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Amor, Pasión o Deseo. Capítulo 18

en Bisexuales

Hola; agradezco el apoyo brindado durante estos meses a esta historia, les deseo un excelente inicio de año y un gran abrazo; que sus metas, sueños, deseos, propositos se cumplan.

 

 

Capítulo Dieciocho.

 

Y tú, ¿qué sientes? (Parte II)

 

 

Luego del repentino viaje de Bradley a Madrid; las cosas en Ciudad de México se comenzaron a complicar más; días después; Aurora y Fernando comenzaban a disputarse derechos y categorías en el bufete; ya que ambos tenían el mismo poder laboral.

A las oficinas, furiosa y desenfrenada, Luciana ingresaba; presurosa indagaba dónde se encontraban Aurora y Fernando, la cual al verlos, en rabia le dijo a ella. – ¡Perra maldita!, ¡no eres nadie para adueñarte de este bufete, este lugar pertenece a mi familia!

– Luciana la miraba con desesperación y Aurora se contenía para no responder la agresión.

Fernando, molesto exclamó. – ¡Luciana hazme el favor de retirarte de aquí, ahora!

– Ella volteaba a verle y señalándole, se expresó. – ¡Tú no eres nadie para correrme de aquí, tú eres un simple empleado venido a más!

– Fernando bajaba la mano de ella diciéndole con una sonrisa. – Veo que tú hermano no te ha contado todo.

– Luciana confusa, preguntó. – ¿Contarme, qué?

– Aurora se apartaba lentamente, mientras que él respondía serio a la interrogante. – Contarte que tras la muerte de Guido su firma de abogados pasó a ser de mi propiedad luego de haber sido nombrado heredero universal de la mayoría de sus bienes; por ende yo soy socio del bufete y al tener misma categoría que Aurora, puedo pedirte que te largues ahorita mismo de aquí, ya que yo consté la autenticidad del testamento del legado Landucci, mismo que a ustedes los dejó sin nada.

– Luciana impactada no podía creer lo dicho.

Fernando le miraba imponente diciendo. – Así que sí quieres agredir y reclamarle a alguien, hazlo conmigo, pues Aurora únicamente hizo lo que yo le aconsejé hacer, por bien de ella y su hija.

– Aurora nerviosa veía como Luciana histérica cacheteaba a Fernando gritándole. – ¡Maldito, maldito, mil veces maldito, las vas a pagar, lo juro!, ¡mi hermano regresará con pruebas suficientes para impugnar ese testamento y entonces sí, ustedes serán aplastados como unos gusanos!

– Fernando irritado señalaba la puerta y le gritaba. – ¡Hazme el favor de largarte de aquí si no quieres que ahorita mismo te demande por agresión!

– Luciana dijo retándole. – No lo harías, no te atreverías.

– Fernando le sonreía hablando. – Sera mejor que te vayas, pues tengo armas suficientes para terminar de hundir a tu familia y su gran apellido, así que mejor retírate y dile al cobarde de tu hermano que haga lo que haga, no podrá ganar esta vez.

– Luciana se burlaba diciendo. – Eres un mediocre venido a más, nunca serás como mi padre.

– Fernando le contestó y miro serio. – Exacto, nunca seré como tu padre, seré mejor, tu padre era una basura y te aseguro que yo mismo lo puedo enviar a la cárcel aun así este postrado en una cama, tengo maneras para terminar de vencerlos y ser mejor que él. – Avanzaba unos pasos, tronaba los dedos diciendo. – Así que lárgate y dale ese mensaje a tu hermano.

– Luciana sintiéndose minimizada, retrocedía a la puerta diciendo. – No te sientas triunfante, aún no está escrita la última palabra.

– Ella se iba a contarle todo a su hermana y a pasarle ese mensaje a su hermano.

En tanto Aurora, se le acercaba a Fernando y preocupada preguntó. – ¿Estas bien?, esa cachetada estuvo bastante fuerte.

– Fernando se sobaba diciendo. – Sí, sí estoy bien, descuida, estuvo fuerte, el dolor se me pasará, pero la humillación de que son pobres eso no se le quitará ni sobándose, tenía la intención de devolvérsela, pero no valía la pena, tengo un golpe final que dar cuando sea el momento indicado.

– Fernando estaba decidido a derrocar el legado Landucci y Aurora comenzaba a sentir remordimiento por lo que estaba haciendo.

Bradley al haber llegado a Madrid, se fue directo y sin escalas con su tío; dónde ahí se enteraría de la situación familiar que se había suscitado tiempo atrás, descubriendo por qué Franco, Pietro y los tres hermanos restantes Landucci se distanciaron; Brad no podría creer los hechos; sin embargo; Franco les apoyaría, pues no guardaba rencor a ninguno de sus hermanos, ni a sus malos tratos y desprecios; Luciana le informaba a Brad lo que sucedió y él se molestaba más con ella, diciendo que en lugar de ayudar estaban perjudicando aún más los hechos; él estaba seguro que lograría impugnar el testamento, pero tras investigar el origen del segundo testamento que Franco poseía, descubrían que en realidad ese segundo testamento era el primero que había quedado invalidado y que el original era el que Brad tenía una copia certificada; Él prefería no decirles nada a sus hermanas y tratar de buscar una solución alternativa.

