Capítulo Cuatro.

Como un suspiro.

A la mañana siguiente, muy temprano Gabriel subía las maletas a la camioneta, muy pensativo sobre lo que había ocurrido la noche anterior, pues temía sobre el contagio de la enfermedad de Esteban, no sabía si decirle lo ocurrido o esperarse unos días para confirmar.

Esteban, que estaba bajando las escaleras, recordó que tenía que hablarle a Luz para darle una última indicación sobre el restaurante, tomo su celular y le marco, mientras Luz en la cama, desnuda y con Tulio a su lado, abrió los ojos y miro su celular.

Contesto y medio dormida dijo. – Si, buenos días, ¿Qué paso?

– Esteban un poco molesto le dijo. – Luz, son casi las 9 de la mañana, el restaurante lo tienes que abrir tú, estoy por salir a carretera, ¡¿Así piensas que te deje a cargo del restaurante?!

– Luz, se sorprendió al saber la hora y le dijo. - ¡Ay, discúlpame, en verdad! ¡Perdóname, es que, me ocurrió algo, luego te platico, pero por favor perdóname, ahorita salgo para allá!

– Esteban, un poco más tranquilo le dijo. – Esta bien Luz, solo te llamaba para decirte que el banquete de mañana ya está listo, las botellas de vino es lo único que falta, pero le recuerdas a Tulio que debe verificar que sean las solicitadas, el está a cargo del servicio de bebidas, y también, respeten el horario, desayunos se sirven a la hora del desayuno no después de las 9 de la mañana, en fin, estaré al pendiente de ustedes, les encargo mucho el “Pasión al sabor” , no quiero quejas, te quiero mucho amiga, apúrate.

– Luz tallándose los ojos le dijo. – Amigo descuida, vete tranquilo, solo hoy tuve una falla, pero mañana y los demás días todo irá bien, a la perfección, puedes vacacionar e irte en paz, dejas todo en buenas manos.

– Esteban sonriendo le dijo. – Bien mi Luz te extrañare mucho, prometo traerte algo del D.F, te quiero amiga, me platicas lo que sucedió para que te despertaras tan tarde, besos.

– Luz enderezada en la cama, veía con ternura a Tulio que estaba profundamente dormido y dijo. – Claro que si te contare todo, pero vía mensaje, te quiero mucho, salúdame a Gabriel y feliz viaje, que dios los cuide.

– Esteban le agradeció y le colgó, y siguió ayudando a Gabriel a acomodar las maletas en la cajuela.

Mientras que Luz, se levantaba de la cama, sin hacer mucho ruido, se empezó a vestir, recordaba la noche que paso en los brazos de Tulio suspiraba y no podía creer que al fin se le había cumplido su sueño de estar con él, ella ya lista, se le acercó a él y lo beso.

A lo que Tulio se despertó y al mirarla se incorporó de la cama y exclamo. - ¡No me digas! ¡No me digas! ¡¿Qué haces aquí, que paso anoche, que hicimos?!

– Luz, coloco su mano en el pecho desnudo de él y le dijo. – Lo que hicimos fue el amor, Tulio, te portaste como todo un hombre, un caballero, fuiste el hombre más dulce del planeta.

– Tulio se quitó la mano de su pecho y le grito. - ¡No, no, no! ¡No pudo haber pasado eso! ¡No, porque no! ¡No quería!

– Luz mirándolo con ganas de llorar le dijo. – No querías, pero paso, ¡¿Sabes cómo me siento yo?! Me entregue a ti por amor.

– Tulio se levantó de la cama y le pregunto. - ¿Por amor? Estas diciendo que…

- Luz soltando unas lágrimas dijo. – Si, si me entregue a ti, es porque desde hace tiempo he estado enamorada de ti, pero nunca me atreví a decírtelo.

– Tulio se agarró la cabeza en señal de desesperación y le dijo. – Pero es que no tenía que pasar, estaba ebrio, no debía.

– Luz, limpiándose las lágrimas de los ojos dijo. - ¡Si, no tenía que pasar! ¡Pero sin embargo paso! ¡Descuida, yo sé que jamás te fijarías en mí!

– Tulio le dijo un poco culpable. – Luz, perdóname, en verdad, pero me gusta Esteban, sin embargo, no sé qué me ocurrió.

