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Es Cuestión del Destino. Capítulo 14

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Hola amigos, les deseo un excelente día... Un fuerte abrazo y disfruten el capítulo.

 

CAPÍTULO CATORCE.

PREFIERO SER TU AMANTE.

 

La relación entre Cristián y Sebastián va de mal en peor, pero se han mantenido muy discretos en no revelar el motivo de su distanciamiento como pareja; ya que ni con sus amigos y familiares hablan sobre el tema; Julieta sabe bien como madre, que su hijo y Cristián tienen problemas en su relación; pero no ha querido preguntarle a su hijo nada ya que ella dijo que la relación es de dos y no de tres, por tal motivo mantiene su distancia con ellos; en cambio Regina madre de Cristián hace todo lo contrario; pues ella ha querido averiguar que sucede; pues la última vez que habló con él por teléfono, le contestaba algo cortante y con tono triste, levantando sospechas de que algo malo sucede entre ellos, pero él ha limitado a su madre al cuestionarle, en insistir en saber e ir de visita a la casa; pues entre Cristián y Sebastián acordaron que el tema no debería de ventilarse hasta tener una solución “madura” para lo que queda de su relación.

Fuera de la casa, ellos se muestran felices, pero dentro de ella son cortantes, fríos e incluso comenzaron a dormir en cuartos separados; cosa que aunque es muy pequeño Adonaí, se ha dado cuenta de eso y por eso ha causado que nuevamente se haga pipi en la cama; Cristián ha tratado de hablar con Sebastián sobre el asunto de infidelidad para dejarle en claro las cosas, así como el trauma que le están causando a Adonaí, pero cuando están por comenzar a hablar bien, Sebastián siempre sale reclamándole las cosas, enojándose y peleando, evitando aclarar las cosas de una buena vez como personas adultas; Cris y Sebas saben bien que están ocasionando un mal a su hijo, pero el orgullo dolido de uno y el arrepentimiento tardío del otro, no los está llevando a nada; Cris está muy arrepentido y ha pedido perdón de mil maneras, pero Sebastián está tan dolido por la traición que se ha enfocado mucho en temas de infidelidad en su trabajo y ha dado paso a terapias de pareja heterosexuales y homosexuales.

Maritza sigue hospitalizada y bajo cuidados intensivos; ya que su herida no ha querido cicatrizar bien debido a una fuerte infección que le ha causado fiebres intensas; la teniente Tirsa ha mantenido custodiada la habitación en dado caso que Bryan llegase a querer entrar a la fuerza; la hija de Maritza la cuidan muy bien, la lleva una trabajadora social así como dos compañeros practicantes a visitarla durante tres horas diarias para que conviva con su mamá; incluso a Maritza se le ha sugerido que la de en adopción para que esté con mejores cuidados, ya que varias parejas han querido adoptar a la pequeña por lo tranquila que es, pero ella se niega, pues desea ser mejor madre y no cometer el error anterior; las sospechas de que ella sea la madre de Adonaí son cada día más probables, aunque Sebastián ha tratado de negar que sea verdad por qué tiene temor de perderlo.

Los días han pasado, los ensayos con la banda “lipotimia” rumbo a su presentación final, han llenado de nervios a los integrantes del grupo, una vez presentados no habrá vuelta atrás para retractarse en su despedida; Mateo y Miren entusiasmados con esta presentación mandaron a hacer playeras con imagen y logo del grupo, así como carteles y un gran espectacular electrónico en avenidas principales de la ciudad, con fin de promocionar su último evento como grupo; con todo este ajetreo a Miren no le ha dado tiempo de decirle a su marido que al fin serán papás; ambos como pareja y amigos muy cercanos se han percatado sobre la relación de Cris y Sebas está comenzando a ir mal; ya que se ha visto notaria la ausencia de Sebas en los ensayos excusándose por exceso de trabajo, a lo que Miren le ha preguntado de muchas formas y maneras posibles sobre el asunto y Sebastián siempre sale con que son asuntos de pareja y que en pareja se deben tratar.

Por otra parte Ian y Rubén han querido hablar con Sebastián y revelarle la infidelidad con detalles de Cristián, pero no han podido verse debido al tiempo; en tanto Cristián ante la advertencia que recibió esa vez por parte de Ian; él le dejó en claro que ya le había comentado todo a Sebastián y que dejará de estar de metiche, que respetara su relación con sus problemas, tal y como ellos tuvieron su límite y distancia cuando Rubén le fue infiel a Ian y ellos estaban igual o peor en su relación; por su lado Sebastián un poco molesto de tanta insistencia por parte de Ian le ha bloqueado de forma temporal en la aplicación de mensajería instantánea; pareciera que el destino no quiere que ellos se involucren más de lo que ya en ese asunto; pues no han podido coincidir en persona a pesar de que sus respectivos trabajos están a unas calles de distancia.

Sábado por la mañana; Sebastián bajaba a la cocina, un tanto somnoliento y al ver que Cristián preparaba el desayuno le ponía cara de incomodidad y se daba media vuelta.

A lo que Cristián le decía serio. – Buenos días, preparé el desayuno, ¿gustas huevos estrellados?

