Capítulo V
Casualidad, Coincidencia o Destino (Parte 3)
La verdad no tengo idea de la hora que hayamos salido Federico y yo de ese antro, no tengo idea de cuánto tiempo estuvimos derrochando pasión en su departamento, pero sí puedo decirles que dormí como una o dos horas, pues cuando la luz del sol ilumino la habitación del departamento, fue cuando de golpe abrí los ojos, gire la cabeza y me di cuenta que Federico dormía profundamente y muy tranquilamente sobre de mí.
Sin hacer mucho movimiento para no despertarlo, me zafé de sus brazos, recosté su cabeza en la almohada y desnudo me salí de la cama, me puse el bóxer y me dirigí al baño, abrí una puerta confundiéndome con su closet, lo cerré y abrí la siguiente puerta que era la correcta, me metí, me enjuague la boca, me lave las axilas, sacando mi pene lo coloque sobre el lavamanos, abrí la llave de agua caliente y me lave bien, tenía ciertos residuos de semen, olía a pescado y se sentía algo pegajoso; después de eso me sequé, hice del baño y me dispuse a regresarme al hotel; despacio y lentamente salí del baño sin hacer mucho ruido, Federico seguía profundamente dormido.
Mientras observaba su cara, me daba cuenta que feo no era, un chavo bastante bien parecido, cara de porcelana, nariz fina, ojos grandes color café obscuro, ceja cargada, pestañas largas y chinas, una voz no muy varonil, pero sí de hombre, labios delgados y muy buenos para besar, su cabello tan bien cuidado y de un color castaño obscuro y algo que me gusto fue su sonrisa espectacular… Momento, dije, ¿sonrisa espectacular?, que estupidez dije, mi cara de idiota al describirlo, siento que esto no está bien, yo soy heterosexual, ¿O me equivoco?
- Brandon, al parecer tienes sentimientos encontrados, te sientes confundido por lo que hiciste, pero es normal, conforme sucedan las cosas te darás cuenta de lo que en verdad eres y del porque estas aquí.
– No entiendo, de que hablas amigo narrador, no entiendo nada.
– Yo sé que no entiendes, pero descuida, solo déjate llevar.
– Bien, bien, pues seguiré narrando.
Una vez vestido, medio me acomode la ropa, al sentir mi celular, por simple curiosidad lo revise y vaya tremenda sorpresa me había llevado, pues Aranza me había estado marcando desde las 10 de la noche; sin mentirles amigos tenía 23 llamadas perdidas, 17 mensajes de texto y 3 mensajes de voz.
De forma muy nerviosa, no sabía qué hacer, que inventar para ocultar este suceso, entre mis nervios dije. - ¡No puede ser! ¡Maldición!
– Federico abrió sus ojos, dormitado al verme casi por irme me dijo. - ¿Te vas?
– A lo que le conteste de forma inmediata. – Sí, solo era una noche, así que fue un placer, cuídate y que estés bien, hasta luego.
– Me encontraba y me sentía nervioso, así que me salí de su habitación de forma inmediata dejándolo en la cama, camine rápido y ya por irme, abrí la puerta para salir y Federico en bóxer me grito. - ¡Por favor no te vayas!
– Volteé un tanto nervioso, le sonreí y le dije. – Lo siento, debo irme, esto termino.
– Federico camino hacía a mí, se me puso en frente y me miro a los ojos diciéndome. – Quédate, desayunemos y te dejo ir.
– Se veía muy insistente, pero mi deber tenía más prioridad, así que de forma directa le dije. – Mira Federico, solo era una noche, aprende a no sentirte solo, eres un chavo joven, guapo, de buen cuerpo, podrás encontrarte a alguien que te quiera sentimentalmente y no sexualmente, de verdad, muchas gracias por lo de anoche y que te vaya bien.
– Federico suspirando me dijo. – Esta bien, hasta luego, ¿Pero puedo pedirte una cosa?
– Me estaba poniendo muy impaciente y de mal humor, así que dije un tanto alterado. - ¡¿Qué cosa quieres?!
