CAPÍTULO 4

MISTERIO

Han pasado varios días desde lo sucedido entre Cristian y Sebastián, las cosas no han sido fáciles ya que Sebastián no ha dicho nada de lo sucedido aquella tarde con él, Miren ha notado que Sebastián ha estado muy distraído en sus entrenamientos de atletismo, pronto serán los concursos y él no está al 1000%, Ileana y Miren también concursaran pero ellas en voleibol y pues han entrenado durante estos días transcurridos, desde esa vez Cristian ha estado un poco distante con su novia se ha mostrado un poco chocante ya que ella es muy  posesiva y quiere saber con quién esta y en dónde; y eso a él no le gusta por eso se ha dedicado a ensayar con la banda por que desean ser el grupo oficial del club nocturno en el que tuvieron presentación.

Por fin las clases han finalizado, los estudiantes salían agotados, fastidiados pero a la vez contentos ya que era viernes por fin, ya era noche de antro, salidas al cine, al café, al parque en fin noche de diversión y más para Sebastián ya que era el evento de citas para solteros en el “Open Mind” y pues quería asistir por conocer a chavos y tratar de conseguir pareja, es por eso que él trabajó el día jueves para poder faltar hoy y asistir a ese evento, se sentía nervioso pero quería conocer a alguien se sentía preparado para amar nuevamente y ser querido; un mensaje a su celular llego era de su amigo Ian que le decía. Amigo hoy es el día te recuerdo que el evento inicia a las 21 horas los únicos requisitos es que lleves tu credencial, un gafete con tu edad y lo que buscas y una máscara o antifaz de preferencia. Suerte, saludos. Sebastián se emocionó más con el hecho de saber que sería un evento que garantizaba sorpresas increíbles así pues, se dispuso a buscar en diversas tiendas una camisa y una máscara para esa ocasión, entre tienda y tienda buscaba algo que fuera de acuerdo a su personalidad después de dar vueltas y vueltas en el centro comercial, por fin encontró una camisa que le gusto, la compro y salió del lugar pasando por la tienda de instrumentos musicales miro que estaba ahí Cristian tenía días que no lo veía pararse por la escuela y pues recordó en un modo de flash back las palabras frías que le había dicho pero recordó que tenía algo de él así que dispuso a esperar a que saliera de la tienda, durante 30 minutos estuvo esperando a que saliera y así fue, cruzo la puerta y llevaba en manos una caja que parecía ser de una guitarra acústica, Sebastián le grito por su nombre y este volteó y se sorprendió de verlo y pregunto.

- ¿Me estas siguiendo?

– A lo que Cristian de forma indiferente le contesto.

– No, simplemente que tenía días de no verte y me quede con tu lapicero toma, gracias, nos vemos.

– Sebastián le dejo el lapicero encima de la caja y camino rápido, bajo al 3er piso y se perdió entre la multitud de gente sin darle tiempo a Cristian de regresarle su pulsera que por cierto llevaba en su muñeca derecha, solo sonrió guardo el lapicero y continuo su camino hacia la salida del centro comercial; aun estando en el estacionamiento esperaba si veía a un joven no muy alto pero tampoco bajo, de complexión media no muy ejercitado, de piel clara que vestía pantalón de mezclilla y playera con logo de la escuela y una bolsa de papel de un almacén de ropa de marca, pero por más que buscaba y forzaba su vista no encontraba a nadie similar, se desesperó de estar esperando a que saliera y decidió irse del lugar pues tenía que ensayar y salir con su novia.

Sebastián minutos después salía de la plaza comercial por la puerta principal, con varias cosas que había comprado con sus ahorros entre esas cosas estaba una media máscara que solo cubría sus ojos y parte de la nariz y mejillas, tomo autobús y se dirigió rumbo a la casa de Miren para pedir permiso y avisar que saldría y llegaría tarde. Ambos jóvenes se disponían a salir de antro cada quien por su lado Miren con Mateo y algunos amigos en común y él al evento que preparaban en “Open Mind”.

Ya en la casa estaban alistándose para salir, Miren se probaba ropa y le preguntaba a su amigo si se veía bien y él también hacia lo mismo entre risas y  caras se vestían y se decían con qué ropa se veían bien y con cual no y así, al cabo de un rato ya estaban listos y dispuestos para salir ambos pidieron permiso y les dijeron que llegaran antes del amanecer, ambos dijeron que si y salieron rumbo a los antros, se ponían de acuerdo a la hora en que salieran.

La noche era muy obscura casi no había estrellas y la luna no se apreciaba bien, Sebastián y Miren disfrutarían de la noche y estarían al máximo de felicidad y más Sebastián que estaba por conocer a alguien que le causaría una misma sensación por la cual sintió por Cristian, ella acerco a su amigo al lugar donde sería el evento, desde la una calle antes se veía la luz, gente entrando chavos desde 18 años hasta de 40 años caminando rumbo al lugar, se empezó a sentir nervioso y ella le tomo la mano a él tranquilándolo le dijo.

– Amigo yo sé que te ira bien, encontraras al chico que se enamore de ti y de esa hermosa sonrisa coqueta que tienes, ya lo veras.

– Sebastián le sonrió y le agradeció por sus palabras, ella se estaciono, se despidieron y se bajó del carro ella arranco y él se colocó la máscara, su gafete y mostro su credencial al que estaba en la entrada. Le dio el paso y entro, desde el primer momento de estar ahí noto que todos estaban con máscaras, antifaces e incluso había quienes tenían la cara pintada de colores para no ser reconocidos, también habían unos que llevaban sombrero y paliacates para ocultar su identidad, había travestis y transexuales en diferentes mesas que ya estaban comenzando la charla y el ligue, Sebastián camino hasta la barra solicito un Martini de mango, junto a él un joven alto de complexión fornida se había sentado igual junto a la barra y ordeno un whisky doble, los barman les atendieron y el joven dijo.