Su tío muy apenado le decía. – Lamento mucho no podéis ayudáis en vuestro problema, pensé que podría, pero fallé.

– Brad cabizbajo, le decía. – No es tu culpa tío, para nada, descuida, gracias por la intención.

– El tiempo en contra viene; avanza, avanza y no deja de avanzar.

En México Aurora y Fernando comenzaban a tener más fricciones sobre la situación de la firma y la pequeña crisis que estaba sufriendo; por todo ese estrés, Aurora no se daba cuenta de los cambios corporales que estaba presentando; síntomas de que había vida en su vientre.

Por otro lado, tras muchas semanas sin despertar; Pietro Landucci reaccionaba, pero no de la mejor manera; pues debido a los dos infartos y los minutos que estuvo en paro, le causaron una falta de oxigenación cerebral, causándole una cuadriplejia con dificultades del habla; para sus hijos era una noticia terrible y para Bradley más, pues se sentía devastado por lo que había pasado con su padre.

Franco lamentaba lo que le ocurrió diciéndole. – Lamento mucho lo que le paso a mi hermano, pero te diré que tu padre hubiese preferido morirse a tener que vivir así, pues a como es él de orgulloso, no hubiese querido tener que depender de otras personas.

– Brad decía triste. – Concuerdo contigo tío, concuerdo contigo.

– Franco se iba a su recamara a descansar y Bradley se decidía a salir a distraerse un rato, aprovechando que su tío se dormiría.

Bar “La Bohemia Escondida”; un lugar de ambiente para la comunidad LGBT; él ingresaba esperando encontrar algo como medio de distracción y calma a sus problemas; tras varios tragos, bailes eróticos con diferentes chicos y chicas, besos y una que otra caricia provocativa; Bradley se topaba con su pasado; una mujer que había cambiado físicamente para bien, con cabello largo y ondulado, bien maquillada, peinada y vestida con un vestido casual.

Él sorprendido se le acercaba a la barra y anonadado preguntaba. – Hola, ¿te acuerdas de mí?

– La mujer volteaba a verle, sonreía y respondía. – Hombre tío, claro que os me acordáis de vosotros, vaya años que os perdí la pista.

– Brad se sentaba y ordenaba dos tragos, diciendo alegre. – ¡Vaya!, luces hermosa, más hermosa que cuando te conocí esa noche fugaz.

– Dicha mujer era Ellen; la chica con quién tuvo un satisfactorio sexo esporádico mientras estuvo en Barcelona.

Ellen se cohibía y le decía. – Vos no quedáis atrás, habéis puesto más majo que antes, coño.

– Bradley le sonreía y comenzaban a conversar de lo que habían vivido en todos estos años; él le revelaba los motivos por los que estaba en Madrid, desahogándose de tal forma que conmovía a Ellen con sus palabras.

Ella le abrazaba y le consolaba dándole un suave beso en los labios, para así decirle seriamente al oído. – Tranquilo, os tengo algo que decir, yo habéis tenido un hijo de vosotros.

– Ellen se apartaba de él, dejándole boquiabierto y perplejo.

Ella sacaba su celular y le mostraba una foto diciéndole. – Os presento a Piero, tu hijo.

– Bradley sujetaba el celular, derramaba unas lágrimas y se daba cuenta que dicho niño era muy parecido a él cuando tenía esa edad.

Él anonadado, le interrogaba. – ¡¿Pero por qué no me buscaste para decirme que estabas embarazada?!

– Ellen algo avergonzada, le respondió. – Lo hice, cuando me enteré de que os estaba preñada de vosotros, os fui a buscar al hotel Royal Ramblas donde habéis estado hospedado, ahí me informaron que ya tenías cerca de dos meses de habéis abandonado el hotel, os tenía intención de indagar con vosotros, pero supuse que no me recordarías tras lo que sucedió, pero me habéis dado cuenta que deduje lo contrario.

– Brad la miro y dijo amable. – Dudaría de que lo que dices sobre ese niño, pero al ver la foto, es fácil de deducir que es hijo mío, se parece demasiado.

– Ellen sonrió noblemente diciendo. – Cuando os supe que era niño, me emocioné, no sabía que nombre os iba a ponéis, hasta que vi la noticia de la muerte de vuestra madre por la televisión e indagué que os pertenecéis a los Landucci, así que le nombre Piero a vuestro hijo en honor a su abuelo, ya que los nombres son similares.

– Brad le tomaba las manos diciendo impresionado. – ¡Sí sabías que estaba en México!, ¿por qué no viajaste para decirme la noticia?

– Ellen contestaba sin darle mucho rodeo. – Sabía que os estabas en México tras la lamentable perdida de vuestra madre, pero ya me había prometido que me haría cargo sola de mi hijo, no os deseaba ser inoportuna, además, os debo confesar algo.

– Brad cuestionaba asustado. – ¿Qué es?

– A lo que ella respondía tras beberse ese trago de golpe. – Soy bisexual, os gustan las hembras como los machos tío y con la persona que es mi pareja, os encariñó mucho con Piero que no hubo necesidad de os molestáis a vosotros y vuestra esposa, porque os enteréis que contrajo nupcias y que vos ser padre de una niña; vaya que vuestro apellido es famoso.

