Capítulo Trece

Te quiero pero no puedo…

El fin de semana había sido algo pesado para Erick, pues de un momento a otro Gabriel se había empezado a comportar con él y con su hermana muy grosero, a Erick no le desesperaba la actitud de él, pero a su hermana si, pues a pesar que ya sabía que Pablo es su novio, le limitaba las visitas de él en la casa, pero eso no impedía que ella y Pablo se vieran, ya que Erick les ayudaba a verse a escondidas.

Por la tarde en la casa, Gabriel estaba en su escritorio leyendo, mientras que Erick le iba a dejar un vaso de agua que había pedido, al verlo sentado suspiro y Gabriel dijo. – Puedes poner el vaso junto de mí, descuida ya no riego el agua como antes.

– Erick se acercó y le dijo. – Está bien, lo dejo aquí, cualquier cosa, estaré con Ángela viendo la televisión.

– Gabriel con su mano alzada le dijo. – Anda ve.

– Erick ya a punto de salir se armó de valor y le pregunto. - ¿Por qué te comportas así?

– Gabriel se dio vuelta en la silla y desconcertado pregunto. - ¿Por qué me comporto así, de que o a qué te refieres?

– Erick se le acerco le tomo la barbilla y mirándole esos hermosos ojos azules le dijo. – Gabriel, ¿Por qué te comportas así conmigo y con tu hermana? ¿Por qué esa radical forma de cambiar tu actitud conmigo?

– Gabriel un poco molesto quito la mano de Erick de su barbilla y le contesto. - ¡Limita tu distancia conmigo! ¡No tengo porque contestarte eso! ¡Estoy en mi casa y me puedo comportar como se me pegue la gana! ¡Aquí el que sobra eres tú!

– Erick se le llenaron de lágrimas los ojos y le dijo. – Tienes razón, salgo sobrando yo, así que únicamente me dedicare a cuidar a mi cuñada y de ti que se encargue la soledad, hasta luego Gabriel.

– Erick se salió a punto de llorar, Gabriel se quedó sentado se sentía mal por lo que dijo, pero él creía que era lo mejor, pues estaba sintiendo que Erick se estaba enamorando de él, y eso para él no puede suceder, se decía. – Lo siento Erick, pero tú no puedes enamorarte de un ciego inútil, no puedes y no debes, aunque por ti este empezando a sentir algo de cariño, pero eso no debe suceder, no debe.

– Erick tristemente se metió al baño de visitas, se echó agua en la cara y se dijo mirándose al espejo. – ¿Por qué soy tan idiota? Gabriel nunca se enamoraría de alguien como yo, soy tan poca cosa, tan idiota, tan tonto en creer en el amor, debo hacerle caso a Edson y dejar de ser tan inocente.

– Erick se terminó de lavar la cara, se secó con una toalla y salió del baño como si nada, Ángela al verlo un poco cabizbajo le pregunto. - ¿Sucede algo?

– Erick le respondió agachando la mirada. – No, nada pasa.

– El timbre se escuchó sonar, y Erick esquivando la mirada le dijo. – No te apures, yo abro la puerta.

– Erick abrió y una mujer le pregunto. - ¿Tú quién eres?

– Erick le respondió diciendo. – Soy Erick, cuñado de Ángela, ¿Y tú eres?

– La mujer le respondió. – Soy Aura Arroniz, ¿se encuentra Gabriel?

– Erick extrañado pregunto. - ¿Para que desea hablar con él?

– Aura le dijo empujándolo. - ¡Quiero hablar con él ahorita mismo!

– Erick molesto la tomo del brazo y le dijo. - ¡Óigame usted no me empuja y mucho menos entra sin autorización!

– Ángela escucho los gritos y despacio llegó diciendo. - ¡¿Qué pasa aquí?! ¡Aura! ¿Qué haces aquí?

– Erick exaltado le dijo. – Aquí la señora me empujo y se metió, quiere hablar con Gabriel.

– Aura alterada le dijo. – Señorita aunque te cueste trabajo, y si, vengo hablar con el ciego de tu hermano.

– Ángela se molestó y le dijo. – No insultes a mi hermano, si quieres hablar con él, espérate a que te pase, no seas irrespetuosa, gracias Erick, le podrías hablar a mi hermano para que baje y hable con Aura.

