llena de vida.

– Mirna sonrió y dijo. – Bien, pues vamos.

– Ambas salieron del hotel rumbo al centro histórico a dar el recorrido.

Mientras que Brandon llegaba a Tuxtla.

Una vez estando en el hotel, paso a la recepción, donde de forma seria y apresurada dijo. – Necesito que me digan y me informen sobre los asuntos y problemas que acarrean sobre este hotel.

– La señorita de la recepción nerviosa dijo. – No puedo darle informe alguno, no sé quién es usted.

– Molesto Brandon le dijo. – Soy el hijo del dueño de este hotel, Brandon Petrilli.

– La señorita nerviosa le entrego la carpeta y la llave de suite y le dijo. – Disculpe usted, soy nueva aquí y aun no sé quién es quién.

– Brandon fastidiado dijo. – Descuida no tienes la culpa, se supone que deben de informar quienes son los dueños de esta cadena hotelera.

– De forma inmediata tomo las llaves y él se dirigió al elevador para ir a su suite, estando ahí se puso cómodo, mientras subían su equipaje, él leía la carpeta que le había sido entregada, al comenzar a leer se sorprendió mucho, pues la comisión nacional de turismo exigía a varias cadenas hoteleras que no fueran racistas con la gente homosexual, que tenían que contratar personal homosexual debido a sus estudios y capacidades; en la lista que le fue entregada, el único hotel que denegaba cierta petición era la cadena hotelera Petrilli, pues denegaba que hubieran personal homosexual así como huéspedes homosexuales en este hotel, un tanto confuso, Brandon se intentaba comunicar con la comisión nacional de turismo, pero le era imposible.

Brandon le marco a su padre, quién de forma inmediata contesto y le dijo. – Papá, ¿Por qué denegaste la solicitud de la comisión nacional de turismo?

– Eliot cruelmente dijo. – Hijo, nuestra cadena hotelera es de prestigio y no debemos de contratar, ni mucho menos tener personal maricón, te imaginas, nuestra reputación está en juego, además no somos la única cadena hotelera que rechaza dicha solicitud.

– Brandon haciendo entender a su padre le dijo. – Papá, eso es ser racista, aparte estas muy mal informado, puesto que en la carpeta que fue enviada a este hotel dice que somos la única cadena hotelera que no ha aceptado la petición, además dice que este hotel al igual que el de Cancún y Puerto Vallarta deben de tener un lugar ambientado para gente gay, así como cruceros y demás cosas relevantes al turismo.

– Eliot furioso le dijo. – ¡Me vale un comino!, ¡No permitiré que mis hoteles sean ensuciados por gente marica mal parida, me rehúso a que sea así!

– Brandon tratando de hacer entrar en razón a su padre le decía. – Date cuenta que con esto subiremos más de categoría y pues podríamos alcanzar la internacionalización que tanto deseas, papá piensa, sino acatamos las ordenes por la comisión, te demandaran por miles de millones de pesos y podrías perder la mayor parte de los hoteles, así como el derecho de que estos hoteles sigan siendo lo que son.

– Eliot apretando el puño le dijo. – Déjame pensar en esa propuesta, te regreso la llamada.

– Brandon con el celular en mano preocupado no sabía qué hacer, pues a pesar de ser bueno en el ámbito turístico, se le dificultaba tomar decisiones fuertes y comprometedoras.

Durante el tour que Mirna le brindaba a Aranza se iban conociendo, platicando un poco sobre la belleza y la hermosa ciudad de San Cristóbal de las casas, Aranza suspiraba de felicidad y tomaba fotos a quien se dejara y a lo hermosa que es la ciudad.

Mirna sonriente le decía. – Por lo visto usted es fanática de tomar fotos.

– Aranza mostrando una ligera sonrisa le dijo. – Sí, de hecho tome un curso de fotografía digital como parte de refuerzo en la carrera de turismo, ahí fue dónde conocí a Brandon, mi esposo.