– Brad se sorprendía un poco de la bisexualidad de Ellen, pero lo que le puso incomodo fue lo de su apellido; así que dijo. – También soy bisexual, pero lamentable el apellido Landucci es muy popular, por eso mis hermanas y yo estamos en depresión, pues nos da mucho miedo las habladurías de la gente.

– Ellen hablaba para calmarlo. – No os preocupáis, antes de que esa noticia sea esparcida por todos lados, os habrán encontrado solución a vuestros problemas.

– Justo ahí llegaba Luisa; la pareja de Ellen; misma quien la presentaba con él y los tres dialogaban largo y tendido de tan inexplicable y gran coincidencia.

Que aún era increíble tanto para Bradley como para Ellen; ahí Luisa informaba que Piero se quedaría a dormir con la madre de ella, mientras la pareja saldría a distraerse un rato luego de una semana intensa de mucho trabajo; estando más tranquilos y entre charlas, tragos, bailes y unos cuantos besos entre ellos tres, la noche evolucionaba a madrugada, para pasar a ser de día.

Bradley despertaba en su habitación y Franco tocaba la puerta para decirle que la comida ya estaba; Brad había dormido casi todo el día, pues se la paso muy bien anoche; aunque sus intenciones era tener sexo o lograr convencer a Ellen y Luisa en armar un trío; únicamente consiguió que se besaran y tocaran frente de él en los baños, más otra cosa no, por respeto a su relación, dejándole a él con unas ganas impacientes de tener sexo; finalizó en la recamara masturbándose tres veces casi seguidas expulsando grandes chorros de semen, tras la excitación de su fantasía sexual con Ellen y Luisa.

Él despertaba con resaca, bajaba a comer y mientras embocaba, leía el testamento detenidamente para encontrarle un falló o error de redacción; pero luego de leer las clausulas con cautela, comenzaba a toser y toser; pues la comida se le había atragantado por querer hablar, tras descubrir algo muy inquietante.

Su tío de inmediato le golpeo la espalda asustado diciéndole. – Debes tener más cuidado con masticar y tragar sobrino.

– Brad ansioso exclamaba. – ¡Lo sé tío, lo sé!, ¡Pero he descubierto la forma en que recuperaré los bienes Landucci usando este mismo testamento!

– Franco intrigado, interrogó. – Sobrino, ¿cómo os vais a hacer?

– Bradley sonreía y le respondía. – Bien tío, el asunto es así…

– Franco escuchaba atento a su sobrino y se desconcertaba por lo que le comentaba.

Una vez sabiendo eso, su tío serio le dijo. – Con gusto estoy dispuesto a ayudarte a pagar esos análisis y todo lo que sea necesario para recuperar lo que es de los Landucci.

– Bradley sonreía y se sentía aliviado por tal descubrimiento.

Transcurrían unas semanas más y estando Fernando y Aurora en sus oficinas, ambos en sus respectivos teléfonos recibían mensajes iguales, que decían lo siguiente: “Hola, espero te encuentres muy bien, me gustaría hablar contigo sobre el asunto del bufete y los bienes de mí familia, pues es urgente, dime hora y dónde podremos charlar”.

Ambos con la duda, se buscaban intrigados; Fer le decía a Aurora que fuera ella quien lo citara en el edificio; pues tendrían “acceso a la ley” para apoyarse en dado caso que las cosas se complicaran; Aurora ocultando su embarazo con ropa holgada; acordaba la hora y el lugar respondiendo ese WhatsApp: “Hola Bradley, espero igual estés bien, te esperamos en la nueva sala de juntas de la firma, tendrás acceso libre, así que sin problema podrás estar aquí a las cinco de la tarde, hasta entonces”.

Bradley recibía ese mensaje, se sonreía y le decía muy seguro a sus hermanas. – Hoy mismo recuperaremos el legado Landucci.

– Pía y Luciana se emocionaban mucho, al contrario de Fernando y Aurora quienes estaban en sus lugares de trabajo con desconcentración y nerviosismo.

El momento y hora llegaban; Bradley ingresaba al edificio; pero acompañado de Ellen y el pequeño niño Piero, quién estaba un poco sorprendido y entusiasmado por estar en México; Brad se percataba de las modificaciones que había recibido el lugar, cosa que le agradaba ver.

Al llegar al piso, el nuevo guardia de seguridad, les indicaba donde estarían esperándoles, ahí Brad nervioso le decía a Ellen. – Antes que nada debo agradecerte nuevamente el apoyo, te prometo, te prometo de verdad, hacerme cargo de Piero, no sabes lo agradecido que estoy contigo, muchas gracias de verdad, gracias por el apoyo.

– Ellen sonreía y tomándole la mano dijo. – Hombre tío, no agradezcáis y no os preocupáis, no pido nada a cambio, de verdad; se escuchará algo descabellado, pero después de todo el habéis salido embarazada de vos fue lo mejor que me pudo ocurrir.

– Brad le tomaba la mano, sintiendo mucha emoción y le decía. – Eres una chica con un gran corazón, por un momento pensé que te reusarías a querer ayudarme, pero ya vi que lo que me dijiste en el bar, en leve estado de ebriedad, era cierto, tus intenciones para conmigo son de buena fe, mis hermanas y yo, te estamos muy agradecidos.