– Erick accedió y fue a buscar a Gabriel, Aura mofándose de Erick le dijo. – Vaya Ángela, en vez de contratar a una ama de llaves contrataron a un niñito de llaves, por favor, en fin, a lo que vine.

– Ángela seria le dijo. – No le veo la gracia Aura, Erick está ayudándome tuve una cirugía de emergencia y requiero de cierta atención, pasa y siéntate, ahorita baja Gabriel, pero eso sí, te pido que no ofendas.

– Aura paso y se sentó, preguntándole curiosa. - ¿De qué te operaron si se puede saber?

– Ángela le respondió. – Prefiero no decir, ¿Gustas algo de tomar?

– Aura moría de la curiosidad, pero prefirió no seguir preguntando y le dijo. – Si, un vaso de agua de favor.

– Ángela fue a servirle el agua, mientras ella esperaba.

Erick un tanto temeroso tocó la puerta de la habitación de Gabriel, el cual se encontraba en su cama acostado sin camisa, a lo que dijo. – Pasa, está abierto.

– Erick asomando la cabeza y ver a Gabriel sin camisa suspiro y le dijo temeroso. – Gabriel, abajo te vino a buscar una mujer.

– Gabriel pregunto. - ¿Qué mujer? ¿Nombre?

– Erick le contesto. – Aura, se llama Aura.

– Gabriel se enderezo repentinamente y le dijo. – Ayúdame a bajar.

– Gabriel se puso su playera y unos tenis y ayudado por Erick bajaron, a lo que Aura sonriendo le dijo. - ¡Vaya, en vez de perro lazarillo tienes a humano lazarillo!

– Gabriel enojado le dijo. - ¡A Erick no le faltes al respeto! ¡Te recuerdo que estas en mi casa!

– Erick haciendo gesto de leve sonrisa le puso la mano en el hombro en señal de gratitud.

Aura le pregunto un poco molesta. - ¡Vaya! ¿Es tu nuevo amor? Siempre si le hiciste caso a lo que dijo Esteban en su testamento de buscarte un nuevo amor.

– Gabriel le contesto molesto. – Eso, es algo que a ti no te incumbe, si vienes a averiguar cosas intimas de nosotros te suplico que te retires, sigo estando ciego y en estado de depresión, si esa era tu curiosidad, ahora retirare.

– Ángela que se acercaba con el vaso de agua a completo diciéndole. – Así es Aura, si eso es lo que querías saber, adelante la puerta está sin seguro para que te retires.

– Aura sonriéndoles les dijo. – No quiero saber de sus patéticas vidas, mucho menos de lo que ha sido del asesino de mi hermano.

– Erick enojado le reclamo. - ¡Óigame señorita! ¡Lo de su hermano fue un accidente!

– Aura le dijo enojada. - ¡Cállate que tú no estuviste ahí!

– Erick se le puso enfrente y le dijo. – ¡No me calló porque no quiero y no debo! ¡Fue un accidente lo que paso porque también estuve en ese lugar!

– Erick se el quebranto la voz, inundándose los ojos de lágrimas y se fue directo a la cocina, Ángela al darse cuenta, dejo el vaso en la mesa y lo siguió.

Gabriel preocupado pregunto. - ¿Erick que sucede?

– Gabriel trato de seguirlo, pero Aura le detuvo el paso diciéndole. – Vaya, en todo este tiempo que no nos hemos visto, bueno corrección, que no te he visto, sigues siendo el mismo hombre guapo y atractivo, a pesar de tu depresión y falta de cuidado personal.

– Aura le toco la mejilla y deslizando su mano sobre su pecho, se mordió el labio y le dijo. – Quiero decirte que el restaurante “Pasión al Sabor” se está viniendo abajo.

– Gabriel le quito la mano de su pecho y le dijo un poco nervioso. – ¿Qué tengo que ver yo? Si las que han estado a cargo durante este tiempo han sido ustedes, Irene es la única con la que he mantenido contacto mensualmente, no me dijo nada.

