Capítulo Veintiocho.
La noche es…”Pasión al sabor”. (Parte III)
Aura saliendo del baño donde se había encerrado para llorar sin ser vista, se miró al espejo, se limpió la cara y retocándose el maquillaje se decía.
– Debo de lucirme y verme bien, aún no está todo perdido, aquí no pasó nada, esta noche es de “Pasión al sabor”.
– Al termino de retocarse el maquillaje y como si no hubiera sucedido algo, salió del baño, regresando a la mesa dónde estaban todos conversando de lo bien que les estaba yendo con el restaurante.
Irene al ver a su hermana con los ojos hinchados le pregunto discretamente. - ¿Estuviste llorando verdad?
– Aura moviendo la cabeza negó haber llorado, pero Irene mirándola bien le dijo. – Aunque lo niegues lo estabas, no entiendo por qué te pones así, ¿Sucedió algo con Iván, cierto?
– Aura triste le dijo a su hermana. – Sucedió lo que debía de suceder.
– Irene desconcertada le pregunto. - ¿Qué debía de suceder?
– Aura agacho la cabeza y dijo. – Se casó.
– Irene se sorprendió y le dijo a su hermana. – ¡Qué bien por él! Tuviste la oportunidad y la dejaste ir.
– Un mesero se acercó a la mesa con unas copas de champagne, de las cuales Aura tomo una y se lo bebió de golpe, siendo observada por todos los miembros de la mesa de forma extraña y su hermana la veía con cierta pena y un poco de tristeza de verla de esa forma, sin embargo ellos no hicieron preguntas sobre la forma de que Aura estaba tomando y continuaron charlando.
Después de un rato y de tan amanea charla, Marcela interrumpió a su hijo Pablo diciéndole muy discretamente. – Creo ya es hora de dar la sorpresa.
- Pablo nervioso le dijo. – Si ya es hora, ahorita regreso.
– Pablo levantándose de su silla, amablemente les dijo. – Si me disculpan, voy al carro, se me olvido algo.
– Ángela muy curiosa pregunto. - ¿Qué es amor?
– Pablo le sonrió y contesto. – Ahorita lo vas a ver, espera un momento.
– Pablo nervioso salió del restaurante para traer una sorpresa para Ángela.
Gabriel y Miguel algo confundidos se miraban, mientras que Marcela y Erick se sonreían pues sabían lo que estaba por acontecer, Irene y Aura platicaban con Luz sobre sus vestidos y de donde los habían ido a comprar, mientras que Tulio estaba un poco triste y decaído desde que Luz le pidió el divorcio, él disculpándose con los presentes en la mesa, se dirigió al baño.
Entrando ahí se miró al espero, se echó agua fría en la cara y preguntaba. - ¿Qué me pasa? ¿Por qué me siento así? ¿Estaré enfermo?
– Tulio sentía un poco de malestar en el cuerpo, como si se fuera a resfriar, tocándose la frente, exclamo. - ¡Tengo temperatura!
– Tulio salió del baño, camino a la cocina y pregunto si tenían alguno de los chefs o meseros alguna pastilla para bajar la temperatura, uno de los meseros le dio dos pastillas que le bajarían la fiebre y lo harían sentir bien, con un vaso de agua, se tomó las pastillas y se regresó a la mesa.
Erick lo vio un poco raro y le dijo al oído de Gabriel. – Algo le sucede a Tulio, se ve muy pálido.
– Gabriel mirando de reojo a Tulio le dijo. – Si, debe ser que tomo demás, sea lo que esté sucediendo, a mí no me incumbe.
– Erick un poco molesto le dijo. – Gabriel no seas así, es tu amigo.
– Gabriel se volteó, le dio un beso en la mejilla y le dijo. – No es mi amigo, nunca lo fue, solo un conocido más.
– Gabriel continúo conversando con sus hermanos y Marcela.
Luz buscando entre las personas se preguntaba donde estaba su primo, al no saber de él pregunto. – Disculpen que interrumpa pero, ¿Saben en dónde está mi primo Edson?