– Ellen le daba un beso casi cerca de los labios y le sujetaba la mano; ambos caminaban directo a la sala de juntas con nervios y temor.

En la sala; Aurora y Fernando estaban bastante nerviosos, no sabían qué sucedería; por su ansiedad, ambos caminaban de un lado a otro, de extremo a extremo de la sala de juntas, moviendo las sillas, mirando detenidamente la pared en la espera de que llegará Bradley; en eso, al voltear los dos su mirada a la puerta, le escuchaban tocar y luego entrar.

Brad mirándoles con sonrisa, dijo. – Muy buenas tardes tengan ustedes.

– Fernando se ponía serio al verle; pero por dentro se moría del nerviosismo por la forma tan segura de llegar.

En cambio Aurora molesta, le miraba diciendo. – ¡Hasta que se te ocurre aparecer, cobarde!

– Brad se reía diciéndole. – Igual es un gusto verte de nuevo, mi amor.

– Fernando serio, cuestionó. – ¿Qué desea usted Licenciado Landucci?, ¿porqué o a qué se debe esa prisa?

– Brad se les acercaba diciéndoles con mucha confianza. – Pues deseo que me firme mí aún esposa los documentos de sesión de bienes y propiedades, ya que prácticamente el legado Landucci sigue en mi poder.

– Aurora le dijo confusa. – Estás idiota, eso jamás pasará.

– Sonriendo parló con alegría. – Pues déjenme decirles que sí pasará, ya que en el testamento menciona en la cláusula principal, qué sí el primer hijo del varón Landucci es niño, la herencia y el legado siguen siendo del padre…

– Fernando interrumpía tras reírse. – Y en dado caso de que el primogénito fuese mujer, automáticamente todos los bienes, dinero, casas y demás, etcétera pasarían a manos de la madre/esposa, en este caso Aurora.

– Brad sin mostrar nerviosismo les miraba y Fernando con sarcasmo dijo. – A ver, a ver, espera, ¿estás consiente de que Aurora y tú son padres de una hermosa niña?, ¿o es qué Gia resulto ser hermafrodita?

– Brad sin problema alguno, le respondió. – No, pero ya que recitaste la cláusula del testamento, te hare ver un grave detalle de redacción por parte del notario que realizó la toma del testamento de la dinastía Landucci; pues en el se menciona primer hijo varón, pero nunca especifica que deba ser hijo del actual matrimonio; por lo consiguiente, yo sigo siendo el dueño absoluto de todo.

– Ellos le miraban confusos y él les explicaba resumiendo. – Siéntense para no cansarse o caerse por lo que les diré.

– Los dos accedían a sentarse mostrando nerviosismo.

En lo que Brad seguía parlando. – Ya sé que soy la peor persona para ustedes dos, pero, gracias a mis aventuras, hace años tuve una relación pasional-sexual de una noche con una joven chica en Barcelona; todo eso fue mucho antes de conocerte a ti Fernando y a ti Aurora; dicha aventura me la reencontré años después, mientras buscaba una forma de impugnar este testamento; gracias a mi viaje y a la suerte que aún poseo, logré coincidir con ella y ahí fue dónde me contó que salió embarazada de mí y me busco y busco, pero al no encontrarme desistió…

– Brad les comentaba como habían estado las cosas.

Aurora y Fernando estaban impactados, perplejos, muy asombrados por la noticia; Fernando serio y sintiéndose acorralado, le dijo. – Es la palabra de una mujer con la que tuviste sexo una vez, seguramente te está achacando el hijo para sacarte dinero, que por supuesto no tienes.

– Aurora exclamaba. – ¡De ser cierto, hasta no haber pruebas concretas, no te creeré!

– Brad sacaba de su maletín unos papeles en lo que hablaba. – Pues como supuse que ustedes licenciados, dudarían y me tratarían de poner obstáculos en los trámites urgentes de recuperación de lo que es mío, aquí les entrego los exámenes de ADN, mismos que se realizaron en 3 ocasiones, certificando que soy padre de un niño, que aquí mismo se encuentra y que viene con su madre.

– Ellos tomaban los documentos y comprobaban la veracidad de lo que Brad decía; Fernando miraba atento la puerta, en lo que  Brad les abría y daba paso.

Entrando Ellen con Piero, saludaban muy atentos y amables; ambos observaban muy bien el parecido que existía entre el niño y Brad; terminando de confirmar lo evidente; luego de unos minutos, Bradley solicitó que se llevaran al niño a conocer las oficinas, en lo que Ellen y él les platicaban a ellos, nuevamente y con seriedad, todos los acontecimientos del pasado y su reencuentro en Madrid.

Aurora se impresionaba mucho y a su vez se sentía aliviada de que la presión de tener a cargo el bufete, ya no sería tanto de ella y así podría disfrutar de su embarazo relajada y sin preocupaciones; otro lado “positivo” de toda esta situación, era que ella podría hacer las paces con sus padres; pues ellos no estaban de acuerdo con todo ese plan fraguado por Fernando y que lo siguieran llevando a cabo en el estado que se encuentra ella.