– Luz, moviendo la cabeza y haciendo una mueca de decepción le dijo. – Enamorado de Esteban, pero bien que me hiciste el amor, ¡hicimos el amor! Demuestras que si eres bisexual, pero, pero, en fin, no tiene caso que te siga diciendo. Mejor apúrate que se nos hace tarde, Esteban me hablo hace rato para darme indicaciones del restaurante, tienes que verificar las botellas de vino que sean las pedidas del cliente y que no lleguemos tarde, pues la hora de desayunos se nos ha pasado.

– Tulio al ver el reloj exclamo. - ¡Rayos! Tenemos que apurarnos, pero, ¿Qué más te dijo Esteban?

– Luz dándose media vuelta abrió la puerta de la recamara y antes de salir le grito. - ¡Esteban, mi amigo Esteban! ¡Se va con el hombre que él ama! ¡Con el hombre que él A-M-A! ¡Se va de viaje y no regresara!

– Ella azotando la puerta bajo las escaleras llorando, saliéndose de la casa y tomando un taxi para irse a su apartamento, dejando a Tulio desconcertado y confundido, pues no sabía que hacer después de lo ocurrido anoche y de darse cuenta que Esteban nunca lo va a mirar como mira a Gabriel.

Gabriel y Esteban, ya listos para salir, se abrazaron y se dieron un tierno beso, un poco raro Esteban le dijo a él. – Sabes amor, me siento raro, no sé, siento que no regresaremos a la casa.

– Gabriel, le sonrió y le dijo. – No seas tonto, regresaremos en unos días, no te preocupes.

– Esteban suspiro y dijo. – Tienes razón, estoy bien loco, anda vámonos, sino se nos hará tarde, son varias horas desde Guadalajara hasta el D.F no quiero imaginar cómo estará la autopista.

– Gabriel abriéndole la puerta de la camioneta le dijo. – Si, no quiero pensar en el tráfico, y más que es fin de semana y para variar el comienzo de la semana santa.

– Esteban se subió, Gabriel le cerró la puerta y ya dentro. Gabriel dijo. – Bien, ahora sí, próxima parada, ciudad de México.

– En lo que salían de la ciudad, para tomar autopista, Esteban le pregunto. – Gabriel, ¿Seguro que no dejas pendientes en la oficina?

– Gabriel, sonriéndole le contesto. – Amor, soy precavido, hice todos mis pendientes durante estos días, así que puedo decir que estaré de vacaciones tranquilamente, pero tú, ¿Dejas cosas pendientes?

– Esteban con cara de asombro le dijo. – Me permites, hare un par de llamadas.

– Gabriel se empezó a reír, pues sabía que Esteban si dejaba cosas pendientes y no le había dado tiempo de terminar las cosas, así que él tomando su teléfono le marco a Tulio y le dijo. – Tulio, buenos días, ¿Ya éstas en la oficina del restaurante?

– Tulio conduciendo con manos libres apurado le dijo. – Hola, buen día, aun no llego, de hecho voy para allá, paso de rápido y voy a ver lo de las botellas de vino.

– Esteban agarrándose la cabeza le dijo. – Tulio, las botellas tienen que estar listas para esta tarde, recuerda que es un banquete muy importante, por favor, apúrate.

– Tulio, le dijo sonriendo. – Despreocúpese patrón, todo estará bien, ya vera que todo estará muy bien cuando regrese, espero que de premio me puedas dar un beso.

– Esteban, nervioso le dijo. – Tulio, ¡Por favor, apúrate y olvídate lo de ayer!

– Gabriel al escuchar la reacción de Esteban, se puso en duda, y Tulio le dijo un poco triste. – Esteban, por favor debes escucharme, sabes que te quiero, me gustas.

– Esteban le grito. - ¡Tulio, haz lo que te ordeno, tu eres el encargado de las bebidas, por favor asesórate con Luz, quiero que ese restaurante este bien cuando regrese, ambos me lo prometieron, y quiero que así sea! ¡Hasta luego, estoy perdiendo señal, ya vamos saliendo a autopista!

– Cortando la llamada, Tulio se quedó con las ganas de decirle “Te amo”, él siguió manejando directo al restaurante, mientras que la pareja ya estaba tomando autopista, Esteban, iba un poco serio y muy callado, a lo que Gabriel le pregunto. - ¿Te sucede algo amor?

– Esteban le contesto un poco indiferente. – No nada, nada amor, descuida.

– Gabriel le agarro la mano y le dijo. – Algo te pasa y no me quieres decir, espero no sea nada grave.

– Esteban apretó la mano de él y le dijo. – Te amo, siempre te voy amar, pero es que…

- Gabriel de reojo le dijo. – Es que, ¿qué?

