Capítulo Veintiséis.

La noche es “Pasión al sabor”. (Parte I)

Edson en el taxi con rumbo al restaurante estaba tan pensativo por lo que su abuela le había dicho, entre temores y satisfacción sexual pensaba.

– Abuela te quiero mucho, pero no voy a permitir que me delatas, aunque tengo ventaja sobre ti, ya que tu Alzhéimer me favorece, te puedo tachar de loca y que empezaste a delirar, pero no me convendría, en fin, me preocupare de eso luego, debo de disfrutar la noche, pues Gabriel caerá en mis redes, cueste lo que me cueste, aunque ya tuve sexo con Alejo, muero de ganas de estar montado sobre de ti macho güerejo, es lo único que me puedes servir.

– Edson continuaba su camino al restaurante, mientras seguía pensando y acordándose de como tuvo relaciones con su tío Alejo.

Ya en el restaurante, Irene y Aura eran las primeras en estar en el recibidor esperando a que llegaran los demás anfitriones, ya habían unos cuantos invitados a fuera esperando con ansias a que el restaurante se le fuera cortado el listón por la inauguración, ellas se mostraban un tanto nerviosas, aun sin dirigirse la palabra, ambas de reojo se veían, pues sus nervios podían más que todo su enojo; minutos después, llegaron los hermanos Cantú, Ángela y Gabriel se habían bajado del coche, en lo que Miguel lo iba a estacionar, ellos entraban sonrientes y un poco nerviosos, Irene saludo muy cordial y amable a Ángela y se pusieron a platicar.

Gabriel se le acerco saludándola, Irene sonriendo le pregunto. - ¿Cómo va tu vista?

– Gabriel le sonrió y contesto. – Bien, de hecho ya ando sin bastón, poco a poco me estoy readaptando, aunque si es algo raro después de tres años de usarlo, bueno si me disculpan tengo que hablar un momento con Aura, sigan conversando.

– Ángela sonriendo le  dijo. – Si hermano, anda.

– Irene había notado un poco raro y serio a Gabriel, pero no quiso dejar a Ángela a solas para ver qué pasaba, aunque ya sospechaba algo, pues en el restaurante de Guadalajara le habían informado por teléfono a ella que el capitán de meseros ya se había quejado con Gabriel y que él tomaría medidas drásticas para aclarar el asunto de los pagos, sin preocuparse por lo que le fuera a pasar a su hermana, Irene siguió charlando con Ángela.

Gabriel muy serio se le acerco a Aura, que estaba muy nerviosa e impaciente.

Él dijo. – Hola, ¿Podemos hablar?

– Aura nerviosa al verlo, le sonrió ligeramente y le dijo. – Sí, claro.

– Gabriel de forma seria pero educada le pregunto. – Bien iré directo al grano, dime Aura, con la verdad, ¿Me puedes explicar que sucedió con el dinero de los empleados del restaurante de Guadalajara?

– Aura agacho la mirada, nerviosa no sabía que decirle.

Gabriel con su mano le levanto la cara y le pregunto mirándola a los ojos. - ¿Cuéntame que sucedió?

– Aura derramo unas lágrimas, le pregunto. – ¿Te había dicho alguna vez lo guapo que eres? ¿No te he dicho lo guapo y atractivo que te ves de traje y con esa barba?

– Gabriel se sonrojo y le contesto. – No nunca, ¿Pero a qué viene todo esto con lo que te pregunte?

– Aura se limpió las lágrimas y le contesto fríamente. – Tampoco lo que me preguntas de esos pagos tienen que ver con esta noche, si tanto quieres saber, espérate a que se haya cortado el listón.

– Aura le sonrió y Gabriel le dijo un poco molesto. – ¡Aura, contéstame ahorita mismo o sino!…

- Aura interrumpiéndole dijo. – Me iré a retocar el maquillaje, con permiso.

– Aura dejo a Gabriel con la duda, entrando al baño del restaurante, ella mirándose al espejo se dijo. – Todo esto es mi culpa, mi culpa, ahora debo de enfrentar las consecuencias como una Arroniz, Gabriel tarde o temprano se enteraría, debí hablar con él antes de que se fuera a Guadalajara, soy una estúpida.