En tanto Fer, se molestaba mucho de que las cosas no estuviesen saliendo como lo había planeado; tras discutir y verificar de que efectivamente no podían hacer nada para quedarse con los bienes de la familia Landucci, no les quedó más remedio que firmar los documentos en carácter urgente e iniciar el proceso de traspaso de bienes a poder de Bradley; Fernando como el abogado y asesor de Aurora se sentía derrotado, hasta que de momento se sonreía y recordando que tenía un segundo plan bajo la manga, que ni Brad y ni Aurora esperaban; pues las pruebas para meter a prisión a Pietro, las sigue teniendo en su poder.

Bradley orgulloso de recobrar lo suyo, salía de la sala de junta; dejándoles a ellos con mucha incomodidad ante el fracaso de su “venganza”; estando en el pasillo, él abrazaba fuerte y alegremente a Ellen.

Que le esperaba con paciencia; diciéndole. – Le daré mi apellido a Piero, te estaré enviando una mensualidad en los primeros diez días de cada mes para su educación, nos organizaremos de cómo será la vida de mi hijo de ahora en adelante, las visitas y todo lo que conlleve a una buena relación contigo y mi hijo, es más accederé a todo lo que tú me pidas.

– Ellen le correspondía el abrazo y sonreía diciéndole. – Me alegra os habéis ayudado, me alegra os sabéis servido de algo para que vuestra familia resurgiera de ese abismo, pero.

– Disminuyendo la sonrisa, se soltaba de Brad y mirándole a los ojos, le decía. – Luisa estaréis de acuerdo con vuestra decisión de os darle el apellido Landucci vuestro hijo, sin embargo, vos os veréis a Piero diez días cada tres meses, festividades y celebraciones siempre os deberéis pasar con vosotras hasta que cumpla la mayoría de edad; vosotros ser su padre, pero jamás os veréis juntos como padre y madre, pues no somos ni seréis una familia; os estoy segura de lo que quiero y a quien quiero, vosotros ¿qué os sentir al respecto?

– Bradley anonadado le contestó serio y seco. – ¡Vaya, no pensaba que fueras a ponerte así!, pero, sí, estás en todo tu derecho y por haberme ayudado con este asunto, yo corresponderé el favor a acatar las condiciones que pones para seguir frecuentando a mi hijo, me hace sentir incómodo, pero entiendo que es por bien de Piero.

– Ellen le daba un beso en la mejilla, para luego decirle sincera. – Espero que vosotros no habéis confundido las cosas y os sentido mal, pero prácticamente Luisa y yo os hicimos cargo de Piero, nos ve como vuestras madres y a vos como su padre recién aparecido de la nada, reitero lo dicho, no os impediré a vosotros frecuentar a vuestro hijo, pero deberéis ir con calma, esto apenas inicia y mejor vosotros ordenar emociones, sentimientos y sensaciones, que os causáis grandes conflictos.

– Brad se quedaba pensativo, en lo que el niño regresaba con ellos, pidiendo algo incómodo salir del edificio e ir a otro lugar.

Ellen lo cargaba y Brad le decía que lo llevaría al parque y recorrer las calles de CDMX, para posteriormente irse al hotel a descansar; los tres tomaban el elevador y descendían hasta el estacionamiento, para así dar un breve tour por la ciudad.

Al quedarse a solas Fernando y Aurora, él serio y pensativo, era interrumpido por ella, quien estando muy nerviosa le decía. – Fernando tengo que decirte algo.

– Él serio volteaba a verla y notando algo extraño en su expresión, cuestionó. – ¿Qué sucede, estás bien?

– Ella tartamudeaba diciendo. – Es… es… estoy… yo estoy… yo estoy, yo estoy embarazada de Bradley.

– Fernando asombrado la miraba, se levantaba de su asiento, exclamando. – ¡Felicidades!, ¿pero cómo, cuándo, por qué?

– Elle sonreía levemente respondiéndole en voz baja. – Gracias, pues haciendo mis cálculos, quedé embarazada cuando citamos a Bradley en el hotel; dudaba estar en cinta de él, pero recordé que contigo únicamente nos besamos y acariciamos nuestras partes íntimas, pero nada más, Brad si me penetró y terminó dentro de mí; posteriormente de eso, tuvimos nuevamente relaciones cuando abandonaste la habitación; de tanto dudar, me hice la prueba casera y posteriormente lo confirmó mi ginecóloga y pues estoy embarazada.

– Él sonreía algo extraño, diciendo. – Pues era de esperarse que entre ustedes habría más sexo, pero está bien, serás mamá de nuevo y tu hermosa hija tendrá un hermanito o hermanita.

– Él curioso preguntaba. – ¿Y le dirás a Bradley?, ¿qué tiempo tienes?

– Ella contestaba quedito. – No pienso decírselo, no hasta que todos los bienes y dinero de los Landucci regresen a su poder; por lo mientras será secreto entre mis papás, tú y yo; por cierto, tengo doce semanas exactas de embarazo.

– Fer se desconcertaba mucho al saber que ya habían pasado tres meses de que había visto a Lázaro; con sólo recordarle, su mirada cambio y su corazón se aceleró.

Él con prisa, dijo. – Descuida, no diré nada, pero piensa bien las cosas, me imaginó que pedirás el divorcio al finalizar todo esto, pero sabes que si lo haces, tendrías que decirle que estás embarazada de él.