– Esteban solo moviendo la cabeza, la agacho y dijo. – Mejor pondré música.

– Gabriel notando raro a Esteban, no quiso decir nada más y dejo que pusiera música, Esteban colocando su memoria USB, puso la canción de “Bésame mucho”, canción que a ambos les gustaba, durante el trayecto a México, iban muy callados, escuchando música, hasta que llegaron a un punto de la autopista que se empezaba a ver nublado, con una espesa niebla, veían que varios carros avanzaban lento.

Lo que puso nervioso a Esteban y le dijo. – Amor, maneja con cuidado.

– Gabriel le dijo. – Claro amor, manejare despacio, y más como está el clima, esta parte de carretera siempre está así, descuida.

– Esteban le agarro la mano a Gabriel y él percibió que su mano estaba fría, y le pregunto. - ¿Nervioso amor?

– Esteban le contesto. – Si, nervioso, pero descuida, no pasara nada.

– Gabriel seguía manejando despacio, enfrente de ellos iba un tráiler con doble pipa, más adelante iban unos autobuses de turismo que llevaban varias personas, atrás de ellos venían más carros, que venían a vuelta de rueda.

Gabriel viendo nervioso a Esteban le dijo. – Descuida, vamos a llegar con bien, despacio pero con prisa, no te preocupes amor.

– Esteban haciendo mueca de que estaba preocupado le dijo. – Gabriel, te amo.

– Gabriel un poco extrañado le dijo. – Yo igual te amo.

– Se le acercó y le dio un beso pequeño.

– Esteban soltó una lágrima y él le pregunto. - ¿Amor que sucede?

– Esteban le dijo preocupado. – Amor, es que, ayer Tulio.

– Gabriel manejando despacio, viendo al frente entre ratos y regresando la mirada a Esteban pregunto. - ¿Qué paso con Tulio?

– Esteban suspiro, se acomodó en el lugar, se quitó el cinturón de seguridad y le dio un beso en la mejilla a él y le dijo. – Tulio, me confeso que yo le gusto, que se enamoró de mí.

– Gabriel se sorprendió y le dijo. - ¡No manches, enserio! ¡¿Y qué paso, cuál fue tu reacción?! Oye pero que yo sepa, Tulio tuvo novias, no tiene mucho que termino con la novia que tenía, o no me digas que es bisexual.

– Esteban volviéndole a dar un beso en la mejilla le dijo. – Amor, mi reacción fue diferente, pues me impacto, no sabía que decirle, me confeso que desde hace tiempo le gusto, lo peor de todo es que Luz está enamorada de él, y no sé.

– Gabriel sorprendido exclamo. - ¡Vaya, es una novela! ¡Luz enamorada de Tulio, y Tulio de ti!

– Esteban le dijo un poco serio. – No es para que lo tomes a broma, porque lo que te debo contar si es serio.

– Gabriel levanto su ceja y pregunto. - ¿Qué es?

– Esteban, se agarró sus manos y le dijo. – Pues, después de que me confeso que le gusto, me abrazo y pues, sin querer, él, pues, amm… me beso.

– Gabriel, frunciendo el ceño, exclamo. - ¡Que! ¡¿Cómo que te beso ese hijo de puta?!

– Esteban le dijo tratando de calmar. – Si, tranquilo, por favor.

– Gabriel le grito. - ¡Como quieres que me calme si ese perro te beso! ¡Cuando regresemos le romperé la boca!

– Esteban le grito. - ¡No, por favor, ya! ¡Me beso y nada más! ¡Yo te amo a ti, y si te conté esto es porque no me siento tranquilo de tenerlo en secreto! ¡Me sentí culpable, además estoy nervioso!

– Gabriel volteo y vio que Esteban se ponía pálido y le pregunto. - ¿Te sientes mal?

– Esteban le contesto. – No, solo que se me bajo la presión, pero es normal, pues los nervios, y estar algo inquieto pues no sé, al menos puedo morir en paz, ya te dije lo que ocurrió anoche.

– Los carros empezaron a avanzar un poco más rápido, y empezaron a fluir más los coches, aunque manejaban con tranquilidad ya que la carretera no se veía muy bien y estaba un poco mojada.

En el restaurante, Luz estaba muy rara, pues a pesar de lo sucedido anoche con Tulio, se sentía incomoda pues ahora no sabría cómo tratar a Tulio ahora que ya le confeso que lo ama, él ya había llegado con las cajas de botellas de vino para el banquete de mañana, estaba poniéndolas en la bodega, en lo que se acordaba una y otra vez del beso que se había dado con Esteban, impaciente deseaba que se repitiera, aunque a la vez, le daban celos pensar que justamente estaba viajando con el hombre al que él ama.