– Sebastián seriamente se regresaba y le respondía cortante. – Buenos días señor Cristián, gracias pero con verlo el hambre se me ha ido.

– Dándole la espalda le decía. – Iré a ver a mi hijo.

– Cristián le apagaba a la estufa, caminaba tras de él y jalándole del brazo le decía molesto. – ¡Basta, basta ya!, ¡estoy harto que me trates así, me ignores, me seas cortante, incluso estás tratando que nuestro hijo esté en contra mía!

– Sebastián molesto se zafaba de él y le decía enojado. – ¡Basta ya!, ¿ahora sí muy ofendido?, ¿cómo crees que me siento yo?, ¡te trato como mereces, tampoco quieras que me tome muy a la ligera tu maldita infidelidad!, ¡y es el colmo que me digas que soy yo quién pone a nuestro hijo en tu contra, cuando en realidad somos los dos que estamos causándole un gran daño!

– Cristián sarcástico le decía. – ¡Vaya hasta que te das cuenta del daño que estamos causando, tus estudios de psicología al fin los aplicas en ti!, ¡al menos tu profesión no se te olvida y te estás tratando de ayudar!

– Enfadado Sebastián le daba una cachetada y le decía enojado. – ¡Eres un imbécil!

– Cristián impedía que subiera más las escaleras y lo jaloneaba diciendo. – ¡No me vuelvas a golpear!

– Sebastián le sonreía burlonamente y le trataba de dar otra cachetada.

Cristián le detenía la mano en el aire y comenzaban a forcejear.

Sebastián haciendo fuerza contra de él, le decía. – ¡Ya suéltame que me estás lastimando, tienes más fuerza que yo, me lástimas!

– Cristián haciendo fuerza le sujetaba ambas manos levantándolas al aire y le arrinconaba en la pared diciendo. – Con las ganas que tengo de hacerte el amor, pero me conformaré con esto.

– Cristián inesperadamente le robaba un beso; el cual parecía beso de amor, que beso robado; Sebastián al percatarse que sus impulsos de rencor y enojo se doblegaban,  haciendo que correspondiera el beso; reaccionaba y le daba una patada en la espinilla a Cris.

Para así soltarlo y decirle desesperado. – ¡Por favor, ya!, ¡de verdad te he pedido perdón de muchas formas, te compre flores, chocolates, te regale un reloj, el perfume que querías, me he hincado ante ti suplicando perdón!, ¡¿qué más debo hacer?!

– Sebastián mirándolo fríamente le respondía. – Con tus regalos no borraran ni harán que me olvide de los cuernos que me pusiste; mejor ponte a trabajar en la invención de la máquina del tiempo para así poder retroceder los días y evitar serme infiel.

– Cristián sin decir más, suspiraba y se daba vuelta para regresar a la cocina.

Sebastián subía las escaleras y entraba a la habitación de su hijo, que aún dormía en su cama; él acariciando la cabeza de Adonaí, mostraba leve sonrisa y pensaba. – Ese beso y sentir tu frondosa barba rosar con mis labios me hizo estremecer tanto que ganas de hacer el amor me dieron, aún te amo y mucho, pero debes aprender la lección Cristián y reconquistarme nuevamente.

– Sebastián relajándose un poco, se disponía a despertar a su hijo, para bañarlo y bajar a desayunar.

Cristián en la cocina, desayunaba sin ánimos y pensando en ponerle fin a los problemas en su relación; él comenzaba a buscar en el periódico, así como en su celular, departamentos disponibles céntricos en la ciudad; ya que estaba optando por irse y dejar que el tiempo curé las heridas o de plano ponga punto final en su larga relación.

Rato después, Sebastián bajaba en brazos a Adonaí, ambos pasaban a la cocina y Cristián con ojos llorosos se acercaba y saludaba a su hijo un poco cabizbajo. – Mi niño hermoso, ¿dormiste bien?

– Adonaí le sonrió y se abalanzo hacía él dándole un fuerte y gran abrazo diciendo. – Sí papi, ¿tú cómo dormiste?

– Cristián sonriendo contento abrazaba fuerte a su hijo respondiendo. – Muy bien mi hermoso enano, anda a desayunar.

– Sebastián serio les decía. – Iré a trabajar, así que te quedarás con tu papá, te debes portar bien y desayunas todo lo que él te dé.

– Cristián serio preguntaba. – ¿Piensas trabajar tan temprano en sábado?

– Serio y cortante le respondía. – Siempre he trabajado los sábados, antes me iba un poco más tarde por qué tenía un motivo para quedarme; ahora tengo un motivo para irme a trabajar más temprano y así poder seguir manteniendo a mi hijo, en dado caso que… bueno tú ya sabes.

– Sebastián le daba un beso a su hijo diciéndole. – Pórtate bien mi niño, te quiero mucho, desayunas todo.

– Adonaí lo miraba un poco triste mientras se regresaba a su habitación por qué se le había olvidado su computadora.

Cristián un poco impaciente y desesperado ante el comentario que le dio Sebastián y ante la forma que Adonaí le miraba, él decía. – Espera aquí mi niño hermoso, iré a despedirme de papá.