– Federico algo apenado me decía. – Me puedes regalar un beso y un abrazo.
– Su petición me incómodo y con prisa le dije. – Solo te doy el abrazó, el beso te lo debo.
– Federico moviéndome la cabeza en señal de aceptación se me abalanzo y me abrazó fuerte, parecía que él se conformaba con un simple abrazo por parte mía ya que yo solo le sobaba la espalda de forma no muy amorosa como él me abrazaba.
Cuando nos separamos, nuevamente por impulso me dio un beso en la boca, al cual lo correspondí muy suavemente y con ligeros movimientos de cabeza; Federico estaba parado de puntas sobre el suelo y yo solo me dejaba besar, me estaba excitando nuevamente.
Así que decidí empujarlo y decirle. – Lo siento, pero dijiste que solo sería una noche, solo una noche, hasta luego.
– Federico suspiro y lo deje con la palabra en la boca, pues yo decidí irme y dejarlo sin mirar atrás, baje por el ascensor, me subí al auto y me dirigí al hotel, iba manejando y pensando lo que había sucedido, para mí fue una experiencia de una noche, una aventura más, un acostón, un simpe ligue como los demás que tuve en mi etapa de soltería, pero esta vez fue una infidelidad, aunque no lo veo así, puesto que no conozco a fondo a la persona y eso no se puede considerar infidelidad, ¿O sí?.
Bueno el caso fue que al llegar al hotel, deje el carro en manos del valet parking y yo me dirigí a mi suite, no sin antes preguntar en el lobby si me habían dejado avisos de parte de mi padre a la recepcionista en turno, pero ella al verme llegar a preguntar, me dijo de forma sorpresiva y sin si quiera preguntarle aún, que mi esposa se había tratado de comunicar conmigo a la habitación, pero que no respondía al teléfono, que estaba preocupada por no responderle las llamadas y que quería saber cómo estaba.
Por lo que me di cuenta no sospechaban nadie de mi ausencia en el hotel; fue ahí cuando los nervios se hicieron intensos, lo único que pude decirle fue. – Muchas gracias, ahorita me comunico con ella.
– Pero creo que no tenía idea de que decirle, estaba muy nervioso, pues no se me ocurría algo que inventarle; creo mi querido narrador que es turno que continúes con tu trabajo.
– Me parece muy sensato de tu parte Brandon, así que si me permites continuaré contando lo que sucedió, no sin antes dar unos detalles, ¿Puedo?
– Adelante narrador, creo ya es hora que sigas.
– Bien pues será un placer, gracias Brandon.
Después de que Brandon salió sin dejar que Federico le dijera “gracias”, él muy agotado por la noche sexual y pasional que tuvo, se dirigió a la cocina, abrió el refrigerador y saco jugo de naranja, se sirvió en un vaso y comenzó a consumir.
Federico se decía así mismo mientras reflejaba en su mirada un inmenso vacío emocional y personal. - ¿A caso será que nunca pueda ser feliz con alguien? ¿Quién será el hombre que se enamore de mí por lo que soy? Me siento tan vació, tan hueco, tan solo, no merezco vivir, sin mi novio no soy nada.
– Federico a pesar de haber disfrutado mucho el encuentro sexual con Brandon, él se sentía vació, olvidado, sin motivo alguno para seguir viviendo.
Federico al terminarse el jugo, regreso a su habitación, se aventó a la cama y comenzó a oler y suspirar la almohada donde Brandon había estado durmiendo, abrazando la almohada se giró mirando al techo, suspiro diciendo. – Eliot, que guapo eres, nunca pensé encontrarme con un hombre tan caballeroso, tan varonil, tan sencillo, complaciente, tan, tan así, ojala vuelva a toparme contigo, aunque sea solo un momento, no sé porque, pero me siento muy atraído por ti, demasiado.
– Federico con mirada perdida al techo recordaba el momento pasional, poco a poco le fue entrando el sueño y se quedó profundamente dormido con la almohada en brazos.
- Oye, oye amigo narrador, no pensé que Federico se fuera a enamorar de mí, no quería hacerle daño, no quería hacerles daño a nadie, en verdad.