– Mirna al escuchar el nombre sonrió y dijo. – Brandon, ¿Así se llama tu esposo?

– Aranza con cámara en mano le dijo. – Sí, así se llama, ¿Lo conoces?

– Mirna sonrió y le dijo. – No, es un nombre poco común, la verdad bueno no estás para saberlo ni yo para contártelo, así que mejor cuéntame más.

– Aranza tomando la foto, se volteó y pregunto. - ¿Por qué no me quieres contar?

– Mirna apenada le dijo. – Bueno, es que es algo raro, pero te platicaré.

– Aranza tomo de la mano a Mirna y caminaron a sentarse frente a una fuente del parque principal de San Cristóbal.

Estando sentadas ella le dijo brindándole la confianza. – Anda, cuéntame que sucedió, digo no nos conocemos, pero pues tal vez un buen consejo de mujer no te caería mal.

– Mirna sonrió, suspiro y dijo. – Tienes razón, pero te lo diré, pues resulta que hace dos años para ser precisas, conocí en Chiapas a un Brandon, un tipo simpático, muy guapo, varonil y sensual, digamos que fue amor a primera vista.

– Aranza ponía atención a Mirna en lo que le decía; ella siguió contando sin dar muchos detalles. – Comenzamos a salir, estuvo un tiempo muy largo en Chiapas, durante unas semanas como amigos, muy caballeroso se portó conmigo, pero una tarde fuimos a una cabañas, el carro se le descompuso y pues entre risas, platicas, sonrisas, una cosa llevo a la otra y pues…

- Aranza sonrió diciendo. – Tuvieron sexo.

– Mirna sonrojada le dijo. – Sí, tuvimos relaciones, fue muy apasionante, me hizo el amor más de 3 veces, muy fogoso, todo un semental, me dijo después de eso que seríamos novios, pero vaya sorpresa que me lleve, pues cuatro días después me termino, se fue de viaje y nunca más supe de él.

– Aranza pregunto. - ¿Te enamoraste? ¿Y su apellido es…?

– Mirna le contesto un poco decaída. – La verdad sí me enamore de él, fue sexo ocasional, pero si me gusto y me enamoré de él, muy sexy, no sé si lo llego a ver tal vez lo reconocería, pues esa sonrisa, esa voz y esos ojos son únicos, su apellido no me lo dijo, pero se hospedaba en el hotel Petrilli de Chiapas.

– Aranza tomándole la mano, pregunto. - ¿No trataste de averiguar su apellido?, digo con eso de que luego se dicen un nombre y resulta que se llaman de otra forma.

– Mirna suspirando dijo. – Pues traté, pero no me dijeron nada en el hotel, pero no creo que me haya mentido con su nombre y si lo hizo pues ya que, fue hace dos años.

– Aranza un tanto preocupada le pregunto. - ¿Usaron protección?

– Mirna apenada le contesto. – La verdad no queríamos, pero como a mí me gustaba mucho días después de que nos conocimos, pues compre unos preservativos masculinos y los anduve trayendo en mi bolsa, por si se daba la ocasión y mira que si se nos dio esa ocasión en la cabaña, aunque el también en su cartera traía un condón, bien dicen mujer prevenida vale por dos.

– Aranza sonriéndole le dijo. – Bueno pues fue un amor exprés, eres bonita, me imagino tienes novio.

– Mirna le contesto apenada. – No tengo novio, soltera desde hace un año, al parecer los hombres tienden a dejarme, pues quién era mi novio me dejo en buenos términos, pues por motivos de trabajo se tuvo que ir al extranjero, todo bien así soltera, aunque sueño con casarme y formar una familia.

– Aranza le dijo sonriente. – Ya verás que pronto la formaras, eres bonita y muy bella, ojala encuentres a tu hombre ideal.

– Mirna mordiéndose el labio dijo. – Sonará algo obsesivo, pero el hombre ideal es Brandon, tiene ese algo que me volvió loca, creo que si lo vuelvo a ver, que lo dudo mucho, pues me acostaría con él sin pensarlo dos veces.