– Adonaí un poco cabizbajo le decía. – Sí papi, te quiero.

– Cristián dejando a su hijo sentado, salía de la cocina molesto, subía rápido las escaleras y se topaba a Sebastián el cual enojado le decía. – ¡Quítate déjame pasar!

– Sebastián quería bajar pero Cristián molesto, impidiendo el paso, le decía. – ¡Es el colmo que siendo lo qué eres, un psicólogo con conocimientos, hables de temas delicados e insinúes que yo dejaré de mantener a mi hijo!, ¡¿Qué rayos sucede contigo Sebastián?!

– Sebastián quitaba el brazo de Cris del paso y le decía. – ¡Todo esto que está pasando es por culpa de tu maldita infidelidad!

– Cristián rendido se quitaba del paso y le decía. – Tienes razón que es culpa mía, es por eso que he tomado la decisión de irme de la casa, en la semana veré unos departamentos y a la brevedad me mudaré.

– Sebastián se detenía, dándole la espalda, sentía que su corazón se estrujaba y con ganas de llorar, le decía. – Espero cumplas con lo que dices y hagas tu vida aparte.

– Sebastián triste bajaba rápido las escaleras, tomaba sus llaves de la mesa de la ante sala y se iba en su carro, dejando a Cristián suspirando y golpeando la pared.

Adonaí se asomaba al escuchar el golpe y con voz entrecortada preguntaba. – ¿Qué pasa papi?

– Cristián triste volteaba, lanzaba una leve sonrisa y le respondía. – Nada chaparro, nada.

– Adonaí caminaba y subía las escaleras hasta donde él estaba, extendiéndole los brazos, Cristián lo cargaba y lo abrazaba muy fuerte diciéndole. – Te quiero mucho mi niño lindo, mucho, mucho.

– En brazos de su papá, Adonaí y él bajaban las escaleras para disponerse a desayunar.

Sebastián manejaba llorando, recordando en cada semáforo en rojo, aquellos buenos momentos al lado de su amor, que se estaba terminando; él sin poder más, se orillaba en la calle y le marcaba a su secretaría para cancelar las citas de ese día y que las reprogramará para los próximos días, sin dar explicación alguna; así después le hablaba a Miren, qué encontraba en su nueva casa haciendo limpieza en la cocina luego de desayunar; su teléfono estaba en la habitación, sonaba justo en el momento que Mateo salía del baño.

Él al escucharlo, lo agarraba y respondía. – Buenos días Sebas, Miren está abajo.

– Sebastián con voz llorosa, apenado le decía. –  Discúlpame si interrumpo Mateo, pero por favor comunícame con ella, es urgente.

– Mateo preocupado al escucharle así, le decía. – No interrumpes nada, ahorita te comunico con ella pondré en espera la llamada, tranquilo, ¿sucede algo malo?

– Sebastián llorando le respondía. – Necesito hablar con ella, necesito de mi amiga.

– Mateo le decía mientras salía de la habitación. – Entiendo, voy bajando las escaleras.

– Sebastián aguardando y Mateo poniendo la llamada en espera, interrumpía a Miren diciéndole preocupado. – Amor, al teléfono está Sebastián y se le oye voz quebrantada.

– Miren sorprendida se enjuagaba las manos, topando un trapo se secaba diciendo. – Sebastián, ¡Ay caray!, ¡¿Le preguntaste qué le pasa?!

– Mateo nervioso y preocupado respondía. – Lo hice, no me respondió, solo pidió hablar contigo.

– Miren agarraba el teléfono diciéndole. – Gracias amor, la ropa está planchada y lista en la cama, sube a cambiarte sí.

– Mateo le daba un beso diciéndole. – Sí amor gracias, cualquier cosa con Sebastián me dices.

– Miren preocupada le decía. – Sí, lo haré.

– Mateo subía a la habitación y Miren se iba a la sala atendiendo la llamada preocupada. – Sebas, ¿qué paso?, ¿te encuentras bien?

– Sebastián tragaba saliva, se limpiaba las lágrimas y le decía sollozando. – Amiga necesito de ti, me siento fatal, no aguanto más, me quiero morir.

– Miren preocupada le decía para calmarlo. – ¿Dónde estás?, no digas eso, Adonaí te quiere mucho, te quiero yo y necesito de ti.

– Haciendo una breve pausa ella preguntaba intrigada. – ¿Estás así por qué esto tiene relación con el distanciamiento con Cristián, verdad?

– Sebastián suspirando le respondía. – Le estamos haciendo mal a nuestro hijo con nuestras actitudes y problemas; deseo morirme, aventarme de un puente y acabar con este dolor, pero pienso en mi hijo y saco fuerzas.

– Tragando saliva le decía. – Sí amiga, todo esto tiene que ver con Cristián, necesito hablar contigo, ya no hay por qué seguir ocultando sí con nuestras acciones se están dando cuenta de lo que de verdad sucede.

– Miren subiendo las escaleras le iba diciendo apurada. –  Amigo no te preocupes dime dónde andas para verte.

– Sebastián le respondía. – Estoy, bueno estaba rumbo al trabajo, deja tomar eje poniente y para regresar al eje central con rumbo a tu casa, como en 15 minutos estaré allá.