– Aura sonriendo rondando a Gabriel le dijo. – Irene no te dijo nada porque yo se lo pedí, no quería que te preocuparas más de lo que ya, así que vengo a solicitarte para salvar el restaurante, tu firma y una autorización legal, que estés de acuerdo de que se abra aquí en México un “Pasión al sabor”  respetando la carta original que se tenía cuando se abrió por vez primera en Guadalajara.

– Gabriel sonriéndole le dijo. - ¡Vaya! Una buena idea se les ocurrió, claro que firmo, con tal de que Esteban desde el cielo este feliz, firmaré, pero eso sí, con condiciones.

– Aura en desacuerdo le pregunto. - ¿Condiciones? ¿Cuáles?

– Gabriel haciendo una sonrisa de burla le respondió. – Que Tulio y Luz se vengan aquí para elegir al personal, que ellos enseñen a los chefs como se debe de preparar cada platillo, que siga el manejo del dinero tal y como esta y por último, quiero estar a cargo de este restaurante.

– Aura se empezó a reír y le dijo. – Por favor, eres un ciego, ¿de qué forma vas a ayudar? Todas esas condiciones serán respetadas, menos la última, si me disculpas, iré a buscar al licenciado para iniciar el trámite cuanto antes, te dejo mi tarjeta en le mesa junto al teléfono, cualquier cosa me avisas, besos guapo.

– Gabriel se quedó con las ganas de decirle que él puede hacer algo en el restaurante sin ser limitado por su discapacidad, pero demasiado tarde, ya que ella se salió de su casa.

Mientras que Erick, llorando en la cocina era abrazado por Ángela, la cual le pregunto. - ¿Estuviste en el accidente?

– Erick la miro a los ojos y le contesto con voz temblorosa. – Si, no sé si Pablo te haya contado la historia.

– Ángela le contesto mientras le tomaba la mano. – Si, me comento que hace unos años tuvieron un accidente de carretera, donde lamentablemente murió tu padre, pero nunca específico que accidente.

– Erick le dijo con mucha confianza. – El accidente fue cuando veníamos de un tour por Guadalajara y puerto Vallarta, el autobús derrapo, causando que el autobús de atrás se impactara contra nosotros, arrastrándonos hasta que se volcara al costado de la autopista, sobre de nosotros quedaron las llantas del autobús de atrás, a lo lejos se escuchaban los impactos de los carros, mientras mi mamá y Pablo salían por la ventila de emergencia, yo quede atrapado entre los asientos y maletas, mi papá tratándome de ayudar quito las maletas de encima, como pudo quito el asiento que me atrapaba las piernas, se dio cuenta que tenía muchas astillas de vidrios en la cara y parte del cuello, muy temeroso me dijo que me saliera, que él iba a salir tras de nosotros, la gente se amontonaba queriendo salir, como pude brinque, pero mi papá y dos personas más no pudieron salir, ya que una fuga de gasolina y una chispa causaron un incendio que después vino a causar la explosión, una explosión horrenda y fea.

– Erick rompió en llanto y le dijo a Ángela mientras ella derramaba lágrimas. – Es por eso que siempre uso una mascada o bufanda en el cuello, tengo cicatrices, en mi rostro tengo marcas, pero lo que más me duele, es que mi papá haya muerto por salvarme, eso me dolió mucho, no sabes como, por eso es que entiendo a Gabriel, su dolor es similar al mío, por eso mi intensión de quererlo ayudar.

– Gabriel se le estremeció el corazón, pues estaba escuchando la conversación al costado de la puerta sin ser visto, derramando una lagrima se sintió mal por el trato que le había dado a Erick.

Ángela triste le dijo a Erick. – Erick, no te deprimas, piensa que tu papá te salvo la vida porque tu vida estaba por comenzar y él ya tenía mucho por vivir, entiendo que se escucha mal, pero es algo que debía pasar, el destino tenía planeado que sucedieran esas cosas tanto para ti como para Gabriel, ven vamos a ver si ya se fue Aura.

– Erick se limpió las lágrimas y la nariz y le dijo. – Esta bien, vamos a ver si esa tipa se fue, es algo pesada y un poco odiosa.

– Gabriel al escuchar eso, nervioso camino rápido pegándose en la pared, pero como pudo salió y camino buscando el sillón, como si nada se sentó.