– Aurora suspiraba diciendo. – Meditaré las cosas, por qué no sé, ni tengo mis emociones centradas, serán las hormonas o qué sé yo, pero necesitaba hablar luego de todo esto que ocurrió, muchas gracias.

– Fer la abrazaba, ella igual, muy sonrientes, emocionados y contentos; al parecer esto podría hacer que retomarán su amistad.

Esa misma tarde; Bradley les informaba a sus hermanas su triunfo y les comentaba que Aurora y Fernando se mostraron molestos, irritados, pero pacíficos admitiendo su derrota y que no desistieron en firmar; les avisaba también que en cuestión de días podrían hacer uso de la fortuna Landucci y acceder a las propiedades.

Él serio y firme, les recordaba que a su padre nunca le dijeran nada de lo acontecido, que siguieran así, por su bien y la tranquilidad de Pietro; pues sufrió de diversas taquicardias ocasionadas por su ansiedad de intentar moverse y no lograrlo; prácticamente él sólo escuchaba, parpadeaba y respiraba, el resto era gracias a diversos aparatos y sondas que le fueron conectadas para su “comodidad” y “recuperación”; para que no se deprimiera más, él fue trasladado a un asilo-hospital, donde tenía cuidados sumamente delicados, visitas en horario flexible y con más relajación; dicho traslado y estancia habían sido pagados por los esposos de Luciana y Pía; a quienes Bradley también les tenía una gratitud enorme.

En la noche; Fernando, luego de haber llegado y cenado a lado de sus tíos; en privado les platicaba los hechos que revirtieron sus planes, la sorpresa que Bradley había dado al reaparecer, mostrando estudios legales de ADN y presentar a su hijo varón producto de una noche de sexo exprés.

Sus tíos Armando y Alejandra no creían lo que sucedía, pues parecía un drama de telenovela, pero era real, de verdad estaba sucediendo; estando muy pensativo, Fernando no podía dormir, así que se conectaba en su iPad por Skype y a los pocos minutos Lázaro se conectaba también.

Fer, contento le escribió. – “¡Hola!”

– Lázaro respondió. – “Hola Fernando, buena madrugada, ¿qué haces despierto?”

– Respondiendo emocionado. – “Sin poder dormir, ¿y tú?”

– Lázaro tardó unos minutos en escribirle y de momento decidió hacer una vídeo llamada; que de inmediato fue respondida.

Él al verlo, le dijo emocionado. – ¡Hola, Lázaro!, ¡qué gusto verte!

– Él mostrándose con una playera sin mangas y con rostro cansado dijo. – Hola Fernando, igual, un gusto verte.

– Fernando feliz le miraba atento y Lázaro preguntaba de sus tíos y sus primas, así como de su vida.

Fer le respondió sin problema alguno, pero Lázaro al ser cuestionado sobre su vida, serio le dijo. – Fernando, claramente te dije que cuando estuvieras listo y seguro de tus emociones, me buscaras, pero, lamentablemente alguien me ha encontrado y me está ofreciendo un cariño, amabilidad y muchas buenas intenciones, este chamo se esfuerza por conquistarme y eso me hace sentir bien.

– Fernando sintió un frío recorrer en su ser y siendo fuerte le dijo. – Me da gusto por ti, lo mereces, sin duda alguna tarde o temprano el amor llegaría a tu puerta, eres un chico sensacionalmente dulce, amable, caballeroso y con mucho amor en tu ser, ¿puedo saber su nombre?

– Lázaro le mostraba unas fotos de una cabina, dónde salían juntos y le respondía ilusionado, emocionado y con felicidad. – Él se llama Leonel, tiene mi edad y es mexicano, radica aquí en Miami, nos conocimos gracias a que probó de mis bebidas especiales, ahí comenzó todo.

– Fernando sintiendo ganas de llorar, fingió un bostezo para decirle. – Bueno Láza me dio gusto saludarte, pero me estoy cayendo de sueño, espero pronto volver a charlar contigo, cuídate y saludos.

– Lázaro se percataba de la tristeza de Fernando y sabiamente le decía. – Fernando, no estés triste, lo que sentí por ti es prueba más grande de que puedes despertar atracción, amor, deseo y pasión en otros hombres, yo no soy el único, tampoco ese chamo Landucci lo es; date cuenta que por miedo y por no decirte lo que sientes, estás perdiendo la oportunidad de amar y ser amado, en ti está el poder de ser feliz, estar en paz y tranquilo, es cuestión de que medites lo que sientes.

– Fernando derramaba unas lágrimas y le decía con voz entre cortada. – No cabe duda que eres un chamo muy bueno, tienes razón en lo que dices, tal vez por miedo a que me vuelvan a fallar no me he atrevido a intentar una nueva relación, debo poner en orden mis emociones y sentimientos, aunque siéndote sincero, sabía lo que quería y sentía, pero demasiado tarde, no lo dije a tiempo; se feliz, disfruta tu relación y espero que la sociedad con mis tíos se logré, yo encantado de apoyarles en el ámbito legal.

– Lázaro le guiñaba el ojo, le sonreía diciendo. – Cuídate mucho, trata de ser feliz, trata de encontrarte contigo mismo, un abrazo enorme.