– Aranza sonriéndole le dijo. – Pues un buen sexo no se le niega a nadie, pero esperemos que tu Brandon siga soltero.

– Mirna le dijo pensando. – En eso si tienes razón, ojala siga soltero.

– Mirna al ver el reloj se sorprendió mucho y exclamó. - ¡Ya es tarde! ¡Apurémonos a terminar el recorrido, tengo junta con mis compañeros guías!

– Aranza apresurada se levantó y ambas caminaron a continuar con su recorrido.

- Mientras mi esposa hacía eso, querido narrador, yo estaba muy pensante en lo que ocurriría con los hoteles, mi padre es homofóbico y pues yo igual, pero no le negaría el trabajo a un gay con estudios.

- Brandon, me molesta que interrumpas mi narración, ya todo estaba bien, sin interrupciones quieres, recuerda que voy paso a paso; ¿O quieres que suelte de golpe lo que sucedió entre tu esposa y Mirna?

– No, no digas ni cuentes nada, bueno si cuenta, pero todo a su debido tiempo.

– Perfecto continúo…

Brandon estaba muy confundido con la petición de la comisión nacional de turismo y sobre lo que sucedería si no aceptaran esa petición, pues los derechos humanos estaban haciendo valer los derechos de las personas homosexuales, el cuál hacia mucho bien para la sociedad, pero mucho mal para las personas de mente cerrada.

Esa misma tarde aproximadamente como a las 5, Aranza algo cansada le marcaba al celular a su esposo quién contesto sonriente. – Mi amor, ¿Qué tal el recorrido?

– Aranza recostada en la cama contesto. – Bien amor, muy cansado, hay lugares hermosos, tome muchas fotos, es una pena que no hayas estado conmigo, no la hubiéramos pasado increíble.

– Brandon un tanto cabizbajo dijo. – Si amor, pero el deber manda lamentablemente, pero espero regresar pronto, son asuntos que se solucionan por medio de un “SÍ” pero el mandamás se niega a decirlo.

– Aranza al escucharlo le dijo. – Amor, si quieres puedo ayudar, creo debemos trabajar juntos, somos un matrimonio y debemos apoyarnos, aparte es el ramo turístico, es el mismo ramo en el que nos movemos como peces en el agua, dime y con gusto voy a ayudarte.

– Brandon sintiendo latir su corazón de emoción sonrió diciéndole. – Preciosa, hermosa, eres un sol, gracias, si puedes ayudar, pero creo este asunto debo solucionarlo yo solo y nada más, pero gracias mi cielo; pero bueno, cuéntame ¿cómo te trato el guía?

– Aranza muy risueña dijo. – Mi guapo esposo, espero y todo se solucione, te amo, pero sabes que cuentas conmigo para solucionar cualquier cosa y mi apoyo incondicional; respondiendo a tu pregunta, pues la guía me trato muy bien, es simpática, bonita y muy agradable, platicamos de varias cosas íntimas de mujeres, me agrado mucho.

– Brandon suspiro y le dijo sonriente. – Al menos fue mujer y no hombre sino me hubiera puesto muy celoso de que estuvieras a solas con alguien ajeno a mí; ya me imagino grandes charlas que acostumbran a darse ustedes las mujeres, ¿puedo saber de qué platicaron?

– Aranza risueña dijo. – Pues que desconfiado eres amor, fiel siempre seré contigo, siempre y hasta la muerte; pues hablamos de cosas personales, lo que te puedo comentar es que tenemos en común tu nombre.

– Brandon desconcertado pregunto. - ¿Mi nombre? A caray, ¿Qué tiene que ver mi nombre con ustedes?

– Aranza le respondió sonriente. – Pues sí, ella tuvo un amorío con un Brandon y fíjate la coincidencia que pues tú amor mío te llamas así.