– Aura en verdad estaba arrepentida del daño causado, en el baño continuó retocándose el maquillaje, pero ¿Podrá ser perdonada por Gabriel?

Miguel regresaba de haber estacionado el carro a unas calles del restaurante, como todo un galán caminaba para entrar al restaurante, haciendo suspirar a algunas chicas invitadas por ellos y algunas edecanes que fueron contratadas para estar en el evento.

Miguel decía, dónde pongo el ojo pongo la bala, pero algo le haría decir las cosas al revés, donde viene la bala le da en el ojo, y ahorita sabrán por qué.

Él muy caballeroso entró saludo a Irene y les pregunto a ellas. - ¿Gabriel donde esta? ¿Se supone que debe estar aquí?

– Irene le sonrió diciéndole. – Fue a platicar con mi hermana, no ha de tardar.

– Ángela volteando dijo. – Míralo ahí viene.

– Gabriel con cara de preocupación, duda y un poco de enojo, se acercó de nuevo a ellos.

Siendo Irene la que pregunto. - ¿En que quedaron?

– Gabriel le contesto de golpe. - ¡¿Si lo sabias porque no me dijiste?!

– Irene le contesto. – No era mi deber, bueno si lo era, pero no debía, es ella la que debe decirte.

– Miguel y Ángela consternados no sabían de que hablaban.

Gabriel al notar sus caras, les platico lo que se había enterado, estando Irene presente, ella le daba detalles pequeños al asunto.

Ángela enojada dijo. – Irene discúlpame por lo que diré, es tu hermana pero. ¡Se pasa de ambiciosa, debes denunciarla por robo!

– Miguel disculpándose con Irene dijo. – Lamento lo que diré pero. ¡Tu hermana debería de ir a la cárcel!

– Irene muy apenada les dijo. – Lo sé, mi hermana hizo mal, pero es Gabriel quién debe de decidir qué hacer.

– Miguel molesto pregunto. – Gabriel, ¿Por qué no nos dijiste eso antes?

– Ángela dijo alterada. – ¡Debiste decirnos antes!

– Gabriel serio les dijo. – Irene tu hermana hizo mal, pero debo saber que hizo con ese dinero y ver si hay una solución, su castigo seria que la demande y la metan a la cárcel por varios años, pero no me atrevo, por otra parte a ustedes no les dije nada, pues porque no quería poner más tensión con lo que ya teníamos.

– Irene le tomo la mano a Gabriel y le dijo. – Eres un ser muy noble Gabriel, en todos estos años tú no has cambiado en nada.

– Gabriel le sonrió y le guiño el ojo.

Miguel y Ángela se miraron y ella dijo. – Hermano no cabe duda que eres un amor, aun así debiste de decirnos.

– Miguel le pregunto. – ¿Y qué piensas hacer hermano?

– Gabriel solo moviendo la cabeza contesto. – Aun no sé hasta hablar con Aura.

- Aura regresando del tocador, saludo a Miguel y a Ángela, que ambos hermanos la saludaron con cierto disgusto, cosa que a ella la incomodo, pero aun así los nervios los comían vivos, pues no esperaban que mucha gente aceptara la invitación de la apertura de este restaurante.

Marcela y sus hijos llegaban al lugar, Pablo iba a  buscar lugar para estacionar el carro, Marcela siendo acompañada por Erick entraban entre la multitud de gente que estaba ansiosa por entrar y conocer el restaurante, Ya adentro Marcela saludo amablemente a ellos.

Erick un poco apenado por su apariencia, saludo a todos y al pararse frente de Gabriel, él con una mirada embrutecida le dijo. - ¡Wow! Gnomo, estas, estas muy, muy atractivo, muy guapo, que digo guapo, estas guapísimo.

– Erick se sonrojo y Ángela le dijo. – Lo que dice mi hermano es verdad, estas guapísimo Erick, que elegante te ves.