– Fernando únicamente le decía adiós con la mano y sin decirle más cortaba la llamada, se desconectaba del Skype y abrazando su almohada comenzaba a llorar, hasta quedarse dormido.

Pasaban un par de días; los tíos de Fernando habían tomado la decisión de asociarse con Lázaro y compartir recetas de bebidas exóticas y de postres; sin duda ese negocio aspira a tener un gran y enorme éxito.

Fernando había estado pensativo y sin ánimos de trabajar; teniendo un recuerdo con Guido; el cual, Fernando siendo aprendiz de él, le había cuestionado de cómo le hacía para trabajar y estar bien consigo mismo, mental, emocional y sentimentalmente; obteniendo por respuesta de que cuando estaba ya muy saturado de trabajo y presiones, se daba un tiempo yéndose a una pequeña casa en Cortina d´Ampezzo; al norte de Italia; ahí se desconectaba del mundo y se reencontraba consigo mismo; Fernando sonreía y comenzaba a buscar en internet vuelos para Italia.

En la vida de Bradley marchaba todo bien; ya que recuperaba su fortuna y de nuevo la calma regresaba con su familia; antes de que Ellen y Piero se regresaran a Madrid, se los presentaba a su padre; mismo que derramaba unas lágrimas al saber que siempre sí había sido abuelo de un nieto varón; Brad y Ellen acordaban bajo palabra, como serían las cosas de ahora en adelante con la vida y convivencia con Piero Landucci; pues bajo influencias de Bradley, Piero ya tenía el apellido Landucci; tras eso, ellos se marchaban ovacionados de gratitud infinita por la ayuda brindada para con ellos.

Landucci hijo regresaba a trabajar como si nada hubiese pasado en su vida; por su parte Aurora, continuaba ocultando su embarazo, pero mantenía la firmeza en separarse de Bradley; aunque muy en sus adentros sabía que conmocionaría a Gia; quien ya sabía la existencia de un hermanito, que dicha noticia la tomo con alegría y sin reaccionar de manera negativa; por eso, Aurora dudaba en divorciarse, pues no quería fracturar los sentimientos de su pequeña.

Siendo las doce treinta y dos del medio día; Fernando seriamente pedía hablar con Aurora y Bradley en privado; estando nuevamente en la sala de juntas, Brad preguntaba. – ¿Sucede algo?

– Aurora igual interrogaba. – ¿Pasa algo?

– Fernando serio les decía. – Siéntense.

– Fernando miraba seriamente a Brad y decía. – Bradley Landucci debo felicitarte por tu próxima paternidad, pues Aurora está embarazada de ti.

– Ella se cohibía y él exclamaba. – ¡¿Qué?!

– Aurora sonrojada y molesta dijo. – ¡Fernando, no tenías que decírselo!

– Fernando les miraba diciéndoles. – Las cosas no pueden seguir así, es claro que nosotros no podremos ni debemos trabajar juntos, por eso he decidido dejar la firma y buscar un nuevo rumbo, no sin antes destapar todos los secretos para estar bien conmigo; Aurora, no ganas nada ocultando tu embarazo, no tengas miedo, disfruta esta etapa, pase lo que pase, Bradley siempre será el padre de tus hijos, aunque trates de negártelo, él siempre será la imagen paterna para Gia y el bebé que viene en camino; nosotros mismos nos obstaculizamos y mira como hemos acabado; me di cuenta tarde, que la venganza no lleva a nada bueno, sólo te amarga la existencia y te impide ser feliz con la persona que se desvive de verdad por ti, mientras te centras en una absurda venganza contra un hombre que simplemente no supo y no pudo valorarte como persona, que mientras hubo oportunidad, prefirió tejer mentiras para sostener su realidad; sí Bradley, tú eres bisexual y no tiene nada de malo serlo, pero debes estar consiente que las personas homosexuales y heterosexuales también sentimos, amamos, deseamos, nos enamoramos y despertamos pasiones; aprende a definirte y aprende a alejarte de esa sombra del legado Landucci; de “La leyenda”; que lo único que te ha traído es problemas existenciales, conflictos emocionales y represiones sentimentales; vete, busca tu felicidad, pero lejos de aquí y crea tu propia leyenda, acéptate tal cual eres, define si es amor, es pasión o es deseo hacia una persona de tu mismo sexo o del opuesto, para que luego no te cuestionen con “y tú ¿qué sientes?”

– Aurora y Bradley se miraban, pensando en las palabras que Fernando les decía y que claramente eran verdad.

Fernando con firmeza, para terminar, les decía. – Aurora, los bisexuales son seres humanos, nunca desaires a uno, recuerda que te casaste con uno; es claro, entre tú y yo, nunca más podría haber una amistad como la que tuvimos hace tiempo, por eso siempre te desearé lo mejor, para que tengas con que mantenerte, te dejaré a ti las acciones de esta firma en asociación con los Landucci, mientras que tú Bradley Landucci, te intercambio toda esta información del pasado turbio y muy obscuro de tu padre; que sin duda lo mandaría a prisión; pero no tiene caso hacerlo ya, pues ahora su cuerpo es su cárcel; la negoció por qué te alejes de Aurora, la dejes como socia mayoritaria y dueña de la firma y así los tres estaremos en paz.

