HOLA!!
Disculpen la demora tuve un problema con la computadora, se borraron los capítulos que tenía ya escritos y tuve que recuperarlos aunque no tuve mucha suerte, pues solo rescate dos capítulos pero basándome de esos capítulos continuaré los últimos capítulos que faltan para terminar, pues no es muy largo este relato como mis anteriores, cabe aclarar que mezclar una historia real con momentos ficticios causa confusión y complicaciones, así como tener contacto con el protagonista y el narrador, voy progresando pero sin duda regresaré a mi forma de contar historias ya que esta se me complica; muchas gracias por la espera y la tardanza, les dejo el capítulo once y vamos por menos para el final, saludos y muchas gracias nuevamente.
Capítulo XI
Confusiones eróticas.
Brandon se encontraba en bóxer de licra color azul, resaltando su prominente paquete, estaba pensando en las múltiples coincidencias que había tenido el día de ayer y sobre su mentira descubierta, él trataba de relajarse y olvidar esos sucesos y dormir plácidamente, pero podía más su estrés, en eso la puerta del baño se abrió lentamente, saliendo del baño, muy seductora y con un sensual baby-doll color rosa, Aranza se paraba frente de él.
Brandon al verla así tan provocativa se saboreó diciéndole. – Mi amor, que sexy te ves, ese baby-doll resalta tu bella figura, tus bellas siluetas y tus delicadas bien formadas piernas, haces que me excite.
– Brandon se dirigió hacia ella sobre la cama como si fuera un león por su presa, pero ella con ambas manos lo empujo sobre la cama haciéndolo caer nuevamente acostado, ella camino sensualmente mostrándole sus tacones puestos, mordiéndose el labio le decía. – Ahora tú mi amor, debes esperar, porque quién decide cómo, cuándo y de qué forma se hacen las cosas, soy yo.
– Brandon al ver a su esposa tan decidida se impactó mucho, pero a la vez se excito demasiado al ver a su esposa sensual, provocativa y muy lujuriosa con tacones y baby-doll puestos, Aranza tocándose los pechos comenzó a excitarse frente de él.
Brandon mordiéndose el labio inferior se saboreaba el cuerpo de su mujer, sintiendo su corazón latir más de lo normal y poco a poco ir teniendo una erección le decía. – Sí amor, sí lo que tú digas y pidas.
– Brandon intento levantarse de la cama y Aranza golpeando el piso con sus tacones le ordenaba. – ¡Quédate así como estás! ¡No intentes acercarte así mí o querer agarrarme o esto se termina!
– Brandon al escuchar eso, obedeció y se volvió a acostar sobre la cama esta vez acomodándose con su cabeza sobre su brazo izquierdo y su mano derecha tocándose su miembro sobre el bóxer decía. - ¡Bien mi amor estoy listo!
– Aranza camino unos pasos atrás y le dijo sensualmente. – Observa y excítate.
– Brandon movía la cabeza con una ansía, una gana y una impaciencia por hacer el amor.
Aranza le dio la espalda, alzándose lentamente la bata rosa transparente para mostrarle bien esa tanga sensual rosa de encaje que decoraba sus voluptuosas y redondas nalgas, moviéndose sexy, Brandon la miraba y se excitaba más, dándole la espalda se deslizo sobre su espalda la bata y le ordeno. - ¡Aun no te lo saques ni te masturbes, quiero que seas paciente y guardes energía!
– Brandon le dijo sobándose su pene muy excitado. – Solo me estoy tocando por encima del bóxer, no me pienso masturbar, lo que quiero es hacerte el amor.
– Aranza se dio media vuelta y tocándose sus senos prominentes le decía. – Mis pechos están duros y puedo sentir las aureolas estar paradas, poco a poco me estoy mojando, mi clítoris necesita ser tocado por tu lengua, así como lo sabes hacer mi amor.
– Brandon estaba excitado, su pene comenzaba a derramar el precum, su bóxer comenzaba a mancharse, él sentía como se mojaba su ropa interior poco a poco, en eso la puerta de la suite se abrió.
Brandon escuchó y asustado agarro un cojín para cubrirse, la sorpresa que se llevó al ver a Mirna con un baby-doll similar al de su esposa Aranza, solo que el de Mirna era color blanco, luciendo unos tacones al mismo color, camino sensual directo con Aranza y sonriendo volteo diciéndole. – ¿Creíste que se me olvidaría tu forma tan apasionante y deliciosa de hacer el amor? Te equivocas Brandon, yo le platique a tu esposa la forma tan rica y sabrosa que me hiciste tuya.