– Brandon, lo hecho, hecho está, ahora déjame continuar a mí, sino comenzarán a sospechar de quién soy en realidad, así que déjame seguir quieres.
– Discúlpame, pero en verdad, me siento mal de saber eso que pasó con Federico, se sentía vacío, solo y triste, todo por mi culpa.
– Brandon, las cosas pasaron por algo, fue la casualidad, la coincidencia o el destino que los pusieron justo en esa situación a todos los involucrados en esto, ahora si me permites.
Una vez que Brandon se enteró de que Aranza requería hablar con él y solo de pensar qué ella pediría una repuesta lógica al no haber respondido sus llamadas y mensajes la noche anterior, se encontraba muy nervioso en su suite, acostado en bóxer no sabía que decirle a Aranza, estaba hecho un manojo de nervios; en eso su celular sonaba, era ella, su esposa, su nerviosismo se hizo inminente, pero armándose de valor se dijo. – No debo porque tener miedo, Aranza no se enterará nunca de lo que paso.
– Tomando el celular contesto diciéndole. – Amor, discúlpame en verdad por no comunicarme contigo.
– Aranza un poco molesta le dijo. – No Brandon, no te disculpo, no respondiste mis llamadas ni mis mensajes, me preocupe mucho por ti al no saber nada de ti amor, ni si quiera contestaste al teléfono de la suite, ¿me dirás porque?
– Brandon de forma muy ocurrente y astuta le dijo. – Mi amor, sabes bien a lo que vine, tengo que trabajar si quiero estar contigo disfrutando de la bella y maravillosa luna de miel a tu lado pues tengo que apurarme amor, por eso no respondí llamadas, es más ni a mi padre le conteste las llamadas, ando metido en la solución a este problemilla, perdóname en verdad amor, perdóname.
– Brandon se vio muy inteligente al responderle eso a Aranza, pues ella se conformó con esa respuesta y no insistiendo más y estando tranquila le dijo. – Amor perdóname, no pensé en eso, espero ya pronto acabes y mañana ya te tenga de regreso aquí en San Cristóbal, te amo mucho.
– Brandon sonriendo y más tranquilo le dijo. – Sí amor, no te preocupes, ya falta poco, pero cuéntame, ¿Qué tal estuvo la tarde de ayer en el café?
– Aranza sonriendo le contesto. – Bien amor, Mirna es una chica amable, se portó bien, hablamos de infinidad de cosas.
– Brandon más tranquilo dijo. – Seguramente cosas de mujeres, ¿verdad amor?
– Aranza riendo un poco respondió. – Así es amor, cosas de mujeres.
– Brandon le pregunto. - ¿Y ahorita a dónde irás?
– Aranza le respondió emocionada. – Pues Mirna aun no llega, pero iremos a las grutas de Rancho Nuevo, dónde me dijo la guía que las grutas están hermosas, que parecen como si brotará espuma de las paredes rocosas, figuras formadas por las estalactitas y rocas con forma de animales, también iremos a un pueblo indígena llamado San Juan Chamula, dónde la guía me dijo que hay una iglesia, bueno es un templo, dónde está a cargo un mayordomo, bueno así le llaman y curiosamente en ese lugar es imposible entrar con celulares, cámaras fotografías y demás por respeto a los santos, así que tendré que apagar el celular unos instantes para entrar con Mirna, sin duda será maravilloso estar ahí dentro, se respirará mucha paz y mucha calma seguramente, posteriormente en el itinerario que planeamos ayer, iremos a otro pueblito cercano llamado Zinacantán, pueblo con población mínima que es mestiza el resto es un grupo étnico cultural y lingüístico maya llamados tzotzil; al finalizar de regreso a San Cristóbal iremos a la feria del ámbar y a conocer la catedral de San Cristóbal de las casas que es muy hermosa.
– Brandon sonriendo suspiro y le dijo. – Vaya amor, tendrás un día bastante largo y agitado, así que espero te diviertas y tomes muchas fotos en los lugares que puedas, eso sí, presta mucha atención a las explicaciones para que cuando regrese recorramos juntos los lugares y me des un tour a tu estilo, te amo mucho mi amor.
