CAPÍTULO 17.

LO QUE UNA MADRE PUEDE HACER POR SU HIJO.

Un incendio tuvo que terminar con la vida del papá de Sebastián, para que él comprendiera que la homosexualidad de su hijo no era ningún defecto para aborrecerlo, que pudo sobrellevar las cosas y haber tratado de ser un mejor padre, lamentablemente la muerte tuvo que demostrarle que su hijo poseé un gran corazón y un alma llena de luz, sin duda, la ausencia de su padre ha dejado un vacío para la familia de Sebastián, a pesar de lo sucedido era el pilar fuerte de la familia, Sebastián sentía un alivio, porque pudo perdonar a su padre y así él pudiese descansar en paz.

Los días se han pasado rápido, en todo este tiempo, han pasado diversas cosas, pues por un lado Cristian enfrento una denuncia por discriminación a un gimnasio, al cual le tuvieron que llegar a un acuerdo monetario para no acrecentar el problema, pero Cristian opto por que ese dinero fuera para una fundación en ayuda a personas con VIH/SIDA, el gerente y el entrenador fueron despedidos de ese gimnasio por órdenes de los dueños, incluso ahora abundan más gente, y algunas personas al saber el valor de Cristian al destapar su homosexualidad, también decidieron hacer lo mismo, y salieron del famoso “closet” algunos miembros del gimnasio, se declararon bisexuales, otros homosexuales.

Cristian ha estado entre escuela, ensayos con la banda y salidas al cine y a caminar con Sebastián, quien también ha pasado por cambios, uno de ellos es regresar a su casa después de casi 9 meses de no pisarla, él regreso a vivir ahí después de lo acontecido; no sin antes agradecerles a los padres de Miren, a ella, a Benita y Hortensia, por brindarles su cariño, apoyo y comprensión, otro suceso es que los tíos de Sebas, dueños de la cafetería, al recibir los peritos de lo sucedido en aquel fatal incendio, demandaron a la compañía, pues la máquina se las habían vendido como nueva y resulto que era usada y tenía defecto de fábrica, la demanda les ha costado bastante, ya que la empresa se niega a pagar los daños, pues le salen en millones de pesos, pero tienen esperanzas de que todo salga bien y que con ese dinero vuelvan a reconstruir la cafetería, en el ámbito escolar para Miren y Sebastián,  han ido bien, los resultaros del examen de orientación vocacional, los han traído dando vueltas, pues los siguen sin darlos, la segunda fase de los concursos deportivos se aproximan, están a días de irse a donde se efectuaran dichos eventos, entre prácticas y reajuste en la vida personal de Sebastián, ha habido cierto estrés, pero siempre Cristian ha estado para apoyarlo, aunque se interponga Ileana, quien ha dicho cosas e incluso ofendido a Sebastián en la escuela, pero él no le da mucha importancia, ya que como dicen hay que tomar las cosas de quien vienen.

El luto en casa de Sebastián ha pasado, aunque se siente el vació en la casa, poco a poco se están acostumbrando; la lectura del testamento se llevó acabo días atrás, otorgándole a Julieta los derechos de las 3 casas que estaban a nombre de Jorge, que al morir él, pasaban automáticamente a su esposa, a sus hijos les dejo diversos bienes, más a su hija, Sebastián se le fue otorgado la disposición de los 2 carros que tenía su padre, quienes estaban en desacuerdo eran las tías, hermanas de Jorge, quienes querían impugnar el testamento, pero se le fue denegada su petición, al ser incongruentes con las cosas, además tenían a favor la denuncia antes interpuesta y la demanda de divorcio que dio el fallo a favor de Julieta y sus hijos.

Una mañana de sábado Sebastián y su mamá se encontraban haciendo labores de hogar, cuando se escuchó el timbre sonar, Julieta abrió la puerta, y una joven con bastón le dijo amablemente.

- ¡Buenos días! ¿Aquí vive Sebastián Solís?

– Julieta amablemente contesto. – Buen día, si, si aquí vive.

– Sebastián se acercaba poco a poco y pregunto. - ¿Quién es mamá?

– Julieta quien volteando le dijo. – Una amiga tuya, te vino a ver.

– Sebastián desconcertado dijo. – Amiga, la única que sabe dónde vivo es Miren y 2 amigas de ella, nada más, a ver deja veo quien es.

– Sebastián se acercó y abrió bien la puerta y sin pedir permiso Ileana se metió a la casa y dijo.