– Aranza sonriendo dijo. – Ves mi amor, todo se sabe tarde o temprano, espero disfrutes de esto.
– Brandon desconcertado no sabía que sucedía, así que pregunto. - ¿Qué sucede? ¿Qué pasa? ¿Por qué esta Mirna aquí?
– Aranza se mordió el labio diciéndole. – Cállate y disfruta de esto, que solo lo haré una vez en mi vida.
– Mirna camino poniéndose detrás de Aranza, ella besando su cuello y mordiendo su hombro, deslizó sobre el abdomen de ella su mano hasta llegar a su clítoris, dándole suaves masajes, Aranza comenzó a gemir. – Ah, ah, así, así, ¡que rico!
– Brandon estaba desconcertado, confundido y algo excitado, él exclamó. - ¡Basta, basta! ¡¿Qué broma es esta?!
– Mirna besando el cuello de Aranza, deslizo su lengua sobre el hombro y mirando a Brandon de forma lujuriosa le dijo. – Cállate y disfruta, que solo será una vez que tendrás a tu esposa y a tu amante frente de ti, nunca más en tu vida volverás a ver algo así.
– Aranza suspirando se chupo el dedo índice de la mano izquierda y lo deslizo sobre sus senos diciéndole. – Disfruta amor, quiero ser una esposa complaciente con mi marido, quiero hacerlo sentir, vibrar y marcar con un momento sexual como este.
– Brandon suspiro y dejándose llevar por su instinto lujurioso aventó el cojín, nuevamente se acomodó en la cama y comenzó a sobarse el pene sobre el bóxer.
Aranza teniendo los senos al descubierto, comenzó con ambas manos a tocarse las aureolas de sus senos, se ensalivaba su dedos y se los tocaba, mientras que Mirna se quitaba la bata de forma sensual, mostrando sus nalgas redondas y firmes; Mirna con ambas manos las deslizaba sobre su cuerpo.
Brandon estaba excitándose poco a poco y en su mente se decía. – “Sea lo que sea, no debo desaprovechar esta oportunidad, me comeré a dos mujeres bien sabrosas, a mi esposa y a quien fue mi amante, un dilema por cual comenzar, si con mi adorada Aranza o con la sensual y cachonda Mirna, ambas están buenísimas.”
– Mirna y Aranza se voltearon estando frente a frente se comenzaron a tocar una a la otra, ambas mujeres comenzaban a excitarse, sus senos estaban poniéndose duros y sus pezones firmes, ambas estaban humedeciendo sus tangas que a simple vista se lograba transparentar el capuchón del clítoris, el clítoris, así como los labios mayores siendo humedecidos por la lubricación vaginal bastante prominente, ambas mujeres estaban gimiendo y suspirando, Brandon estaba excitado cada vez más, sentía como sus testículos punzaban, su pene estaba por querer eyacular, su bóxer estaba con una notoria mancha del precum, Brandon estaba por quitarse el bóxer cuando la puerta nuevamente se abrió, entrando Federico con un bóxer de licra color negro, descalzó, se colocó frente a Mirna y Aranza, ambas se colocaron de lado a lado.
Brandon se comenzaba a asustar y dijo. - ¡Qué mierda pasa! ¡¿Qué madres haces tú aquí?! ¡Exijo una explicación inmediata ahora!
– Federico le respondió en tono serio. – Nosotros también exigimos una explicación Brandon.
– Mirna de un costado de Federico, le deslizo su mano derecha sobre el cuerpo de él diciéndole en tono serio. – Es hora que decidas que prefieres.
– Aranza del otro costado de Federico, le deslizo su mano izquierda sobre el cuerpo de él diciéndole en tono serio. – ¿Prefieres mujeres o prefieres hombres?, tú decides, no puedes quedarte con ambas cosas o es una o es otra, elige.
– Brandon desconcertado se enderezo rápidamente de la cama y dijo. - ¡Esta broma no es de mi agrado! ¡Mejor me largo! ¡Además no sé de qué me hablan! ¡No debo elegir nada porque soy heterosexual al mil por ciento!
– Brandon caminó hacia la puerta algo apresurado, al abrirla se daba cuenta que estaba justo por entrar Orlando que se mostraba en bóxer de licra color verde, descalzo empujó a Brandon nuevamente dentro de la habitación, entrando Orlando lo miró diciéndole. – Te notas temeroso, tenso, inofensivo, pero nosotros cuatro te ayudaremos a que te relajes y por qué no, a hacer el amor.
