Sueños de una Noche.

Todos soñamos, ya sea dormidos o despiertos, pero todos en el mundo soñamos; en el momento que estamos dormimos y relajados más, pues tenemos entre 4 y 7 sueños, ya sea una o dos horas por noche; siempre al despertar, olvidamos el 5 % de nuestro sueño y al paso de cinco minutos olvidamos el 90 % de lo que nuestra mente y subconsciente fabricaron en el sueño: aunque debo decirles que nuestra mente no inventa caras y cuerpos así por así, ya que en nuestra vida diaria, vemos cientos y cientos de caras que se graban en nuestro subconsciente, un sin fin de personajes que suelen aparecer en dichos sueños; la mayor parte de los sueños son simbólicos, es decir tienen un significado que nos quieren dar, pero nos cuesta descifrar, podría decirse que son sueños futuristas; los resultados de un estudio dice que entre 18 y 38 % han experimentado al menos un sueño que sucederá en un futuro y el 70 % han soñado algún deja vú y el porcentaje de personas que creen que al soñar un suceso emocionante que se siente real y podrá ocurrirle en realidad es entre 63 y 98 %.

Bueno después de esta breve información, les comentaré lo poco que recuerdo de lo que soñé hace varios días; soy un joven de 23 casi 24 años soltero, con sentimientos reprimidos, que se siente olvidado por el mundo, con mala suerte en el amor, con muchos complejos que tienen solución, pero por mi miedo no logro vencer; y se me olvidaba decir, soy gay de closet…

Las personas que me rodean, entre ellos mis amigos y amigas que son heterosexuales, se la viven presumiendo su amor y sus problemas de pareja en redes sociales; claro para ellos les es fácil encontrar el amor, en cambio a uno le cuesta mucho trabajo; bueno sonará con cierta envidia; (de hecho es envidia jaja); pero de mis pocos conocidos y “amigos” homosexuales, me he llevado la gran sorpresa y valga la redundancia pero me dejan “sorprendentemente sorprendido”, que ellos siendo tan poco agraciados tengan novios guapos; es algo así como la pareja del chico rubio asiático y su novio alemán; bueno sin caer tanto en la cantinflada, siento que yo quedaré para vestir santos; (soltero de por vida con 40 gatos).

Bien, ¡ya basta de tanto bla, bla!, a lo que voy; esa noche, estaba pensando infinidad de cosas sobre el amor y sobre algunas cosas que deseo escribir para que mis historias sean más reales y no caiga en la fantasía, pero me ganaba la ansiedad y depresión de saber que siempre escribo historias de amor cuando yo ni si quiera he experimentado en años lo que es eso; cómo escribí en un estado de Facebook pasado: “La ironía de algunos escritores... Escriben de amor y están solteros; escriben de desamor y tienen pareja”; yo encajo en el montón de escritores que escriben de amor y permanecen solteros por muchoooooooooo muchooooooooo muchoooo tiempo… Ok tranquilo, como me dicen, el amor pronto me llegará; (pronto en unos 100 mil años).

Al grano, esa noche hice mi ritual para dormir, lavarme los dientes, la cara, ponerme la pijama y acurrucarme en mi cama para dormir plácidamente, una vez hecho bolita y enredado entre mis cobijas, ¡oh sorpresa!; comencé a soñar algo que me emociono y a la vez me decepciono.

Soñaba que estaba caminando por las calles de mi ciudad natal, cuando de pronto al dar vuelta en una calle chocaba con un muchacho; como de un metro con ochenta y cinco centímetros o de un metro noventa; estaba alto, la verdad es que me gustan altos, por eso mi subconsciente me jugaba esa mala pasada, de unos 28, 30 tal vez 35 años; ambos cruzábamos miradas; la mía de pena y la de él como de tristeza; sus ojos los recuerdo bien, por qué siento que los he visto en alguien pero no recuerdo en quién; ojos verdes, un verde obscuro, eran ojos verdes como de gato, sí como de gato.

De recordar suspiro y sonrío como tonto frente a la computadora; era de piel clara, de barba cerrada por mitad de la cara; con eso me mató, me hizo vibrar a pesar que estaba dormido… Sin duda creo que mi subconsciente es algo estricto jajajajaja; bueno la cosa es que cuando chocamos sin querer, yo con un poco de pena le decía. – Perdón.

– A lo que él con una voz de locutor de radio me respondía. – No hay cuidado.

– Segundos después ambos continuamos nuestro trayecto en direcciones opuestas; una calle después me encontraba tirada una cartera; cómo todo mexicano, la levanté para ver sí tenía dinero y como fue, tenía bastantes billetes que no logro recordar su denominación, posteriormente revisaba si tenía identificación y sí, la tenía.