– Vaya, con que aquí vives, bueno pues era de esperarse, alguien como tú no aspira a mucho.

– Julieta le dijo molesta. – Señorita, esas no son formas de entrar a una casa y mucho menos ajena.

– Ileana de forma grosera le dijo.

- ¡Ay señora! ¡Usted no es nadie para decirme que debo hacer! ¡Aprenda a educar a su hijo! ¡Que anda de resbaloso con mi novio!

– Julieta puso cara de disgusto y miro a Sebastián, y él dijo.

– Mamá, esta… esta, pues esta señorita, está molesta, por que Cristian antes era su novio, pero después que aclaró sus dudas pues descubrió su homosexualidad.

– Julieta algo confundida dijo. – No entiendo, Cristian era novio de esta chiquilla.

– Ileana sonriendo con mirada rencorosa le dijo.

– Si señora, yo soy la novia de Cristian, pero su hijo esta crédulo a que él lograra tener una relación seria con su Cristian, pero aquí su mariposa confunde el amor con placer y curiosidad.

– Sebastián se estaba molestando y le dijo. – Ileana será mejor que te vayas y respetes mi casa y a mi mamá, ¡Por favor, vete!

– Ileana empezó a reírse y le dijo sarcásticamente.

– No me digas que te avergüenza aún que tu mamá sepa que le quitaste el hombre a una mujer, y que peor aún lo volviste gay.

– Julieta enojada le dijo. – Señorita, si viene armar una escena de celos, por favor en mi casa no, así que váyase ahorita mismo, es más yo misma la voy a sacar de aquí, ¡Vamos! ¡Vamos! Nadie viene hablar de mi hijo y mucho menos en mi propia casa

– Julieta tomo del brazo a Ileana y la jalo sacándola, pero ella forcejeando le decía.

- ¡Suélteme, aleje sus cochinas y asquerosas manos de mí india asquerosa! ¡Mejor agarre al adefesio de su hijo!

– Julieta enojada la soltó y le dijo. – A mi hijo lo respetas, a mi dígame lo que se le venga en gana, ¡Pero a mi hijo respételo!

– Ileana le sonrió, apretando el bastón, le dijo.

– Respetar a alguien que solo nació por error, que vino al mundo por desgracia, que busca en otro hombre el cariño que no tuvo de su padre.

– Sebastián estaba que reventaba de coraje gritándole.

- ¡Ileana será mejor que te vayas! ¡No quiero hacerte una grosería! ¡Por respeto a que eres una mujer, te pido que te vayas!

– Ileana mofándose de una forma cruel le dijo.

– Sebastián, no me digas que además de gay, quieres darte poses de caballero, pobre de tu padre, es una lástima que se haya muerto él y no tu; qué favor hubieras hecho a la ciudad, un joto asqueroso menos en la tierra, descuida, existe el suicidio, pronto recurrirás a él cuándo logre que Cristian regrese conmigo, porque yo lo hacía disfrutar, porque el si es un hombre hecho y derecho no como tú, que eres una porquería de hombre, que digo hombre, no eres ni eso, no eres hombre, eres un pobre gay, sin oportunidad de ser algo en esta vida, por algo tu padre no te quería, por ser un pobre, maldito homosexual.

Ileana hacía sentir mal a Sebas, Julieta enojada la empujo diciéndole. - ¡Lárguese! ¡Lárguese y no vuelva a insultar a mi hijo!

– Ileana golpeando el piso con el bastón le dijo. – ¡No me voy hasta terminar de decirle sus verdades a la porquería humana que es su hijo! ¡Así que quítese vieja estúpida!

– Julieta fue empujada con él bastón de Ileana y ella volteándose le dijo.

– ¡No voy a permitirle que me empuje e insulte! ¡Mucho menos en mi casa, mocosita insolente!

– Julieta le lanzo dos bofetadas a Ileana de mejilla a mejilla,  llena de odio, se incorporó y le dijo a Julieta.

- ¡Esto no se queda así, india asquerosa!

– Ileana le intentó dar una cachetada a Julieta, pero ella logró detenerle la mano, y sujetándola con fuerza le dijo.

– No vuelvas a pisar mi casa y mucho menos insultar a mi hijo o sabrás lo que es capaz de hacer una madre por su hijo.

– Sebastián tomando de la cintura a Ileana, la saco de la casa, pero ella burlándose le dijo.

– ¡Claro! ¡No puedes defenderte solo! ¡Porque no puedes! ¡Te hacen falta testículos para defenderte! ¡Cómo eres marica no puedes!