– Luz al notar cierta incomodidad preguntó. - ¿Hizo algo verdad?
– Marcela en tono serio le contestó. – Sobrina, Edson agredió a mi hijo y lo golpeó, Gabriel tuvo que pedirle que se fuera del restaurante por la forma en que se expresó.
– Erick agachando la cabeza por pena, Luz amablemente le dijo. – Erick descuida no agaches la mirada, conozco a Edson y es algo pesado, Gabriel hiciste bien en correrlo, creo que por eso no se siente la mala vibra.
– Erick alzo la cabeza y le sonrió a su prima diciéndole. – Gracias.
– Luz se le acercó y le dio un beso y un abrazo, estando cerca le dijo. – Bueno primo espero no haya sido grave el golpe, ¿Me permitirías hablar a solas un momento con Gabriel?
– Erick le sonrió y contestó. – Descuida un leve golpe nada más y claro que te permito que hables con Gabriel.
– Gabriel volteando al escuchar su nombre pregunto. – ¿Qué pasa? ¿Hablan de mí?
– Erick le dijo. – Peludo, mi prima quiere hablar contigo.
– Gabriel amablemente dijo. – Si claro, ¿Qué sucede Luz?
– Luz le sonrió preguntando. - ¿Podemos hablar un momento a solas?
– Gabriel amablemente respondió. – Si claro con gusto, ven vamos a fuera.
– Gabriel se levantó de su asiento y ambos amablemente se disculparon.
Tulio los miraba sospechosamente y pensaba. – ¿De que irán a hablar?
– Mientras que Miguel no dejaba de admirar la belleza y la hermosa silueta del cuerpo de Luz, en lo que caminaban, él la miraba pensando. – !Que mujer tan más hermosa, con ella si me caso!
- Gabriel y Luz estando a fuera, él le dijo disculpándose. – Bien, si quieres hablar de lo que sucedió hace unos momentos con tu primo, la verdad me dieron ganas de pegarle, hizo sentir mal a mi gnomo y eso no lo iba a permitir así que por…
- Luz interrumpió diciéndole. – No, sobre eso no quiero hablar, sino de asuntillos que involucran el trabajo con nuestra amistad.
– Gabriel desconcertado por lo dicho, pregunto. - ¿De qué se trata?
– Luz apenada contestó. – Trata sobre lo que sucedió hace tiempo, ese pequeño pleito que tuvimos fue algo muy incómodo, me he sentido muy apenada y mal por lo sucedido, no habíamos tenido oportunidad para hablar y para que yo me disculpara y…
- Gabriel poniéndole su dedo índice en la boca callándola, amablemente dijo. – Sobre ese asunto ya está más que olvidado, dijiste muchas cosas ciertas, mi ceguera era psicológica, porque tenía miedo a ver mi soledad, pero Erick me ayudo a enfrentar mi realidad y la ausencia de Esteban, entiendo bien que Tulio es tu esposo y que lo amas, pero eso no es motivo para que no lo hayas denunciado, he tratado de ser tolerante ante la situación, pues me he contenido a las ganas de romperle la cara, lo hago por ti y por Erick.
– Luz le sonrió, quitándole el dedo de su boca, Gabriel le sonrió diciendo. – Eres como mi hermana, un gran apoyo para mí, te quiero mucho.
– Luz lo abrazo diciéndole. – Gabriel eres un ser único, muy tierno, dulce, amable, bondadoso, un ser bello, ojala recuperes a la perfección tu vista.
– Gabriel contento al abrazar a su amiga dijo. – Merezco volver a ver para verte feliz con alguien más.
– Luz separándose de Gabriel le dijo en todo de desánimo. – Sobre eso también quiero hablarte, hace unos días antes de que mi mamá muriera, le comente de lo que me había sucedido y el motivo por el cual me case con Tulio, y pues ella al enterarse de ese suceso estaba de acuerdo con que me divorciará cuando antes de Tulio…
– Gabriel interrumpió diciendo. - ¡Tu mamá ya sabía lo que Tulio te hizo! Disculpa continua.