– Aranza contenta le dijo. – Así es mi amor, prometo comprarte algún accesorio de ámbar acorde a tu personalidad, te amo amor, debo colgar, están llamando de la recepción, seguramente Mirna ya está esperándome, te amo, muchos besos y que termines pronto, te amo.
– Brandon apresurado le dijo antes de finalizar la llamada. – Amorcito, recuerda que siempre te voy a querer, eres mi vida, te amo mucho, diviértete mucho por mí, besos.
– Aranza le sonrió al teléfono y dijo. – Besos amor, te amo, hasta más al rato.
– Finalizó la llamada y ella se fue a alcanzar a Mirna para irse al recorrido, mientras que Brandon se ponía a pensar del gran amor que Aranza en verdad le tenía y sobre el cariño incondicional que surgió cuando comenzaron a ser novios.
Por un momento él se quedaba satisfecho con la mentira que le había dicho a su esposa, pues Aranza se había quedado convencida y conforme con lo que le dijo su esposo; pero dentro de sí mismo Brandon se lamentaba lo que había cometido, pues en vez de aclarar sus dudas más confundido estaba, también sentía un sentimiento de culpabilidad ya que había engañado a su esposa a tan solo días de haberse casado.
En lo que Brandon tenía confusiones existenciales; Federico después de un buen rato durmiendo, despertaba, con la misma situación de soledad, triste, deprimido y solo, se metía a bañar y estando en la ducha pensaba lo que había sucedido la noche anterior, lo que había hecho, las cosas que habían sucedido en aquel antro-bar.
Saliéndose de bañar, se vestía para salir a distraerse un rato, cuando sorprendido y asustado exclamo. - ¡¿Dónde mierda deje mi anillo?!
– Federico asustado comenzó a buscar su anillo, revoloteando por todo el departamento buscándolo, en eso un flash-back le vino a la mente, recordaba que el anillo se lo había quitado y colocado en la guantera del carro de Brandon.
Golpeándose la cabeza se dijo. - ¡Pero que estúpido soy! Deje el anillo en el carro de Eliot, será imposible que lo recuperé ese anillo tiene un significado especial para mí.
– Federico se sentó en el sillón y se puso a llorar de desesperación.
Por su parte Brandon ya bañado y arreglado se alistaba para salir para informarse más sobre los cambios hoteleros que se le solicitaban, cuando una llamada privada le fue recibida a su celular, era Eliot Petrilli.
Que al contestar Brandon este le dijo. – Ojala tengas una excelente explicación a tu irresponsabilidad profesional, anoche no me respondiste las 3 llamadas que te realice, ¿Cuál fue el motivo?
– Brandon serio le contesto. – Padre estoy apresurado con las peticiones de la comisión nacional de turismo no tuve tiempo para contestar llamadas, tengo que agilizarme para poder regresar con Aranza y continuar mi luna de miel.
– Eliot en su oficina enojado golpeo su escritorio diciéndole. – ¡Aun no he tomado una decisión, no quiero que hagas o cometas una estupidez, en mi hotel ningún mal parido maricón pisara y trabajara ahí me escuchaste!
– Brandon seriamente le dijo. – Dentro de muy poco tiempo los hoteles pasarán a mí poder, así que es hora que yo tome las decisiones aquí, así que hare lo que crea conveniente y lo que la corazonada me indique, te guste o no papá tendrás que estar de acuerdo.
– Eliot echando chispas le grito. - ¡No seas terco y estúpido! ¡No seas igual que tu madre, que se dejan llevar por la corazonada, piensen con la cabeza no seas imbécil!
– Brandon un poco molesto le dijo. – Hare lo que deba hacer, puesto que tú entre más viejo más lento te ves en tomar las decisiones, tal parece que el ser un viejo caduco te está llevando a la ruina total, si quieres progresar e internacionalizarte ponle velocidad a tu cerebro y a tus decisiones padre, porque al paso que vas los hoteles Petrilli terminarán siendo moteles de paso, así que te llamo más tarde.