– Sebastián le sonrió y le dijo. – Si tienes razón, necesito que me defiendan, puesto que yo como hombre, soy enemigo de golpear e insultar a una mujer.

– Ileana soltando una carcajada le dijo. - ¡Por favor! ¡Hombre tú! ¡Mírate en un espejo! ¡No eres más que un pobre joto que necesita trabajar para poder pagar la escuela, pobre infeliz me das pena!

– Sebastián ya fastidiado de Ileana le dijo. – Tienes muchísima razón Ileana, los hombres no le pegan a una mujer, ni con el pétalo de una rosa, pero como me acabas de recordar que soy gay pues me voy a defender.

– Ileana sonriéndole burlonamente dijo. - ¿A si? ¿Dime cómo le vas hacer?

– Sebastián bastante enojado le lanzo una bofetada y le dijo. - ¡Esto es por venir a ofender a mi madre y a mí!

- Ileana agarrándose la mejilla se incorporó y Sebastián le lanzo otra cachetada y le dijo. - ¡Esta es por haberle pegado a mi mamá!

– Ileana se enderezo y Sebastián nuevamente le lanzo otra bofetada y le dijo. - ¡Esta es por la cachetada que hace tiempo me diste!

– Ileana furiosa trato de golpear a Sebastián con el bastón, pero él le sujetó en el aire y le dijo.

- ¡Basta! ¡Basta! ¡Ileana ten tantita dignidad, mira como estas terminando! ¡No eras así tan soberbía! ¡Entiende que Cristian ya no te ama, no te ama, ya déjanos en paz! !Lamento haberte golpeado, pero no me dejaste otra opción!

– Ileana empezó a llorar de desesperación y rabía diciendole.

- ¡Juro que me voy a vengar, lo juro, no se va a quedar así, te lo juro maldito, te lo juro infeliz, lo juro!

- Ileana se subió a su carro y furiosa arranco; él enojado se metió a su casa, su mamá le dijo.

– Ay hijo, no debo alegrarme por que hayas pegado a esa señorita, pero se lo merecía.

– Sebastián le dijo a su mamá. – Mamá, a veces siento culpa por la ruptura de Cristian y ella, pero me doy cuenta la clase de chava que es, espero no pase a mayores, aparte es mujer, no mereciá que le pegará, pero me saco de mis casillas. 

– Julieta abrazo a su hijo y le dijo. – Bueno ya hijo, ya paso el trago amargo, ahora apúrate que Cristian vendrá por ti para salir, acuérdate que por fin hoy conocerás a su familia.

- Sebastián agarrandose la cabeza dijo. - !Cierto! !Cierto! Me voy a apurar, no quiero hacer esperar a Cristian, no se que ropa ponerme, tengo nervios, mamá ayudame.

- Julieta y Sebastián continuaron limpiando la casa y sacando cosas que ya no servían, y limpiando lo que fué la recamara de Jorge, el papá de Sebastián.

– Sebastián estaba un poco nervioso, pero eso no le impidió apurarse y hacer sus labores correspondientes, una vez que termino se dio cuenta que el tiempo se había pasado rápido, así que se metió a bañar y se puso guapo para la cena a la que fue invitado por parte de la familia de Cristian, en lo que esperaba que llegaran por él.

Cristian estando en su casa , se encontraba nervioso, pues no sabía la reacción de su familia al ver por fin a Sebastián formalmente como su novio, mientras estaba pensando se vestía y se ponía presentable para la ocasión, para ír por Sebas a su casa. 

En una recamara muy furiosa, Ileana se encontraba, tomando la foto de Cristian le decía

– Juro maldito que me vengare y te daré en donde más te duele, lo voy a hacer, juro que te hare pedirme perdón, lloraras lágrimas de sangre infeliz, de mi cuenta corre que tu regresaras conmigo, y el estúpido de Sebastián se lamentara haberse metido conmigo, lo juro.

– Ileana estaba llena de odio, rencor y envidia pues el haber sido muy bonita, coqueta y cariñosa con Cristian, al final de cuentas no pudo lograr que él se enamorara de ella, sino siempre tuvo en sus pensamientos a Sebastián, aun sin saber que él era ese joven con el que había bailado meses atrás en esa fiesta de disfraces, Cris siempre estuvo enamorado de un joven y nunca de ella, eso es lo que le duele más, que le gano un chavo en vez de una chava, ¿Qué sucederá?

Rockeando al Destino.