– Luz siguió hablando. – Si ella ya lo sabía, murió sabiendo lo que sucedió, en fin solo quiero decirte que estoy decidida a divorciarme de él ya que solo nos casamos por el civil y pues debido a que iniciare el proceso de divorcio en días próximos, quiero pedirte de favor, es que me apoyes permitiéndome ser parte de la gerencia de este restaurante, como tú eres el dueño mayoritario quiero pedirte ese gran favor.
– Gabriel no muy de acuerdo le dijo. – Luz si te vienes aquí no habrá quién se haga cargo del restaurante de Guadalajara.
– Luz le dijo. – Lo sé, pero Tulio puede hacerse cargo, él allá y yo aquí.
– Gabriel dudando le dijo. – Mira Luz, no te prometo nada, pero en los siguientes días lo pensaré, con gusto te daré una respuesta sobre tu petición, pero una cosa si queda claro, si necesitas recursos económicos yo estoy dispuesto a ayudarte en lo que sea.
– Luz le dijo muy agradecida. – Gracias Gabriel, eres un ser como ya lo dije muy bello y noble, sin duda alguna te admiro, pero tengo entendido que te encargarás de pagarles a los empleados de Guadalajara el dinero que Aura no les dio.
– Gabriel guiñándole el ojo dijo. – Si, tú eres una de las afectadas con esos pagos al igual que Tulio, por eso con más razón quiero ayudarte.
– Luz le dio un beso en la mejilla y lo abrazo tiernamente, en eso Pablo venia de regreso con una gran y notable caja de chocolates.
Al verlo venir, Luz dijo. – Mira ahí viene Pablo, trae una caja enorme de chocolates.
– Gabriel separándose de Luz, volteó y preguntando sorprendido. - ¿Qué será lo que trae entre manos?
– Luz le contestó. – Pues entre manos, dedos y entre dedos la caja.
– Ella se rio y Gabriel igual, diciéndole. – Que chistosa.
– Pablo al verlos les dijo ya cerca. – Supongo mueren de curiosidad por saber qué es lo que traigo aquí, que esperan entren.
– Pablo se metió y tras de él, Luz y Gabriel que se morían de la curiosidad. ¿Qué será?
Luego de un gran trayecto recorrido en el taxi, Edson ingresaba a la casa muy enojado por ser corrido del restaurante, y porque Gabriel y Erick eran felices, subiendo las escaleras, se dio cuenta que Alejo estaba en bóxer en su habitación.
Él entro y le dijo. – Al parecer sueño no tienes, no te cansaste con lo que hicimos, ¿Verdad tío?
– Alejo al verlo le contestó. – Pues no mi zorrita, mira como tengo esto, lo tengo como fierro.
– Edson estaba enojado, pero las ganas del sexo no se le quitaban, así que quitándose el saco y desvistiéndose le dijo. – Hagamos lo que mejor sepas hacer, sirve que así me quitas el mal humor.
– Alejo se enderezo de la cama, agarró a Edson de la cintura y lo empezó a tocar mientras se besaban.
Edson dejándose llevar le decía. – No te has bañado.
– Alejo le contesto mientras le besaba el cuello y los hombros. – Te gusta el olor a macho; ¿No es así perrita?
– Edson mordiéndose el labio muy excitado le contestó. – Si me encanta tu olor, anda que esperas cógeme.
– Alejo lo cargo, lo aventó a la cama y quitándose el bóxer le dijo excitado. - ¡Mámamelo! ¡Anda chupa! ¡Chupa y sácame todo lo que tengo dentro!
– Edson de una forma pasional y lujuriosa a la vez, le empezó a hacer un sexo oral, Alejo lo tomaba de la cabeza y controlaba los movimientos, lo besaba y lo volvía a hacer chupar, así estuvieron unos minutos y ya luego Alejo ensalivando el recto de Edson, lo empezó a penetrar de una forma fuerte, dominante, posesiva, Edson gemía y gritaba de placer, apretaba fuertemente las sabanas y se mordía el labio inferior.