– Aurora y Bradley se impresionaban mucho, sin duda no esperaban esto de Fernando; posteriormente entre los tres se organizaban, debatiendo hasta llegar a un acuerdo.

Veinte días después de dicha conversación; Bradley, visitaba a su padre, sonriendo y tras irle hablando se iba poniendo el ambiente serio. – Me da gusto verte despierto padre, así podre irme tranquilo a Nueva York, sabes, abriré mi propio despacho jurídico, comenzaré desde abajo, me va a costar, pero quiero abrirme paso por mi cuenta, crear mi propia leyenda, quiero alejarme de ti, quiero ser yo, no tú, es claro que nunca seré como tú, tuviste tu esencia, tu potencial, tu carácter, tus malos manejos, tus intenciones sombrías, tus corrupciones; sí padre, aunque me mires como si no supieras de lo que hablo ambos sabemos lo que hiciste en el pasado; cómo cambiar el testamento original del legado Landucci a beneficio de ustedes, excluyendo al tío Franco simplemente por haberse declaro homosexual; él ahora vive feliz y tranquilo, se hizo de su propia fortuna y es demasiado feliz, que hasta le envidio mucho; también padre, Guido Pietrasanta antes de morir, le dio a Fernando, todo tu historial y archivos sucios de casos que llevaste en Europa, tu fama es por todo lo sucio que hiciste y que Herminia te amenazaba con revelar; ahora entiendo por qué tuviste la intención de ayudarme y la mataste; no lo hacías por mí, sino por ti y tu reputación que, con sólo mirarte, me da pena y lástima; Fernando pudo enviarte a prisión, pero no tenía caso hacerlo, pues ya estás pagando mucho en vida; descuida mis hermanas por bien propio nunca sabrán eso, todo tu pasado lo he destruido, esperando nunca ser como tú, nunca.

– Pietro derramaba unas lágrimas al escuchar a su hijo dirigirse así con él.

Brad poniéndose más serio le decía. – Por eso me voy, porque quiero ser yo, no tú, quiero ser yo, vivir lo que soy y lo que soy es un bisexual, eso es lo que nos hace ser diferentes en muchos aspectos, pero de igual modo somos humanos y somos de sangre, eso no quiere decir que me deslinde de responsabilidades, así que descuida padre, el hospital esta pagado; tendrás visitas de tus nietos y de Aurora; que por cierto tendrá mellizos, espero los llegues a conocer, estamos emocionados por la llegada de esos bebés, aunque nuestra separación sea un hecho obvio; espero ella encuentre el verdadero amor en un hombre que la sepa valorar y amar, porque es una gran mujer; yo espero ser feliz con lo que se me cruce en mi camino, sea hombre o mujer, pero me juro y prometo que le sabré amar con todas mis fuerzas; igualmente espero que Fernando, ahora que se fue, encuentre la felicidad y el amor que yo tal vez no supe sobrellevar; mis hermanas están bien, muy bien cuidadas y la Firma Landucci con asociación Pietrasanta estará en muy buenas manos, en manos de una talentosa mujer como lo es Aurora; hasta luego padre, se fuerte y tendrás mucho tiempo para meditar sobre tus acciones de tu pasado; y da por hecho el fin de la “leyenda Landucci”.

– Bradley le daba un beso en la frente a su papá y se iba del hospital con destino al aeropuerto.

Fernando se había ido para por fin disfrutar de lo que recibió por herencia, prometiendo volver dentro de un año, para reencontrarse esta vez con su familia, por lo mientras disfrutaría su estancia al norte de Italia; Aurora se reconciliaba con sus padres y les compartía la noticia que serían abuelos de un niño y una niña; tras el nacimiento de los pequeños, ella se los iba a presentar a sus excuñadas y exsuegro, causándoles emoción de ver a los pequeños.

La firma continuó llevando buenos y grandes casos, con nuevos socios y clientes; Bradley en Nueva York, se elevaba como la espuma y poco a poco se convertía en un importante abogado; creando su propia leyenda e impartiendo cursos, talleres y clases donde compartía sus casos más importantes y el modo de ganarlos; al paso de los años él aprendió que el amor, la pasión y el deseo son sentimientos similares pero diferentes que se pueden encontrar y sentir en una sola persona y no en dos como creía.

Amor, Pasión o Deseo

Y  tú, ¿qué sientes?

 

 

Fin.

 

 

Les deseo un excelente inicio de año y espero les haya gustado esta historia; la verdadera trama original no fue como este final, pero como saben, mezclo la ficción con la realidad; “Bradley” y “Aurora” en la actualidad mantienen un matrimonio “solido”, pero se sabe que ya no hay amor; se mantienen unidos por sus hijos y por la alta sociedad pero nada más y “Fernando”, él está soltero, feliz, pero sigue luchando por salir adelante, superando o tratando de superar el haber sido el “amante” y “tercero en discordia” en lo que fue un matrimonio ejemplar e importante en la sociedad y la ciudad.

Gracias nuevamente por el apoyo, espero sus comentarios y opiniones de la saga, ya saben, por FB, correo o aquí, saludos y que tengan un grandioso día.

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