– Brandon corto la llamada a su padre mientras tomaba el ascensor.
Eliot Petrilli furioso tomaba su vaso de whisky a medio terminar y lo aventó contra la pared diciendo. – ¡No cabe duda que eres igual a tu madre! ¡Ninguno de mis tres hijos es digno de llevar el apellido Petrilli, ninguno! ¡Maldita sea la sangre que predomina de mi ex mujer, salieron igual que ella, inútiles y estúpidos que no entienden de razones!
– Eliot se encontraba muy furioso, no tanto por lo que Brandon haría con la decisión final sino por lo que su hijo le dijo al llamarlo viejo caduco; Eliot estaba a reventar de coraje, pues no podía creer que su hijo mayor y el favorito le haya dicho eso.
-Mi padre siempre ha sido así, un poco lento para tomar decisiones y cuando las decide siempre son exitosas como dicen “Lento pero seguro”; aparte le dije la verdad, se está volviendo un viejo caduco y eso perjudica a la cadena hotelera Petrilli, ¿Verdad que estoy en lo cierto?
– Brandon, pues no entiendo porque le dices viejo caduco a tu padre cuando tú vas para el mismo lugar que él, ¿O me vas a decir que tú no tardas en tomar decisiones?
– ¡Auch! Golpe bajo narrador, golpe bajo, pero va, te dejo continuar, eso sí me dolió.
– No era mi intensión avergonzarte, pero siendo realistas, eres igual que tu padre, solo que tú tomas decisiones algo confusas y en vez de ayudarte más te confundes, continuaré contándoles.
Brandon subiéndose al carro lo encendió y al momento de bajar la mirada para conectar su mp3, se dio cuenta de un anillo justo en el tapete del asiento del copiloto, curioso y sorprendido se agacho a recogerlo y al verlo se preguntó. - ¿De quién es este anillo?
– Teniendo un flash-back recordaba que era de Federico y que se lo había quitado justo cuando se habían subido al carro.
Brandon pensaba en írselo a dejar, pero prefirió guardarlo en su bolsillo de la camisa, cuando de pronto se dijo. – Hablando de anillos.
– Brandon asustado apago el motor del carro, bajo corriendo y se subió directo en el elevador a suite, entrando asustado busco en la ropa de anoche su anillo de casado y vaya sorpresa que se dio al no encontrarlo, pues recordaba que el anillo se lo había quitado y metido en su camisa, que al momento de quitársela seguramente cayó en el piso del departamento de Federico.
Brandon bajo asustado y nervioso, nuevamente en el carro mirándose por el retrovisor se dijo. – Bien tranquilo, primero hacemos lo que debemos de hacer y luego vamos a buscar el anillo, esto solo me puede pasar a mí, vaya coincidencia y casualidad, pues sin querer el destino nos hizo que perdiéramos nuestros anillos.
– Brandon saco el anillo de su bolsillo y lo miraba muy atento, el anillo era de oro fino, con unas grabaciones en el interior, no lograba ver que eran, pero parecía un anillo muy importante.
Brandon desesperado se dijo. – No puedo creer que esto me pase a mí, en verdad, bueno me iré a apurar para así hacer lo que debo de hacer.
– Conduciendo, se fue directo a la secretaria de turismo de Tuxtla para corroborar datos de los hoteles ambientados para la comunidad gay y comenzar las adaptaciones y ambientaciones en los hoteles Petrilli.
Nuevamente regresando con Federico, después de llorar desesperado, decidió limpiar su habitación y no salir a distraerse como lo tenía planeado, así que comenzó aspirando rincón por rincón fue quitando basurillas y tierra que se había acumulado, hasta que al mover su cómoda descubrió un anillo.
Sonriente grito. - ¡Sabía que no podía tener tanta mala suerte en mí ser, aquí está mi anillo!
– Sin verificar si realmente era suyo, se lo colocó en el dedo anular y sorpresa que se llevó al darse cuenta que no le quedaba, sorprendido se percató que ese anillo no era de él, al ver el nombre de “Aranza” escrito en el interior del anillo, se preguntó. - ¿Quién será Aranza? ¿Será alguien cercano a Eliot? ¿O Eliot es? No, no creo que… ¿O sí?