Alejo lo nalgueaba y le decía. - ¡Que rico culito tienes! ¡Que rico estas! ¡Así muévete!
– Edson y Alejo jadeaban de placer sexual mientras no estaban nadie más en la casa.
En el restaurante.
Pablo muy nervioso les decía. – Bueno, antes que nada quiero agradecerle a mi hermano y mi mamá la idea que me dieron para este regalo.
– Ángela sorprendida y confundida pregunto. - ¿Regalo? ¿Sorpresa?
– Irene, Aura y Luz miraban curiosamente la caja, dándose cuenta que era una caja especial de chocolates, la cual Irene dijo emocionada. - ¡Pues que regalo tan genial! ¡Mira que mandar hacer una caja especial de chocolates!
– Aura un poco mareada dijo. - ¡Debió haberte salido muy cara!
– Luz sospechando dijo. – Creo saber que para dónde va la caja de chocolates.
– Miguel, Gabriel y Ángela estaban muy confundidos y se miraban entre ellos.
Erick sonriendo dijo. – Hermano no agradezcas nada, mejor apresúrate a lo que vas a hacer.
– Pablo nervioso dijo. – Bien, tienes razón, Ángela mi amor, ¿Podrías abrir la caja?
– Ángela se levantó de su lugar y acercándose a la caja empezó a abrirla, la gente que estaba aún en el restaurante veían con mucha curiosidad esa caja.
Sus hermanos estaban tan pensativos y Marcela les dijo emocionada. - ¡Ay muchachos, deben alegrarse y no poner esas caras de rareza!
– Miguel pregunto. - ¿Usted sabe lo que sucederá?
– Marcela le dijo sonriéndole. – Si, fue un encargo que se mandó hacer hace un par de semanas y está listo.
– Gabriel pregunto. - ¿Qué es?
– Erick le contesto. – Pues pon atención.
– Ángela abriendo la caja, quito un papel y se daba cuenta que había chocolates de diferentes formas, tamaños, figuras y colores; pero había uno muy especial que estaba en medio de la caja, era una rosa de chocolate, la cual tenía algo en el centro que brillaba.
Ángela muy desconcertada no sabía que era, Pablo bastante nervioso exclamo. - ¡Atención gente! ¡Su atención de favor! ¡Quiero que sean testigos de algo fabuloso!
– Toda le gente del restaurante interrumpió su cena y poniendo mucha atención a lo que sucedía en la mesa del fondo.
Ángela nerviosa dijo. – Pablo, me estas poniendo nerviosa.
– Pablo le dijo tomándola de las manos. – No creo que tengas más nervios de los que yo tengo.
– Gabriel y Miguel impacientes solo veían brillar el centro de la rosa, Aura, Luz e Irene estaban emocionadas por que sucediera el acontecimiento, Tulio miraba con curiosidad y esperaba el momento.
Erick y Marcela mirando a Pablo impacientes le dijo ella. – Hijo por amor de dios, haz lo que debes hacer.
– Erick apoyando a su hermano le dijo. – Vamos que la gente está impaciente.
– Pablo reaccionando, muy nervioso y tembloroso dijo. – Si, si disculpen, bien pues, teniendo la atención de ustedes, quiero que sepan que a esta mujer la amo muchísimo, la amo demasiado, es el ser con el que me gustaría estar toda mi vida, nuestro amor ha vencido diversos problemas laborales y personales, que poco a poco hemos superado, esta mujer es una maravilla, hermosa, talentosa, especial, inteligente, leal, fiel y muy honesta a sus sentimientos.
– Ángela derramando unas lágrimas le sonrió, Pablo tomándole las manos le dijo. – Ángela, quiero que tomes ese chocolate en forma de rosa y lo muerdas.
– Ángela muy desconcertada dijo. – Comer, ¿Es enserio?