Ángela y Erick al verlo ahí sentado, pregunto ella. - ¿Qué quería Aura?

– Gabriel le respondió. – Pues me dijo que el restaurante está en crisis y para que se logré salvar, pues me propuso que se abra aquí en México un “Pasión al sabor” , le dije que estoy de acuerdo con esa propuesta, ya que a Esteban le hubiera gustado tener un restaurante igual aquí en la capital, pero le dije algunas sugerencias, pero no le parecieron, aun así ella buscara lugar para que el restaurante y a un abogado para firmar y hacer los trámites necesarios, pues yo debo de dar mi firma para que se realice ese sueño.

– Ángela camino se sentó al costado de Gabriel le tomo las manos y le dijo. – Me alegra que estés tomando decisiones importantes para que ese restaurante no se vaya a la quiebra.

– Gabriel le dijo. – Pues sí, lo hago porque no me gustaría que el único recuerdo que tengo de Esteban se vaya abajo, incluso solicitaré el apoyo de Tulio y Luz para que ellos hagan que él sazón de Esteban perdure en el restaurante.

– Erick interrumpiendo triste dijo. – Bueno, en vista que no me requieren, pues me iré a mi casa, con permiso.

– Gabriel al escuchar eso se levantó rápido y exclamo. - ¡No! ¡No te vayas!

– Erick extrañado le dijo. – Pues ya no veo necesidad de quedarme, mañana regreso en la mañana para verlos, digo perdón para cuidar a Ángela, bueno me despido nos vemos mañana.

– Erick tomo sus llaves y Ángela le dijo. – Hasta luego Erick nos vemos mañana.

– Gabriel le grito. - ¡Erick no te vayas! ¡Necesito preguntarte algo!

– Erick se le acercó y le pregunto. - ¿Qué es?

– Gabriel con sus manos lo buscaba, Ángela se levantó del sillón, jalo a Erick más cerca a Gabriel y les dijo. – Hablen a solas, iré a la cocina por mi medicamento.

– Ángela los dejo a solas, Gabriel alzando sus manos le toco los hombros, bajo lentamente sus manos hasta llegar a las de Erick, él se estremecía y suspiraba, sintiendo su corazón latir muy rápido, Gabriel con las manos de Erick agarrándolas las acerco a sus labios y le dijo. – Necesito un perro lazarillo, ¿Conoces un lugar donde vendan ese tipo de perros?

– Erick suspiro, miro esos hermosos ojos azules y le contesto. – Si, si conozco el lugar, mañana vamos, ¿Te parece?

– Gabriel beso las manos de Erick y le dijo. – Muchas gracias, eres un niño muy dulce y amable.

– Erick con muchas ganas de abrazarlo le dijo. – Nos vemos mañana, descansa.

– Erick contuvo las ganas de abrazarlo y Gabriel también contuvo las ganas de pedirle perdón y de abrazarlo.

Erick se fue, y Ángela se le acerco, y sonriendo lo abrazo y le dijo. – Erick es un chavo muy lindo y dulce, es moreno claro, ojos grandes color café claro, cejas pobladas, una sonrisa brillante, blanca, reluciente y muy sincera, delgadito, ha de medir 1.75 no está bajito, esta alto, pero a comparación tuya si esta bajito, es un chavo que se ve sincero, noble, dulce y tierno, no deberías de ser tan cruel con él.

– Gabriel sonriendo suspiro y le dijo. – Gracias, me imagine su cara y su cuerpo, pero no debo amarlo, yo sé las cosas y motivos por los que no puedo amarlo, sé que ese muchacho se está enamorando de mí, pues presentí que le guste desde esa vez en el hospital, pero no, no puedo y no debo quererlo.

– Ángela preocupada le pregunto. - ¿Por qué?

– Gabriel serio no le respondió y se dirigió a su recamara, subiendo poco a poco las escaleras, ella se quedó con la duda; sin embargo Gabriel, encerrado en su recamara, se recostó en la cama, abrazando su almohada derramo unas lágrimas y dijo. - ¡No te puedo amarte! ¡No debes amarme ni enamorarte de mí! ¡No se puede y más si tengo la misma enfermedad que Esteban!