¿Saben de quién era?, exacto de ese hombre con quien choqué minutos atrás; lo curioso es que no recuerdo su nombre a pesar que lo vi bien, trato de recordar y no, no recuerdo su nombre; este sueño se dividió en partes, ya que posteriormente mi intuición era de quedarme con la cartera, pero sólo de recordar la mirada de tristeza que reflejaba aquel chico dueño de la cartera, me contuve y lo busqué para devolverle tal objeto.

La segunda parte podría decirse fue que, al regresar por ese mismo rumbo, daba vuelta en una calle dónde esporádicamente aparecía en la alameda central de mi ciudad; sabiendo que estaba a bastante calles de distancia; había mucha gente, demasiada que me aturdía, pero de momento, ¡zaz!, me encontré a aquel chico; esta vez con ropa deportiva calentando para trotar alrededor del parque.

Tímido pero seguro, comencé acercarme a él que estaba por comenzar a trotar; yo le grite. – ¡Oye, espera!

– Él volteo y hubo esa conexión electrizante entre miradas; él me sonrió diciendo. – Sabría que vendrías.

– Esas palabras quedaron muy en marcadas en mí; ya que suelo soñar cosas extrañas, esto no sería la excepción.

Me quedé estático luego de que escuché eso; preguntando. – ¿Ah sí, cómo sabes eso?

– Sonriendo se acercaba a mí, el parque comenzaba a desaparecer y me decía. – Lo sé por qué vienes a devolver mi cartera.

– Apenado la mostré con mi mano derecha; que estaba helada al igual que mi otra mano por lo nervios.

Él la tomo lentamente, la revisaba y sonriendo me dijo. – Eres el indicado.

– ¡Mis sueños tienden siempre a jugarme bromas!, pues en mi interior deseo tener novio, un novio protector, ¡carajo, que cursi y estúpido me leo!, ¡el amor no existe, menos para alguien como yo!

Con ambas manos me tomaba de hombros, diciéndome sin dejar de mirarme. – Acompáñame.

– No quería, estaba nervioso, estupefacto, anonadado, idiota.

De pronto, el escenario de mi sueño cambio y cuando me di cuenta estábamos en una especie de almacén de ropa; un gran, gran almacén, con mucha ropa de diversas marcas, tallas y modas; sorprendido exclamaba. – ¡¿Qué sucede?!

– A lo que sonriendo me decía con esa mirada penetrante de ojos verdes. – Nos vamos a ir muy lejos tú y yo, seremos felices.

– Exclamando lo empujaba. – ¡Ni te conozco, ni me conoces, no sabes nada de mí, ni yo de ti!, ¡A cómo están las cosas en el país, presiento que me quieres secuestrar y matar!

– Lo sé, muy dramático suelo ser jajaja…

Él mirándome desconcertado, me decía queriéndome hacer entender. – No, nada de eso, eres él indicado, sé mucho de ti como tú de mí, estamos destinados.

– ¡Nuevamente la palabra “destino” se hace presente, creo que por algo escribo acerca de ello!; me daba miedo, pero a la vez me sentía seguro, muy raro mi sentir.

Le pregunte algo temeroso. – ¿Y a dónde quieres ir?

– Sin dejar de mirarme, él me decía. – A hacerte feliz, que olvides todo y comiences de nuevo.

– Suena como si fuera el hombre ideal, pero no, no lo era, sólo un sueño, nada más, nadie en la vida real te diría eso, ¡nadie, nadie, lo he dicho, jamás, nadie, nunca!, ni hombres heterosexuales dicen eso; ¡caray, que estúpido y crédulo puedo llegar a ser de verdad!

Continuó con lo que sucedió en la última parte; al tocarle la mano y sostenerla, sentí muy rico, algo que tenía tiempo sin sentir, ¡me estaba enamorando de alguien que mi subconsciente desea, pero qué no sé si exista!; luego de agarrarle la mano, escuchaba a lo lejos sonidos de aviones, ¿acaso estaba en un aeropuerto?; sí, al voltear miraba mucha gente caminar con maletas y bolsas; ¡estaba un centro comercial del aeropuerto de la ciudad!.

Mi mente y él viajamos de mi ciudad natal hasta la ciudad de México al aeropuerto internacional; ¡muy loco sueño, ¿verdad?!.

Nervioso le soltaba la mano diciendo. – ¡No me puedo ir! – Exclamé temeroso, para luego cuestionarle. – ¡¿Qué hay de mi familia, de mis amigos?! No puedo irme así sin despedirme, sin decirles nada; ¡además no tengo ropa!