– Pablo le dijo nervioso. – Si es enserio, ese chocolate es especial para ti, tiene una sorpresa que cambiará nuestra relación.
– Ángela nerviosa tomo el chocolate y al ver brillar su centro, exclamo. - ¡Oh por dios! ¡¿Es lo que creo que es?!
– Pablo se arrodillo y le dijo muy nervioso. – Ángela Cantú, ¿Te quieres casar conmigo?
– Ángela nerviosa no sabía qué hacer, si morder el chocolate para sacar el anillo del interior o contestarle, sus hermanos Miguel y Gabriel emocionados se levantaron de sus lugares, ella los volteó a ver, nerviosa mordió el chocolate varias veces para sacar el anillo.
Al verlo, casi llorando de la emoción se lo coloco en el dedo y felizmente contesto. – Pablo, te amo, claro que quiero ser tu esposa.
– Pablo emocionado la cargo besándola tiernamente y toda la gente ahí presente aplaudía emocionados de verlos tan contentos, todos en la mesa se levantaron y acercaron para felicitarlos por tan maravillosa noticia.
Gabriel le dijo a su cuñado emocionado. – Espero hagas feliz a mi hermana, me da gusto que se vayan a casar.
– Miguel se acercó diciéndole. – Quiero felicitarte por la forma tan original de pedirle matrimonio a mi hermana.
– Pablo aun nervioso les dijo. – Descuiden, cuidare y hare muy feliz a Ángela, ella es mi todo; sobre la petición, la idea no fue del todo mía, sino de mi hermano Erick, él me ayudo a aplanear todo esto y mi mamá fue la que se comunicó con la dulcería para solicitar el pedido de chocolates y así poderle pedir matrimonio a mi Ángela.
– Gabriel sonriendo dijo. – Mi gnomo es un genio y mi suegra también.
– Miguel contento dijo. – Pues que originalidad la de mi cuñado Erick y de la señora.
– Erick se acercó a ellos y dijo. – Espero no estén amenazando a mi hermano.
– Miguel dijo. – Para nada, eso es después de la boda.
– Gabriel le agarro la mano a Erick y le dijo. – Gnomo eres un genio, ya nos platicó Pablo que la idea de la petición de mano fue tuya.
– Sonrojado Erick dijo. – Si, pues fue algo que se me ocurrió no creí que fuera a impresionar y gustar mucho, pero ahora la pregunta es; ¿Qué haremos con tantos chocolates?
– Gabriel preguntó. - ¿Cuántos mandaron hacer?
– Erick respondió. – La caja fue mandada hacer especialmente para mil quinientos chocolates y un chocolate especial con el anillo incluido.
– Miguel sorprendido dijo. - ¡Wow! Eso explica el tamaño de la caja.
– Pablo con una idea en mente exclamo. - ¡Tengo una idea!
– Pablo aplaudiendo exclamo. - ¡Gracias por ser testigos de este maravilloso momento! ¡Los invito a todos ustedes público consumidor del restaurante que pasen a comer y porque no a llevarse chocolates! ¡Son gratis!
– Erick sorprendido dijo. - ¡Hermano! ¡Qué gran idea tuviste!
– Marcela se les acerco y dijo. – Pablo sin duda alguna esta fue una idea muy buena, dudo mucho que mil quinientos chocolates nos los acabáramos entre todos nosotros.
– Gabriel agarrándole la mano a Erick les dijo. – Bueno pues si me disculpan, quiero echar novio a solas, con su permiso.
– Ellos continuaron su plática y seguían felicitando a Pablo y Ángela por su próxima boda; mientras que Gabriel se apartó de ellos de la mano de Erick, mientras la gente se paraba para dirigirse a comer chocolates de esa caja.
Gabriel y Erick estando a fuera del restaurante, justo en el jardín, él muy enamorado le dijo. – Mi amor, aparte de ser el ser que me llena de energía día a día, además de ser ingenioso y creativo, ¿Qué más tienes para que me enamore más de ti?