– Gabriel emocionado por verlo lo cargo de la cintura y dándole de vueltas le decía. – Estas guapísimo, muy guapo, eres el gnomo más guapo que puede existir.

– Aura suspiro al ver la felicidad que Gabriel había recuperado en Erick y pensando dijo. – Que ingenua fui al pensar que te fijarías en mí, pero no, nunca lo ibas hacer, tu felicidad esta en los chicos, me da gusto por ti y porque mi hermano estará feliz de saber que has recuperado la felicidad perdida.

– Irene se dio cuenta de que su hermana se había entristecido un poco y le coloco la mano sobre su hombro y le dijo en voz baja. – Hermana, lo que estás viendo es la felicidad que tú nunca le ibas a brindar.

– Aura solo suspiro y siguió mirando a la hermosa pareja que formaban Gabriel y Erick.

Bajando a Erick, Gabriel le dio un tierno beso en los labios y él muy tímido le dijo. - ¿Seguro que me veo bien? ¿No me veo mal con la mascada sobre el traje?

– Gabriel agarrándole las mejillas y mirándolo profundamente con esos hermosos ojos azules le contestó. – Nunca te verás mal ante mis ojos, ante estos ojos del amor, te amor mucho gnomo, gracias por estar conmigo en este momento.

– Erick lo abrazo fuertemente y Gabriel feliz sonreía, mostrando el inmenso amor que tenía hacia Erick.

Pablo que estaba entrando al restaurante dijo. – Lamento interrumpir, pero la fiesta no puede empezar sin mí.

– Ángela contenta y emocionada se le fue a los brazos y dándole un beso le dijo. – Mi amor, ¿Por qué tardaste tanto?

– Pablo le respondió un poco fatigado. – Pues verán, hay mucho tráfico, muchos carros y demasiadas personas esperando a entrar, sin duda alguna el restaurante será un éxito.

– Ángela besándolo le dijo. – Eso esperamos, que tenga mucho éxito.

– Pablo positivamente dijo. – Así será muñeca, tendrán mucha clientela.

– Gabriel agradeciéndole dijo. – Gracias cuñado, esperemos que así sea.

– Pablo observando muy cautelosamente a las mujeres dijo sorprendido. - ¡Chispas! ¡Por lo que veo, hoy es noche de mujeres altas! ¡Mi mamá con tremendos tacones! ¡Las hermanas Arroniz con semejantes tacones! ¡Y tu mi amor, con sancos! ¡¿Me quieres agarrar de tu bastón no es así?!

– Miguel se empezó a reír y dijo. – Eso fue lo que le dije a mis hermanos antes de salir, que te agarraría de bastón.

– Ángela sonriendo dijo. – No es verdad amor, mi hermano es un tonto.

– Gabriel abrazando a Erick dijo riendo. – Miguel si te puede agarrar de bastón, mi hermana no creo.

– Erick se empezó a reír y Marcela sonriendo dijo. – Mi hijo no está chaparro, mide 1.77

– Erick interrumpió a su mamá diciéndole. – Pero aun así, se ve chaparro con semejantes plataformas de mi cuñadita.

– Gabriel agarrando a Erick de la espalda le dijo. – Tu si estas chaparro a mi lado gnomo, por eso te digo así.

– Gabriel riéndose, Erick le dijo. – Búrlate, harás que me enoje contigo.

– Gabriel guiñándole el ojo le dio un beso diciéndole. – Es de cariño amor, te amo.

– Irene viendo a la entrada exclamo. - ¡Miren ahí viene Luz y Tulio!

– Aura nerviosa exclamó. - ¡Ahora si ya estamos todos!

– Tulio le abrió la puerta a Luz, que ella seria y molesta entro.

Miguel estaba esperando la hora de empezar a ligar alguna chica de las edecanes, cuando al voltear, quedo totalmente anonadado con la belleza radiante de Luz, sorprendido exclamo. - ¡Pero qué mujer!

– Luz saludando amablemente a los presentes dijo apenada. – Disculpen por la demora, pero hay mucho tráfico para llegar aquí, el taxi hizo muchas vueltas pero al fin estoy aquí, ¿Ya estamos todos?