– Miren le decía mientras se cambiaba de prisa. – Sí amigo, te espero, maneja con cuidado y tranquilo, ¿sí?

– Sebastián mostrando leve sonrisa le respondía. – Sí amiga, con cuidado.

– Finalizaban llamada y Mateo al verla tan apurada le preguntaba. – ¿Qué sucede?

– Miren le respondía presurosa. – Mi amor al parecer estamos en lo cierto, hay problemas entre Sebas y Cris, por favor sí sabes algo dímelo, sea lo que sea debemos ayudarlos.

– Mateo confundido le decía. – Amor, así como tú, estoy yo, tampoco sé lo que pasa, pero sí en esta semana de ensayos he notado muy distante a Cristián y triste, es más él me ha dejado a cargo muchos detalles de la última presentación hoy por la noche, cosa que él debería hacer, yo espero no sea nada grave.

– Miren se le acercaba le daba un beso y le decía preocupada. – Espero lo mismo que tú, aunque a juzgar por el tono de voz de mi amigo, debe ser bastante grave.

– Mateo ya por irse le decía. – Me avisas cualquier cosa, nos vemos al rato para irnos a la presentación.

– Miren le sonreía y le decía. – Sí amor, que tengas buen día.

– Miren tras de él le decía. – Otra cosa amor, no le vayas a decir nada a Cristián de que me habló Sebastián al celular.

– Mateo la volteaba a ver diciéndole. – Descuida no lo haré.

– Él salía de la casa, subiéndose a su auto con rumbo a la oficina; ya qué tenía trabajo pendiente y trabajaría un rato para así posteriormente ir a detallar unas cosas de la última presentación de “lipotimia”.

Miren en la habitación, se arreglaba un poco en lo que pensaba. – “Ojalá amigo el problema que tengas le exista una solución, me entristece saberte deprimido”.

– Al paso de unos minutos, el timbre se escuchó sonar.

Ella bajaba las escaleras con mucho cuidado para abrir; siendo Sebastián a la puerta, quién muy triste la abrazaba diciéndole. – No sé, pero lo que me está pasando es peor de lo que viví cuando andaba con Donato.

– Miren sin entender le apretaba más fuerte diciendo. – Pasa amigo, Mateo salió, entra y hablemos sí, con calma.

– Sebastián desanimado entraba y pasaban al desayunador, donde ahí confesaba los problemas que existían en su relación, así como las sospechas sobre Maritza.

Miren se sorprendía e impactaba tanto que hasta nauseas le provocaba saber la barbaridad cometida por Maritza y un enojo al enterarse lo que hizo Cristián; ella anonadada decía. – Es increíble que la posible madre de Adonaí el mismo destino la haya puesto cerca de ustedes y algo indignante saber que Cristián te fue infiel; eso era lo que te tenía cabizbajo el día que ibas a casa de tu mamá ¿verdad?

– Curiosa preguntaba. – ¿Te dijo al menos el nombre?

– Sebastián limpiándose la nariz le respondía. –  Sí amiga era eso y no, no me dijo el nombre, pero seguramente fue alguien de la vida galante.

– Miren le abrazaba fuertemente diciendo. – Amigo te quiero mucho, cuentas conmigo.

– Sebastián la abrazaba con mucho afecto diciéndole. – Gracias amiga, siempre has estado en las buenas y en las malas.

– Miren se separaba de él y le decía. – Con este suceso, me imagino que no irás a la última presentación de “Lipotimia”, ¿O sí?, digo por qué Mateo me comento que no asististe a ningún ensayo y bueno yo sólo fui un día y tampoco te vi.

– Sebastián limpiándose las lágrimas le contestaba. – Pues pensaba no ir, pero lo amo mucho y quiero al menos verle en su última presentación; pero…

– Miren interrumpía preguntando. – ¿Pero qué?

– Sebas respondía pensativo. – No tengo con quién dejar a Adonaí; mi mamá está con mi hermana está en los días que será mamá y no quiere apartarse de ella.

– Miren le tomaba la mano diciéndole. – A pesar de lo ocurrido, tú amas con todo el corazón a Cristián, no soy quién para mal aconsejarte y decirte lo que debes hacer en contra de él, una relación es de dos y no opinaré nada al menos de que tú lo solicites, está claro que tú sabes a la perfección como tomar esté asunto por qué eres psicólogo; deseas apoyarlo en éste momento culminante de su hobbie de años; sí quieres ir vamos, también quiero apoyar a mi esposo; por Adonaí no te preocupes, mi mamá puede cuidarlo, sirve que se comienza a entrenar para cuando lleguen sus nietos.

– Sebastián suspiraba y cambiando su semblante ponía su mano en el vientre de ella preguntándole. – ¿Cómo vas con tu embarazo?, ¿Mateo ya sabe?, con mis problemas de pareja olvidé que estás embarazada, el haberte dicho esto debió preocuparte un poco, discúlpame de verdad.

– Miren le sonreía respondiendo. – Sebas no te preocupes, todo bien voy entrando a la sexta semana y ya tengo algunos síntomas como náuseas y antojos normales, con los ensayos, el trabajo atrasado en ambos, ni tiempo he tenido de darle la sorpresa a Mateo de que será papá por partida doble.