– Erick sonrojado le contestó. – Para que te enamores más de mí no tengo nada más que ofrecerte, solo mi ser, mis sentimientos, mi amor, mi vida.
– Gabriel lo beso tiernamente y le dijo. – Quiero y deseo que tú y yo seamos él uno para él otro siempre.
– Erick agarrándole las mejillas dijo. – Gabriel es lo que más deseo, que tú y yo siempre estemos juntos, te amo, te amo mucho.
– Gabriel sonriéndole dijo. – Esta nueva oportunidad de amar que se me presenta no la desaprovechare, Erick ¿Quieres casarte conmigo?
– Erick nervioso titubeo diciendo. – Pero… si… digo no… pero…
- Gabriel tomo la cara de él en sus manos diciéndole. – Si, nos casamos, no ahorita, pero tal vez en un año sí.
– Erick sonriéndole lo abrazo diciéndole. – Sí, sí, sí, sí, sí, quiero casarme contigo, quiero ser parte de tu vida siempre.
– Gabriel lo cargo diciéndole. – Me haces el peludo más feliz del mundo, te amo Erick te amo.
– La pareja estaba muy feliz y enamorada, ahora solo les queda esperar el momento perfecto para unir sus vidas en matrimonio.
Mientras tanto Alejo y Edson, en una salvaje y apasionante escena sexual, ambos muy exhaustos, finalizaban su encuentro, consumiendo las ganas lujuriosas y sus bajas pasiones.
Alejo sudado acostado dijo. – Estabas muy excitada mi zorrita.
– Edson estirándose en la cama dijo. – Si, cuando me hacen enojar descargo mi enojo en el sexo, para que hacer corajes pudiendo hacer diferentes posiciones sexuales con alguien como tú.
– Alejo se arrimó hacia él y le dijo. – Tengo muchas ganas de seguirte cogiendo.
– Edson se volteó y dándole un beso en la boca, dijo. – Después, debo volver a ducharme y salir, es noche de antro y debo de divertirme.
– Alejo lo agarró del brazo y le dijo. – No me engañes, eres mi zorra, mi puta, eres mía chiquita, me gusta tenerte en mi cama y sentir como te retuerces de placer.
– Edson sonriendo lujuriosamente le dijo. – Descuida, no he conocido a un cincuentón que se le erecte el pene de esa forma como a ti se te para, así que sigues siendo mi activo preferido.
– Dándole un beso en la boca y lamiéndole el pecho, Edson se le encimo a Alejo y le dijo. – Me gusta cómo me lo haces, pero tengo deseos de experimentar cosas nuevas.
– Alejo ansioso le pregunto. - ¿Cosas nuevas? ¿Cómo?
– Edson sonriéndole contestó. – Pues digamos que lo hiciéramos en el bosque, un parque solitario, algún lugar público pero sin gente, al aire libre, ¿Me explico no?
– Alejo tomándole la cintura a Edson le dijo. – Conozco un lugar perrita, es cuestión que nos organicemos y vamos.
– Edson al ver la hora en el reloj del buró de Alejo, se quitó diciéndole. – Debo irme, tengo que apresurarme a cambiar, quede con unos amigos en salir y no quiero dejarlos plantados.
– Edson desnudo recogiendo su ropa mientras que Alejo le dijo. – Procura no llegar días después.
– Edson con su ropa en las manos sonrío diciéndole. – Eloísa ya está muerta, ya puedo regresar a dormir felizmente a esta casa.
– Edson le guiño el ojo y salió de la recamara para irse a la suya donde se bañó velozmente y se vistió de nueva cuenta, pero esta vez de forma muy misteriosa sacaba una mochila de su closet con ropa, sin ser visto por Alejo, la puso fuera de su habitación, entrando a la recamara de Alejo y al escuchar que se estaba bañando le dijo. – Bien tío, me despido, no ha de tardar en llegar Luz y Tulio, regreso antes de que amanezca.