– Irene le sonrió diciéndole. – Ya estamos todos, que guapa te ves Luz, ese color del vestido te sienta muy bien.

– Aura dijo amablemente. – Si, así es, concuerdo con mi hermana estas muy bonita y guapa.

– Ángela le sonrió diciéndole. – Te ves muy guapa Luz.

– Marcela la abrazo y dijo. – Mi sobrina esta hermosa, siempre lo ha sido.

– Erick y Pablo le chiflaron y Gabriel le dijo. – Luz te ves fantástica, pero ¿Por qué en taxi? ¿Se les descompuso su carro?

– Ella agradeciendo amablemente los halagos, sonrojada dijo. – Para haber sabido que con tantos halagos me iban hacer sonrojar, no me hubiera puesto rubor.

– Haciendo una ligera pausa, Luz le respondió a Gabriel. – Tomé taxi, no vine con Tulio, él vino a parte.

- Tulio que estaba parado en la puerta, un poco cabizbajo y apartado de ellos, no tenía ánimos para estar ahí, sin embargo por compromiso lo tuvo que hacer, él en su mundo, pensando en que Luz ya le había pedido él divorcio.

No se daba cuenta que Miguel estaba coqueteando con Luz, a la cual se le acerco diciéndole. – Hola, ¿Disculpa nos conocemos?

– Luz expresando una ligera sonrisa le contesto. – Si nos conocemos estuviste viniendo a ayudarnos con el restaurante, ¿se te olvida?

– Miguel haciéndose el olvidadizo le dijo. – ¿Enserio? ¿Me podrás recordar tu nombre de favor? Bella dama.

– Luz sonriendo un poco más le respondió. – Hola, me llamo Luz, un gusto que nos hayas ayudado.

– Miguel guiñándole el ojo le dijo. – Luz bello nombre, la luz de mis ojos, la luz que ilumina mi noche y mi soledad, luz que ilumina el alma y da alegría luz de mis sueños.

– Luz se sonrojo más de lo que ya estaba y se quedó muda ante lo dicho por él, únicamente pudo agradecer. – Muchas gracias.

– Ellos estaban por empezar a conversar, cuando Aura aplaudiendo dijo. - ¡Atención! ¡Atención! Presten atención, ya que estamos todos, pues siendo ya las nueve de la noche, pasemos a la inauguración.

– Todos muy nerviosos ya sabían lo que debían de hacer, Gabriel estaba muy nervioso, más de lo que estaban ellos.

Erick al verlo sudar de la frente, tomo su pañuelo, secándole la frente, le dijo. – Mi amor, mi peludo, tranquilo, ya sabes lo que debes de decir, es cuestión que te calmes, si por favor peludo.

– Gabriel le dio un beso y le dijo. – Tengo muchos nervios gnomo, no sé qué vaya a suceder.

– Erick lo abrazó y le dijo. – Gabo, piensa en Esteban, que está el aquí en este momento, en tus pensamientos y en tu corazón.

– Gabriel se relajó y le dijo. – Pensare en Esteban, pero prefiero que tu reines siempre en mis pensamientos y el corazón, te amo mucho gnomo.

– Dándole un pequeño beso, Gabriel se volteó y grito. - ¡Equipo de “Pasión al sabor II”! ¡¿Dónde está?!

– Los meseros se hicieron presentes en el lugar, los cocineros y ayudantes estaban al pendiente y contento Gabriel les grito. - ¡En unos minutos tendremos a un mar de gente! ¡Prepárense!

– Aura exclamo. - ¡¿Todos listos?!

– Irene dijo nerviosa. – Pues ya, listos, espera un momento ¿Cómo debemos de acomodarnos?

– Tulio serio les dijo. – En medio va Gabriel a su lado derecho Luz, a su lado izquierdo Aura, Irene vas al costado de Luz y yo al costado de Aura.

– Irene se relajó y más calmada dijo. - ¡Muchas gracias Tulio!