– Brandon quería huir, pero Federico lo tomo de los brazos y entre Mirna y Aranza lo derrumbaron en la cama, Aranza le dijo sarcástica. - ¿Qué pasa amorcito? ¿No me digas que ahora no tienes ganas? Por qué bien que te estabas excitando al vernos a Mirna y a mí tocándonos.
– Mirna tocándose los senos le dijo. – Vamos Brandon, haznos el amor tan apasionante, tu puedes hacerlo más de cuatro veces.
– Federico le agarro el pene sobre el bóxer y le dijo. – Brandon tu pene esta semi-flácido, ¿Quieres que te lo mame para que eyacules a grandes chorros como lo hiciste en mi apartamento?
– Orlando sonriente le dijo mientras se le acercaba. – Mientras ellos te ayudan yo puedo besarte tus deliciosos labios, entrelazar nuestras lenguas e intercambiar nuestra saliva mientras nos excitamos entre cuatro paredes como esa noche de tu despedida de soltero en el baño de tu hotel.
– Brandon asustado, nervioso no sabía qué hacer, respiraba aceleradamente, entre sofocos decía. – Esto… Esto que me… que me sucede… esto es… esto es… es un… esto es un sueño… esto es un sueño.
– Brandon dormido intentaba despertarse, pero no podía, Aranza estaba profundamente dormida y no se percataba que su esposo tenía un mal sueño.
En la suite, recostado en la cama con Federico, Mirna, Orlando y Aranza; Brandon desesperado no sabía qué hacer para que esto terminara y poder despertar, así que muy astuto les dijo. – Bien, si tanto quieren sexo pues lo tendrán, quiero que Mirna y Aranza se besen, se toquen, me enciendan me provoquen, mientras que ustedes dos, Federico y Orlando se masturban, quiero verlos excitarse y excitarme, a los cuatro me los voy a coger tan duro y rico que les dolerá el culo, no podrán sentarse y tendrán deseos de más y más de mi gruesa, venosa y larga verga.
– Mirna y Aranza sin decir nada, ni negarse como si fueran controladas por algo, solo se sonrieron, se levantaron de la cama y comenzaron a besarse quitándose el baby-doll que adornaba las esculturales figuras estéticas de ambas mujeres, frente de Brandon terminaban completamente desnudas y excitadas; él impresionado de ver eso se decía. - ¡Que excitante es esto! ¡Me está gustando!
– Mientras que Orlando y Federico se acomodaban en la cama a un costado de Brandon, se comenzaban a mover lento y provocante para Brandon, así poco a poco se quitaban sus respectivos bóxer.
Orlando y Federico se levantaban de la cama y se ponían de espaldas, Brandon al ver las nalgas semi-velludas de Orlando y ver como se metía el dedo índice dentro de su ano velludo se excitaba más, mientras que Federico se nalgueaba y apretaba sus lampiñas nalgas, abriéndolas mostrándole su ano lampiño dilatarse.
Brandon estaba muy excitado, se quitó el bóxer ya humedecido por el precum y se dijo. – Aprovecharé esto que se me está ofreciendo.
– Muy excitado se masturbaba mirando a Mirna y Aranza besándose, lamiéndose sus senos, metiéndose sus dedos en la vagina, mientras que Federico y Orlando se masturbaban metiéndose los dedos dentro de sus respectivos anos.
Llego el momento, Mirna y Aranza puestas en cuatro sobre la orilla de la cama, se preparaban para ser penetradas por Brandon que gozaba besar los labios de Federico mientras que Orlando lamia su sudor prominente de su pecho, sintiendo el palpitar intenso del corazón de él; Brandon se masturbaba y de reojo veía las prominentes nalgas de ambas mujeres, su mente le indicaba que debía penetrar primero a su esposa, pero su deseo lujurioso le indicaba que debía de ser Mirna la primera en ser penetrada, Federico besándolo lentamente poco a poco cambio y se fue moviendo con su boca directo al cuello de él.
Mientras que Orlando recorriendo con su lengua del abdomen hasta la barbilla de Brandon, se detuvo y poniéndose frente de él, levantando la ceja mirándolo fijamente le decía. – Bésame y admite que en realidad prefieres coger un buen culo apretado de un hombre.
– Brandon sin titubeos suspirando sintiendo mucho calor dentro de él, nuevamente dejándose llevar por los impulsos, coloco su mano izquierda sobre la nalga de Orlando, la apretó fuerte haciéndolo pegarse más a él y sin detener su excitación, lo beso apasionadamente, apretándolo y tomándolo con fuerza de la espalda.