– Alejo bañándose dijo. – Bien sobrino, cuídate mucho.
– Edson sonriendo tomo la mochila y salió de la casa rumbo a un centro nocturno de la ciudad de México en zona rosa, dónde ahí, él entrando por una puerta discreta, una persona de seguridad que estaba ahí, al verlo pasar le dijo. – Bienvenido, pensamos que por la muerte de tu tía no vendrías a trabajar.
– Edson sonrió diciéndole. – Y perder a mis clientes, dejar que otros ocupen mi lugar y que se lleven la noche. ¡Ni de chiste! ¡Nos vemos adentro!
– Él personal de seguridad le dio paso y Edson subió unas pequeñas escaleras, donde entro a un cuarto y un chico que estaba ahí le dijo. – Mana, te estabas tardando mucho, hasta pensamos que no vendrías.
– Edson le sonrió y dijo. – Hugo, jamás faltaría a lo que me gusta hacer, jamás.
– Hugo lo hizo sentar y le dijo. – Lo se amiga, lo sé, bueno. ¿Trajiste lo que dijiste que traerías?
– Edson dándole la mochila contesto. – Si, traigo eso y otras cositas.
– Hugo sacando unos vestidos y unas zapatillas, emocionado le dijo. - ¡Ay mana! ¡Este vestido esta sensacional!
– Edson mirándose al espejo dijo. – Bien pues empecemos, que la noche es joven y yo ansió de ganas de estar con mis amantes.
– ¿Cuál será ese secreto de Edson, qué Pablo y Marcela saben?
Regresando al restaurante.
Ya estaba casi vació, Tulio y Luz ayudaban a los meseros a levantar platos y copas, Ángela y Pablo a acomodar sillas y mesas, Miguel, Erick, Marcela e Irene hacían lo mismo pero en la planta alta del restaurante para que así los empleados del restaurante no salieran tan noche del lugar.
Gabriel quién estaba despidiendo a unas personas muy amablemente y agradeciéndoles por haber estado presentes no se daba cuenta que Aura lo miraba con cierto cariño.
Un poco ebria ella se le acerco preguntándole. - ¿Podemos hablar?
– Gabriel despidió a sus conocidos y al voltear a verla le dijo. – Aura estas borracha, ven vamos a sentarnos y hablamos con calma.
– Aura siendo agarrada por Gabriel caminaron y se sentaron en una mesa ya desocupada, donde ahí Aura le dijo. – Jamás voy a poder igual el amor que te siente Erick y jamás podre igual el amor que te tuvo mi hermano.
– Gabriel desconcertado dijo. – Aura, ¿De qué hablas?
– Aura le contesto. – Gabriel te confesé hace tiempo que estaba enamorada de ti, por culpa de ese amor perdí muchas oportunidades, quiero pedirte perdón por lo que hice con el dinero, perdón por querer ser igual a Esteban, perdóname.
– Gabriel le agarro la mano diciéndole. – Aura eso ya está más que olvidado, te deje en claro que lo mío son los chavos, pero ahora lo que quiero saber es ¿Qué hiciste con ese dinero?
– Ella le contesto derramando unas lágrimas. – Deberías mandarme a la cárcel, soy una mala mujer, una mala persona, les robe a personas que lo necesitan para querer tratar de ser como Esteban.
– Gabriel desconcertado le dijo. - ¡Por favor explícate!
– Aura rompiendo en llanto le dijo. – El dinero lo estuve ocupando para tener la casa como un palacio, para tener mi hogar como una reina, gaste la herencia de mi hermano en arreglos y decorados para la casa, en el carro y como me estaba quedando sin dinero, decidí hacer unas transferencias de dinero durante este tiempo a mis cuentas bancarias, pero te juro que todo lo hice porque quería tener la casa convertida en un palacio para que tú te enamorarás de mí y te sintieras a gusto en la casa, quería que te sintieras en ambiente, pero lo hice por ti.
– Aura llorando, la abrazo Gabriel y la consolaba.