– Brandon se rio y dijo. – Vaya que sí, coincidencia o casualidad, pero es poco común mi nombre, sea como sea, me alegra que te la hayas pasado bien amor, supongo mañana también irán algún lugar.

– Aranza le dijo entusiasmada. – Sí amor que casualidad. Y efectivamente amor, mañana recorreremos más allá de San Cristóbal de las casas, puesto que hoy fue maravilloso, compre unos recuerdos hermosos de la piedra preciosa muy famosa aquí en Chiapas que es el ámbar con los indígenas chiapanecos aquí en la explanada de la iglesia de Santo Domingo, es una iglesia hermosa y muy preciosa por dentro un estilo colonial impresionante, decorado con anagramas, imágenes de sirenas, angelitos indígenas y grecas vegetales, un color hermoso por fuera tono rosa muy bello, fue edificada en el siglo XVII y, en la actualidad, en sus antiguos claustros funciona hoy una cooperativa de artesanía indígena y un museo de historia regional.

– Brandon sonrió y le dijo. – Vaya amor, prestaste mucha atención a las explicaciones.

– Aranza contenta le dijo. – Claro amor, soy licenciada en turismo, pero no me he desarrollado bien y deseo adquirir más experiencia; pero te sigo contando un poco del recorrido, también fuimos a la catedral principal, que fue construida a partir de 1528 y remodelada a principios del siglo XVIII, dedicada a La Asunción, es el monumento más representativo de la ciudad, su primer párroco fue Fray Bartolomé de las Casas, defensor de los indios; el interior del templo conserva interesantes piezas de arte, entre las cuales destacan dos bellos retablos de estilo barroco salomónico de madera cubiertos de hoja de oro y las pinturas del artista Juan Correa, su estilo denota un toque barroco austero con detalles mudéjares, muchos tesoros guarda la Catedral, por lo que se merece una visita detenida.

– Brandon sonriéndole prestaba atención a lo que su esposa le decía y le decía. – Amor, espero hayas tomado muchas fotos, deseo verlas y pues ojala una vez regresando podamos ir a recorrer el lugar y me das una explicación.

– Aranza contenta le dijo. – Sí mi amor, es lo que más deseo y quiero, te amo mucho; fíjate que después de eso fuimos a comer y vaya que variedad de gourmet, probé un platillo llamado tasajo que es carne de res cortada en finas rebanadas, marinada en salsa de achiote, muy delicioso por cierto y una bebida llamada pozol hecha de maíz con sabor a chocolate o azúcar y el tezcalate bebida hecha de maíz tostado y molido, chocolate, azúcar, canela y achiote.

– Brandon al imaginarse la comida le dijo. – Ay amor, me has antojado, ya hasta me dio hambre, creo iré al restaurante del hotel a merendar un postrecillo.

– Aranza sonriendo al teléfono le dijo. – Amor eres un tragón, pero anda ve a comer algo, yo quede de salir con la guía a probar el delicioso café que venden en el museo del centro, ubicado en centro histórico, así que no te entretengo más, te amo.

– Brandon sonriente al teléfono dijo. – Amor me da gusto que te la estés pasando bien, prometo compensarte ese paseo, diviértete y disfruta la tarde y parte de la noche en esa bellísima ciudad, te amo mucho y nos hablamos más tardecito.

– Aranza feliz dijo. – Sí amor, besos y que todo marche bien, hasta luego te amo.

– Ambos finalizaron la llamada y tanto Brandon como Aranza fueron a donde debían de ir.