Brandon le mordía los labios y le decía. – Me enciendes, me excitas, me provocas más de lo que ellos lo hacen, eres único.
– Orlando lo miraba con ojos lujurioso, una mirada desafiante sexual diciéndole. – Sabía que me ibas a preferir a mí, ¿Qué esperas para hacerme tuyo?
– Continuaron besándose mordiéndose y entrelazando sus dedos, mientras que Mirna, Aranza y Federico se decepcionaban y se miraban desnudos, muy desconcertados iban desapareciendo de la habitación quedando únicamente Orlando y Brandon que se besaban y se tocaban bajo influencias de la excitación, colocándose de espaldas ya sobre la cama, Orlando paraba sus nalgas y con voz sofocada le decía. – Hazme tuyo, tuyo nada más.
– Brandon masturbándose bañado en sudor, le escupió directo en el ano y le dijo. – Serás mío, ese culito delicioso será mío nada más.
– Excitado Brandon penetro recio a Orlando haciéndolo gritar de dolor y curvándose su espalda, Brandon como semental lo penetraba una y otra vez, disfrutando y gimiendo Orlando disfrutaba.
Brandon a punto de venirse, se colocó sobre la espalda de él, mojando con su sudor la espalda de Orlando, poco a poco le metía su lengua en su oreja haciéndolo retorcer de placer para después morderle la espalda; Orlando gritando de excitación eyaculaba sobre la colcha fina, salpicando los cojines y almohadas que decoraban la cama.
Brandon no pudiendo aguantar más dijo. - ¡Ahí te van!
– Con un fuerte movimiento, Brandon eyaculaba dentro de Orlando, apretándole la cintura y nalgueándolo; después de unos minutos Brandon se recostaba en la cama y Orlando mirándolo le decía. – Eres un semental, no cabe duda, pero, ¿Crees poder hacerlo otra vez?
– Brandon sonriéndole le dijo fanfarroneando. – Por algo las mujeres me buscaban para darles un suave y rico placer, aguanto mucho.
– Orlando se reía y le decía. – Pues no parece que tengas más ganas, solo mira cómo te quedo tu pene.
– Brandon desconcertado miró su miembro, notaba que estaba flácido y más pequeño de lo normal, fue ahí cuando nuevamente aparecieron Mirna, Aranza y Federico en la habitación, comenzaron a burlarse de Brandon, él se abrumaba y se tocaba para que se le parará, pero nada funcionaba, quería levantarse de la cama pero tampoco podía, ese sueño se convertía en pesadilla, comenzó a patalear para ahuyentar a quienes lo rodeaban, ellos se reían y burlaban de que no se le paraba para nada.
Brandon gritando desesperado decía. - ¡Basta, basta ya!
– Pero ellos continuaban burlándose, en eso unos golpes comenzó a sentir en la cara, poco a poco se fueron borrando las risas, las burlas y los cuerpos de Mirna, Aranza, Orlando y Federico, el sueño se desvanecía y una voz a lo lejos se escuchaba. – Brandon, Brandon mi amor, despierta Brandon.
– Brandon abriendo los ojos poco a poco miraba el rostro cálido y preocupado de su esposa que le decía. – Amor, estabas teniendo pesadillas, pataleabas en la cama y mírate estas sudado.
– Brandon desconcertado se incorporó sintiendo algo húmedo entre sus piernas dijo. – Sí era un sueño terrible, muy feo, gracias amor por despertarme.
– Aranza le sonrió le dio un beso en la frente y se volvió a acomodar para dormir, Brandon sentándose a la orilla de la cama, se daba cuenta que había tenido varias eyaculaciones pues había manchado el bóxer demasiado pareciendo como si se hubiera orinado, apenado y avergonzado dijo. – Me daré un baño para relajarme.
– Aranza desconcertada le dijo. – Pero si son las 3:58 de la madrugada, mejor duerme un poco.
– Brandon se levantó, tomo su toalla y le dijo. – No importa me quiero bañar, sude y al rato me dará comezón, así que me daré un baño rápido, duerme mi amor.
– Brandon se metió rápidamente al baño dejando que Aranza se volviera a dormir.
- Amigo narrador en todo lo que has contado estuvo excelente, de recordar ese sueño hiciste que me excitara y me dieran ganas de masturbarme, pero no pude por respeto y por pena, pero déjame contar este último fragmento.