– Sebastián preguntaba curioso. – ¿Serán gemelos?

– Miren contenta le respondía. – Pues en el primer ultrasonido que me hicieron se mostraban dos, en la ecografía igual y termine de confirmar cuando me realice el ultrasonido en cuarta dimensión; seré mamá por partida doble.

– Sebastián la abrazaba diciéndole. – Me da gusto por ti y por Mateo; al fin se casaron y después de varios años cumplirás el privilegio de ser madre, estoy muy contento por ti amiga.

– Miren emocionada le decía. – Gracias amigo, ¡te mostraré los estudios en la laptop, ven sube conmigo!

– Ambos amigos subían a la habitación para ver los estudios y continuar platicando.

En casa, Cristián y Adonaí veían la televisión muy a gusto; Cristián pensando en otra solución a los problemas causados por su culpa, no prestaba atención a que Adonaí en un descuido tomaba el control y le cambiaba a varios canales, hasta caer en el canal de noticias internacionales.

Cristián al reaccionar le quitaba el control diciéndole. – No campeón, no le cambies, estábamos viendo las caricaturas.

– Adonaí decía sonriendo. – Disculpa papi.

– Él le decía dándole un beso. – No hay cuidado hijo.

– Al voltear y ver el título de la nota que estaban dando, Cris exclamaba. – ¡No puede ser, es increíble!

– Subiéndole el volumen, ponía atención a la nota.

La cual era que después de varios años de lucha por los derechos de igualdad ante la iglesia, el vaticano al fin había autorizado; como petición de su actual papa con mentalidad más abierta y fresca; que podrían contraer matrimonio las parejas del mismo sexo ante las leyes de la iglesia, así mismo como brindarle los sacramentos a los hijos de dichas parejas; pues en el comunicado que brindaba el papa, recalcaba que todos los seres de la tierra tienen derecho a la felicidad, así mismo los homosexuales tienen derecho a acercarse a dios, ya que nadie debe juzgar a nadie por sus actos más que el mismísimo dios; por tal motivo era una orden mundial que se extendía como pólvora el permitirles a esas parejas contraer nupcias por la iglesia; la noticia tendría consecuencias negativas y positivas, pero para los homosexuales era un triunfo el poder ser más libres aún; dicha autorización traía sus nuevas leyes, que deberán cumplir las parejas al contraer matrimonio.

Las cuales Cristián prestaba aún más atención; al término de la nota, él muy contento cargaba a su hijo diciendo. – ¡Aún existe esperanza para este amor!, ¡Adonaí hijo mío, al fin podremos bautizarte y podré casarme con tu papá!

– Adonaí se alegraba mucho y abrazaba a su papá de la emoción; Cristián sonreía pensando. – Ya sé cómo recuperar tu amor, demostrándote que deseo seguir contigo, esta misma noche al finalizar la presentación te pediré que te cases conmigo por la iglesia, juraré ante dios que te amo y que estoy muy arrepentido de serte infiel; deseo con muchas ansías que seamos un matrimonio consagrado.

– Cristián dejaba a Adonaí en el sillón viendo tele y él subía a cambiarse de forma presurosa, para así rato después salir con su hijo a la joyería para comprarle a Sebastián un anillo de compromiso.

Las horas pasaban; Cristián y Adonaí en la joyería del centro comercial, seleccionando el anillo que pertenecerá a Sebastián, para así posteriormente irse a un último ensayo general con la banda a unas horas de su presentación final; no sin antes avisarle a Sebas dónde estaría Cris con su hijo; Sebastián regresaba a la casa luego de hablar largo y tendido con Miren; ella prometía guardar el secreto y no revelar nada sobre la infidelidad habida en su relación, así como Sebastián no decir nada sobre el embarazo de ella.

Ian y Rubén trataban de comunicarse con Sebastián para invitarlo a salir esa misma noche, Sebas educadamente les decía que no podría, pues iría a la presentación final de “lipotimia”; cosa que Ian dudaba en las palabras de Cristián, al haberle comentado que ya le había confesado la infidelidad a Sebas; siendo tocado por la curiosidad, Ian le decía a Rubén que cancelará las reservaciones en el bar al que asistirían, que irían a desenmascarar a Cristián frente a Sebastián; cosa la cual Rubén no estaba muy de acuerdo por lo que Ian tratará de hacer, él le decía que debía de tener su distancia ante la relación de ellos, pero Ian testarudamente le ignoraba, exponiéndole sus puntos que él creía “favorables”.

Miranda y Edison también se preparaban para asistir al festival de bandas; dónde ella cantaría unas canciones pop en versión rock/pop; ella al demostrar su potencial voz y su exuberante cuerpo, hacía que Edison se entusiasmará más con ella, planeando así, pedirle que fuera su novia oficialmente esa misma noche; Mateo después de su tan ajetreado día, llegaba a casa a bañarse y arreglarse, pues estaba a tres horas del gran evento.

Sebastián se estaba arreglando en su habitación y Cristián quién había terminado de bañarse, salía envuelto en toalla y le decía temeroso. – Te ves muy guapo así, tenía tiempo de no verte con playera y jeans desgastados.