– Serio me miro respondiendo. – Tu familia te desprecia por ser gay igual que la mía, tus amigos te dieron la espalda por decir mentiras, tu mundo se está viniendo abajo igual al mío, es por eso que tanto tú como yo aparecimos para hacernos fuertes y sobrellevar nuestra tristeza convirtiéndola en felicidad.

– Nuevamente me miraba a los ojos preguntando. – ¿Deseas venir conmigo?

– Sus palabras me hicieron dudar, pero a la vez pensar que eso pasaría en la realidad; ya qué ningún familiar sabe que soy gay.

Así que le respondí algo miedoso. – Sí. – Preguntando después. – ¿Pero qué hay de la ropa?

– A lo que él sonriendo me contestaba. – De eso no te preocupes, escoge lo que más te guste, yo pagaré.

– Lo sé, lo sé, se leerá muy interesado de mi parte, pero vaya sonrisa al escuchar eso.

Comencé a escoger ropa adecuada, no muy cara y que favoreciera bien a mi cuerpo deprimente y sin chiste; él me miraba sin preocupación, confiando en mí, incluso seleccionaba ropa para que me la probará; luego en un parpadeo, ya estábamos él y yo con muchas bolsas de ropa y de zapatos, dispuestos a abordar el avión; me sentía bien, aunque pareciera que me estaba comprando o que lo estaba haciendo por interés; pero me sentía confiado, hasta que la duda nuevamente me invadió; sí me quería atrapar para luego usarme como prostituto, ¿sería capaz alguien tan guapo para mí, hacerme eso?, ¡es un sueño, podría pasar de todo!, además dudo que me usase de prostituto, ya que con el cuerpo tan insípido que tengo, no inspiro amor mucho menos una buena noche de un “buen sexo”, en fin, proseguiré.

Con cosas en manos, comencé a caminar despacio, dejando que él me llevará ventaja, él se percataba y se detenía, me miraba y sonreía; nuevamente me hipnotizaba e ilusionaba.

Con esa mirada que cambiaba de triste a tierna y alegre, me decía. – Me gustas mucho, serás mi mundo, te amo.

– En plena sala de espera o como se le diga al lugar donde se espera el anuncio del vuelo; soltó las bolsas y poco a poco él se me acercaba, sus labios tan ricos y perfectos estaban por besarme.

Pero ¡bam!, me desperté; eran las 10:36 am, en mi cama, solo, con mi mascota echada entre mis piernas, abrazado a una almohada, suspiraba me estiraba, sonreía y me enderezaba, miraba la ventana, suspiraba y me decía con voz encamada. – ¡Tonto, sólo era un estúpido sueño!

– Me volví acomodar y cerré mis ojos, tratando de imaginar lo que sucedería después.

Por más que trataba en forzar a mi mente finalizar ese sueño, no lo logré, sólo imaginaba que lo besaría para después estando a solas, me desnudará poco a poco, besándome y mordiendo cada parte de mí, dejarme llevar por la pasión y por qué me gustaba físicamente, sexualmente podría ser, pero no siempre es sexo; de sentimientos no podría decir algo, por qué sentimentalmente no le conocía bien, además era un simple sueño muy fantasioso que fue elaborado por mi subconsciente y mis emociones que le daban forma.

En fin, sería algo genial que me hubiera hecho suyo las veces que quisiera, pero todo se quedó en “continuará”; al menos saber que tal besaba, probar sus labios; porque seguramente con esa barba umm… umm… rico, se me antojo jajaja; ser abrazado por él, sentir amor de verdad; aunque no lo catalogo como el hombre ideal para mí; pues físicamente sí me gustó mucho, pero los sentimientos cuentan más, a pesar de que estamos en la era en que la tecnología invade y muchos se van más por lo material y físico que por lo que importa más, los SENTIMIENTOS.

Al no poder seguir durmiendo, me levanté de la cama, me lavé la cara, los dientes y me dispuse a desayunar, tratando de memorizar cada detalle de ese sueño para poderlo compartir con ustedes lectores; ahora bien, me gustaría saber, ¿ustedes han tenido este tipo de sueños tan reales/irreales/fantasiosos?, ¿se les ha vuelto realidad alguna parte de dicho sueño?, ¿qué piensan de mi sueño, será algo que mi subconsciente desea o es algo que mi consciente quiere?, les mando un fuerte y gran abrazo, gracias por leer y disculpen por qué no fue un relato erótico o con trama como los anteriores; ¿Sueñan ustedes con encontrar la persona ideal?, hasta entonces, buen día y excelente fin de semana.