– Por los amores no correspondidos.

– Sebastián levanto la copa y dijo sonriendo.

–Salud por las ilusiones estúpidas.

– Ambos se tomaron la bebida de un sorbo el joven se acomodaba su máscara que le cubría casi toda la cara a excepción de los labios, Sebastián notaba que el joven estaba un poco decepcionado y pues se animó a acercársele y ambos cruzaron miradas unos ojos claros color gris miraban a los ojos café claro de Sebastián, el sentía una sensación rara, la sensación similar a la que había sentido con Cristian cuando lo conoció. El joven le pidió que se fueran a una mesa más en privado, él acepto y se fueron a una mesa del rincón que estaba desocupada y la atajaba un pilar con una bocina, ambos se sentaron y empezaron a platicar él joven notó que en el gafete de Sebastián decía 18 años amistad o relación, y Sebastián miro que el gafete de ese joven solo tenía 26 años lo que surja. Se sintió a gusto al leer eso ya que era existía una posibilidad de tener amistad con ese chavo, charlaban sobre lo que les gustaba pero no decían abiertamente la verdad, pues a pesar de que hubo conexión con las miradas pues no había cierta confianza a alguien que solo usaba máscara para ocultar su verdadero yo, él dijo ser bisexual y Sebastián dijo ser gay, ambos entablaban el tipo de chavo que buscaban y pues había ciertas coincidencias, la noche pasaba, había chavos que cambiaban de pareja platicaban con unos y con otros la mayoría era solteros otros solo buscaban sexo o con quien pasar un rato agradable, la noche seguía los tragos también, había unos que bailaban y otros que simplemente estaban parados moviéndose de un lado a otro como si el viento los moviera, el joven invito a bailar a Sebastián y este sin negarse acepto, caminaron al centro de la pista y entre movimientos leves bailaban, se sentía tensos ambos, hasta que él se acercó a su oído y le dijo.

– Baila como si nadie te estuviera viendo.

– Sebastián sonrió, suspiro y le dijo a su oído.

– Esta bien lo hare.

– Empezó a bailar sintiendo la música y el ritmo, ambos se acercaron un poco más y sus cuerpos rosaban uno con el otro, Sebastián se puso de espaldas a él y esté se movía rosando su parte masculina en la espalda de Sebastián, el perfume de el joven se impregnaba poco a poco en la ropa de Sebastián, se volvió a poner frente del joven y este le paso su brazo suavemente por la espalda de Sebastián y con su otra mano le tomo el cuello, sus cabezas poco a poco se acercaban su respiración se hacía lenta y profunda y lentamente juntaron sus labios correspondiendo a un dulce beso que duro poco más de un minuto, ese beso hizo vibrar a Sebastián de placer, de justo, de alegría, sentía algo lindo otra vez pero por un desconocido; separaron sus labios lentamente y ambos sonrieron y el joven le dijo mirándolo a los ojos.

– Me gusto besarte, siento que eres alguien más, un ser sincero y noble, me gustas.

– Sebastián le puso el dedo índice derecho en su boca y le dijo.

– No digas más, continuemos bailando, no te puede gustar alguien que solo conoces emocionalmente pero físicamente no.

– A lo que este joven le quito el dedo de su boca y le dijo.

– De eso se tratan las citas a ciegas, de enamorarse de alguien emocionalmente y no físicamente o porque este muy guapo o apuesto.

– Sebastián sonriendo le dijo.

– Tienes muchísima razón.

– Ambos continuaron bailando y cantando las canciones que ponían, después de un buen rato una pausa se hizo, los reflectores se enfocaban al escenario y subía un transexual cantando una canción romántica, el joven tomo a Sebastián y lo abrazo y empezaron a moverse al compás de la canción, al finalizar ambos decidieron regresar nuevamente a su mesa, después de tan bella y dulce melodía, agarrados de la mano se sentaron y se sonreían el uno al otro, al parecer Sebastián ya había encontrado alguien.

 La noche estaba yendo de maravilla, las horas transcurrían de forma rápida entre charla y bromas, chistes y comentarios el tiempo pasó como agua, el joven al darse cuenta que eran casi las 3 de la madrugada pidió la cuenta sin que se diera cuenta Sebastián y pago de inmediato, Sebastián se había levantado de su lugar ya que había ido al baño, el joven triste dejo su número de celular apuntado en una servilleta, la dejo junto al cenicero y se fue del lugar sin despedirse y sin decir nada a Sebastián; el regreso minutos después y al ver que no estaba se puso a buscar entre las personas a ese joven, pero no veía su máscara o su camisa de manga larga color melón, Sebastián se entristeció y tomo su chamarra y decidió salirse en la mesa ya no estaba la servilleta, se había volado y caído debajo de la mesa, la servilleta contenía el número del celular y una “C” como inicial del nombre real de ese joven. Sebastián se salió después de haber vivido ese momento tan maravilloso y a la vez misterioso, sin duda alguna había sido una experiencia inigualable, al caminar a la esquina miro que Miren ya estaba ahí, se subió al coche y empezaron a platicar de cómo les había ido en esa noche mientras tomaban rumbo a la casa.

Al llegar ya en la cama y apunto de dormir Sebastián empezó a suspirar y no dejaba de sentir la sensación de ese beso y esa mirada tan dulce y confortable que inspiraba deseo y amor, a su vez le indicaba que esa mirada ya era conocida desde antes, pero notaba que las sensaciones eran diferentes, cerró los ojos y quedo profundamente dormido.

Sebastián al parecer encontró amor, pero la pregunta es, ¿Quién será ese joven?

Rockeando al destino