– Sebastián peinándose frente al espejo le decía frío. – Gracias, apúrate que se te hace tarde para irte.

– Cristián cabizbajo, se quitaba la toalla y se colocaba el bóxer.

Ambos sin hablarse continuaban preparándose; Sebastián comenzaba a buscar entre sus cosas su pulsera de antaño; él algo molesto preguntaba. – Cristián ¿Has visto mi pulsera que tiene grabada la frase “es cuestión del destino”?, no la encuentro y estoy seguro que estaba aquí.

– Cristián nervioso titubeaba al responderle. – Pues… pues no, ¿no está ahí?, busca bien debe estar ahí.

– Sebastián enojado le respondía. – ¡Sí te estoy preguntando es por qué no está aquí dónde la deje!

– Cristián muy nervioso cerraba los ojos y apretando los puños le decía. – La tomé prestada ese día que salí por la noche mientras tú estabas en el congreso y la perdí.

– Sebastián enojado cerraba el cajón de golpe y se volteaba para gritarle. – ¡Es el colmo contigo, claro era de esperarse, pierdes tus promesas, pierdes el amor hacía a mí y cómo era de esperarse también pierdes mi pulsera que tiene grandiosos recuerdos míos!, ¡Eres un imbécil!

– Sebastián enojado se salía de la habitación y bajaba.

Cristián trataba de explicarle apenado diciendo. – Sebastián espera, por favor… espera.

– Sebastián le gritaba bajando las escaleras. – ¡Cállate y apúrate!

– Cristián se daba un golpe en la cabeza con su mano diciéndose. – ¡Qué idiota soy, en vez de arreglar las cosas las empeoro!, solo espero que esté anillo de compromiso remedie nuestra situación, de lo contrario me iré de la casa y dejaré que el destino y el tiempo curen las heridas.

– Sebastián molesto, se tomaba un whisky y apretaba su mano libre; en ese instante, el clatsún del auto de Miren se escuchaba, él salía decirle que le esperará unos minutos en lo que subía por Adonaí que estaba dormido.

Sebas subía rápido las escaleras; sujetándose momentáneamente del barandal que se aflojaba un poco más.

Él entraba a su habitación y le decía a Cristián en tono frío. – Iré a dejar a Adonaí en casa de los papás de Miren, pensaba asistir en apoyarte en esta noche especial para ti.

– Cristián preguntaba sorprendido. – ¿Quieres decir qué no asistirás?

– Sebastián cortante y serio contestaba. – Lo pensaré, buenas noches y mucha suerte señor.

– Sebastián dando medía vuelta salía de la habitación para ir por Adonaí e irse; dejando con palabras en la boca a Cristián; que quedaba parado viendo salir a su amor cargando a su hijo.

Él respiraba profundamente y sacando de su bolsillo izquierdo la caja con el anillo de compromiso, muy triste decía. – Tengo toda la esperanza en este anillo, espero tener tiempo aún de remediar las cosas.

– Cristián minutos después, pensativo y no muy animado salía de la casa para tomar rumbo al evento.

En ese momento, Bryan se acercaba a la casa de forma cautelosa y misteriosa, analizaba la chapa de la puerta de la casa, así como la del garaje, tomaba algunas fotos y se iba de la misma forma.

En el lugar donde se llevaría a cabo el evento, había gran cantidad de jóvenes y jóvenes adultos; Mateo se sentía nervioso, así como los demás integrantes de “lipotimia”, Cristián parecía frío y distante.

Mateo se le acercaba y le preguntaba. – ¿Sucede algo malo?

– Él respondía seriamente. – Nada, sólo que está noche dejaré que el antiguo Cristián antes de Sebastián se posea de mi cuerpo.

– Mateo sin entender le preguntaba. – ¿De qué hablas?

– Cristián suspiraba y mirando al escenario, le contestaba. – “Darckanight” se hará presente en esta última presentación de “Lipotimia”, se despedirá del público y de los escenarios.

– Mateo totalmente desconcertado y sin comprender le decía. – Cómo digas hermano, te espero en Backstage.

– Cristián tragaba saliva y pensaba. – Hoy cierro una etapa para continuar una más madura y responsable, sólo espero las cosas me salgan como quiero.

– Él caminaba para prepararse junto con la banda para salir al escenario.

Poco rato después, Miren y Sebastián llegaban presurosos y puntuales para arribar a sus lugares reservados; cerca de Backstage y casi frente al escenario; Miranda y Edison caminaban tomados de la mano del otro costado del escenario; ella volteaba sin querer y los miraba ansiosos.

Miranda se soltaba de la mano de él y le decía sonriendo. – Eddy disculpa, iré a saludar a unos amigos, les alcanzo en unos minutos.

– Edison le sonreía y le decía. – Esta bien preciosa.

– Miranda que llevaba una larga gabardina negra cubriéndole parte de su vestuario de presentación, así como algunos accesorios en brazos, caminaba a la mesa de Miren y Sebastián.

Ella al estar frente de ellos sonriente les saludaba. – ¡Hola chicos, ¿cómo están?!