Brandon una vez finalizado de degustar un delicioso postre, café y unas galletas, él se regresó a su suite, estando ahí se quedó completamente en bóxer, teniendo la computadora en cama se dispuso a revisar correos y vaya sorpresa que se dio al encontrar un mail de su amigo, bueno ahora ex amigo Orlando, dónde le suplicaba y pedía perdón, que no era su intención hacerlo sentir mal, pero en realidad sus sentimientos para con él eran en verdad sinceros, nobles y tiernos, Orlando recalco su amor hacía Brandon diciéndole que si Aranza no sabía hacerlo feliz, él estaría dispuesto a demostrarle lo que debió hacer; Brandon estaba un tanto incómodo y nuevamente comenzó a recordar el beso dado en el baño y sintió poco a poco su pene erectar, continuando leyendo se percató que Orlando le daba a entender que si quisiera una experiencia homosexual en la cama que con gusto le ayudaría, lo que Brandon enojado le respondió en un breve mail que jamás se metería con un hombre y que en su vida tendría algo con un hombre, jamás y nunca lo haría, que dejará de molestarlo y que se dejara de comportar como un prostituto y un ofrecido sexual, que se buscara una vida y que dejará la suya en paz. 

Al enviar el mail, Brandon se sintió mal, pues trataba de cancelar él envió, pero fue demasiado tarde, pues ya había sido mandando ese correo, él en la cama recostado comenzó hacer memoria del beso, perdido entre sus pensamientos, él recordaba también ese sueño dónde se encontraba haciéndole el amor a Orlando, sin darse cuenta Brandon estaba excitado, su pene muy erecto se encontraba, el precum había humedecido ligeramente el bóxer que usaba.

Él de forma impulsiva busco algún lugar de ambiente gay cerca de dónde se encontraba, como si fuera un instinto del subconsciente, cuando reacciono y al ver que había encontrado un bar gay se dijo. - ¡Pero que rayos ando haciendo! ¡¿Qué mierda sucede conmigo?! ¡Me siento raro, extraño, confundido! ¡Maldito Orlando!

– Brandon nervioso no sabía qué hacer y fue entonces fue que…

- Creo que es mejor que sea yo quien cuente este pedacito de la historia, ¿O que piensas tú amigo narrador?

– Pues estas en tu derecho, eres el protagonista, adelante, es todo tuyo este momento.

– Gracias, lo cantaré de forma rápida y directa, bien atentos.

Estaba en mi suite del hotel, anexe la dirección al GPS de mi teléfono celular y me dirigí a bañarme de forma veloz, muy rápidamente me vestí, me perfumé y me peine, salí del hotel sin decir a dónde, solo deje unas indicaciones que llegaría tarde y me llevaría el auto que rente en San Cristóbal y que me hizo favor de prestarme la compañía para viajar a Tuxtla, y ahí fui, rumbo a ese antro-bar homosexual llamado “Open Lips”, nervioso me encontraba, pues era un bar que se veía muy actual y moderno, no parecía bar gay, me imaginaba otras cosas, desde unas calles atrás se veían autos y tipos caminando, me sentía nervioso, mis manos me sudaban, transpire bastante, no sabía lo que hacía, sentía que no era yo en ese momento, me daba temor a lo que fuera a pasar, pero me arme de valor después de unos minutos de estar pensando, estacione bien el carro, miré mi reloj y me di cuenta que eran las 9:47 de la noche, así que temblando, nervioso, desconecte el GPS del carro, metí mi celular al bolsillo y me dije. – Que pase lo que tenga que pasar, casualidad, coincidencia o destino, pero que pase.

– Un tanto nervioso como les comente, sudado, entre pagando la entrada de ciento cincuenta pesos, el cadenero me miro de forma extraña, el tipo de la taquilla me miro como si me fuera a comer, entre despacio, caminado lento, cruzando un pasillo de unos 2 metros, se escuchaban los murmullos, el sonido de la música electrónica, buen gusto tenía el DJ, una cortina transparente me separaba de mi primera vez entre gente homosexual y mi homofobia, armándome de valor, apretando los puños, dije. – Que pase lo que deba de pasar, pero que pase.