– Ay Brandon, no cabe duda que a ti lo caliente no se te quitará ni por lo que sufriste y viviste, pero bueno adelante cuenta lo que paso esa madrugada, te dejo libre el espacio.
– Muchas gracias amigo narrador, en verdad contaré como me sentí después de ese rico, delicioso y excitante pero sobre todo muy raro y desconcertante sueño.
Bien pues, me encontraba apenado, muy desconcertado y a la vez satisfecho de aquel sueño tan erótico y con mucha fantasía que pude tener; digo porque el sueño de todo hombre heterosexual es el de estar con dos mujeres en la cama haciendo el amor y supongo que el sueño de todo homosexual es el de estar con dos hombres en la cama a la vez teniendo relaciones; pero bueno como sea, mientras me estaba bañando recordaba con detalle el cuerpo de mi esposa Aranza, tan delicado, frágil y hermoso, pero también me venía al recuerdo del cuerpo exótico y provocativo de Mirna, pues con ese cabello rojo resaltaba su mirada sensual y coqueta, sin duda también el cuerpo de Fede me hacía sentir ternura y cariño, pues recuerdo como se estremecía mientras nos besábamos aquella noche en su departamento; pero eso sí debo aclarar, que el cuerpo de Orlando jamás lo había visto desnudo, pues siempre se cubría sus partes, lo único que mostraba era el bóxer, incluso cuando íbamos al sauna siempre se cubría bien envuelto en toalla, nunca le vi si en verdad su trasero es como lo soñé, no me explico como pude imaginarme y soñar eso que ideas las mías o ¿Acaso será mi subconsciente queriéndome decir algo?
Como sea ya había soñado eso, pero al ir imaginando y recordando comencé a excitarme nuevamente; la verdad no sé a ciencia cierta cuantas veces logré venirme mientras soñaba eso, pero a juzgar el calzón humedecido creo fueron unas tres o cuatro veces; yo en el baño me excitaba más y más, mi duda y confusión era si me excitaba más imaginarme el trasero de ambas mujeres o imaginarme el trasero de ambos hombres; pero como haya sido mi excitación llego al nivel que logró una eyaculación no tan prominente como las que suelo tener, fue normal, leves chorros y nada más; me enjuague bien, me seque mirándome al espejo me pregunte. - ¿Qué rayos te sucede Brandon Petrilli? ¿Qué significa ese sueño tan sexual y lujurioso para ti?
– Sería una mentira si les dijera que me relajo el baño, al contrario me puso más impaciente y con más dudas sobre mi persona; en silencio me puse un bóxer limpio dejando el otro mojado en el baño, agarre otra toalla y me seque el cabello, camine al ventanal, moví la cortina y me relaje mirando el hermoso cielo estrellado y la luna llena a su máximo esplendor, volteé a ver a Aranza y lucía como un ángel tierno reposando entre las flores disfrutando de un sueño profundo, la luz de la luna le acariciaba suavemente el rostro; acomodé la cortina nuevamente, me le acerque poco a poco a ella, le di un beso tierno en la frente, noté que sonrió levemente y mirando el reloj me daba cuenta que eran ya las 5.30 de la madrugada; convencido de dormir un poco aunque sea una hora y media más, puesto que tenía que recibir al grupo turístico de la comunidad gay; así que me metí entre las sabanas, percatándome que estaban húmedas de mi gran eyaculación, hice unos gestos de inconformidad pero me había vencido el cansancio, decidí no darle importancia y me acomode sobre la almohada quedándome nuevamente dormido vencido por el sueño.
No cabe duda que esta luna de miel ha sido muy rara y muy extraña, sigo sin entender muchas cosas, pero yo espero que saliendo de esta por fin entienda y sepa bien lo que quiero porque ni yo mismo sé si en verdad estoy enamorado de Aranza o simplemente por sentirme obligado a casarme por culpa de mi padre solo le sienta a Aranza un cariño especial; pues el ver a Mirna me provocó una sensación rara, pero más rara fue la sensación de ver la cara de furia y decepción de Fede con eso le rompí más su corazón; bueno ya, creo estoy diciendo cantinflada y media, mejor pasemos a lo que sigue pues esto ya acabó y lo próximo a venir es bastante interesante; eso sí les pido de favor que no dejen de apoyarme, me ayuden a entender, comprender y reaccionar que es lo que en verdad deseo, los invito a que juzguen ustedes mismos lo que pasa en estos últimos capítulos de mí…
Luna de Miel.