– Miren un tanto distante; pues no le cae del todo bien la prima de su esposo; le saludaba diciendo. – Muy bien, gracias, días sin vernos.

– Sebastián qué tenía rato de no verla, le decía sorprendido. – ¡Vaya que bien te sienta el color de cabello!, ¡¿Cantarás con Cristián, Mateo y lipotimia?!

– Miranda sonreía mordiéndose el labio, respondiendo. – Muchas gracias Sebas, que gentil eres amigo, por eso te quiero y me caes muy bien; pues no, no cantaré con los “lipotimia”, cantaré con la banda de Edison, el chico con el que estoy saliendo, ya tengo rato con él, a ver qué tal nos va.

– Miren incomodada le decía. – Pues les irá bien, verás que sí.

– Sebastián sonriéndole le preguntaba. – ¿Es definitiva tu estancia en la ciudad?

– A lo que Miranda al notar la incomodidad de Miren, respondía con intensión de incomodarla más. – Pues sí, es un hecho; estoy pensando en solicitar trabajo en la constructora donde Cristián y mi primo Mateo trabajan, espero me puedan ayudar a entrar; estoy ansiosa por querer trabajar y quedarme aquí al lado de ustedes mis amigos y de Edison.

– Miranda sonriendo observaba que Miren hacía mueca de inconformidad y Sebastián para disimular le decía. – Eres una chava joven, guapa y con talento; te irá bien, seguramente tendrás trabajo en la constructora.

– Miranda abrazaba a Sebastián de forma hipócrita y ella le decía sonriendo burlonamente. – Gracias Sebas, en verdad eres un sol; Cristián tiene a un gran ser humano a su lado.

– Sebas apenado, se sonrojaba y le decía. – No, no es para tanto.

– Miranda le decía sonriendo y mirándole a los ojos. – Sí, si es verdad; bueno los dejo, debemos prepararnos, hasta luego, saludos a Cristián y mi primo; en rato vengo a verles.

– Miranda se iba sonriendo y pensando. – Que estúpido eres Sebastián, muy estúpido.

– Miren suspiraba diciendo. – Al fin se fue, me cae tan mal, sino fuera por qué estoy embarazada me tomaría un trago de tequila en este momento.

– Sebastián la miraba diciéndole. – Ay mujer, te viste muy obvia con tus expresiones; Miranda es una buena chava, ¿no entiendo por qué te cae mal?

– Miren le contestaba directamente. – Pues es una buena chava para ti, pero para mí no, se ve zorra y buscona; no sé, pero algo de ella no me termina cayendo del todo bien.

– Sebastián sin decir más le decía. – Bien amiga, ya silencio, comenzará el show.

– Ambos atentos esperaban a que “Lipotimia” tuviera turno para subir a cantar.

En tanto Ian y Rubén cansados de estar busca y busca el lugar donde se efectuaría el evento, al fin indagaban dónde; cómo podían entraban y ambos se disponían a buscar entre la multitud a Sebastián, pero no tenían éxito alguno por el exceso de gente que había y por qué prácticamente él y Miren estaban muy adelante.

Una hora y media después del inicio del evento; era turno de la banda de Edison, quién de forma amable, presentaba a su voz femenina Miranda; el público le aplaudían emocionados y motivándole; Miren la miraba de mala manera y le aplaudía sin mucho animó, Sebas le sonreía y tomándole fotos le gritaba. – ¡Vamos Miranda, tu puedes a “rockear”.

– Miranda sin hacerlos esperar más tiempo, acomodaba el micrófono y quitándose la gabardina, mostraba su pantalón de cuero negro y un top pegado del mismo tono, con tatuajes de Henna en los brazos y su larga cabellera lacia, comenzaba a cantar.

Sebas se percataba que un tatuaje era similar al de Cristián, el cual sorprendido decía. – ¡Ese tatuaje es igual al de Cristián!

– Miren lo volteaba a ver preguntándole. – ¿Dijiste algo?

– Sebas movía la cabeza respondiendo. – No nada, nada.

– Ellos continuaban prestándole atención a la banda; quienes comenzaban con los acordes de una excelente canción a la cual le dudaban que Miranda llegara al tono; se trataba de “Fleurs du Mal”, con arreglos metal-gótico abrían su presentación.

Miranda mostrando su capacidad vocal cantaba. – Is it you I keep thinking of?, Should I feel like I do?, I’ve come to know that I miss your love, While I’m not missing you, We run, Til it’s gone, Et les fleurs du mal, Won’t let you be, You hold the key to an open door, Will I ever be free?

Entrando al coro ella acompañada de Edison y sus compañeros, prendían más al público, sorprendiendo a Miren y Sebastián e incluso a los chicos de “Lipotimia”. – Les fleurs du mal unfold, Comme les fleurs du mal, Dark demons of my soul, Un amour fatal, Been tryin' hard to fight, Comme les fleurs du mal, Les fleurs du mal inside, Un amour fatal…

Al termino de esa canción, pasaron directo a cantar “Fantasma de la Opera” a dueto con Edison con arreglos metal-gótico; posteriormente a dueto cantaron “Bring me to life”; luego de un descanso de segundos, Miranda comenzaba a entonar “Girlfriend” acompañada de la banda y dos chicas que le hacían de bailarinas; ese número musical impresionaba mucho al público presente y cautivaba más a Edison.