Luz, bajaba a ver que hacia Tulio y le dijo. – Esteban estará contento cuando entreguemos el banquete, lo pondrá de buen humor, pues una vez entregado nos depositaran el resto de la paga.

– Tulio cargando una caja y acomodándola le dijo. – Pues sí, nos beneficia a todos, espero que con eso se le pase el enojo conmigo, pues se molestó por teléfono que no me haya despertado a la hora debida.

– Luz le sonrió y le dijo. – Esteban estaba nervioso, descuida, cuando regrese estará de buen humor al ver que hemos hecho un buen trabajo.

– Tulio le sonrió y le dijo. – Claro que si Luz, un gran trabajo en pareja, esperemos que funcione y no mandemos el restaurante a la ruina.

– Luz se empezó a reír al igual que Tulio y siguieron acomodando las cajas.

En carretera, Gabriel un poco enojado y celoso no podía creer que Tulio, que era muy amigo de la pareja, haya besado a Esteban.

Él, nervioso solo veía a Gabriel muy serio, y le dijo. – ¡Amor ya! Te amo, no me gusta que estés así.

– Gabriel solo movió la cabeza y le toco la pierna y le dijo. – Me dan celos, pero ya, debo calmarme, pero es que me da mucho coraje.

– Esteban se le acercó y le dio un suave y tierno beso en los labios, se volvió a acomodar y le dijo. – Tulio ha de pensar que me enoje con él, pero es un buen tipo, lo único que me molesta es que, no quiere ser feliz, teniendo a su lado a una gran persona como lo es Luz, como me gustaría verlos juntos y felices, ojala eso pase.

– Gabriel sonriendo le dijo. – Después de todo, Tulio y Luz han sido grandes amigos tuyos, esperemos que se dé cuenta el tonto de Tulio que tiene una grandiosa dama a su lado.

– Gabriel se había calmado, pues no tenía caso que se pusiera celoso por el beso que le había dado Tulio a Esteban, pues él ya le había dejado claro que no quería nada con Tulio.

Continuando con el camino, Gabriel notaba que el tráiler que venía frente de ellos, estaba un poco más lento que de lo que venía horas atrás, así que él tocando el clatsún lo trataba de apresurar, en eso el tráiler dio un frenón violento, que hizo que se ladeara, pues adelante del tráiler uno de los 4 autobuses de turismo se había volteado, provocando que los tres restantes se estrellaran uno contra el otro, el tráiler que frenaba como podía se le iban derrapando las llantas, dicho tráiler quedo volteado y de lado obstruyendo las otras vías alternas de la carretera, Gabriel tratando de evitar chocar, le fue imposible frenar, pues la camioneta derrapaba por la pista, apretando el volante trataba de parar de girar, Esteban gritando de desesperación solo observaba como las llantas delanteras salían volando mientras la camioneta giraba, una vez perdiendo las llantas se arrastró sacando chispas lo que hizo que se volteara, activando la bolsa de aire (seguridad) de la camioneta, un camión que estaba tras de ellos igual trataba de frenar, pero le fue imposible, pues debido al mal tiempo y la autopista húmeda, las llantas derrapaban, los carros de atrás derrapaban también, y unos sobre otros poco a poco se iban estrellando; la camioneta dónde Gabriel y Esteban se había detenido después de haber dado varias vueltas, quedado sin las llantas delanteras, la camioneta quedó debajo de una de las pipas del tráiler, pero faltaba lo peor, pues el camión que venía detrás después de derrapar, se estrelló en contra de la otra pipa, provocando una gran explosión, que hizo retumbar la autopista entera, Gabriel sangrando de la cabeza y con el cuerpo adolorido, logró zafarse el cinturón de seguridad, estando de cabeza, como pudo, abrió la puerta, al voltear a su costado, noto que Esteban no estaba dentro de la camioneta, miro que los vidrios estaban totalmente rotos, con miedo, arrastras el salió de los restos de la camioneta, muy adolorido se fue arrastrando unos metros más, cuando se giró sobre la carretera miro la increíble explosión de los restos de la camioneta y de la pipa, oyendo gritos de auxilio y desesperación, él suspirando quedo tendido en el pavimento en estado inconsciente.

¿Qué pasara?

En los ojos del amor.

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