– Federico guardo el anillo en su buró mientras continuó limpiando preguntandose sobre ese anillo y el nombre grabado; aunque una sonrisa le decoraba su rostro, borrando un poco su depresión y soledad, pues el anillo le daba esperanza de volverse a encontrar con Brandon.
Al cabo de varias horas, Brandon regresaba al hotel, cansado y fastidiado estaba, sin ganas de ir por su anillo, lo único que quería era descansar, pues a ver estado en la secretaria de turismo trajo mucho estrés y dolor de cabeza para él, así que solicito unas pastillas al servicio a la habitación y mientras se las llevaban le marcaba a su padre, que se encontraba en una situación sexual con una de sus secretarías.
Eliot agitado respondió la llamada diciendo. – Buen momento para fregar la vida, ¿Qué sucedió? ¿Qué estupidez cometiste?
– Brandon fastidiado le dijo. – Lamento interrumpir tú momento sexual con tu vigésimo tercera secretaria; solo te llamo para avisarte que di luz verde a la solicitud de la comisión nacional de turismo, ahora tú como cabeza de los hoteles Petrilli te pido que vayas a las oficinas de la comisión firmes la autorización y el acuerdo que indica únicamente el hotel Petrilli de costa del sol de Cancún, el hotel Petrilli costa sur de Puerto Vallarta y el hotel Petrilli de Tuxtla o sea en el que me encuentro ahora, serán los únicos hoteles que tendrán y serán ambientados para gente homosexual, posteriormente iremos haciendo modificaciones a nuestros paquetes turísticos y de cruceros, por el momento así serán las cosas, ¿Qué opinas?
– Eliot de forma soberbia dijo. – Al parecer no eres tan estúpido, imbécil e idiota como pensaba, vaya que te moviste rápido, pero bueno, ¿Qué hay con eso de contratar gente maricona en los hoteles?
– Brandon serio respondió. – Pues eso no es obligatorio por el momento, ya que tenemos personal nuevo y reciente en los hoteles, lo único que podemos ofrecer es capacitación para practicantes en turismo con sueldo de no mayor a los dos mil pesos.
– Eliot riéndose le dijo. – Ese es mi hijo, eres un astuto, ahora sí puedo decir que eres igual a tu padre, macho, mujeriego y sobretodo astuto para manejar las cosas, hijo ahora lo que queda pendiente es que embaraces a tu insípida esposa y podamos poner en marcha los planes de internacionalización.
– Brandon incomodo le dijo. – Papá eso ya veré yo, es mi vida marital, por lo mientras lo de los hoteles ya quedo.
– Eliot golpeando el escritorio exclamo. - ¡Quiero que embaraces a la tipa esa a la voz de ya! ¡No me vayas a salir con que eres estéril o que me saliste maricon porque eso no te lo paso! ¡Serías la deshonra de los Petrilli!
– Brandon se puso nervioso y le dijo. – Padre cuando regrese a San Cristóbal y este con Aranza veré, puesto que no la puedo embarazar ahorita ya que no la tengo aquí, la tecnología aun no avanza como para que le haga el amor por teléfono y pueda embarazarla.
– Eliot serio le dijo. - ¡De ti dependen los hoteles Petrilli! ¡No bien dijiste que soy viejo caduco y pronto tú serás el dueño de los hoteles! ¡Pues es hora que vayas haciendo algo por tus hoteles hijito, antes de que terminen como moteles de paso!
– Eliot le corto la llamada y continúo teniendo relaciones con su secretaria.
Brandon desesperado, le marco a Aranza para desahogarse un poco y conversar sobre el tour que había tenido ella y después de un rato siendo ya las 12:21 de la noche, Brandon se disponía a dormir una vez que las pastillas para el dolor de cabeza hicieron efecto, para así poder mañana recoger su anillo y regresarse al lado de su amada esposa Aranza y continuar con su…
Luna de Miel.
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