– Gabriel empezó a recordar esa vez que se descubrió el condón roto en la última noche que paso con Esteban, teniendo ese recuerdo en la cabeza, Gabriel lloro en silencio, sin ser consolado y sin quien lo apoyase.

Mientras tanto, Edson se topaba a Erick que estaba dando vuelta en su carro para entrar a su casa, Edson lo detuvo y le pregunto. - ¿Apenas vienes de la casa del bombón?

– Erick un poco desanimado le contesto. – Si, ¿Por qué la pregunta?

– Edson sonriendo maliciosamente le pregunto. - ¿Sabes si es gay el bombón?

– Erick le respondió desanimado. – No sé, si quieres saber eso, pregúntale y sácate de dudas tú, si me permites, debo llegar a mi casa, nos vemos luego en el hospital.

– Edson dejo que se fuera él, sonriendo se dijo. – Por supuesto que averiguare si ese guapetón es gay, ese hombre esta delicioso y muero de ganas por estar con alguien como él.

– Edson camino unos metros más, llegando a la puerta de la casa de su tía, donde al entrar.

Ella lo recibió con una bofetada y le grito. - ¡Desde el viernes en la noche te largaste y apenas te dignas a venir!

– Edson agarrándose la mejilla le dijo. - ¡¿Pero qué te pasa tía?! ¡Soy mayor de edad y puedo hacer lo que se me pegue la gana con mi vida!

– Su tía queriéndole pegar le dijo. - ¡Te recuerdo que tu aquí estas de arrimado! ¡No me hagas recordarte tus verdades!

– En eso su tío bajaba las escaleras agarrándole la mano a su esposa le dijo. – ¡Eloísa, contrólate por favor, el muchacho apenas viene llegando, deja que te explique sus razones, no es para que lo trates así!

– Eloísa le dijo enojada. – ¡Este muchacho, me tiene hasta la coronilla! ¡Cada quince días hace lo mismo!

– Edson le grito. - ¡Ya tía! ¡Ya! ¡Pronto me largare de esta casa! ¡Ya!

– Edson empujándola subió a su recamara y ella le dijo a su esposo. – Alejo, siempre defiendes a ese altanero, te recuerdo que esta de arrimado en esta casa y debe de respetar las reglas.

– Alejo le dijo tranquilizándola. – Mira Eloísa, nosotros estuvimos de acuerdo con que mi sobrino estuviera aquí viviendo, después de lo que vivió, ahora respeta al muchacho, tranquilízate amor.

– Besándola la abrazo y ella le dijo. – Es nuetro sobrino y lamento lo que le sucedió, pero es tan desesperante ese muchacho, bueno iré a comprar pan para cenar, regreso.

– Eloísa salió de la casa y Alejo, muy discreto subió a la habitación de Edson, entro sin tocar y lo encontró quitándose la camisa y el pantalón.

Al verlo lo tomo por la espalda y le dijo al oído. - ¡Ultima vez que llegas de noche en lunes chiquito! ¡Te recuerdo que el único que puede tener de tu cuerpo soy yo!

– Edson se volteó sonriéndole lujuriosamente le dijo. - ¡Cállate y bésame!

– Alejo y Edson se besaron apasionadamente.

Edson se separó de él y le dijo. – Bueno ya, vete, no quiero que mi abuela nos escuche o nos vea, al rato bajo para cenar, tuve un encuentro sexual este fin de semana y de ahí trabaje la madrugada de domingo y parte de hoy lunes y vengo muerto, me bañaré y bajaré.

- Alejo le tomo la cara dándole un beso le dijo. - ¡Más vale que te cuides mi putito! ¡Eres mío!

– Alejo se salió de la recamara, dejando a Edson saboreándose el beso de su tío y sonriendo lujurioso dijo. – Siempre quieres tener a tu disposición las cosas Alejo, pero un día ya no lo tendrás, colmaras mi paciencia y mi límite lo sobrepasaras y entonces me conocerás.

– Edson se metió a bañar y a relajarse en lo que la cena estaba lista.

¿Qué pasara entre Gabriel y Erick? ¿Qué sucederá con Edson y su manera de comportarse?

En los ojos del amor.