Para despedirse y cerrar con broche de oro, Miranda colocaba el micrófono en el tripié y un poco agitada decía. – Está canción es una dedicatoria a todas y todos aquellos que son segundos amores y que se sienten orgullosos de serlo, así como de disfrutar la posición en la que se encuentran.

– Miranda al ser vista por Cristián, ella le guiñaba el ojo, haciéndolo poner nervioso; ella dirigía sus ojos a Sebastián, quién le sostenía la mirada fijamente y serio.

Miren volteaba a verle y le preguntaba. – ¿Por qué te mira así?

– Sebas sin voltearle a ver le contestaba. – Eso quiero saber.

– Miranda sonriendo descaradamente decía. – Cantemos nuestro himno en versión rockera, ya que yo también, “Prefiero ser su amante”.

– La banda comenzaba a tocar y Miranda hacía el coro antes de iniciar con las estrofas de la canción.

Sin dejar de mirar a Sebas y tomando el papel que ella es, la amante. – Oh, oh, oh, oh, oh, oh…

– Miranda interpretando la canción señalaba a Sebastián. – Crees que es tuyo solamente, pero es una farsa y te convences que esto acabará, te equivocas.

– Cristián quedaba pasmado ante la interpretación de Miranda que aparentemente estaba dedicado exclusivamente a Sebastián por su forma de mirarlo y señalarle; Sebastián cambiaba su postura ante ella y se ponía serio, levantando la ceja, sin bajar la mirada; Miren sólo observaba la escena que se suscitaba al momento de la presentación.

Miranda continuando sus ademanes, señalando a Sebas, cantaba modificando una parte. – Tu papel es el de ser ese quién que él se cansó de ver, que ya no toca más, que ya no quiere más.

– Entrando al coro, se unía a sus compañeras bailarinas, con quienes realizaban una exuberante y provocativa coreografía.

Sebastián serio le decía a Miren. – Al parecer está canción tiene dedicatoria.

– Miren le preguntaba sin comprender. – ¿Cómo sabes?

– Sebastián la volteaba a ver un tanto incomodo respondiendo. – No es necesario ser adivino para saber que dedica está canción, sólo espero que lo que me estoy imaginando no sea verdad.

– Miren regresaba la mirada a la presentación.

Donde Miranda nuevamente colocando el micrófono en el tripié, cantaba observando a Sebastián. – La intuición no se equivoca cuando sientes celos no estás loca y hoy entérate, yo soy la otra…

– Cristián sentía una incomodidad al escuchar eso, haciéndose a un lado y evitando seguir viendo la presentación.

Sebastián de golpe bebía su whisky y se ponía más serio; Ian y Rubén que observaban desde otro punto la presentación.

Ian enojado le decía a su novio. – ¡Maldita vieja puta, esa canción le queda perfecta, pues es una amante, pero una amante culera y asquerosa, maldita vieja, ojalá Sebastián le dé una buena arrastrada por toda la calle!, ¡Sí no lo hace, yo con gusto lo haré, maldita vieja puta!

– Rubén trataba de calmar a Ian diciéndole. – Tranquilo, es sólo una canción, nada más.

– Continuando con la interpretación; Miranda sonreía y señalaba mostrando la pulsera de Sebastián.

Con esa misma mano le señalaba a él, cantando. – Él de ti ya está aburrido y a mí me persigue como un niño, soy un dulce que siempre le sabe bien…

– Nuevamente en el coro hacía una pequeña coreografía con sus compañeras; dejando a Sebastián impresionado al ver su pulsera en muñeca de ella.

Él comenzaba a hilar lo que Cristián le respondió cuando le cuestionó sobre su pulsera, sobre su infidelidad cometida y el paradero de su pulsera.

Sebastián tomaba el brazo de Miren y le decía muy consternado. – ¡Ya sé quién es la amante de Cristián!

– Miren lo volteaba a ver impresionada, preguntando. – ¿Quién es?

– Sebastián respiraba hondo y movía la cabeza.

En cuanto Miranda, en la última parte de la canción; sonreía muy orgullosa y con mirada retadora a Sebastián cantando. – Yo tengo sus noches y su pasión, sus fantasías y su obsesión, aunque te duelaaa... oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh.

– Miranda señalándose así misma recalcaba la parte final de la canción. – Su amante, su amante, ¡Soy yo!

– Las luces se apagaban, Edison y Miranda siendo iluminados por una pequeña luz, se despedían de su público y terminaban después de media hora su presentación, para darle paso a la última banda que era “Lipotimia” en su última noche como grupo; Miranda bajaba orgullosa por cantar y sonreía perversamente a Cristián que estaba por subir al escenario.

Ahora que sabe Sebastián quién fue la persona con la que Cristián le fue infiel, ¿creen que haga algo al respecto?, ¿cómo reaccionarias?, ¿qué le dirías?, espero me puedan apoyar con sus respuestas… Ojalá les haya gustado saludos y mil gracias por su tiempo.

 

 

Es Cuestión del Destino.

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