– Acomodándose como debía ser, fueron abiertas las puertas del “Pasión al sabor II”, la gente se formó haciendo varias filas, Gabriel, Luz, Aura, Irene y Tulio nerviosos estaban atrás del listón a cortar, sonreían para que les fueran tomadas las fotos para algunas revistas y periódicos, Erick estaba muy nervioso, Pablo y Ángela estaban también nerviosos e impacientes por ver llenarse el restaurante, pues la gente cada vez más se amontonaba, Marcela quien fungiría como maestra de ceremonias tomaba su lugar y el micrófono muy nerviosa esperaba que no se le fuera a olvidar las líneas que había ensayado. Miguel estaba verificando que todo estuviera en orden con el audio y las luces, sin perder de vista la hermosura radiante de Luz.

Dando inicio con la ceremonia, Marcela empezó a decir sus líneas memorizadas, dando a conocer el objetivo del restaurante, así como sus platillos que ofrecerían, las especialidades, así como los postres y platillos exclusivos del restaurante que estaban registrados en un libro de cocina muy popular a nivel internacional, los anfitriones de la inauguración estaban que se morían de nervios, pero aun así no dejaban de sonreír antes las cámaras fotográficas y ante medios de comunicación, los cuales atenderían con respeto.

Gabriel veía a Erick que se ponía nervioso y ansioso, en su mente decía. – Mi amor, eres tan lindo, tan hermoso, tan delicado, tan tú, te quiero mucho mi gnomo.

– Marcela fue nombrando a cada uno de los anfitriones a decir unas breves palabras de apertura y agradecimiento, empezando por las damas.

Irene pasó a tomar el micrófono diciendo nerviosa. – Buenas noches público, yo como una de los dueños y anfitrionas del restaurante, les damos la bienvenida a este bello lugar, esperemos que queden satisfechos con la variedad de postres y platillos internacionales y nacionales.

– Pasando al micrófono Aura dijo nerviosa. – Buenas noches, también soy parte del grupo de dueños de este lugar, les brindo una cálida bienvenida y buen provecho, quedan ante ustedes dos de los chefs mejor preparados de la ciudad, quienes ya conocen a Luz Moran y Tulio Villegas por salir en algunas revistas de cocina por su popularidad y forma de cocinar sabrán que tan buenos son, bien sin más que decir, los dejo con ellos y nuevamente bienvenidos.

– Aura les cedió el paso a ellos, que un poco de indiferencia notable, Tulio le otorgo la palabra a Luz como todo un caballero.

Y ella de forma indiferente tomo el micrófono diciendo de forma seria y segura de sí misma. – Sean bienvenidos a este restaurante, quienes hayan tenido oportunidad de viajar a la hermosa ciudad de Guadalajara y haya tenido tiempo de visitar y comer en “Pasión al sabor” sabrán el grado de exquisitez que nuestros platillos tiene, así como nuestros postres y platillos exclusivos, nosotros venimos a mostrarles y brindarles nuestros conocimientos a este equipo que se une al barco de “Pasión al sabor II”, para que se sirvan y se cocinen los platillos tal y como en el restaurante matriz de Guadalajara se ofrecen, sin más por el momento les dejo con Tulio Villegas.

– Luz haciéndose a un lado, le otorgo el micrófono y él algo cortante dijo. – Pues sean bienvenidos, juzguen y califiquen este restaurante es digno de cinco estrellas, por algo estamos en zona centro de la ciudad de México, como lo dijo Luz, brindaremos el mismo sazón que en el restaurante de Guadalajara.

– Tulio hizo leve gesto de sonrisa y se hizo a un lado.

Marcela tomando el micrófono nuevamente dijo. – Y bien, los dejamos con el último pero no menos importante dueño de este restaurante, Gabriel Cantú, un aplauso por favor.

– La gente muy emocionada, con hambre y deseos de probar bocado, aplaudieron, Gabriel estaba por pasar, pero los nervios lo tenían muy, muy tensó.

¿Qué sucederá? Descúbrelo en la segunda parte de este capítulo...

En los ojos del amor.