Ella correspondió al abrazo y le dijo. – Perdóname por favor, perdóname, perdóname te lo suplico perdóname.
– Irene bajaba las escaleras y al verlos abrazados, temerosa se les acerco y pregunto. - ¿Qué sucede?
– Gabriel le respondió. – Ya me dijo lo que hizo con el dinero.
– Irene nerviosa exclamo preguntando. - ¡¿La demandaras?! ¡¿Mandarás a mi hermana a la cárcel?!
– Gabriel moviendo la cabeza le respondió. – No, no la demandaré, pero esto no se quedará así.
– Aura un poco más calmada le dijo. – ¿No me vas a demandar? Gabriel merezco que me metas a la cárcel, soy una ladrona.
– Irene la agarro de los hombros diciéndole. – Hermana cálmate, bebiste de más.
– Gabriel les dijo. – Si eres una ladrona, pero lo que hiciste tiene justificación, creíste que me iba a enamorar de ti por el simple hecho de que decoraste y adornaste tu casa para que me sintiera con la presencia de Esteban, pero no, Aura tu misma dijiste, que por tu obsesión hacia mí perdiste muchas oportunidades, creo que ese es suficiente castigo para ti, pero debo decirles que la situación no se va a quedar así.
– Irene nerviosa dijo. – Gracias Gabriel por ese noble gesto pero, ¿Qué piensas hacer?
– Aura sollozando pregunto. - ¿Cómo lo solucionaras?
– Gabriel un poco apenado les contestó. – Bueno, aun poseo dinero de la cuenta que me dejo Esteban en el banco de Europa, a lo mucho son como cinco o diez millones de euros, suficientes para saldar los pagos de los empleados, pero yo me veré forzado a cobrarme, pues con toda la pena del mundo pero tendré que quitarles la casa.
– Aura e Irene muy sorprendidas ante lo dicho por Gabriel, que él continuó diciéndoles. – Tranquilas, no van a quedarse desamparadas, en los próximos días veré el adeudo que se debe en total, mandaré a que hagan una valuación de su casa y si los precios son similares, procederé con quitarles la casa.
– Irene un poco triste dijo. – Bueno, si eso es a cambio de que mi hermana no vaya a la cárcel, se hará lo que tú digas.
– Gabriel un poco apenado les dijo. – Lamento mucho decirles eso, pero es la única forma que se me ocurre para poder ayudar a los empleados y no hacer pagar a Aura en la cárcel.
– Aura con ganas de llorar lo abrazó diciéndole. – Gabriel eres un ser muy bondadoso, muy gentil, eres un ángel, lamento mucho lo que cause.
– Aura separándose de Gabriel muy arrepentida dijo. – Gabriel gracias por ser tan bueno y generoso, hermana lamento mucho que por mis estupideces y mi obsesión perdamos nuestra casa, lamento mucho haber causado eso, lo lamento mucho.
– Irene abrazó a su hermana y juntas empezaron a llorar, Gabriel al verlas así les dijo. – Las dejo para que hablen a solas, con su permiso.
– Gabriel se dirigió a la cocina para ver en que podía ayudar, dejando a las hermanas hablando sobre la solución que Gabriel les había dado.
Gabriel se portó muy noble con la decisión tomada al no mandar a la cárcel a Aura y cobrarse quitándoles la casa, ¿Creen que hace bien en hacer eso o debería de mandarla a prisión? ¿Cuál es su opinión?
¿Quieres saber que más pasará? descúbrelo en los últimos capítulos de…
En los ojos del amor.
DEBIDO A PROBLEMAS CON LA COMPUTADORA ME AUSENTE UNOS DÍAS, PERO YA ESTOY DE REGRESO PARA ENTREGAR LOS CAPÍTULOS FINALES... ESPERO COMENTARIOS,SUGERENACIAS, OPINIONES SOBRE LA HISTORIA; MUCHAS GRACIAS POR LEERME, UN SALUDO Y MUCHOS ABRAZOS.