– Camine unos pasos más y empuje la cortina, abriendo lentamente los ojos me di cuenta de varios hombres maduros entre 40 y 45 años, bailando con otros chicos entre 18 y 25 años, una sensación rara me recorría el cuerpo, los nervios me invadían, me mordía el labio inferior y en mi mente pasaba el recuerdo del beso con Orlando, unos tipos algo féminas me miraban con deseo y lujuria, cruce una especie de pasarela, hasta llegar a la barra principal, dónde un barman me pregunto lo que quería y le dije un tanto temeroso. – Un whisky doble en las rocas.

– El tipo me atendió de forma amable, me sorbí de golpe el trago, solicite otro trago más que de la misma forma me lo tome, el tercer whisky me lo fui tomando lentamente, al voltearme a la pista de baile, me daba cuenta que eran gente normal, común y corriente, con gustos sexuales diferentes, pero normal al fin de cuentas, habían chicas muy bonitas y bastante hermosas que eran lesbianas, me sorprendía saber eso, pero me agradaba verlas besarse y bailar sensualmente, al voltear mi mirada a otra pareja de chavitos de como unos 20 o 25 años, bailando tiernamente y besándose, eso me excito poco, me sentí raro, pues primero al ver esa pareja de lesbianas no sentí morbo alguno, pero al ver a esos muchachos sentí cierta curiosidad y pues sentí algo extraño.

Solicite un Martini extra seco en las rocas, nuevamente girando la silla continué viendo a los chicos y chicas gays en ese lugar disfrutando de la noche, hasta que de un momento a otro mi miraba de coloco en un chico especial, vestía al igual que yo una camisa de vestir color negra, usaba un pantalón rojo pegado de los modernos, agachado él se encontraba.

Muy curioso me fui acercando poco a poco y me pare junto de él y pregunte. - ¿Te sucede algo? ¿Te sientes mal?

– El muchacho, levanto poco a poco la cabeza y me di cuenta que estaba llorando, un tanto ebrio me dijo. – Lo que sucede es que estoy cansado de esta vida, cansado de ser gay.

– Yo de forma amable dije. – No digas eso, ¿Qué te ocurre puedo saber?

– El joven me respondió un poco agresivo. - ¡Nada que te importe! ¡Maldito sea la hora que me concibieron mis padres! ¡Maldita la hora que nací!

– Al escucharle decir eso, sentí feo, así que le pregunte. - ¿Puedo sentarme?

– En el sillón que se encontraba sentado, era para dos personas, él llorando se hizo a un lado y me dejo sentarme, coloqué el vaso en la mesilla y le dije. – Pues no debes de mal decir, por algo naciste así, por algo viniste al mundo así, agradece estar vivo.

– El joven limpiándose la nariz, tomo mi vaso y bebió de el, de golpe, se limpió la boca con su manga derecha de la camisa y me dijo entre sollozos. – Maldigo ser gay, maldito sea el destino.

– Ese muchacho estaba bastante ebrio y le dije. – Me imagino que quieres embriagarte, pues adelante.

– De forma rápida le pedí al mesero que trajera una botella de whisky, hielos y vasos, el joven simplemente me dijo. – Gracias.

– Entre las maldiciones que se daba él y que daba a la vida, el joven se fue embriagando poco a poco, me sentía mal al verlo así, pues llevaba casi media botella, le dije un poco preocupado. – Para ya, te pondrás mal.

– Él joven me dijo a media lengua. – Tengo veinticinco años, se lo que hago, un trago y ya.

– El joven se bebió de sorbo el vaso y llorando dijo. – Necesito un abrazo, necesito importarle a alguien, necesito ser amado en verdad por alguien, quiero sentirme amado.

– El joven se recargo nuevamente en la mesa y comenzó a llorar, fue ahí donde un impulso me hizo abrazarlo y jalarlo hacía mi hombro y lo apreté levemente y le decía que llorará y sacará el dolor, que estaba para ayudarlo y consolarlo si era posible, el joven me apretó fuerte y se soltó a llorar con mucho sentimiento, fue algo raro para mí y ese impulso de abrazarlo.

Bueno sí quieren saber más de lo que sucedió no dejen de leer, pues esto apenas comienza.

Luna de Miel.

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